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Música

Una década sin la “Negra” Sosa

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Por Mariano Suárez (*)

A diez años de su fallecimiento, la figura de Mercedes Sosa aparece -en la perspectiva del tiempo- como un inmenso acto de integración cultural, como una síntesis de los regionalismos y las corrientes estéticas de nuestra música y, acaso, aun siendo el nombre de mayor proyección internacional, su obra admite pensarse como un cauce que condensa, en su sola voz, a todo el folclore argentino.

“Ningún artista -sentenciaba- es solamente artista porque canta bien. El canto lleva dentro de la cultura, que de las lecturas, de tanta gente a la que le debo todo lo que tengo, escultores, pintores, artistas que han ido conduciéndome en este camino por el cual yo siento esta manera de cantar”. Así asumía el oficio de cantora Mercedes Sosa, que falleció, a los 74 años, el 4 de octubre de 2009 a raíz de una disfunción renal. 

Haydée Mercedes Sosa (su familia la llamaba Marta) nació en una familia humilde, signada por la pobreza. Jamás olvido esa condición en su canto. “Zambita para que canten/ los humildes de mi pagos/ Si hay que esperar la esperanza/ mas vale esperar cantando”, fue uno de sus primeros himnos, con la caligrafía de Armando Tejada Gómez y Oscar Matus. 

Nació un 9 de julio, el Día de la Independencia, como quien empieza a trazar las simetrías de una narrativa que, sabe, será abarcadora. 

Es conocida su primera aventura en la industria: en una escapada de sus padres se presentó (y ganó) a los 14 años un concurso en LV 12 con el pseudónimo de Gladys Osorio. Ya no la pudieron detener.

Como descendiente de calchaquíes, hija de un obrero de la industria azucarera y una lavandera, comprendió que había una voz profunda que no se detenía en el relumbrón pasajero. Siempre supo qué cantar, pero esa pulsión intuitiva encontró forma, reflexión, sistematización y militancia a través de lo que se conoció como el Manifiesto del Nuevo Cancionero, del que llegó de la mano de Oscar Matus, el padre de quien iba a ser su único hijo (Fabián)

En 1962 lanzó su primer álbum, “La voz de la zafra”, que prefiguraba ese movimiento estético que se anunciaría al año siguiente. El contexto era el impresionante estallido comercial del folclore en esa década que se proponía hacer de la canción una mercancía más. 

En medio de ese “boom”, Mercedes, junto a Tejada Gómez, Matus, Tito Francia y Juan Carlos Sedero, entre más, se interrogó sobre los contornos de lo que entonces se había establecido como tradición y, además, se proponían una ambición integradora de las músicas regionales y una distancia de cualquier ambición pasatista. 

Su irrupción en Cosquín, contra el mandato de la organización, y el álbum de “Canciones con fundamento”, ambos en 1965, consolidaron su afirmación de la canción social. Se profundizó un camino abrazador que rescató el legado compositivo de Atahualpa Yupanqui y que progresivamente se fue abriendo hacia otras voces fundamentales de América. 

La secuencia es difícil de sintetizar: recorrió Europa, grabó “Mujeres Argentinas”, “Cantata Sudamericana”, “Homenaje a Violeta Parra”, “Traigo un pueblo en mi voz”, “Mercedes Sosa interpreta a Yupanqui”… La trascendencia también le significaba resistencias. La Triple A la incluyó en sus listas negras y en 1975 una amenaza de una bomba impidió que cantara en Tucumán. 

Una serie de atentados la empujó, en febrero de 1979 al exilio. Formalmente podía entrar y salir del país. Pero no cantar. 

El exilio atravesó su vida y dejó una secuela que erosionó su salud. Su despliegue por Europa, sin embargo, la arrojó hacia conciertos memorables y un salto exponencial en su reconocimiento público. 

“Sacarme a mí fue una equivocación muy grande porque largaron al mundo a una artista que era famosa allá en Europa a hacer una prensa en contra de ellos, cuando yo tendría que haberme quedado”, reflexionó años después.

Regresó a un escenario argentino el 18 de febrero de 1982, un par de meses antes de que la dictadura se embarcara en la cruzada de Malvinas. Como hizo siempre, se relacionó con sus contemporáneos: primero trabó relación con León Gieco, luego invitó a Charly García a un histórico concierto en Ferro. Años después conoció a Fito Páez. Con todos dejó alguna huella musical. 

Tras un mes de convalenscencia, Mercedes Sosa murió la madrugada de un domingo 4 de octubre. La familia en ese momento aceptó despedirla en el Congreso de la Nación donde dos horas después de haber anunciado el lugar, ya había una multitud, que permaneció hasta el día siguiente. Su último disco de estudio había sido “Cantora”, 1 y 2, un álbum de duetos con los diversos compañeros que expresaban la admiración de sus pares. 

“Un artista debe ser libre de cantar lo que quiere, como quiere y donde quiere”, afirmaba Mercedes. Ella eligió cantar a su territorio y a su tiempo. A su patria, a la la democracia, a la libertad y a los humildes.

(*) Agencia de noticias Telam

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Música

Tom Jones, la voz que desafía al paso del tiempo

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Por Martín Sassone (*)

Pasaron apenas seis minutos de las 21 y el experimentado cantante aparece en el escenario y se sienta en una banqueta. Acompañado por Paddy Milner al piano, comienza a cantar “Growing Old, de Bobby Cole”.

