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Literatura

“Con más cultura que nunca”, regresa la Feria Internacional del Libro

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“El desafío del evento más convocante en el universo del libro de habla hispana en su 48ª edición es claro: devolverle el latido a la cultura. Esta es, pues, una feria con corazón, que propone impulsar la vida de las palabras, el encuentro artístico y la reflexión en torno a nuevas realidades”, así se presenta la Feria Internacional del Libro a menos de una semana de su inauguración 2024.

Se trata de una edición especial, que contará con Lisboa como Ciudad Invitada de Honor y destacadas personalidades internacionales que llegan de todos los países de Hispanoamérica, pero también de Estados Unidos, Irlanda, Israel, Alemania, Francia, Italia, China y Canadá, entre otros. Y este año la feria incorpora a su programación multicultural un nuevo espacio de diálogo para escritores y escritoras de pueblos originarios.

“Además, diferentes voces y miradas se cruzarán en una nueva propuesta, ‘Los Debates de la Feria’, con el fin de estimular el intercambio de ideas, necesario para estos tiempos turbulentos”, detalla el comunicado oficial de la Fundación El Libro.

El discurso inaugural estará a cargo de la ensayista, cuentista, novelista y maestra de escritores Liliana Heker. Con una gran trayectoria, se espera que la autora que a sus 81 años acaba de lanzar una nueva novela, “Noticias sobre el iceberg”, estimule con un contenido potente.

La programación cuenta con casi 1500 actividades en salas y stands para lectores, editores,
bibliotecarios, libreros, ilustradores, docentes, estudiantes y toda la comunidad que comprende la cadena de valor del libro.

La Feria estará abierta al público del jueves 25 de abril al lunes 13 de mayo y se realizará en La Rural, Predio Ferial de Buenos Aires.

Para tener en cuenta

Jornadas Profesionales – Del martes 23 al jueves 25 de abril.
Editores, libreros, distribuidores, agentes literarios, ilustradores, bibliotecarios, diseñadores
y traductores, tanto argentinos como del exterior, participan en nuestras Jornadas
Profesionales con el objetivo de fortalecer las redes de contactos profesionales y estimular
la vinculación y el networking de todos los actores que integran el ecosistema del libro.
Se destacan este año las capacitaciones sobre Inteligencia Artificial y Derecho de Autor,
estrategias de marketing, acuerdos con plataformas de streaming, podcasts, audiolibros, y
bibliotecas del futuro.

Inauguración oficial – Jueves 25 de abril, 18h
El acto de apertura de la Feria contará con la presencia de autoridades gubernamentales y personalidades de la cultura. El discurso inaugural estará a cargo de la escritora argentina Liliana Heker. “Mi designación para pronunciar el discurso de apertura lo siento como un reconocimiento. Me dio mucha alegría saber que fue muy unánime. Varios me han dicho ‘qué suerte que seas vos’. Y debo responder a esas expectativas. Alejandro Vaccaro (presidente de la Fundación El Libro) me dijo cuando me propusieron: ‘Podés decir lo que quieras, nunca ponemos límites’”, expresó.

El acto de inauguración -que se transmitirá en directo por streaming a través del canal de YouTube de la Feria del Libro-, contará con interpretación simultánea a LSA (lengua de señas).

Actividades Educativas – Del viernes 26 de abril al sábado 11 de mayo.
La Feria ofrece nuevamente programas de excelencia para los educadores: las Jornadas Internacionales de Educación; el Encuentro Internacional de Narración Oral; el Congreso de Promoción de la Lectura y el Libro; y el Foro Internacional de Enseñanza de Ciencias y Tecnologías. Como cada año, la Fundación El Libro también promueve el Premio Isay
Klasse al Libro de Educación.

Además, durante todos los días hábiles se realizan actividades para educadores en la Zona
Docente.

