

Literatura
La FED realiza su edición 2025 con 330 sellos y variadas actividades
La Feria de Editores (FED) 2025 se realizará el jueves 7, viernes 8, sábado 9 y domingo 10 de agosto, de 14 a 21, en el C Art Media de avenida Corrientes al 6271 de CABA, con entrada libre y gratuita.
Más de 330 editoriales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Uruguay y España ofrecerán sus mejores títulos y novedades de narrativa, ensayo, poesía, música y cine, ciencias sociales y humanidades, periodismo, libros ilustrados y libros-álbum, novela gráfica, entre otros.
En esta edición, habrá 13 charlas que abordarán temas como: escribir pese al dolor, la forma en que los videojuegos están cambiando el mundo, el feminismo en tiempos de ultraderecha, la música como potencia creativa en la narrativa latinoamericana, cómo se narra la identidad colectiva, la poesía es lo que está sucediendo, entre otros. Información y participantes: https://feriadeeditores.com.ar/charlas
Las visitas internacionales son la escritora lituana-británica Marijam Didžgalvytė; la autora mexicana Socorro Venegas; la autora chilena Bernardita Bravo; la autora afrotravesti colombiana Trailblazer mother Joy Yeguaza y el escritor peruano Martín Roldán Ruíz. Entre las autoras y los autores nacionales se destacan Dolores Reyes, María Sonia Cristoff, Pablo Semán, Verónica Gago, Edgardo Scott, Juan Mattio, Paula Puebla, Juan Ruocco, Walter Lezcano y Gustavo Yuste, entre otros.
Participan editoriales argentinas como Godot, Sigilo, Ampersand, Caja negra, Entropía, Gourmet Musical, Eterna Cadencia, Mardulce, Pequeño Editor, Limonero, Libros del Zorro Rojo, Calibroscopio, Adriana Hidalgo, Blatt & Ríos, Chai, La crujía, El cuenco de plata, unaLuna, Alto Pogo, La Flor Azul, Corregidor, Marea, Gog & Magog, Asunto impreso, entre otras.
Actividades
Bibliotecas y librerías
El jueves 7 y el viernes 8, de 11 a 14 horas, las librerías y bibliotecas tendrán horario exclusivo para recorrer la FED. Las editoriales que adhieran al programa brindarán un 50% de descuento por pago al contado. Las imprentas Porter y Thomson Reuters proveerán las cajas, y este año los envíos a todo el país -para librerías- son gratis, con un máximo 200 kilos, a través de un convenio con OCA.
Para participar es necesario completar formularios:
- Librerías: https://feriadeeditores.com.ar/librerias-aliadas/
- Bibliotecas: https://feriadeeditores.com.ar/bibliotecas/
Terraza FED x Boche
Este año las propuestas de la terraza estarán a cargo de Boche. Más información es: https://www.instagram.com/somosboche/
- El sábado 9, a las 17.30, habrá Festival de recomendaciones de Libros; y a las 19 Adaptaciones infieles (Cine y Libros).
- El domingo 10, a las 17, Conversatorio La Moda + tips; y a las 19 Melocomo x Melolibros (Libros & Vermú).
Cine FED
¿Qué tienen en común un buen libro y una sala de cine? Que juntos hacen magia.
Con el apoyo del Institut français y de la Alianza Francesa se realizará un ciclo de cine, en la Alianza Francesa: Av. Córdoba 946.
El jueves 7 de agosto, a las 18, se proyectará Jesús López, 2021 (1h 27m).
Invitados: Maximiliano Schonfeld (director y guionista) y Selva Almada (guionista).
En tanto, el viernes 8 de agosto, a las 18, se proyectará Lago del Halcón, 2022 (1h 40m).
Invitados : Diego Rey (editor Hotel de las Ideas) y Pablo Conde (divulgador cultural).
Más información: https://www.instagram.com/p/DMiUw_qReY3/
Intercambio con la Furia del libro (Chile)
Visita la FED la escritora chilena Bernardita Bravo, a partir de un acuerdo con la Furia del libro, la feria de editores de Chile. En tanto FED coordinó este año la visita de Martín Kohan al país trasandino como parte de este acuerdo para dar a conocer a autores de la región.
Fellowship programme
Es un espacio para que editores de diferentes partes de Europa interactúen con la industria editorial argentina, generando vínculos fructíferos con autores y traductores locales, visitando librerías, explorando centros de distribución, negociando acuerdos de prensa y muchas otras actividades y encuentros.