“Me estoy volviendo viejo…”, entona con la voz tranquila, casi irreconocible. Es una declamación, pero también es una trampa. Ese hombre canoso que está frente a nosotros es una leyenda que pronto cumplirá 84 años y cualquiera podría pensar que sus días de gloria han quedado atrás. Nada más errado. Termina la canción, ingresa el resto de la banda y empiezan a sonar los primeros acordes de una canción épica que pocos de sus seguidores conocen.

Entonces su voz envuelve a todo el Movistar Arena y ya nada más importa. Es como un fenómeno climático del cual uno no puede refugiarse. Te arrastra y te eleva. Ese es el efecto que solo él puede lograr. En algún momento también lo consiguieron Elvis, Sinatra y Pavarotti, pero ya no están entre nosotros. Tom Jones, sí.

Su aspecto de lord inglés no desentona con su robusta y profunda voz. Es la historia viva del pop de los últimos 60 años y es la sexta vez que se presenta en Buenos Aires. Lo hizo en 1974, luego en 1980 y más acá en el tiempo en 2007, 2010 y 2016. El público, en su gran mayoría veteranos de mil noches, lo reciben con una gran ovación. Más allá de que “Not Dark Yet”, de Bob Dylan, les resulte ajena, saben que lo que está por venir será único e inolvidable.

Antes de comenzar el tercer el tema, el galés hace una breve introducción. Cuenta que la siguiente canción la grabó por primera vez en noviembre de 1964, y que en marzo de 1965 ya era número 1 en Inglaterra. Es la conexión que faltaba con su público, una que sepamos todos.

“It’s Not Unusual” no pasa como si nada a pesar de que no es la versión crooner que todos escucharon cientos de veces, sino una más remozada aunque igual de pegadiza. Sigue con “What’s New Pussycat?”, ahora con Milner en acordeón, que le dan al viejo clásico que tomó de la película de Woody Allen un tono circense. Pasaron poco más de 10 minutos desde el comienzo y la fiesta es total.

La recuerda a Dusty Springfield con “The Windmills Of Your Mind” -que como “Not Dark Yet” está en su último disco “Surrounded by Time”- en la antesala del que será el momento más caliente de la noche: su éxito dance de 1999, “Sexbomb”, lo transforma en un blues bien crudo, demoledor. Arranca cantando casi como si estuviera en el Delta del Mississippi, con el respaldo del notable guitarrista Scott McKeon, y luego la banda se electrifica estilo Chicago. Energía pura. Como Jesús con Lázaro, levántate y anda, Tom Jones canta y todos comienzan a bailar.

Interpreta otras versiones de su último álbum como “Popstar”, “Lazarus Man”, “Talking Reality Television Blues” y la sublime “One More Cup of Coffe”, también de Bob Dylan, y algunos covers de su repertorio tradicional como “Green”, “Green Grass Of Home” y “Delilah”. Otro momento extraordinario se da con “Tower of Song”, de Leonrad Cohen, donde subraya la frase “nací con el don de una voz de oro” y alcanza un registro vocal que eriza hasta las paredes.

Sobre el final, lanza dos hits ochentosos -“You Can Leave Your Hat On” y “Kiss”- para que ya nadie más se siente en sus sillas. Tras un breve intervalo, casi dos horas después del comienzo, vuelve para los bises. Primero con “One Hell of a Life”, en la que pide: “Cuando esté muerto (…) Sólo recuerden que tuve una vida increíble” y luego se zambulle en dos rocanroles primarios – “Strange Things Happening Everyday” y “Johnny B. Goode”- para cerrar una noche única, en la que una voz, otra vez, venció al paso del tiempo.

(*) Agencia Noticias Argentinas

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Música

La Fuerza Mayor celebra el “Fin de Flora” en su nuevo single

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“Fin de Flora” es la nueva balada en ritmo de ska de La Fuerza Mayor, que captura la esencia festiva de la temporada de cosecha. El single cuenta con la colaboración del trompetista y director de Dancing Mood, Hugo Lobo,

En su nuevo trabajo, “La Fuerza Mayor teje una melodía que invita a armar uno, agarrar la tijera y disponerse a manicurar al tiempo que se baila”, afirma la promoción.

El arte de la portada, diseñado por el ilustrador Fundie Biela, evoca el espíritu del tema, creando una imagen que complementa perfectamente la música.

El lanzamiento fue programado especialmente para este mes de abril, ciclo de cosecha de cannabis outdoor en el hemisferio Sur, y ya está disponible para escuchar en Spotify y todas las principales plataformas.

(Fuente: La Fuerza Mayor – Prensa)

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Música

Alan Sutton y las Criaturitas de la Ansiedad presentan el single “Hijo Pródigo”

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“Años de tecnología, globalización y consumo han hecho de nosotros individuos ansiosos, inseguros y sobreestimulados”, narra el comunicado promocional que adelanta el nuevo single de Alan Sutton y las criaturitas de la ansiedad.

El trabajo se llama “Hijo Pródigo”, y trata esta problemática con una suerte de crítica social con tintes paródicos que, a su vez, no deja de mostrar el desgarrador vacío que se presenta en la era del “No aburrimiento”.

“Intentando combatir esta temática oscura y entristecedora”, la producción de Jerónimo Romero “logra un sonido enérgico, ‘dosmilero’ y poderoso”.

Acompañado por un videoclip y varios otros contenidos audiovisuales, desde el 12 de abril “Hijo Pródigo” se encuentra disponible en todas las plataformas digitales y será presentada en vivo en más de 20 ciudades de Argentina, Latinoamérica y España.

(Fuente: Lucas Seoane – Prensa)

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Domicilio Legal: 135 nº 1472 Dto 2, La Plata, Provincia de Buenos Aires
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