Literatura
Tres escritores argentinos ganadores de la primera edición del Premio Abelardo Castillo
“Heidegger”, de Matías Javier Alinovi que se presentó bajó el seudónimo de Rogelio Passalacqua, ganó el primer Premio Internacional de Cuento Abelardo Castillo, convocado por la revista de cultura Be Cult, dotado de 150 mil pesos y una obra del artista Fernando García Curten. El segundo premio fue para el cuento, “Animales paternos”, de Juan Revol, seudónimo Perro, que recibe 80 mil pesos. Mientras que el tercer lugar lo ocupó “El rosa que llevamos dentro”, de Máximo Huerta, seudónimo Laia Zelig con 50 mil pesos.
Los tres escritores son argentinos, según dio a conocer este miércoles el jurado, integrado por el cubano Leonardo Padura, el argentino Sebastián Basualdo y la cubano-argentina Claribel Terré Morell, directora de la revista.
Además se otorgaron seis menciones a “El atropello”, de Reina Roffé, “Las barrosas” de Juliana Gualpari, “Lo que no fue”, de Marcelo Pitrola, “Osito”, de Melina Ruiz Natalí, “El descarrilamiento de los Kroll”, de Marcos Alberto Martínez, de Argentina y “Un poema para Laika”, del venezolano Gabriel Payares y “La bestia”, del chileno Raúl Molina Otárola.



Al premio se presentaron 3.064 cuentos, escritos bajo seudónimo, provenientes de 27 países. Argentina fue el país con mayor número de participantes, cuya representación abarcó todas las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
También enviaron cuentos escritores de Alemania, Bélgica. Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Honduras, Inglaterra, Israel, Italia, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Suiza, Uruguay y Venezuela.
La ceremonia de premiación tendrá lugar el próximo 11 de noviembre a las 18 en la Biblioteca Pública Parque de la Estación, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en el acto también se dará a conocer la fecha del Maratón Internacional de Lectura Abelardo Castillo, una idea del Grupo Homenaje, creado por la Be Cult, en el que lectores desde diferentes partes del mundo leerán la obra del escritor argentino, maestro de narradores y una de las figuras más importante de la literatura americana.
Los premios, las menciones y algunas de las historias, no seleccionadas pero de indiscutible calidad, serán publicadas en www.revistabecult.com.ar en su sección Leer.
El Premio Internacional de Cuento Abelardo Castillo y el Maratón de Lectura Abelardo Castillo cuentan con el apoyo de las Bibliotecas públicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dependientes de la Dirección General de Promoción del Libro, las Bibliotecas y la Cultura del Ministerio de Cultura de la Ciudad.
Literatura
Otorgaron a Maitena el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos 2025
La historietista y humorista argentina Maitena Burundarena fue distinguida con el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos 2025, convocado por la Fundación General de la Universidad de Alcalá con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, a través de la AECID.
El galardón, dotado con 30.000 euros, reconoce su “innovación y originalidad en el lenguaje humorístico, su impacto cultural y social, su proyección internacional y especialmente iberoamericana, y la calidad y consistencia de su trayectoria”.
Nacida en Buenos Aires, Maitena estudió diseño gráfico durante los años de la dictadura, una experiencia que marcó su sensibilidad hacia las libertades cotidianas. Tras sus primeros trabajos en publicidad y diseño, comenzó a publicar viñetas en revistas argentinas a fines de los ochenta, donde ya asomaba su aguda observación sobre las relaciones humanas y la vida diaria.
El gran salto llegó en 1993 con “Mujeres Alteradas”, publicada en el suplemento “Las 12” de Página/12. Por primera vez, el humor gráfico hablaba con las mujeres, no de las mujeres. Con un trazo ágil y una mirada irónica, Maitena retrató los mandatos de belleza, la culpa materna, las dietas eternas, las presiones de pareja y la amistad femenina, temas que encontraron eco inmediato en lectoras de toda América Latina y Europa.
Durante los años 2000, su obra alcanzó proyección internacional: fue publicada en El País y traducida a más de 15 idiomas, además de inspirar exitosas adaptaciones teatrales. Recibió, entre otros, el Premio Konex de Platino en Argentina.