Este año participan: Chiara Rea, de minimum fax (Italia); Juan Pablo Díaz Chorne, de Muñeca Infinita (España); Alejandro Ferrer Nieto de Aux forges de Vulcain (Francia); Helga Massetani Piemonte de Bitamine y Lander Majuelo de Pamiela (ambos del País Vasco) y Sabine Cramer de DuMont Buchverlag GmbH & Co. KG (Alemania).
Afiche de la FED 2025
Dos ilustradoras comparten el premio por el afiche oficial de la FED 2025, organizado por la Feria de Editores y La Fuerza Vermú. Se trata de Celeste Barta y Powerpaola. Entre las dos artistas se repartirá el premio de 600.000 pesos. Sus trabajos fueron seleccionados entre 300 propuestas presentadas.


Finalistas del Premio a la labor librera
Las librerías seleccionadas como finalistas en 2025 son: Libro de Oro (Tucumán); Magia (CABA); Los Confines (Villa Ballester); Fervor (Mar del Plata); Citybell (City Bell, provincia de Buenos Aires).
El premio, que se dará a conocer en la FED el jueves 7 de agosto, tiene como objetivo reconocer el trabajo de las librerías de todo el territorio argentino. Un trabajo que excede ampliamente la venta de libros: comprende la difusión del pensamiento y de la literatura, su propuesta cultural como centro de reunión y su relación con la comunidad que la rodea.
Rumbo a Guadalajara. Premio FED & Thomson Reuters
Es una iniciativa que promueve que un editor o editora participe de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, uno de los eventos más importantes del mundo hispanohablante para la industria del libro. El objetivo es fomentar el intercambio cultural en el sector editorial de la región. Este premio también se entregará el jueves 7 de agosto, en la FED.
Firma de libros
El sábado 9, a las 15, Yael Frankel, ilustradora y ganadora el premio Bologna Ragazzi 2023, firmará ejemplares de su primer libro de palabras, “Pequeños lectores” (editado por Gris Tormenta), un texto en el que trabaja con la parte más privada de sí misma para proyectar, en sus relatos, algo que muchas veces se confunde con lo menos adulto de su ser: un lenguaje sincero, espontáneo y original.
También firmará ejemplares de “Todo lo que pasó antes de que llegaras” y “De un gris antiguo” (editados por Limonero).
La FED
En 2013 se realizó la primera edición, en la que participaron 15 editoriales pequeñas con la intención de mostrar sus libros y generar un espacio de encuentro entre lectoras, lectores, editoras y editores. Año a año, el evento fue creciendo en cantidad de participantes y de público. En 2024 visitaron la feria 24.600 lectores.
Donación de sangre
Nuevamente, la FED tendrá una posta para la donación de sangre del Hemocentro Buenos Aires, organizada por Céspedes libros y un grupo de librerías. Para participar es necesario inscribirse: https://turnos.donarg.com.ar/sangre/fed8.agosto.25
(Fuente: Marana Hunt – Prensa

Literatura
Paréntesis – Andrea Viveca Sanz

La escritora Andrea Viveca Sanz lee su texto “Paréntesis”.
Son tres líneas de puntos en suspenso. En ese paréntesis de la vereda el tiempo se alarga. Desde adentro del banco alguien espía. Toma nota de la longitud de las filas, ordena. Hace calor y la humedad impregna los cuerpos y las cosas. Poco a poco, ante una señal imperceptible nos movemos. Avanzamos en espera, balanceándonos entre palabras que van y vienen, como si fueran vientos que rompen el espacio. Por momentos, también retrocedemos obligados por las circunstancias. Una señora vestida de rojo arrastra el carrito de compras. Mira el reloj antes de atravesar la línea de puntos que nos contiene, parece apurada. La recta se parte en dos, da espacio a la mujer que acelera sus pasos para seguir su propia recta. Nos juntamos otra vez. El orificio de paso se cierra. Los sonidos de la calle se mezclan con el murmullo de la gente. Los pájaros huyen de los ladridos del perro que descansa a un costado de los puntos suspensivos, al borde de las voces. De pronto sucede un silencio breve, el chico en silla de ruedas pide ayuda para entrar al cajero. Otra fila se desarma, hace lugar al chico y a la silla, el señor de remera azul lo acompaña. En la puerta el policía llama al que sigue. Nadie sabe por qué sigue el que sigue. Supuestamente tiene turno. El tiempo se estira. Somos puntos quietos. La sombra del árbol nos cobija. En lo alto las hojas se mueven apenas como si acompañaran el ritmo de la espera. Avanzamos sobre las baldosas, apenas unos pasos cada media hora. Detrás de nosotros un señor se queja de la lentitud. Por la calle circulan autos, micros y motos. Son arrastrados por las obligaciones y las rutinas. Un gorrión da vueltas alrededor de nuestras cabezas, como una premonición. Minutos antes de que el sistema se caiga.