Programa Libro % de la Conabip – Viernes 3 y sábado 4 de mayo
Por décimo novena vez se lleva a cabo este encuentro con casi mil bibliotecarios populares de todo el país, quienes vienen a comprar material con el 50% de descuento y así actualizar su fondo bibliográfico. Un clásico de la Feria del Libro de Buenos Aires.

Homenajes y recorrido fantástico
Se cumplen dos aniversarios en torno al escritor Julio Cortázar y, para honrarlo, la Feria le dedica su Maratón de Lectura.
Durante dos horas, el martes 30 de abril, a partir de las 19h y por primera vez en Zona Futuro, escritoras y escritores, actores y actrices recorrerán la literatura de Julio Cortázar, autor de inolvidables cuentos fantásticos de la literatura argentina y de “Rayuela”, la novela que enamoró y desafió a los lectores en los años 60: “Julio Cortázar es nuestro escritor lúdico y experimental, entusiasta y comprometido, exquisito y popular. Este año lo recordamos en un doble aniversario: el de su nacimiento, hace 110 años, el 26 de agosto de 1914, y el de su muerte en París, el 12 de febrero de 1984, hace 40 años”, aclaró Alejandra Rodríguez Ballester, coordinadora de la actividad.
Entre los participantes, estarán Claudia Piñeiro, Liliana Heker, Mauricio Kartún, Cristina
Banegas
, Paula y María Marull, Rubén Szchumacher, Sylvia Iparraguirre, Jorge Consiglio, Gabriel Goity, Ingrid Pelicori, Federico Jeanmaire, Josefina Delgado, Mónica Sporra y Miguel Gaya, Patricio Zunini y la participación especial de Michi Strausfeld. Pero, además, habrá música compuesta especialmente por Marcelo Katz, que la interpretará al piano, una evocación de la pasión cortazariana por el jazz y de su juvenil espíritu de cronopio siempre dispuesto a la alegre transgresión.
Este año, la Maratón se realizará en la Zona Futuro de la Feria, con un espíritu más experimental, en sintonía con las búsquedas literarias del mismo Cortázar.
Zona Futuro también propone, en esta edición, experiencias de realidad virtual a partir de fragmentos del cuento “Casa tomada”, de Cortázar y de la novela “La invención de Morel”, de Adolfo Bioy Casares.
Sobre este último escritor, galardonado con el Premio Cervantes en 1990, al cumplirse también 10 años de su nacimiento, el 15 de septiembre de 1914, y conmemorarse 25 de su fallecimiento, el 8 de marzo de 1999, se exhibirá en el Pabellón Ocre la muestra “El lado de la luz: Bioy fotógrafo”, curada por Daniel Martino.
Por otra parte, para celebrar el 60 aniversario de Mafalda, el ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha preparado un homenaje al inolvidable Quino con la participación de Rep, Max Aguirre y Verónica Ramírez, coordinados por Ronnie Arias.
Además, habrá trivias para el público sobre este emblemático personaje de la historieta argentina y una Mafalda gigante para sacarse fotos.

Otras voces, otros ámbitos
A los imprescindibles Diálogos de Escritoras y Escritores de Argentina y de Latinoamérica que forman parte central de la programación, este año se inaugura un nuevo espacio de intercambio y reflexión llamado, precisamente, La Palabra Indígena. Diálogos de Escritoras y Escritores Originarios.
Por primera vez en su historia, la Feria del Libro de Buenos Aires, en su edición 2024, abre un espacio especialmente destinado a escuchar, entrevistar, conocer y leer a estas escritoras y escritores indígenas. A ellos se les suman escritores indígenas de otras geografías (Chile, Perú, Paraguay y Canadá) para una mirada amplia de la literatura y la realidad indígena del continente.
Coordinan: Fabián Martínez Siccardi, Diego Antico y Fiona Martínez.

