Conéctate con nosotros

Entrevistas

Mariano Rodríguez: “El proceso de investigación es lo más relevante de cada historia que genero”

Publicado

el

Por Andrea Viveca Sanz
Edición: Walter Omar Buffarini

Entregado a su profesión de periodista y locutor, Mariano Rodríguez avanza sobre nuevos territorios y los conquista. Atravesado por las palabras, logra afianzarse en la apasionante tarea de construir historias.

Sus letras, elegidas con precisión, son ladrillos que se unen para sostener la arquitectura de cada uno de sus libros. Es en ese espacio donde sus ficciones esperan a cada lector, justo en los límites de cada página, cuando lo imaginado toca los renglones de la realidad y la transforma y enriquece.

En diálogo con ContArte Cultura, el escritor rosarino toma su pluma y deja caer las palabras con las que comparte sus obras.

—A modo de presentación, ¿de qué manera comenzaría la novela en la que Mariano Rodríguez fuera el protagonista?
—La verdad, es una muy buena pregunta, nunca me la habían hecho hasta ahora… Creo que una novela en la cual yo fuera el protagonista debería ser en un lugar propicio como para despertar y generar lindas sensaciones, entre ellas el amor, el estar acompañado por alguien, por supuesto importante para mí, pero además también debería tener una significancia histórica relevante, algún lugar que fuera para mí importante o donde se hubiese producido algún hecho de relevancia histórico, no en cualquier lugar. Creo que en esto que describo gira un poco el contenido de lo que yo quiero expresar a través de las novelas que escribí, ya que están diseñadas para encajar perfectamente en el género romántico- histórico, tiene que ver con el amor, por supuesto, pero también tiene que haber algún marco histórico que me genere pasión, interés, para poder explayarme y recrear allí una buena historia. Igual no creo ser un buen protagonista para una novela romántica, así que prefiero, por ahora, seguir escribiéndolas a protagonizarlas. (risas)

—¿En qué momento sentiste que el viento de la escritura te arrastraba hacia el género romántico-histórico para construir tus propias historias?

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es MR.jpg

—Creo que siempre tuve el anhelo de escribir y nunca me propuse hacerlo en un determinado género. Primeramente, me habían ofrecido hacer policiales, ya que vengo del ámbito del periodismo, pero la verdad lo descarté porque no me hubiera sentido cómodo del todo en ese género. Después de un tiempo llegó a mí la historia de Epecuén, un pueblo que fue devorado por el agua del lago en el año 1985 y eso sí que me generó interés y despertó grandes expectativas. Me apasionó tanto el tema que fui a visitar el lugar y volviendo desde allí se me fue formando la historia en la cabeza de qué hubiera ocurrido si dos chicos que estaban en su mejor momento, enamorados, y que se habían jurado amor eterno eran separados por la tragedia. Situación que finalmente ocurrió, porque todo el mundo tuvo que dejar sus casas de un momento a otro para nunca más volver y así fue cómo se fue gestando esa historia en mi cabeza, la que conté en mi primer libro Más allá de todo. Creo que el género romántico-histórico encajó perfectamente, porque era una historia de amor sin igual y además el hecho me hacía remontar el relato a mediados de la década del 80, lo cual generaba ese valor histórico, amparado en un hecho que para mí, hoy incluso, sigue siendo trágico, increíble y el cual todavía creo que no dimensionamos del todo, ya que con la tragedia de Epecuén se perdió un pedazo de país. Así que ese fue el género donde mejor me sentí como para poder plasmar mis novelas, incluso las que vinieron después.

Epecuén, escenario de Más allá de todo

—Contanos qué elementos son imprescindibles a la hora de sentarte a crear tus mundos de ficción.
—Por lo general, suelo ser muy estructurado a la hora de escribir. Primero elijo el tema en el cual voy a desarrollar mi novela, que tiene que tener un marco histórico que me parezca adecuado como para poder desenvolverme y después estructuro todos los personajes que van a formar parte, no solamente el protagonista masculino y la protagonista femenina, sino sus familias, cada uno de los íntimos y el lugar en donde se va a desarrollar, es decir, dentro de ese ámbito histórico, qué hace cada uno. Como para darle un marco real al relato, para que la ficción también lo parezca. Creo que en todas las novelas he logrado plasmar más o menos eso, pero tiene que haber factores imprescindibles, como por ejemplo el lugar, que lo es todo, la época histórica, que también suma muchísimo, y la trascendencia de los personajes. Tiene que haber una buena historia de amor de fondo, cosa que me movilice, que me genere expectativas al escribirla y que después al lector pueda generarle una sensación parecida.