Entrevistas
“Vientos de libertad”, la gesta sanmartiniana en la nueva obra de Luis Carranza Torres

Por Andrea Viveca Sanz /
Edición: Walter Omar Buffarini
Cruzar las fronteras del tiempo y del espacio, animarse, como si existiera una continuidad, un rumor de páginas que necesitaran volver a leerse.
Con una trama que pone la mirada en los detalles, en los paisajes interiores de los protagonistas, en el pasado, pero también en el presente y en el futuro, Luis Carranza Torres avanza, cruza sus propias montañas y da vida a una historia que se ramifica, un entramado donde las pasiones y el amor son protagonistas.
“Vientos de libertad” es la nueva novela del escritor cordobés, quien con sus letras lleva al lector a épocas de la gesta sanmartiniana, para adentrarse en algo más de lo que cuenta la historia.
— ¿Qué te llevó a elegir este renglón de la historia para invitar a tus personajes de ficción a vivir los hechos reales?
— Me gustan los momentos bisagra de la historia, y este período en que transcurre la novela lo fue para nosotros. Nunca es en vano recordar que la Independencia argentina se sancionó, a diferencia de muchas otras, en el peor momento posible. Sin recursos, derrotados nuestros ejércitos en el Alto Perú, amenazados por los cuatro costados por los españoles, los portugueses y los indios. Nacimos, por tanto, en la esperanza, pero también por el coraje de no rendirse ante la adversidad. Eso es lo que busqué reflejar en la novela. Y es algo que sirve más allá del orgullo por nuestro pasado, en la vida diaria de cualquier persona. Se trata de la prehistoria, por así decirlo, de la Argentina que hoy conocemos. Cuando todavía ni nos llamábamos de esa forma. A la par de la evolución de los personajes, existe también la de una sociedad que busca ser de otra forma, liberándose de muchas cosas. A partir de esa declaración de independencia, se produce un gran sinceramiento colectivo de lo que queríamos ser, y de lo que podíamos lograr solo con dos cosas: un liderazgo apropiado y la capacidad de esfuerzo que nos caracteriza individualmente, pero articulada en conjunto. La gesta del cruce de los Andes muestra a lo que podemos llegar cuando hacemos bien las cosas.
— ¿De qué manera trabajaste para poner en palabras los escenarios naturales que recreás en los distintos capítulos?
— Me esfuerzo por poner atención a los detalles, esos que le confieren autenticidad a la trama. Cuando se estructura la trama, uno también va buscando el escenario para plantear determinada escena. Aquí, en “Vientos de Libertad”, no las determinan tanto los actos exteriores sino la interioridad de los personajes, que el paisaje esté a tono con lo que le pasa por dentro a quién protagoniza la escena. Fue eso lo que busqué plasmar. Te diría que aun con la presencia de una referencia geográfica de tanto peso como los Andes, la cuestión pasa más por los lugares culturales o sociológicos de ese tiempo: los espacios de sociabilización como la Alameda o la Plaza Mayor, las conversaciones en el río de las lavanderas, las sala de recibir de las casas, el cuartel militar como preparación para el cruce. Es algo que no busqué, se dio naturalmente. La cordillera está, pero a la vez no está y hay otras todavía más inmensas que sortear. A veces los libros te llevan a eso. A pesar de que he estado en los Andes de norte a sur, desde la puna al estrecho y hecho andinismo en la zona del Tupungato cuando era jóven. O quizás por eso, la presencia no es tanto física como simbólica. Los lectores decidirán (risas).
— Además hay otros escenarios que muestran la vida doméstica de José de San Martín junto a Remedios de Escalada. ¿Por qué te interesó hacer foco en esas vivencias cotidianas?