Cierre con debate
El domingo 12 de mayo a las 17 h se realiza por primera vez un debate de cierre de la Feria.
Bajo el lema “La cultura en el centro de la escena”, esta propuesta “dará lugar al tema que tanto nos preocupa: el financiamiento de la cultura; un debate con pluralidad de voces y disciplinas que busca relanzar los efectos de la Feria más allá de ella y ser una invitación al pensamiento crítico”. Así lo expresan Gabriela Saidón y Natalia Zito, coordinadoras de esta iniciativa. Participan: Beatriz Sarlo, Martín Kohan, Hernán Lombardi y Lucas Llach.
Modera: María O’Donnell.

Invitados internacionales
Buenos Aires es el epicentro cultural de América Latina, una ciudad cosmopolita que se caracteriza por una nutrida actividad intelectual. Durante la Feria este movimiento se agudiza y se enriquece con la participación de muchísimos autores locales e invitados del exterior. Entre los invitados internacionales que participarán de esta edición se destacan David Foenkinos (Francia), Luigi Zoja (Italia), Lídia Jorge (Portugal), Zhao Xi (China), Michael O’Loughlin (Irlanda), Rosa Oliveira (Portugal), Michi Strausfeld (Alemania), Mario Montalbetti (Perú), Pedro Vicuña (Chile), Mónica Ojeda (Ecuador), Joan Garriga Bacardi (España), Diamela Eltit (Chile), Elvira Sastre (España), Daniela Catrileo (Chile), Alina Gadea (Perú), Sergio Rodrigues (Brasil), Virginia Mórtola (Uruguay), Gemma Ruiz Palá (España), entre muchos más.

Ciudad invitada: Lisboa, pura inspiración
Una gran comitiva de escritores, ilustradores y músicos hará brillar a Lisboa como Ciudad Invitada de Honor. La programación incluye voces poéticas como la de Rosa Oliveira y Frederico Pedreira, visitas imaginarias (y reales) al mundo de Fernando Pessoa y José Saramago, y encuentros con historietistas e ilustradores que se lanzan a crear una red neuronal entre Lisboa y Buenos Aires.
De hecho, en el túnel de ingreso a la Feria, se podrá ver la muestra “Alameda” que propone un pasaje a la riqueza y diversidad de la ilustración portuguesa. Y hasta una réplica del mítico tranvía 28 (que recorre los centros turísticos más importantes de Lisboa) se estacionará en un espacio abierto cerca del túnel, para hacer un recorrido virtual.
Con una programación exquisita, las actividades no sólo se concentran en el stand ubicado en el Pabellón Amarillo sino que se podrá apreciar un ciclo de cine portugués en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (entre el 30 de abril y el 5 de mayo) y una serie de actividades en la Biblioteca Nacional, la Biblioteca del Congreso y el Teatro Colón.
En la Noche de la Feria, el sábado 27 de abril, Lisboa realizará un espectáculo especial en la sala José Hernández con la participación de la Lisbon Poetry Orchestra (LPO), el colectivo multidisciplinario que viaja a la Feria del Libro de Buenos Aires con la idea de reunir a diferentes artistas para la celebración sonora de la literatura.

Los imperdibles de la Feria
Festival Internacional de Poesía – Del viernes 26 al domingo 28 de abril
En su 17ª. edición, el Festival que honra la palabra poética, coordinado por Jorge Fondebrider, conmemora el centenario del nacimiento del poeta y editor de poesía José Luis Mangieri y del poeta Joaquín Giannuzzi.
A lo largo de sus tres días, este encuentro de poetas abarcará ocho mesas de autores de América, Europa y Asia, conjuntamente con un gran número de poetas de Argentina, tanto consagrados como emergentes.

