Literatura
Rusia 2018: los chicos juegan su mundial en las librerías
El Mundial de Fútbol de Rusia 2018 ya se respira en el aire y los autores de literatura infantil y juvenil salieron a la cancha con sus historias para no quedar fuera del fervor de las hinchadas, mientras los chicos tienen la posibilidad de conocer nuevas historias de revancha, goles, amistad y trabajo en equipo.
Son 32 selecciones nacionales las que se enfrentarán desde este jueves y hasta el 15 de julio, día de la final, y las editoriales argentinas ya palpitan la fiebre mundialista con títulos alusivos al deporte que despierta las más grandes pasiones, especialmente adecuadas para los pequeños.
Marcela Busoni, jefa de Asesoría Pedagógica de LIJ de Norma, comenta en una entrevista con la agencia de noticias Télam que desde el año pasado trabaja con su equipo en el proyecto “También en el aula hay equipo”, con la idea de que “todo acontecimiento social en el que los niños están involucrados, como el Mundial, puede ser un motor para vincularlos con la literatura”.
Los títulos que componen la colección seleccionada para este proyecto de difusión de libros mundialistas son: “El pelotazo” de Paula Bombara, “Quiero ser referí” de Fernando Sánchez; “Por la camiseta”, “Por los puntos”, “Al mundial” de Fernando Sánchez y Guido Sandleris; “Lo que aprendí de novias y fútbol”, de Federico Ivanier, y “El equipo de los sueños”, de Sergio Olguín.
“El pelotazo” de Bombara, con ilustraciones de Poly Bernatene, por ejemplo, relata la visión que tiene la pequeña Juana sobre el fútbol y lo extraordinario que resulta jugar con el mejor jugador de todos los tiempos: su padre. Cómo es eso de patear por primera vez, hasta dónde puede ir una pelota, qué otras cosas se aprenden mientras la pelota avanza hacia el infinito y qué pasa si ese pelotazo impacta con fuerza en la cara del contrincante, son algunos de los detalles en los que se detiene Bombara.
Otros de los convocados son Sánchez y el ilustrador Bela Oviedo, quienes en el libro “Quiero ser referí” relatan la historia de Juanjo, fanático del fútbol, y su sueño de ser árbitro. Ninguno de sus amigos puede entender por qué le gustaba estar vestido de negro en la mitad de la cancha. Siempre en los recreos era el que ponía orden y era el que ponía su toque de justicia ante los contrincantes del momento y en su vida cotidiana entre sus hermanos mellizos.
Para los que ya juegan en las inferiores, la colección amarilla “Torre de papel” (11 años en adelante) presenta “Lo que aprendí acerca de novias y fútbol” de Federico Ivanier, quien imaginó la historia de Sebastián, un chico de 13 años que conoce en la escuela a Paula, con quien pretende comenzar una historia de amor adolescente. El libro también aborda temas de superación de la inseguridad de acercarse al primer amor, confusiones, identidad, descubrir los deseos personales.
Quien también comenzó a pintarse la cara con los colores albicelestes es Pablo Lisotto con su libro “Hazañas y leyendas de los mundiales contada para chicos” (Atlántida), un recorrido por los 21 mundiales de fútbol comenzando por el de Uruguay 1930. El texto incluye campañas de la selección argentina, campeones y los mejores momentos de cada torneo, ídolos y jugadores de todos los tiempos, récords y estadísticas.
Otro de los títulos que se suma a esta carrera mundialista es el “Álbum del Mundial. Rusia 2018” ilustrado por Damián Allende, un libro ideado para chicos de entre 3 y 12 años, desarrollado para combinar la doble experiencia creativa e informativa alrededor del evento deportivo más importante del mundo.
Se trata de un álbum para llevar un seguimiento personalizado del Mundial, con datos geográficos, culturales y curiosidades de cada selección participante, así como información futbolística y la estrella de cada equipo. Además, invita a redactar un diario para registrar la propia experiencia como espectador, completar el fixture y guardar el álbum, que quedará como un recuerdo de éste acontecimientos deportivo.
Las mujeres también salen a la cancha: “El gran partido” de Verónica Chamorro e ilustrado por Esteban Serrano (Edelvives) narra la historia de un chico que empieza las clases en una nueva escuela y cómo es la relación con sus compañeros, las chicas, el amor y el adaptarse a un nuevo escenario en su vida, siempre con el fútbol como disparador.
Ariela Kreimer escribió “Crack” (Edelvives), una novela donde se cruzan el éxito y el fracaso, los anhelos y las frustraciones, las familias, los clubes, el periodismo, la hinchada y todo lo que se juega en la carrera de un crack. El libro cuenta con las ilustraciones de Rodolfo Fucile.
Jaquelina Romero cuenta en “Soy Pablo Penalti, futbolista” (Quipu), las aventuras del personaje principal que junto a su equipo tienen que jugar la final del Campeonato Regional, pero él no se encuentra tan concentrado, sus horas se llenan de intriga al descubrir que la chica que le gusta lo mira de una manera distinta y eso hace crecer su ilusión.
“El gran desafío – Gaturro y Lio” de Nik (Catapulta) también habla de jugar el partido de su vida. En esta oportunidad compiten contra el equipo de la empresa Vito Tecnoli, que quiere destruir el único espacio verde que tiene chicos y vecinos para esparcimiento.
SM convocó a Roberto Santiago, quien hizo una selección de historias que componen “Los futbolísimos” con los títulos “El misterio del robo imposible”, “El misterio del ojo de halcón”, “El misterio del arquero fantasma”, “El misterio de los siete goles en contra” y “El misterio de los árbitros dormidos”.