— La relación entre José de San Martín y Remedios de Escalada ha sido muy bastardeada, por usar una palabra de la época. Con ella, sobre todo, siempre invisibilizada y desmerecida injustamente. Fue Remedios una mujer excepcional, tan valerosa, rebelde y libre como la sociedad de su época podía permitir, e incluso algo más. Asimismo, mostró un compromiso personal y propio con la causa emancipadora, aun desde antes de conocer al Libertador, con la misma firmeza de carácter que luego tuvo en el manejo de los asuntos patrimoniales de la pareja, ya que fue ella quien administró todo mientras San Martín hacía sus campañas, teniendo incluso la plena patria potestad de la hija de ambos. Por extraño y hasta paradójico que parezca, bien podemos decir que la Remedios histórica es muy diferente de aquella que la historiografía nos ha pintado. Por su parte, José de San Martín es bastante más de lo que usualmente tenemos en consideración. Era un hombre ilustrado, curioso de casi todo lo que se movía a su alrededor, que leía mucho, en inglés y francés además del castellano. Tocaba la guitarra, cantaba bastante bien, pintaba cuadros de paisajes, sobre todo de la cordillera, era un apasionado del ajedrez y gustaba de las nieves de limón -antecedente de nuestro actual helado de ese gusto-. Creo que la frase que el Libertador pone en la tumba de Remedios ilustra bastante respecto de la relación que tuvieron: “Esposa y amiga del general San Martín”. Recordemos que él valoraba la amistad en un grado superlativo dentro de su escala de valores. Tanto uno como otro fueron personas adelantadas a su tiempo. Y que se atraían por compartir esos valores, sintiendo admiración mutua. Es lo que quise reflejar en la historia en cuanto a ellos. La relación de igual a igual que, a juzgar por toda la documentación fidedigna, tuvieron en un gesto inaudito para la época. Parecen más un matrimonio de nuestros días que de aquellos de 1816.
— ¿Cómo se manifestaron en vos Sebastiana y Justo, los protagonistas de “Vientos de libertad”?
— Ambos son seres literarios por demás interesantes. Complejos, intrincados por dentro y por fuera, y hasta queribles aun en sus defectos. Él ya no puede ser en lo físico lo que sigue siendo en mente y alma: un soldado. Ella, un ser tan castigado por la vida, que termina por volverse una resentida con casi todos. Y el amor como prenda de unión, que da segundas oportunidades para ser feliz, pero también implica renuncias costosas. Si Justo tiene un brazo inútil, Nazarena lleva esas mutilaciones por dentro. Cada cual lidia con ellas como mejor puede, en tanto no deja de advertir que al otro le pasa igual. Para peor, ambos son terriblemente pasionales. En lo bueno y en lo malo. Particularmente, en el orgullo propio. Ninguno cede nada, a pesar de la atracción, del deseo o los fuertes sentimientos que se prodigan. Cada cual quiere lo mejor para el otro, pero a su modo. Y cuando se desilusionan, es en grande. Con todos estos ingredientes, creo que la historia de Nazarena y Justo termina siendo una de las más pasionales que he escrito. Pero también, de las más sufridas e implacables.
— ¿Hay algún personaje secundario que te gustaría destacar?
— La familia Buteler. La historia es verídica en sus líneas generales. Un irlandés que viene con el ejército inglés y se aquerencia al punto de no querer volver a su tierra y plantar raíces aquí. Algunos de los descendientes del Buteler histórico eran vecinos de mi familia en el campo, y de chico escuché alguna de las cosas que aparecen en la novela y me sirvió para darle forma a esa peculiar familia literaria. En cierto modo, es un homenaje a aquellas historias y a las personas que me las contaron. Así como a unos vecinos muy cercanos que tengo como parte de mi historia personal y considero, incluso hoy, como parte de mi familia ampliada. Además, “Vientos de Libertad” se trata de una de las novelas con más personajes secundarios que he escrito. Por lo mismo, se puede leer en varias líneas narrativas. Todas cruzadas por distintos tipos de amor: el de Goya y Tadeo, los esclavos de Nazarena, el apegado a las normas de Isabel y Eulogio, el pasional de Nazarena con Justo, el amor a la distancia entre Mariana y Tulio o el cómplice entre Remedios y José. A la par de eso, hay historias personales muy ricas en matices, como la de Goya, el mismo Tadeo, Mariana en Santiago de Chile o Isabel en Mendoza. Cada una por sus propias y muy particulares razones.
— Vemos que uno de los personajes, Eulogio, lleva un apellido conocido de otras obras tuyas: López de Madariaga. Y que Isabel es una devota lectora de Jane Austen, sin mencionar a la autora. ¿Qué podés contarnos sobre eso? ¿Hay otro texto, quizás implícito, detrás del texto impreso de la novela?