Diálogo de Escritoras y Escritores de Argentina – Del miércoles 1 al viernes 3 de
mayo.
Este espacio se hace eco de nuevas preguntas acerca de nuestro lugar en el mundo y nuestra vida en común: esta novena edición del Diálogo de Escritoras y Escritores de Argentina busca reflejar esas tendencias y tensiones del presente.
“Celebraremos la literatura de ficción y no ficción como esa fuerza capaz de permitirnos asomar a infinitas vidas en una. Imaginarnos en el lugar de otro y convertir esa distancia en una vivencia íntima y emocional es lo que nos permite comprender cabalmente una experiencia y salir transformados. La lectura nos propone este fabuloso ejercicio de empatía”, expresa su coordinadora Verónica Abdala.

Diálogo de Escritoras y Escritores de Latinoamérica – Del sábado 4 al martes 7 de
mayo.
En su décima edición, el Diálogo de Escritoras y Escritores de Latinoamérica se hace eco de las inquietudes y problemáticas que sacuden al mundo para debatirlas desde su perspectiva regional.
“Un hilo invisible de problemas y preguntas zurce los debates de este diálogo latinoamericano. El territorio y las realidades que en él se configuran – marcadas por violencias políticas y sociales – buscan vislumbrar una salida. Quedarse en la propia tierra o irse es la primera cuestión que afrontan sus habitantes. A veces solo es posible huir mediante la imaginación, y esta puede ser aterradora. En cualquier caso, cada historia, por pequeña que sea, forja el eslabón de una identidad inestable, siempre en construcción”, dice la coordinadora Jorgelina Núñez.

Jóvenes Lectores
Como se ha comprobado en esta Feria: los jóvenes sí leen. Es más, cada año crece la concurrencia a los eventos que los convocan. Por eso la Feria expande sus propuestas culturales enfocadas a lectores jóvenes mediante charlas, mesas redondas, lecturas, recitales poéticos y, por supuesto, el 8° Encuentro Internacional de Bookfluencers. Bajo ese concepto, se incorporan nuevas tendencias en redes para la difusión de la literatura surgidas en estos tres últimos años.
También habrá mesas y charlas para celebrar los 10 años de la Movida Juvenil.

Los stands de la Feria
Nuevo Barrio – Séptima Edición
Por séptimo año consecutivo se abre este espacio innovador, donde doce editoriales seleccionadas por un jurado pueden exponer su catálogo con beneficios dentro de la Feria. Los seleccionados de Nuevo Barrio de la 48ª Feria: Colectivo Hallcofra, El hacedor, Indómita luz, La gráfica que habla, Patronus, Carpe Literario, Ediciones del Sur, 188 ruta editorial, Buena Vista, Alastor (Perú), Pez en el hielo (Uruguay) y abducción (Chile).

Orgullo & Prejuicio. Espacio de Diversidad Sexual y Cultura – Pabellón Ocre
Este espacio recupera este año el doble filo de su esencia. Se alza no solo como refugio de la imaginación LGBT+, sino también como trinchera y pista de baile. A 40 años de la publicación de “El sexo de las locas”, el deslumbrante ensayo de Néstor Perlongher, nuestro espacio materializa el homenaje a “la sexualidad loca, la sexualidad que es una fuga de la normalidad, que la desafía y la subvierte”.

Stand Federal
Este espacio, en el ingreso del Pabellón Ocre, congrega a escritores independientes, Zona de Poesía, Academias Nacionales y material especial sobre Diversidad Funcional y Discapacidad.
Como cada año, la Feria contará con más de 400 expositores de Argentina y del
exterior.

(Fuente: Prensa Fundación El Libro)

Literatura

Alfaguara reedita la obra de Mario Benedetti

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La editorial Alfaguara, parte de Penguin Random House Grupo Editorial, publica las obras del escritor uruguayo Mario Benedetti en Uruguay, Argentina y Chile, gracias al acuerdo firmado con la Fundación Mario Benedetti, titular de los derechos.

Escritor enormemente influyente a nivel mundial, figura clave de la llamada “Generación del 45”, la vida de Benedetti estuvo marcada por la literatura y por la solidaridad con el prójimo. Su legado literario sigue siendo profundamente relevante para los lectores contemporáneos, y su mensaje de belleza poética y compromiso con los demás es hoy más vigente que nunca.