Patagonia argentina, escenario de Inadmisible

—¿Cómo llevaste adelante el proceso de investigación que te sirvió para dar el marco histórico a tus obras?
—El proceso de investigación es lo más relevante de cada historia que genero, en él sustento mis novelas. Así fue con la primera experiencia y también con la segunda novela que escribí, Inadmisible, que está basada en la llegada de los nazis a la Argentina después de la segunda guerra mundial. Eso me demandó muchísima búsqueda, no solamente abrir archivos desclasificados, algunos otros tener que solicitarlos, contactarme con historiadores, con guías turísticos, con periodistas, para tener una información de relevancia y también distintas opiniones respecto del mismo hecho. La última novela, Otra noche para soñar, que está amparada en el terremoto de San Juan de 1944, también me significó un desafío muy importante, ya que en aquel tiempo no había la cantidad de medios que generaran la información como ahora, ni tampoco cámara de fotos y filmadoras, o teléfonos celulares para documentar todo lo que ocurrió, entonces el proceso de investigación fue bastante arduo. Creo que se pudo concretar muy bien en las tres historias, al menos sé que van a ver allí reflejada gran parte de la realidad de esos hechos, ya que me interesa respetar casi la total veracidad de todos los hechos que han ocurrido, poniéndole, por supuesto, el condimento de ficción que genero en mi cabeza y que se adapta a esos hechos históricos.

San Juan en 1944, escenario de Otra noche para soñar

—¿De qué manera diste vida a tus personajes para insertarlos en los ambientes reales en los que se mueven?
—Dar vida a los personajes para poder insertarlos en los hechos históricos en las novelas que escribo es realmente el mayor desafío, porque uno tiene que pensar un contexto real que existió y que por lo general tuvo algo de trágico o de tremendo y generar una historia a partir de eso desde la imaginación, es realmente muy lindo y lo disfruto mucho, es algo que me apasiona. A decir verdad, todo lo que envuelve el proceso de escritura en sí mismo me fascina, por eso creo que cada personaje debe tener justamente la posibilidad de adaptarse al contexto, entonces lo pienso de esa forma, desde los nombres que les pongo hasta las características personales, cómo puede desenvolverse ante tal o cual hecho y, por supuesto, no solamente los personajes centrales, sino también, todo su entorno. Eso es lo que va dando forma a cada relato, a cada novela. También contemplar la posibilidad de que éstos también tengan una adaptación a lo que voy contando, o no, porque a veces uno no está preparado para todo lo que va ocurriendo, que como digo, al menos en mis historias, son hechos que sucedieron y que forman parte de la historia argentina. Me gusta escribir basándome en hechos reales que hayan tenido connotaciones en nuestro país, porque me parece que es también una manera de mantener vivo el recuerdo, nuestra idiosincrasia, y que de alguna manera nos aúna a todos en un hecho que alguno puede haber vivido o no, mediante el relato de algún familiar, de un amigo, de algún ser querido, un abuelo, que le puede haber transmitido parte de lo ocurrido. Eso es lo que me impone un desafío y estar a la altura de cada circunstancia. Realmente me tomé la tarea de escribir con mucho respeto y mucha responsabilidad, sobre todo porque sé que toco temas que fueron sensibles en su momento para Argentina y lo siguen siendo aún hoy.

—¿Qué te llevó a enmarcar tu primera novela, “Más allá de todo”, en Villa Epecuén y sus alrededores?