En las últimas décadas amplió su universo con series como “Superadas” y “Rumble”, donde sus personajes maduran junto a su público y abordan con humor el paso del tiempo, las relaciones largas y la menopausia.
El Premio Quevedos, creado en 1998, distingue la trayectoria de humoristas gráficos de España e Iberoamérica. Entre sus ganadores figuran Quino, El Roto, Forges y Hervi. Con Maitena, el galardón celebra a una voz que transformó el humor gráfico en espejo lúcido y mordaz de la vida contemporánea.
Historias Reflejadas
“Viaje de letras”

Viaje de letras
Cierta tarde, cansadas de tanto silencio, las letras que habitaban en un viejo libro comenzaron a deslizarse por los bordes de las páginas. Nadie había percibido la sutileza de sus pasos; se trataba de un rumor que bajaba lentamente, como un susurro de hojas inquietas, desde el estante más alto de la biblioteca.
Como si fueran una larga fila de hormigas, atravesaron los contornos de otros libros, caminaron por encima de sus historias y abrieron los ojos de una puerta invisible. Detrás, un viento fuerte desparramaba los capítulos de la realidad y los trituraba. En ese laberinto de papel picado, las palabras avanzaron, la historia se perdió en el movimiento y levantó polvo sobre las olas de la imaginación. Un remolino desordenó las páginas y todo se volvió confuso.
Sobre el suelo rodaron personajes sin nombre y las baldosas se llenaron de voces. Adentro era igual que afuera, los puntos se mezclaron con las comas y las letras tomaron tantas formas que fue imposible encontrar el final.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia los siguientes textos: “El secreto de Suburbia”, de Emilia Casiva y Matías Lapezzata, con ilustraciones de Mariana Robles; “Achimpa”, de Catarina Sobral; “El cuento fantasma”, de Jaime Gamboa, con ilustraciones de Wen Hsu Chen; y “El placer de leer”, de Alicia Salvi, con ilustraciones de Matías Acosta.
Textos para escuchar
Dilema – Susana Vaquero por Graciela Aletti
Graciela Aletti adapta para su narración el cuento Dilemas, de Susana Vaquero.
La página está en blanco, debo poblarlas de letras que formen palabras que se enlacen en frases que tengan sentido, con las comas en su lugar; no abusar del punto y coma y no olvidarme del punto final. Los signos para enfatizar o preguntar al inicio y fin de la oración, como debe ser. Ni hablemos de los errores, que para eso existe el diccionario de la Real Academia.
Los verbos en presente si hablo de hoy, pero ayer iban en pasado, con el futuro veré que hago. Tal vez olvido algunas reglas, aunque éstas son suficientes para empezar con la escritura.
Los pensamientos se organizan en bandos sugiriendo hacia dónde debe ir la trama. ¡Un policial!, de aquellos donde el asesino no tiene piedad por la víctima y cree que terminará impune, hasta que el novato de la comisaría encuentra la pista, por casualidad, lo arresta, es condecorado y la muchacha más linda del pueblo se enamora de él.
Sin sangre –dice el bando del drama– aceptando a la muchacha más linda del pueblo, ya casada con el novato condecorado y embarazada casi por parir cuando una terrible enfermedad la condena a la silla de ruedas y prefiere morir.
¡Comedia! Grita el bando de los pensamientos rezagados y beodos por efecto del tinto que estaba en mi copa, ahora vacía. Ellos también aceptan a la muchacha más linda del pueblo pero casquivana, mintiéndole al novato condecorado, cada vez que salía en el patrullero de ronda nocturna, total si resultó ser un tonto de capirote al que se le escapaban los presos que terminaban en la alcoba con su mujer.
Un minúsculo grupo formado por éticos, existencialistas y desencantados porque sí, con voz grave vociferan ¡Un manifiesto!, pero otra copa de vino tinto los anula y de tan mareados entran a discutir entre ellos hasta hacer mutis detrás de una neurona.
Los escucho a todos al mismo tiempo y cuando estaba por decidirme por alguno de ellos, el maldito corazón, endulzándome los oídos, susurra: “De Amor, las páginas en blanco hay que llenarlas de Amor”.
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