— Son guiños de complicidad para los lectores que me siguen desde siempre. Eulogio es mencionado, ya anciano, en “Palabras Silenciadas”. Es, en sus años mozos como se diría en la época de la novela, el antepasado de la familia que desarrollé en la saga de la Segunda Guerra Mundial que inició con “Mujeres de Invierno”. Antes de llevar a cabo todo por lo que su familia lo recuerda. En el caso de Isabel, sus lecturas son una suerte de homenaje a lo que he visto o me han contado que leen muchas de mis lectoras. Y para recordar que clásicos de Jane como “Orgullo y Prejuicio”, por los tabúes de la época en la sociedad inglesa, se publicaron de forma anónima, sin más datos que su escritora era una mujer. Cosas como estas encajan de maravilla para pintar con un detalle a la sociedad de entonces.
— Mientras todos ellos se preparaban para cruzar una frontera geográfica, vos ibas cruzando las barreras del tiempo para revivir aquellas escenas. ¿Qué fue lo que más te impactó de ese cruce temporal?
— La magnitud de lo que se hizo con muy pocos medios, pero usados muy inteligentemente. La libertad siempre tiene un precio e impone sacrificios. Ellos no dudaron en pagarlo, y por eso es que somos argentinos hoy en día. Tenemos una deuda con esos compatriotas que ya no están, es lo que quise reflejar en la trama de la historia. Otra de las cuestiones que me llamó la atención, y quise rescatar para dar cuerpo a la historia de la novela, es la tremenda preparación logística que implicó. No solo fue un cruce. Debieron llevar consigo todo lo que necesitaban para sobrevivir, desde la leña hasta el agua. Y combatir para apoderarse de las fortificaciones realistas que guardaban los pasos. Pero el éxito de todo dependía de mantener al adversario sin saber por dónde cruzarían. Que se revelara ese detalle hubiera ocasionado el desastre de toda la expedición, y esa es la idea movilizadora que estructura la historia.
— Has dedicado esta novela “a ese soldado argentino, sólo conocido por Dios” ¿Qué razones te movieron a poner esas palabras?
— Es una frase conocida en el mundo castrense. Refiere a aquellos que han caído en combate y no han podido ser identificados sus restos. Solo Dios sabe quién es y cómo sacrificó su vida. A veces ni tumba tienen. Hubo muchos en las guerras de la independencia, por no decir que fueron la mayoría de los caídos en esa época. Son los seres más anónimos de las batallas y guerras. Desde chico, cuando veía la llama votiva por el soldado desconocido de la Independencia a la entrada de la catedral de Buenos Aires, era algo, y lo sigue siendo hoy, que me sobrecoge. Cuando terminé de escribir la novela, supe que era a ellos que debía dedicarlo, para reconocerlos, tal como se hace en cualquier país que cuida sus valores cívicos.
— El viento siempre mueve cosas, ¿qué movilizaron en Luis Carranza Torres los vientos de la escritura de esta novela?
— La gratitud a aquellos que se sacrificaron para tener la libertad que, muchas veces hoy, usamos mal o, peor aún, nos resulta indiferente. Poder decidir nuestro destino es una gran cosa. No solo en lo individual, sino también como sociedad. Quise rescatar eso, pero también lo que entiendo como una paradoja curiosa y hasta cruel respecto del deber: hacer lo que entendemos correcto, implica muchas veces sacrificios muy personales. Y en el caso de los personajes de la novela, como el mismo José de San Martín lo habla con Eulogio, cumplir con el deber es alejarse de los que uno quiere y poner en riesgo de mil formas la propia existencia. Somos lo que somos colectivamente, entre otras cosas, por esos esfuerzos que se cuentan en la novela. No debemos nunca olvidarlo. Eso busqué transmitir, más allá de contar una historia vibrante en lo épico e intrincada y de suspenso también en cuanto a lo amoroso.
Historias Reflejadas
“Eterna poesía” – Homenaje a Liliana Bodoc –

Eterna poesía
Con los pies descalzos atraviesa el muro del tiempo para regresar, una y otra vez, al sitio al que pertenece.
La traen las palabras, que se aquietan en los rincones para caer en el momento oportuno.
Diminutos fragmentos de su ser brillan entre las letras que permanecen para sostener el recuerdo.
Desde un rincón de los Confines, Liliana Bodoc se enreda en la brisa y esparce el perfume de las cosas perennes.
Entre las manos, los tesoros que su magia hace posible se vuelven visibles y son las curvas y las rectas que dibujan las letras en las que ella se refleja.
Cada uno de sus personajes se convierte en espejo y entonces la vemos en el laberinto de imágenes que delimitan sus mundos fantásticos, donde es necesario perderse para encontrar su mensaje.
La madre de Los Confines sigue viva, tan solo se pasea a uno y otro lado del tiempo y desde allí nos convoca para derrotar a las sombras del odio, para construir con poesía el amor de los pueblos.
Andrea Viveca Sanz

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