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es Más-allá-de-todo.jpg

—Ya un poco lo contaba anteriormente. Desconocía totalmente la existencia de Epecuén hasta que, gracias a mi trabajo en el servicio informativo de Radio Continental, pude presenciar en el programa de la tarde de Fernando Bravouna entrevista al actor Carlos Belloso quien estrenada la película “El expediente Santiso”, y parte de las locaciones utilizadas para filmar esa película habían sido Epecuén. Era 2016, y Belloso le relataba a Fernando lo que había sentido al llegar a ese lugar y contaba que era como que allí había estallado una bomba. Eso me motivó a querer conocer más del hecho y en ese mismo momento empecé a buscar información sobre Epecuén a través de mi computadora. Me aparecieron imágenes realmente increíbles que yo desconocía y que me llevaron a querer indagar mucho más en esa historia, intentar saber por qué había ocurrido lo que ocurrió en el año 1985. El tema llegó a convertirse en una cuestión personal para mí. Entonces, al querer saber más e involucrarme en lo que había sucedido, pensé que la mejor manera de poder llevar un manto de sanación a una historia tan densa y tan tremenda como la que había ocurrido allí, ni más ni menos que la desaparición de un pueblo entero, era escribir una novela romántica. Una historia de amor. Ahora, después de tantos comentarios positivos, e incluso tras haber realizado la presentación de la novela en la ciudad de Carhué, puedo decir que ese objetivo se ha cumplido con creces. Es hasta el día de hoy que me siguen pidiendo libros desde aquella zona. Quienes vivieron la tragedia, para poder tener un recuerdo de lo que ocurrió, y muchos otros, los más chicos y quienes no vivieron aquellos sucesos, para obtener información y conocer las historias de sus padres o sus abuelos. Eso hace que aún hoy, después del paso del tiempo y habiendo editado dos novelas más, me siga llenando de emoción.

—Tu segunda novela, “Inadmisible”, también recorre escenarios de nuestro país. Contanos cómo llegaste a construir esa trama.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es Inadmisible.jpg

—Creo que Inadmisible es hasta ahora mi mejor novela, por todo el compendio que trae aparejado. No es solamente una historia romántica, ni solo una investigación sobre un hecho en particular, sino la conjunción de ambos. A eso se suma la intensión de desmitificar de alguna manera si realmente Adolf Hitler y varios jerarcas nazis habitaron el suelo argentino, más precisamente la Patagonia. Incluso llega a dar cuenta de donde descansan hoy los restos del líder nazi, qué es un misterio mundial y que no mucha gente se anima develar. Por supuesto que hay muchos intereses y mucho poder detrás de todo eso, por lo que para llegar a esa conclusión me valí de testimonios, de indagar mucho, de buscar interpretaciones en otros autores, historiadores y periodistas, que trabajaron mucho para llegar a diversas conclusiones. Así es como en Inadmisible, además de la historia de amor que estaba buenísima y que levanta mucho la vara con respecto a la novela anterior, van a tener una novela con giros inesperados, con misterio, con intriga y por supuesto con el condimento adicional que revela esta novela, que es donde se encuentran los restos de Hitler, que no es en Argentina, pero sí en un país de Sudamérica. La novela, de todas maneras, deja precedentes importantes de que tanto Hitler como otros jerarcas nazis vivieron en el sur argentino varios años, al amparo del gobierno de turno, y que se camuflaron con la sociedad de Bariloche y de otros sitios patagónicos, como si fueran vecinos de toda la vida. De allí surge el título de la novela, ya que aún hoy y después de haber investigado todo lo que investigué y haber escrito la historia, me sigue pareciendo realmente inadmisible, tremendo, que estos asesinos que se cobraron la vida de millones de personas en el mundo entero, puedan haber vivido a la vuelta de nuestras casas, en el sur de nuestro país.

—¿Cuál fue el disparador de tu última obra “Otra noche para soñar” y qué nos podés contar de ella?