Hasta ahora, la obra de Benedetti ha sido publicada por Alfaguara en España y gran parte de Latinoamérica. Con este nuevo acuerdo, se incorporan los países del Cono Sur, permitiendo que su legado literario llegue a todo el territorio de los lectores hispanohablantes a través del sello editorial de referencia en el campo de la creación literaria en lengua española.

(Fuente: Penguin Random House | Prensa y Comunicación)

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Literatura

Novedades de septiembre de Enero Editorial

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“El espíritu de la niebla” y “Aro de fuego” , de Andrea Cisneros y Cristina González, es una saga escrita a cuatro manos que combina la belleza del lenguaje con una tensión que crece página a página. En esta isla suspendida entre el tiempo y la bruma, cada personaje guarda una parte del enigma. Y solo quien se atreva a enfrentarlo podrá entender qué lo trajo hasta el fin del mundo.
Es una novela sobre el desarraigo, los silencios familiares, los rituales que persisten aun cuando nadie los recuerda.

En “Las casas no mueren” Marcela Orbelli convierte cada relato en un umbral, un archivo que palpita y nos confirma que las casas permanecen en la memoria. Con una prosa límpida y sensorial, la autora desmonta el paradigma del «hogar seguro» para mostrar su revés. Las casas no se derrumban del todo: siguen susurrando lo que fuimos.

“Hasta aquella duna, dije” es un umbral. Un cuaderno abierto al borde del mar, donde la memoria se moja los pies y la escritura camina sola.
Dijo Natalia Romero: “En el recorrido por los poemas de María Gabriela Moreno, nos guía el viento. A veces un graznido: los pájaros. A veces el aire manso en la quietud del verano. Gabriela es una guardiana de la memoria que se entrega al viento para ver que en la fragilidad de las flores se esconde su mayor fortaleza: forman un jardín.”

“Perros de espalda al río” propone un desplazamiento: un modo nuevo de leer lo cotidiano cuando se lo observa desde el temblor, desde la fragilidad radical de lo que creíamos estable. Emanuel Galante construye cuentos en los que la infancia, el dolor, el cuidado, la ternura y la crueldad se entrelazan sin estridencias, revelando que los vínculos se tejen también en el silencio, en la omisión, en lo que no se puede nombrar.

“Los viejos lugares de antes”, primer libro de cuentos de Leonardo Pirolo, es una obra tan profunda como personal. Estas doce historias de corte realistas, narradas con una prosa pulida, muestran personajes marcados por la erosión del tiempo, esa gota filosa que horada hasta la piedra. Dijo Pablo Ali: “Cada historia se proyecta en imágenes, uno de los lemas de la prosa estadounidense contemporánea. Eso amplía la ansiedad de lectura por descubrir qué esconden esos personajes y cuáles son los sentidos de los objetos, los gestos y las palabras”.

(Fuente: Andrea M. Vázquez – Ave Fénix Comunicación)

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Textos para escuchar

Dos mundiales y un país de fantasía – Eduardo Sacheri

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Eduardo Sacheri lee el texto “Dos mundiales y un país de fantasía” que publicara en la edición de mayo de 2012 de la revista El Gráfico

Hoy ando con ganas de escribir una ficción, aunque no la tengo fácil. Hay ocasiones en que las historias se te ocurren enteritas, de principio a fin, y el escritor lo único que tiene que hacer es dejarse llevar y poner en palabras las imágenes que le han surgido, encadenadas, dentro de sí. Pero otras veces pasa esto: uno tiene algunas imágenes, pero no todas. Entre ellas quedan huecos o mejor dicho, silencios. Eslabones vacíos. Y da mucho trabajo llenarlos. Encontrar el cemento que los aglutine, que les dé coherencia, cuerpo y entidad.

Lo que puedo hacer, por el momento, es compartir con ustedes los elementos que sí tengo. Los materiales y las imágenes de las que sí dispongo.

