Conéctate con nosotros

Historias Reflejadas

“La simetría de las palabras”

Publicado

el

La simetría de las palabras

Las voces, convertidas en palabras, dan forma a la totalidad de las cosas y se hacen visibles en los hechos que las contienen.

Livianas y eternas, ellas viajan de boca en boca y se transforman. Toman vida, se extienden y bordean los sentimientos para atraparlos.

Con ligereza envuelven y cuestionan, luego se elevan para convertirse en cuchillos capaces de atravesar los destinos de aquellos que las reciben.

Las palabras conquistan el desierto de la existencia y levantan sobre él castillos de arena, que pueden esfumarse sobre la libertad de un poema quieto.

Secretas y silenciosas, mecen sus deseos dentro de los textos en los que habitan, dispuestas a todo burbujean caricias o conjuros para manifestarse más allá, en los oídos de quienes necesiten escucharlas.

Algunas, ásperas y rugosas, se disparan como flechas y son gritos; otras de naturaleza serena, son capaces de detener los instantes para perpetuarlos en un recuerdo imposible de olvidar.

Ellas invocan lo que duerme en los recovecos del alma, ellas construyen los momentos con la intensidad de las voces que las pronuncian para callarse.

Hay que dejarse atrapar por las palabras justas, esas que brotan desde la profundidad de nuestras emociones para trascendernos.

En el extremo de cada palabra viaja oculto un sentimiento, simetría de una verdad revelada.

Andrea Viveca Sanz

Se reflejan en esta historia: “Parábola del palacio”, del libro “El Hacedor” de Jorge Luis Borges; “Dos palabras”, del libro “Cuentos de Eva Luna” de Isabel Allende; “El Agnus dei – Año 1810”, del libro “Tú que te escondes” de Cristina Bajo; y “Aquellas palabras”, del libro “Alma de Abril” de Vanesa Spinelli.

Haga clic para comentar

Debes iniciar sesión para publicar un comentario. Acceso

Deja una respuesta

Historias Reflejadas

“Rectángulo”

Publicado

el

Rectángulo

Todo estaba quieto. En las espiraladas vueltas del destino la niebla del tiempo disimulaba las formas y el dolor se acomodaba en pasillos de silencio.

Las horas corrían por fuera, mientras por dentro cada segundo se atascaba, inmóvil, en acontecimientos simultáneos y sucesivos, como si dieran vueltas por lugares conocidos y regresaran, trazo sobre trazo, superpuestos.

La vida estaba encerrada en esa jaula, en ese cuarto oscuro, en esos días rectangulares de los que no podía escapar. Los sentidos adormecidos, los objetos cercanos adhiriéndose a su cuerpo como si sus partes le pertenecieran.

Las aguas del tiempo lo arrastraban en un sueño sin sueño, en un cansancio sin palabras, mientras los rostros conocidos pasaban a su lado, yéndose, quedándose, tan solo una melodía, un rumor, o un símbolo. Tan solo arena que cae y no se detiene.

Andrea Viveca Sanz

Se reflejan en esta historia el cuento “Freud en Hampstead”, del libro “Aquello que subyace” de Susana Vaquero; el cuento “Al atardecer un geranio”, de Luigi Pirandello, del libro “50 Relatos Extraordinarios”; el cuento “Bandeo”, del libro “Siete cuentos” de Humberto Constantini; y los poemas “Arte poética” y “Reloj de arena”, del libro “El hacedor” de Jorge Luis Borges.

Sigue leyendo

Historias Reflejadas

“Hilos de amor”

Publicado

el

Hilos de amor

El pasado colgaba de un hilo y se balanceaba en un vaivén de recuerdos. Atrás habían quedado los sabores de un tiempo vivo, las ausencias guardadas en un hueco donde se hacían presentes, las voces queridas repitiendo los sonidos y las formas, el desarraigo y la niebla, esa niebla en la que dormían las siluetas, sombras sobre sombras, perdidas en el mar de la memoria.

En un vértice del camino la guerra daba comienzo a la trama, un hilo enlazando a otro, cruzados en los ángulos de las palabras, anudados, como si cada cosa estuviera atada a la siguiente, como si la sangre gritara y buscara aquietarse en los límites del amor.

Más allá, en los márgenes de una geografía nueva, la pasión opacaba los recuerdos y agitaba las olas de la libertad. Un viento de emociones formaba remolinos sobre las arenas del tiempo, la huellas del amor desparramadas en la orilla, solo viento sobre arena distanciándose de la bruma del pasado.

Un hilo colgaba, los recuerdos se esfumaban detrás de la niebla, la vida del otro lado de la muerte, con el aroma del amor.

Andrea Viveca Sanz

Se reflejan en esta historia las siguientes novelas: “En la arena de Gijón”, de Gabriela Exilart; “Eva y Juan”, de Cynthia Willa; “Jazmines en otoño”, de Cristina Bellizonsi; y “La ciudad de la niebla”, de Claudia Barzana.

Sigue leyendo

Historias Reflejadas

“La jaula”

Publicado

el

La jaula

Las rejas de una jaula inventada se desvanecían para dejar salir a las palabras. Afuera era igual que adentro, ya no quedaba nada porque las voces se habían ido apagando, nombre tras nombre. Era allí, sobre esa extraña morfología de letras, donde amanecía la continuidad de la vida, aún después de la muerte.

Cada nombre definía las formas y las circunstancias y, tal vez por eso, se expandía en las geografías circundantes determinando el destino de las cosas.

Un cuadrado con imágenes superpuestas se perdía en la anatomía de una pintura, en cuyo interior habitaban los deseos silenciados. Más tarde, alguien soñaba sus huellas, atrapadas en recuerdos que se borraban sobre sus mentes confusas.

¿Quién era quién en aquel paraíso perdido? ¿Acaso se habían convertido en animales de laboratorio, incapaces de salir de los límites impuestos?
El afuera era tan solo un espejismo, agua sobre el pavimento de la vida que chorreaba ironías detrás de las rejas, entre las que sus cuerpos se desvanecían mientras salían las palabras.

Andrea Viveca Sanz

Se reflejan en esta historia: “Adán en Edén”, de Carlos Fuentes; “La cena”, de César Aira; “Space invaders”, de Nona Fernández Silanes; y “Las ratas”, de José Bianco.

Sigue leyendo


Propietario: Contarte Cultura
Domicilio:La Plata, Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA En Trámite
Edición Nº