Literatura
“La literatura es, sobre todo, una fuente de disfrute”
El escritor español Carlos Ruiz Zafón reivindicó la novela como un “género supremo” y defendió, en una entrevista en Buenos Aires, que la literatura “es, sobre todo, una fuente de disfrute”.
Para el novelista barcelonés, es “una misión” el “convencer a los lectores”, que consideró “están olvidando” que se puede disfrutar leyendo, algo que intenta “desde el principio” de su carrera.
Con su último libro, El laberinto de los espíritus, el autor puso el broche final a un “cuarteto” de novelas, como catalogó a la serie de libros que componen El cementerio de los libros olvidados, que comenzó a publicar en 2001.
“Si nos forzaran a todos a ver películas y series de televisión cuando teníamos diez años diríamos: quiero hacer todo menos eso”, razonó.
Por este motivo, el “empeño personal” de Ruiz Zafón es “recordarle” a los lectores “por qué les gusta leer y que recuperen el placer de la lectura”, así como convencer a aquellos a los que “les obligaban a leer” en la escuela, de que pueden “disfrutar mucho” con este hábito.
Sobre su saga literaria aseveró haber “rechazado ofertas” para trasladarla a la gran o pequeña pantalla, por lo que sostuvo que no veremos películas ni series sobre El cementerio de los libros olvidados, ya que consideró que esta es “la versión definitiva” de la historia.
“La ambición que yo tenía cuando empecé a trabajar en esto era intentar tomar una historia y descomponerla en muchos ángulos diferentes”
“Lo que no quiero es dedicar años de mi vida a volver a hacer en otro medio lo que para mí ya está hecho en su versión definitiva”, alegó, así como que trabaja duramente para que los lectores imaginen “plano a plano” sus libros como él los diseñó “porque forma parte de la experiencia que yo quiero transmitir”.
El autor del superventas mundial La sombra del viento (2001), del cual vendió cerca de 10 millones de ejemplares y que fue traducido a 36 idiomas, manifestó que muchos lectores quieren ver convertidas en películas o series de televisión sus obras favoritas debido a que “ya las vieron, ya vivieron esa experiencia”.
“La ambición que yo tenía cuando empecé a trabajar en esto era intentar tomar una historia y descomponerla en muchos ángulos diferentes”, explicó Ruiz Zafón, y añadió que, por eso, se decantó por “hacer un laberinto de historias” en la que cada una tuviera “diferentes puertas de entrada”.
Cada una de las cuatro partes, explicó, estuvo conectada con las otras desde el primer momento, e hizo hincapié en la importancia de los personajes para desarrollar el relato, de los que afirmó que su personaje preferido de la serie es el de Alicia Gris.
Gris es una de las protagonistas de El laberinto de los espíritus, y de ella recalcó que le dio un papel de “agente resolutivo” de las tramas planteadas durante la saga.
“Le estoy dando vueltas a varios proyectos y estoy haciendo lo que hago siempre cuando termino de hacer algo, que es que espero que sea la idea la que me elija a mí”
“Hace tiempo que la tenía en la recámara, pero yo sabía que por la arquitectura del relato su punta de entrada era al final”, subrayó.
Entre sus personajes, destacó uno que actúa como el resto de los individuos de sus novelas, la ciudad catalana que lo vio nacer hace 52 años, Barcelona.
“Yo lo que quería no era tanto retratar Barcelona o Madrid en el último libro, porque las grandes ciudades son como criaturas, son como animales, como grandes bestias muy difíciles, y se pueden interpretar de muchos modos”, opinó, y señaló que pueden haber tantas ciudades “como miradas”.
Esta no era la primera vez que el autor de Marina (1998) se embarcaba en una saga, ya que sus primeros libros terminaron siendo recopilados en la titulada Trilogía de la niebla, obras que el escritor considera sus “libros de aprendizaje” con los que “iba experimentando con determinadas cosas y que son parecidos entre ellos”.
Sin embargo, dijo de su próxima novela que será “una historia en sí misma”, y que no formará parte de ninguna serie.
“Le estoy dando vueltas a varios proyectos y estoy haciendo lo que hago siempre cuando termino de hacer algo, que es que espero que sea la idea la que me elija a mí”, reconoció antes de resaltar que, cuando esto sucede, es porque “es su turno, es su momento”.
“En un futuro inmediato, volveré a trabajar, e intentaré crear algo nuevo, nuevos personajes, un nuevo mundo, que sea diferente y que sea algo que los lectores puedan disfrutar del mismo modo que disfrutaron estas cuatro novelas”, concluyó.