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es Otra-noche-para-soñar.jpg

—Quería escribir una novela distinta a las que ya había escrito, que fuera abordada desde otro lado. Así pensé en el terremoto de San Juan, qué ocurrió en el año 1944, y decidí contarlo situándome en esos tiempos y no desde la actualidad. Para ello me tuve que retrotraer a la Buenos Aires de principios del siglo XX, de hecho, el libro empieza narrando la inauguración del Obelisco porteño en el año 1936 y va recorriendo un montón de hechos que pasan en la ciudad en esos momentos y simultáneamente en San Juan, más precisamente en Caucete, donde está ubicada la finca del protagonista de esta historia, quien se llama Adriano Romani. Éste conoce justamente en uno de sus viajes de negocios a Justina Bustos, de quién se enamora perdidamente y quién le da un giro muy importante a su vida. La historia va recorriendo lugares de excelencia de la Buenos Aires moderna y creciente de ese entonces, no sólo la inauguración del Obelisco, también del Edificio Kavanagh, el más alto de Sudamércia por entonces, el Palacio Barolo, algunos lugares de referencia como el “Café del molino” frente al Congreso, entre otros lugares que son iconos hoy del patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad. Sin embargo, la trascendencia del terremoto de San Juan y lo que ocurre en la capital de esa provincia en 1944, fecha de este hecho fatídico que resulta el más significativo que haya tenido que soportar la historia de nuestro país, toma trascendencia propia, por eso quería involucrarme con ese hecho, en ese momento, con las cosas que allí pasaron. Ese fue el disparador más importante para que Otra noche para soñar”, mi tercera novela, pueda convertirse en una realidad.

—¿Hay una nueva novela en camino?
—Sí, siempre mi cabeza está pensando, diseñando y recibiendo historias, digamos que ávida de conocer nuevos hechos que hayan ocurrido principalmente en el territorio argentino, porque aquí es donde me gusta plasmar mis historias. Ya puedo adelantarles que está finalizada mi cuarta novela y que llevará como nombre Con el último aliento. En este momento está atravesando la etapa de corrección y veremos qué camino toma. Está inspirada en un hecho real ocurrido en Argentina, particularmente con la llegada de los primeros colonos galeses a la Patagonia, allá por 1865. La idea es poder tener un buen lanzamiento editorial para el año que viene e intentar que pueda ir recorriendo parte del país contando detalles de lo que fue esa historia y las muchísimas cosas importantes que produjo, desde la primera población estable de la Patagonia, hasta el famoso plebiscito de 1902 que le dio la posibilidad a la Argentina de quedarse con gran parte de lo que hoy es el sur argentino, que en ese momento se debatía con Chile, y otros hechos más que son realmente dignos de conocer. Incluso la leyenda del caballo “Malacara” y su dueño, el galés John Daniel Evans, un colono que llegó con tan solo tres años a la Argentina y que se convirtió en un gran referente, incluso uno de los pobladores distinguidos del sur argentino. La ciudad de Trevelin, por ejemplo, prácticamente lo fundó junto a otros galeses que hicieron del sur su lugar de culto, su hogar. En definitiva, mi nueva historia tratará de plasmar y revivir muchísimos hechos, desde el desembarco mismo que se dio 1865 en las costas de Puerto Madryn, hasta llegar a mediados del 1900.

—¿En qué lugar del planeta te gustaría soltar tu próximo sueño literario?
—No tengo dudas de eso: en Argentina, mi país. Y eso no cambiará hasta que no sienta que ya haya contado y revivido todo lo que me interese contar de nuestra historia.

Sigue leyendo
Haga clic para comentar

Debes iniciar sesión para publicar un comentario. Acceso

Deja una respuesta

Entrevistas

En primera persona: Nair Libonatti, escritora

La artista uruguaya habla de ella misma, de cómo llegó a la escritura y de su obra

Publicado

el

Sobre sí misma y su arte

Soy Nair Libonatti, mujer uruguaya de 69 años. Toda mi vida supe que podía escribir, sin embargo, al plasmar mis ideas en una hoja, el resultado no me era grato y terminaba rompiendo.

En el año 2019 una amiga me invitó a “algo” literario y fui. Resultó ser un taller y fue ahí donde comencé a escribir.

Pocos meses después llegó la pandemia, entonces, buscando recursos para mi nuevo despertar, entré en un grupo argentino de Facebook. En él compartíamos textos y comentábamos.