Imagino esta historia en 1982, en algún país de América del Sur. Tiene que ser de América del Sur porque ese país de fantasía tiene que estar gobernado por una dictadura militar. Y en América del Sur, a principios de los ochenta, esas dictaduras abundan. Y otro requisito de esta ficción que quiero construir es que se trate de un país futbolero, pero muy futbolero. Y 1982 fue un año de campeonato mundial. Y la ficción que tengo en mente incluye, de modo lateral o no tanto, al fútbol.

La cosa es así: este país sudamericano y futbolero se dispone a disputar el Mundial de España, que empieza en junio de 1982. La opinión pública, que no es nadie pero al mismo tiempo son casi todos, abriga muy firmes esperanzas de hacer un estupendo papel en ese campeonato. No son esperanzas infundadas: ese país viene de ganar, en 1978, el Mundial anterior, y en 1979, el Mundial Juvenil. Las perspectivas son estupendas: la base de los campeones del 78 sumados a los pibes del 79. Y entre esos pibes, juega el que –según unos cuantos- está destinado a convertirse en el mejor jugador de fútbol de la historia. En síntesis, la amalgama perfecta entre logros y expectativas, entre experiencia y juventud, entre solidez y lozanía. El alfa y el omega, el ying y el yang, el “nos comemos los chicos crudos” y el “ganamos la copa de punta a punta”.

Sin embargo, algo sucede en ese país de fantasía apenas unos meses antes de la hazaña inminente. El gobierno–ya dije que este país sudamericano que imagino está gobernado por una dictadura- lanza una acción militar para recuperar un territorio colonial que ese país viene reclamando desde hace mucho. Acá tengo mis dudas, con lo del territorio. No estoy seguro de dónde situarlo. Podría ser una región selvática y tropical, digamos, amazónica. Ahí da para hablar de mosquitos ponzoñosos, de un calor húmedo e insoportable, de una naturaleza hostil e intimidante. Otra opción serían sus antípodas: una región fría, helada, insular, aislada en medio del mar o del vacío. También aquí la naturaleza puede aportar una dosis de dolor y de tragedia. Creo que esta opción es la mejor. La del sur, la de unas islas frías en medio del océano. Porque, en cierto momento de esta ficción que quiero construir, necesito remarcar la sensación de soledad de los que están en ese territorio. Sí, definitivamente me quedo con las islas australes. Son un estupendo elemento trágico.

De todas maneras, elementos trágicos no me faltan. Diría que me sobran. Para poner las cosas difíciles, la reconquista territorial se hace a expensas de una potencia colonial de primer orden. Pongamos por caso, Inglaterra. Una Inglaterra gobernada por los conservadores. Esos son datos importantes. Porque si fuera un país menos colonialista, o un partido político menos colonialista, tal vez los sudamericanos tendrían una chance de salirse con la suya. De conservar ese territorio recuperado. Pero no con Inglaterra, ni con los conservadores ingleses. Porque Inglaterra va a responder a la invasión con la guerra. Ahí ya tenemos un elemento trágico importante. ¿Hay algo más trágico que una guerra?

Pero cuidado, que existen todavía más elementos para alimentar el costado trágico de la ficción. Porque este país sudamericano enviará al lugar del conflicto, un ejército formado fundamentalmente, por chicos. Habrá algunos soldados profesionales. Pero la mayoría, no. La mayoría serán chicos de dieciocho o diecinueve años. Saquemos cuentas. Serán de la clase 1962 y 1963. Chicos que son eso: chicos sin experiencia militar, chicos sin vocación de soldados, sin preparación de tales. Chicos.

Repasemos los elementos: un lugar frío, lejano y hostil. Una potencia vengadora con deseos de guerra. Un ejército de chicos que no son soldados. Tal vez se me está yendo la mano con esto de la ficción. Tal vez nadie crea posible una historia semejante. ¿Qué sociedad puede estar dispuesta a embarcarse en una aventura así?