Historias Reflejadas
“Identidad”

Identidad
Sus siluetas colgaban sobre los ladrillos y eran sombras. Los ojos escrutando el espacio conocido, restos de cal y de barro en los que ellos lograban encontrarse.
El pasado se infiltraba por los huecos del presente, una mancha oscura expandía la historia, las moscas aleteaban sobre las capas de vida y removían olores viejos, de sangre, donde se escondían las lágrimas.
Un río hablaba, como una exhalación de verdades guardadas, como el tiempo que fluía y era música sobre sus cuerpos cansados, tan sólo un retorno en el agua de la memoria.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia los siguientes textos literarios: “Monoblock”, de Karina Sacerdote; “Paraguay”, de Martín Di Lisio; “El puente de las brujas”, de Juan Fernández Marauda; y “Era tan oscuro el monte”, de Natalia Rodríguez Simón.
Textos para escuchar
El origen de la risa – Andrea Viveca Sanz
Andrea Viveca Sanz lee su texto El origen de la risa
Una tarde de lluvia, de marea alta, de peces lejanos, de espuma furiosa y vientos helados la luna fue testigo de un acontecimiento especial. Ella guardó entre sus cráteres el secreto que mucho tiempo después revelaría.
Un pez pequeño, de color amarillo intenso, logró ingresar al mundo de una ostra y ambos disfrutaron de ese encuentro casual. Tan contenta estaba la ostra que sus valvas se abrieron deseosas de emitir palabras. Lo que no fueron palabras fueron gestos y entre esos gestos se gestó la risa que con los días fue tomando forma de perla, brillante y nacarada.
Desde entonces, acunada por las aguas y escondida entre las rocas, la risa habita en un grupo de ostras perlíferas.
Fue así que se convirtió en la gran sanadora de los mares. Las ostras abrían sus bocas para mostrar su presencia. Había que estar atentos para verla y tomarla.
Cierto día, la risa quiso salir del agua. Un hombre, primitivo y sereno, la tomó prestada y la guardó en su boca. Desde ese momento anda escondida en los dientes humanos buscando aflorar.
Cuando los labios se abren para dejarla salir ocurre el milagro. Otras bocas imitan el gesto y todas dejan salir a la risa que todo lo cura, que todo lo perdona, que es sabia, fresca y eterna.
La risa se esconde en nuestras almas, se duerme en nuestras bocas, se hermana con las palabras y los gestos y, si nosotros la dejamos, fluye como una luz que todo lo ilumina.
Literatura
Andrés Restrepo Gómez ganó el Premio Tigre Juan de novela por “El mal de Aira”
“El mal de Aira”, la ópera prima del escritor colombiano Andrés Restrepo Gómez, fue distinguida con el Premio Tigre Juan, que reconoce desde 1977 a la mejor obra narrativa publicada en el último año.
El jurado destacó la novela por “la combinación de lo culto y lo absurdo”, una mezcla que se impuso entre 343 títulos provenientes de España y Latinoamérica. Los otros finalistas fueron “El incidente” (Seix Barral), “Aguafuertes” (Acantilado), “El chico que ganaba todos los premios” (Comba) y “Estival” (Sexto Piso).
La editorial Barrett celebró el premio, que refuerza la apuesta de su catálogo por el humor, lo irreverente y la ruptura genérica.
“El mal de Aira” sigue la obsesión del protagonista —cercano al propio autor— con César Aira. Todo comienza cuando le escribe un correo electrónico al escritor argentino para invitarlo a Medellín. La inesperada respuesta desata un relato que mezcla ficción y realidad, atraviesa íconos literarios y artísticos —de Duchamp y Adorno a Botero y Bob Esponja— y dialoga con la tradición airiana desde el desvío y la parodia. “Sorprende la convicción, la destreza verbal y la libertad de una primera novela”, sostuvo la crítica Graciela Speranza, aclarando que no se parece “en casi nada” a las del autor de “El llanto”.
Entre los fragmentos del libro se destaca la narración en la que el protagonista relata el envío del correo “cargado de sutiles referencias” y la sorpresa ante la respuesta de Aira, que dispara una trama impregnada de humor y delirio.
Nacido en Medellín en 1996, Restrepo Gómez es realizador audiovisual, guionista, dramaturgo y poeta, radicado en Buenos Aires desde 2016. Publicó el poemario “La bohemia” que pagaron mis padres y ha dirigido cortometrajes como “El corazón es la cuarta pared” y “Muhammad el zurdo”. Su novela debut lo posiciona ahora entre las voces jóvenes destacadas de la narrativa hispanoamericana.
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