Un buen día me invitaron a participar en el Mundial de Escritura, al principio me parecía inalcanzable hasta que me animé y la experiencia resultó maravillosa.

Sobre su obra

He escrito algunos libros: “Historias del Caldero”, en conjunto con dos amigas, “Constelaciones”, libro que va por su segunda edición y “El Pata de Bolsa y otros relatos”. Estos dos últimos están presentes en la 49a Feria del Libro de Buenos Aires, en el stand de Uruguay.

Sobre “Constelaciones” puedo decir que es un libro fuerte, con historias bastante movilizadoras, es un intento de visibilizar algunas circunstancias.El Pata de Bolsa” es en tono más humorístico, un poco más distendido y coloquial.

Son libros de cuentos cortos, escritos individualmente y luego seleccionados para cada uno de los libros.

Su actualidad

Actualmente integro el taller “Ratones de biblioteca”, que funciona en la Casa de la Cultura de Minas, Uruguay, y algunas compañeras me acompañaron a la Feria del Libro de Buenos Aires.


Nair Libonatti junto a Andrea Viveca Sanz, de Contarte Cultura, en la 49º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

Sigue leyendo

Entrevistas

Aguirre–Rodríguez: “El tango siempre estuvo como lengua principal en nosotros”

Publicado

el

Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //

Es un viaje dentro de otros, un movimiento sutil, la música desperezándose en gotas de rocío, notas evaporadas sobre las aves del campo, es el vuelo hacia el espacio urbano, un recorrido temporal. Es antes y después. Es ahora y siempre, una melodía que llega desde lejos, de otras patrias, del mismo viento que corre y desparrama en el lugar justo y en el instante oportuno.

“Del Buen Ayre”, el próximo espectáculo y disco del dúo platense AguirreRodríguez es un viaje por el tiempo y por distintos espacios, una relectura en modo actual de la música rural bonaerense.

Contarte Cultura charló con sus integrantes, Cynthia Aguirre y Alejandro Rodríguez para que nos cuenten acerca de ese caminar que la canción propone.

—Porque los espacios y las cosas que forman parte de ellos suelen hablar de quienes los habitan, nos gustaría comenzar esta charla deteniéndonos en su lugar de trabajo, en el espacio creativo de su música y en los objetos que los rodean en este momento. Si pudieran elegir un rincón o un objeto, el que mejor los represente como dúo y nos cuente algo de ustedes, ¿Cuál sería?

—El lugar, nuestra casa, y el rincón nuestra sala, en la que se va gestando todo el resultado final de lo que hacemos como músicos. Creo que estos espacios hablan de nosotros y de nuestra manera de entender la realidad y el arte.

—Y desde ese espacio viajamos en el tiempo, ¿cómo y cuándo se encuentran Cynthia Aguirre y Alejandro Rodríguez en el camino de la música para dar comienzo al dúo Aguirre–Rodríguez?

—Nos encontramos en la escuela de arte de la ciudad de Berisso, hace muchísimos años, en situación de alumna y profesor, pero rápidamente comenzamos a compartir producciones por fuera de la escuela. Con los años volvimos a encontrarnos, ya específicamente en el terreno del tango con la orquesta Los inmigrantes en el año 2005. Cuando el tiempo de la orquesta se terminó, continuamos en dúo.

—¿Cómo fueron esos comienzos?

—Fue un muy hermoso comienzo, pero rápidamente el dúo se fundió dentro de un cuarteto que con el tiempo se convirtió en sexteto de tango. Me refiero a Tangor. Con esa agrupación trabajamos durante más de 10 años. Por otro lado, Cynthia participaba como invitada permanente en el grupo La Sonora, proyecto que venía caminando desde el año 1989.  

—Como decías, con el correr de los años el tango se instaló entre ustedes, ¿qué cosas los llevaron a explorar en este género que nos representa?

—El tango siempre estuvo como lengua principal en nosotros. Como una especie de lengua madre. Rastrear el porqué de esto es complicado, creo que tiene que ver con nuestras historias personales y la idiosincrasia de nuestras familias de origen. Lo que es claro es que ha sido fundacional en nuestro vínculo con la música. Nuestra mirada como habitantes de este tiempo siempre nos llevó a buscar puentes entre el tango, otras músicas y otros conceptos artísticos.