Agreguemos algunos detalles. En este país de fantasía, el gobierno militar controla los medios de comunicación. Y aquellos medios a los que no controla, se controlan solos. Se cuidan de decir cosas que molesten al régimen. Entonces la improvisación presidencial no es improvisación sino “un plan largamente elaborado”. Y la aventura de recuperar las islas no es una aventura sino “una gesta heroica”. Y la certeza de que los ingleses van a pulverizar a ese ejército de chicos es una mentira, una vil patraña. Como mentira será la muerte, mentira serán el hambre, el frío, el maltrato y el armamento obsoleto e insuficiente. Dios es nuestro. Dios está con nosotros. Nada malo puede ocurrirnos.

Vuelvo a detenerme. Releo lo que he escrito y sí, la verdad es que se me fue la mano. Es demasiado inverosímil que un gobierno militar lleve adelante una historia como esta. Es delirante. Supongamos por un instante que no. Que hay personas lo suficientemente enloquecidas o insensibles como para intentar algo así. Pero está el freno de la sociedad. ¿Qué sociedad podría acompañar una locura semejante? Más allá de lo que digan los diarios, las radios, la tele o las revistas. ¿En qué cabeza cabe pelear una guerra contra Inglaterra con un ejército de chicos? Supongo que este debería ser el límite de la ficción que estoy construyendo. Hasta acá puedo inventar esta locura. Más allá, no puedo seguir inventando. Porque sería imposible que la sociedad, o buena parte de ella, se comiera ese caramelito ácido de mentiras y falseamientos y exageraciones e improvisaciones atadas con alambre.

Entonces, claro, lo lógico es que la sociedad se mantenga al margen. No puede oponerse abiertamente, porque se trata de una dictadura sangrienta. Pero la población de este país sudamericano, sin dudar manifiesta su oposición a esta locura vaciando las plazas, arriando las banderas, desoyendo las marchas militares. Si este es un país de gente sana, esa gente se refugia en sus casas para evitar aparecer como cómplices de la aventura.

Pero detengámonos un momento. ¿Qué ocurriría si eso no sucede? ¿Qué pasaría, en esta historia de ficción, si la hipotética población de mi hipotético país se entusiasmara hasta el paroxismo con la aventura? No digo todo el mundo, porque siempre quedan personas razonables que podrán condenar lo que sucede con su reconcentrado silencio. Digo la mayoría. Yo sé que es imposible, pero le pido al lector que me acompañe por un rato en esta fantasía. Porque, aunque humanamente esa posibilidad sería terrible, para la historia de ficción que me propongo escribir estaría buenísimo.

Imagínense. Las plazas rebosantes de manifestantes entusiastas que agitan banderas y vivan al osado general aventurero. Los voluntarios que se agolpan para ir a pelear. Los optimistas que se acercan a cualquier micrófono o cámara disponible para felicitar al gobierno. ¿Se imaginan? Una sociedad que, de buenas a primeras, y mientras espera el mundial de fútbol de España, cambia momentáneamente un deporte por otro. Deja de hablar de delanteros y mediocampistas y se convierte en especialista sobre misiles Exocet y negociaciones en las Naciones Unidas. Deja de analizar los rivales del grupo C de la Copa para analizar las chances de un desembarco inglés y la conveniencia de aproximarse al bloque de Países No Alineados. Una sociedad que deja –por unos días- de enfurecerse porque el periodismo internacional no es unánime en considerarnos los futuros campeones, para indignarse por el no cumplimiento del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Ya sé –repito- que es imposible que un pueblo casi entero se comporte así. Pero les pido que me acompañen en la hipótesis.