Finalmente en “El fútbol que la rompe” de Marcelo Rodríguez (B de Blok) presenta un cuadernillo de juegos, trivias y curiosidades para compartir con tus amigos o tu familia y pasar horas de diversión y, para cuando termine el mundial, seguir disfrutando con tus equipos locales favoritos.
Historias Reflejadas
“Sin nombre”

Sin nombre
Una gran boca deglutía su nombre, sus letras eran arrastradas por aquella corriente de silencios que se llevaba los fragmentos. A lo lejos, los espacios conocidos conservaban la forma y las líneas que los contenían delimitaban el estrecho espacio de aquello que les pertenecía. Era en esa fragilidad de su lenguaje, en ese deslizarse sobre el barro de la incertidumbre, donde las palabras adquirían sentido, como si en ese revés de las circunstancias encontrara las respuestas.
Una boca masticaba los pedazos de una historia conocida y los aglutinaba en el centro, como una bola inconsistente, blanda, capaz de rodar por encima de las huellas para liberar el silencio que dejaban las muertes, el vacío de los cuerpos, que aún flotaban en la superficie y se paseaban como fantasmas delante de sus ojos ciegos.
Los sueños estaban allí, encerrados en los múltiples estratos de la memoria, fosilizados por el tiempo, vivos en el subsuelo de la existencia.
El agua arrastraba las partes de su nombre, las mecía en su boca líquida y las depositaba en un remanso del camino, en un hueco en el que confluían los verbos que le daban volumen y lo volvían nuevo, como si allí, entre sus letras inventadas, se deslizara la conjugación de otra vida posible.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia los siguientes textos: “Volver para mí”, de Julieta Novelli; “Hiper”, de Alejandro De Angelis; “La máquina de los sueños vs la máquina global”, de José Luis Cavalieri; y “Confluencia”, de Inés Kreplak.
Textos para escuchar
A brazadas – Susana Szwarc
Susana Szwarc lee su poema inédito A Brazadas, del libro Caracú que publicara Pixel Editora para la Feria de Editores de octubre de 2021.
A brazadas
Za shtil, majnicht cain gueride…
(De una canción popular. Para las artistas como Laura)
No, no hagas ruido.
¿No ves que hay en ese hacer (mecer)
lo frágil intenso que desmenuza
las columnas?En cada girar (de página)
la intemperie
hace chispas.
Casi a la manera de Odradek
que busca cuerpo.
Ahora Odradek se mueve
ruidoso y causa
en ella
el moverse de la niebla.
(La mueve con un pie,
la sostiene sobre el empeine,
la alza como a una flor
redonda, verde todavía.
Después la acerca.)
En esa niebla, a veces
se desdibuja el mundo.
En esa niebla –cuando espesa-
los desdenes se empujan
lejos.Los dedos sobre las cejas.
No todos juntos
sino uno por vez. Y otra vez.Torsiona/desliza/escribe:
¿Abrir y cerrar una ventana?
¿Reforzar la brazada o el efecto
de luz sobre el perfil de cada pasajero?No hagas ruido.
No estropees el silencio.
¿No ves acaso que ella insiste
dibuja envolvente el sol entre las manos?
Alza el índice
después el pulgar
y cubre el sol y te alivia la extrañeza
del ojo.Dobla en cuatro el papel.
El sol tropieza en la ventanilla.
Decimos palabras que suenan
como vértebras y reímos más
de la paradoja.Vuelta.
Otra vuelta de página.
Entrelíneas.
Con delicadeza.En tempo.
Literatura
Otorgaron a Maitena el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos 2025
La historietista y humorista argentina Maitena Burundarena fue distinguida con el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos 2025, convocado por la Fundación General de la Universidad de Alcalá con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, a través de la AECID.
El galardón, dotado con 30.000 euros, reconoce su “innovación y originalidad en el lenguaje humorístico, su impacto cultural y social, su proyección internacional y especialmente iberoamericana, y la calidad y consistencia de su trayectoria”.
Nacida en Buenos Aires, Maitena estudió diseño gráfico durante los años de la dictadura, una experiencia que marcó su sensibilidad hacia las libertades cotidianas. Tras sus primeros trabajos en publicidad y diseño, comenzó a publicar viñetas en revistas argentinas a fines de los ochenta, donde ya asomaba su aguda observación sobre las relaciones humanas y la vida diaria.
El gran salto llegó en 1993 con “Mujeres Alteradas”, publicada en el suplemento “Las 12” de Página/12. Por primera vez, el humor gráfico hablaba con las mujeres, no de las mujeres. Con un trazo ágil y una mirada irónica, Maitena retrató los mandatos de belleza, la culpa materna, las dietas eternas, las presiones de pareja y la amistad femenina, temas que encontraron eco inmediato en lectoras de toda América Latina y Europa.
Durante los años 2000, su obra alcanzó proyección internacional: fue publicada en El País y traducida a más de 15 idiomas, además de inspirar exitosas adaptaciones teatrales. Recibió, entre otros, el Premio Konex de Platino en Argentina.
En las últimas décadas amplió su universo con series como “Superadas” y “Rumble”, donde sus personajes maduran junto a su público y abordan con humor el paso del tiempo, las relaciones largas y la menopausia.
El Premio Quevedos, creado en 1998, distingue la trayectoria de humoristas gráficos de España e Iberoamérica. Entre sus ganadores figuran Quino, El Roto, Forges y Hervi. Con Maitena, el galardón celebra a una voz que transformó el humor gráfico en espejo lúcido y mordaz de la vida contemporánea.
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