—¿De qué manera llega el primer disco “Mundo Tango”, grabado en 2011?

—Ganamos un premio a la Producción Fonográfica del FNA (Fondo Nacional de las Artes) y generamos nuestro primer CD. En ese entonces, si bien el CD se llamó Mundo Tango, abarcamos otros lenguajes musicales, algunas cosas del folclore y canciones provenientes de la cantera del rock.

—Por estos días están en proceso de grabación de su segundo disco “Del Buen Ayre”, ¿qué recorridos espacio-temporales tuvieron que hacer para dar vida a los temas que forman parte de esta obra?

En Mundo Tango nos referimos a una idea acerca del tango, como un estado del ser que no solo aparece en esta región del mundo (por algo el tango impacta como impacta en todo el globo). Aquí nos referimos más a la génesis de este género y la música de la provincia de Buenos Aires. Este nuevo trabajo propone un recorrido desde la música campera de principio de siglo XX (El Gardel Gaucho, pasando por compositores icónicos de ese lenguaje como Omar Moreno Palacios) para adentrarse en el tango clásico de la época de oro y llegar hasta composiciones actuales que revitalizan el género. También este trabajo, a diferencia del otro, está estructurado por un material que fue ampliamente mostrado y fogueado. Es música que hemos tocado mucho en vivo y está planteado desde esa impronta. Los arreglos, si es que los hay, fueron construyéndose a lo largo del tiempo y de las distintas actuaciones. Los músicos invitados jugaron en ese mismo tono también. Se les envió un cifrado y una grabación como referencia, pero el armado de los distintos temas se resolvió en el estudio,  mientras Manzana Ibarrart (gran amigo y comandante del Estudio Sonosfera) montaba los mics y seteaba todo. Luego se eligieron las mejores tres tomas de cada tema. El resultado tiene un aroma a “trazos sueltos” que nos encanta en lo particular.

—Sin dudas se trata de un viaje a través de la música, ¿cuál es el aroma que elegirían para simbolizar a este álbum?

—El múltiple aroma de los viajes…si bien es un CD local en cuanto al repertorio, es bastante global en tanto a que lo que suena proviene de muchísimas fuentes y no solo de la tanguera. Lo hemos tocado tanto en tantos países diferentes, que para nosotros tendría ese olor a viaje, a aeropuerto, a trenes.

—El 3 de agosto estarán presentando este disco en La Salamanca, un reconocido espacio cultural platense, ¿qué podrán disfrutar esa noche quienes se acerquen a compartir su música?

—Haremos  algunos de los temas de nuestro espectáculo Del Buen Ayre, como antesala al espectáculo Filogenia de Victoria Moran y el Dúo Puentes Reyes.    

—Mencionás que ese día estarán acompañados por la cantante Victoria Morán, entonces la pregunta va para ella. Victoria, ¿Cómo nace “Filogenia”, ese recopilatorio de obras de música popular argentina? Contanos quiénes serán parte de ese recorrido el 3 de agosto y qué sentís al compartir noche con el Dúo Aguirre-Rodríguez.

9- Filogenia surge de la necesidad de contar nuestro ADN musical a través de las canciones que nos definen. Es una suerte de viaje musical hacia la fuente, hacia la memoria imperecedera que une un recuerdo con otro. Este espectáculo viene a despertarnos la fibra sensible con canciones que nos nombran, enlazando a Homero Manzi con Víctor Heredia, al Cuchi con Fito, a los que fuimos con los que somos. El compartir con compañeros y compañeras músicos y músicas siempre es una alegría, y en este caso será además una sorpresa para el dúo Puentes-Reyes y yo, porque jamás nos hemos cruzado en un escenario y esperamos anhelantes ese ida y vuelta mágico que siempre augura la música compartida.

—Para terminar, ¿cuál es el próximo destino de la música que los mueve?