En esta historia de fantasía, un mes y medio antes del mundial empieza la guerra. Y ahí se va el país detrás, encolumnado. No digo el ejército de pibes, que ya está en ese sitio, y no tiene para dónde escapar de los tiros. Digo la sociedad que los ha enviado. ¿Será posible inventar una sociedad que, enceguecida, se crea a pies juntillas todas las barbaridades ilusorias que le cuentan? Una sociedad que empiece a computar aviones derribados y barcos hundidos como si fueran goles de ese mundial inminente. Una sociedad capaz de borrar de un plumazo la noticia brutal de un crucero propio que se hunde y que se lleva consigo a 323 compatriotas al fondo del mar. Una sociedad que se detiene, cada día, varias veces, cuando en la tele aparece el escudo y la voz en cadena nacional de los comunicados del Estado Mayor Conjunto. Una sociedad que toma lápiz y papel y anota, como en el juego de la batalla naval: A4, agua. F8, hundido. Una sociedad que todos los días se va a dormir cándidamente convencida de que “estamos ganando”.

Para completar la historia, en un momento deben confluir los dos Mundiales, el del Sur y el de España. Se me corregirá que no, que en mi historia no son dos mundiales, sino una guerra y un mundial. Y yo diré que me disculpen pero que lo del Sur, para esta sociedad enloquecida que estoy creando en esta historia, se vive más como un mundial que como una guerra. Una guerra cuyos muertos no vemos, una guerra que se festeja como un torneo que nos tiene sólidos en la punta de la tabla, una guerra en la que nos creemos cualquier mentira con tal de que llegue vestida de buena noticia, una guerra que no aceptamos ver como tal, con todo su peso de tragedia y de muerte. Una guerra que estamos dispuestos a enfrentar como un gran desafío deportivo.

Ya para esta altura de la narración voy a mezclar situaciones imposibles. Por ejemplo: la selección de este país sudamericano tendrá que jugar el partido inaugural del Mundial con la guerra todavía en marcha. Ya sé que es imposible. Que ningún país va a mandar a su selección a jugar un mundial en medio de una guerra. Pero les pido que me sigan el juego hasta el final. ¿Se imaginan? Todo el mundo con las camisetas, las banderas y las cornetas. Toda la sociedad exhumando el carnaval del mundial anterior. Toda esa gente dispuesta a ganar los dos mundiales al mismo tiempo. ¿O para qué carajo Dios es nuestro?

Se me ocurre una escena más imposible que ninguna otra: El primer tiempo del partido inaugural termina 0 a 0. En el entretiempo aparece un comunicado del Estado Mayor Conjunto, uno de esos con la marchita y el escudo, para contar que los valientes soldados de la patria combaten en los alrededores de la capital de las islas, con ahínco y fervor inusitados.

Les ruego que no dejen entrar al sentido común. Porque si lo dejan entrar, ese tiene que ser el momento en que esa sociedad, si no pudo hacerlo antes, ahora sí concluya en que se dejó estafar, se embanderó en una empresa imperdonable, que permitió con su aplauso estúpido que un montón de pibes fueran enviados a pelear en un infierno. Y la gente sale masivamente de sus casas, deja a la Selección Nacional jugando sola en los televisores, y exige que la guerra se detenga ya, que no se dispare ningún otro tiro, que ningún pibe siga en peligro.

En mi historia, no. En mi historia la gente escucha el comunicado con gravedad, con preocupación, intuyendo que las cosas son mucho peores que aquello que los medios venían anunciando –y la gente se venía creyendo-. Pero después empieza el segundo tiempo del partido con Bélgica y la gente vuelve al asunto, porque con Kempes y Maradona juntos no hay Dios que nos impida el bicampeonato.
En mis días buenos me consuelo pensando que, en 1982, yo tenía 14 años. Y que mi juventud me disculpa de mi credulidad, de mi simplismo, de mi ingenuidad cómplice que colaboró con que muchos pibes perdieran la vida, o el deseo de la vida, en esas islas lejanas. Pero en mis días malos me digo que no. Que ni los otros ni yo tenemos disculpa.

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