—Tenemos por delante algunas fechas en nuestra ciudad, como el próximo 29 de agosto, día en el que estaremos compartiendo escenario junto al cantor Carlos Cabrera en el Café Metro. Octubre nos encuentra realizando nuestra segunda gira europea, con conciertos en países como Italia, Francia, España y Portugal. A nuestro regreso estaremos presentando oficialmente nuestro álbum Del Buen Ayre, con la participación de los músicos que fueron parte de la grabación.

Sigue leyendo

Entrevistas

Celina Cocimano y ‘El juego de las emociones de Uma’: “Un libro que pide gran compromiso de los adultos”

Publicado

el

Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //

Todo gira, se mueve en una circularidad compartida. Las emociones suben y bajan, cuelgan de nuestros cuerpos, se desprenden como hojas secas. Regresan, son brotes, transformados en otra cosa.

Celina Cocimano es terapeuta emocional y a partir de sus vivencias y de su trabajo de muchos años necesitó dejar huellas, sembrar palabras para que germinen a través de sus libros.

“El juego de las emociones de Uma”, su último libro, está dedicado a las infancias. A través del juego logra acercarse a los territorios del miedo, de la ansiedad o de la frustración para atravesarlos.

ContArte Cultura charló con ella para conocer las rutas que la llevaron a indagar en ese universo.

—Las emociones forman parte de nuestras vidas, van y vienen, se mueven y nos movemos con ellas. Por eso, para comenzar y a modo de presentación, nos gustaría que elijas al menos tres emociones que te atravesaron al momento de escribir tu último libro y que a cada una de ellas les otorgues un sabor o un aroma.

  • Frustración, sabor a cebolla
  • Ansiedad, aroma a menta
  • Alegría, aroma a vainilla

—Y ya instalados en esa imagen, vayamos a tus comienzos, ¿qué vivencias te llevaron a transitar el camino de la terapia emocional?

—La insatisfacción personal, haberme descubierto cómo estafadora de mi propia vida, creando personalidades adquiridas para moldearme al gusto de la mirada ajena, siempre con esa sed emocional de ser alguien para los demás, ser aceptada, reconocida, querida y encantar a todos. Mientras estudiaba para contadora, sentí un apagón emocional, la apatía era mi única compañera en esos tiempos, hasta que mi cuerpo también “habló” con un síntoma muy sentido. Empezaba a hacerme pis por las noches siendo ya grande, más adelante entendí que eso sucedía en cada hogar o lugar donde me sentía a gusto, de esa manera, “intentaba” aferrarme a algún territorio, sentirlo al menos, por momentos, un lugar donde era yo. Como los animales que marcan su territorio orinando sobre él. Eso era lo que faltaba para que mi vida se vistiera de insatisfacción y cambie totalmente de rumbo, mejor dicho, empiece a vivir y dejar de aparentar lo que mis vacíos necesitaban cubrir.

—Seguramente al ir recorriendo ese camino fue necesario dejar huellas y de esa manera llegaron los libros, ¿cómo vivís la experiencia de escribir para que las palabras sean instrumento de sanación?

—Mi primer libro, “Despierta”, nació como algo catártico de la etapa que comenté anteriormente. Aún no sabía qué era lo que estaba viviendo y, sinceramente, pensaba que me moría por esos tiempos, entonces empecé a escribir cómo fue ese tránsito a mí destrucción de las corazas hacia mi reconstrucción emocional. Después, al compartir mi vivencia con muchas personas, me di cuenta que varios pasamos por ciertos procesos similares, por lo que se me ocurrió darle forma de libro y agregar reflexiones y ejercicios terapéuticos y de autogestión emocional. Los otros 3 -“Diamantes”, “Rotas”, y “El juego de las emociones de Uma”-, fueron pensados basándose en las historias que atiendo y buscando dejarle una “biblioteca” de recursos emocionales a mi hija para cuando sea más grande y, a las personas, que encuentren en estos libros, escrito en palabras, el propio sentir descarnado y sin filtro de las emociones que abordo en cada uno de ellos y luego, ofrecerles dinámicas, reflexiones, ejercicios para que encuentren en ellos formas de transitar el campo emocional sin tanto dolor y con valentía.

—Si pudieras resumir en una palabra el espíritu de cada uno de tus libros, ¿cuáles serían?

  • Despierta: Integridad
  • Diamantes: Osadía
  • Rotas: Coraje
  • El juego de las emociones de Uma: Autenticidad

—Tu último libro, “El juego de las emociones de Uma”, transita los paisajes de la infancia con todas sus gamas de colores, ¿cuál o cuáles fueron los disparadores de esta historia?

—Mi hija, a los 8 años, comenzó a transitar por un tiempo la conocida “Crisis de ansiedad y angustia”. Yo me opuse a que esté medicada siendo tan pequeña, y desde mi saber en el campo emocional de los adultos, junto a una gran observación sobre ella y sus crisis, se me ocurrió trabajar juntas para buscar soluciones a su sentir. Buscamos opciones en el juego infantil, en la creatividad, desarrollando distintos escenarios, armando una rutina de ejercicios y, sobre todo, busqué acercarla a la autogestión emocional. Así fue que se me ocurrió compartir cada ejercicio que funcionó en ella en este cuento, que no solo tiene el fin de que los niños empiecen a desarrollar desde pequeña edad sus propias respuestas emocionales ante cierta situaciones, sino que es un libro que pide gran compromiso de los adultos que acompañan al niño, y esa compañía, con el estar, el hablar su idioma, mejorar la calidad del vínculo, validar sus emociones, respetarlos y comunicarse con ellos, es lo que hace casi la mayor magia del trabajo de fortalecimiento emocional.

—Y justamente, a partir de tus propias vivencias decidiste contar desde el juego y desde las imágenes. Explicanos cómo fue el proceso de elegir esas duplas emocionales sobre las que querías hablar.

—Busqué las que a su edad son dentro de todo fáciles de interpretar, como decimos los adultos: de “etiquetar”. Son parte de las emociones primarias y la dupla fue pensada para dejarles el mensaje de que no son ni buenas ni malas, simplemente son y cada una es mensajera de un sentir, una acción a llevar a cabo y una particular respuesta emocional. También al ponerlas en duplas, cuando ellos/as sientan, por ejemplo, tristeza además de procesarla en todo su ser, sepan que pueden aprender a transportarla en alegría, ir de la ansiedad a la calma. Es decir, que conozcan cuál es la emoción que se necesita para equilibrar una con otra.

—Las semillas del libro fueron plantadas, ¿creés que tus palabras ya comenzaron a germinar y son brotes en los lectores?

—Sorprendentemente sí. Como comenté, yo me dedico a adultos no a infanto, y este libro que se publicó en abril del 2024 ya se está imprimiendo la segunda edición. Lo han comprado mucho abuelas y abuelos para compartirlo con sus nietos, en colegios para abordar ciertas emociones en el aula ya que también hay un capítulo sobre el bullying. Y muchas madres me compartieron que sus hijos o hijas mientras que se les leía el cuento ya comenzaban a incorporar los ejercicios sugeridos, o que empezaban a identificar sus propias emociones, tenían armados sectores en su cuarto como se encuentran en algunos capítulos. Incluso los que son más grandes, según cómo se sentían, buscaban en la biblioteca el libro y se encerraban en su cuarto a leer exclusivamente el capítulo que contiene la emoción que estaban sintiendo en ese día o ese tiempo. También compartió nota de Revista junto a Unicef en el día internacional contra el Bullying de 2024.

—¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?

—Tengo dos libros más en camino, uno para adultos sobre la depresión, y otro para infanto, más expansivo aún, con un viaje al campo emocional que sea para ellos y para sus padres o tutores también, digamos que será un libro revelador en muchos aspectos.

—Para terminar, te invitamos a elegir la textura que represente a tu libro “Las emociones de Uma”.

—La textura sería cálida, pomposa, con colores desde pasteles a fuertes, con ganas de descubrirla y sentirla, y con distintos aromas que vayan cambiando según cada paso de la mano o de los pies sobre ella.

Sigue leyendo


Propietario: Contarte Cultura
Domicilio:La Plata, Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA En Trámite
Edición Nº