Mundo
Murió Camilo Sesto, ícono de la canción romántica española
El intérprete español Camilo Sesto, relevante figura de la canción romántica española, falleció el sábado a los 72 años en el Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, a causa de una falla renal, según confirmó su representante Eduardo Guervós.
En declaraciones a la televisión estatal de ese país, que replica la agencia EFE, Guervós explicó que la salud del cantante se encontraba “muy deteriorada” a raíz de esas dolencias por las que ya había había sido tratado el año pasado y el último agosto.
Los restos del artista eran velados en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores de Madrid, en donde fueron convocados sus fans para brindarle su despedida.
Camilo Sesto irrumpió con fuerza en la escena española en los primeros años de la década del ’70, en épocas en donde todo parecía copado por cantautores como Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel y Luis Eduardo Aute.
En la Argentina, alcanzó grandes niveles de popularidad entre finales de los ’70 y principio de los 80, cuando realizó varias presentaciones junto a la cantante Ángela Carrasco.
Nacido en Alicante, bajo el nombre de Camilo Blanes Cortés, el músico se inició en la década del ’60 en el grupo Los Dayson, que interpretaba versiones de canciones de Los Beatles y Los Bee Gees, entre otros.
Sin embargo, en los primeros años de la década del ’70, alcanzó el éxito gracias a canciones como “Vivir así es morir de amor”, “El amor de mi vida”, “Perdóname” y “¿Quieres ser mi amante?”, entre otros.
A pesar de las nueves corrientes artísticas propiciadas por el fin del franquismo, Camilo Sesto mantuvo un público cautivo, al igual que cantantes como Julio Iglesias y Raphael, que apostaba al romanticismo sin demasiadas pretensiones.
Camilo Sesto también tuvo una gran actividad como compositor para artistas como Miguel Bosé, Ángela Carrasco, Lucía Méndez y José José, entre otros; además de incursionar en el teatro musical, en donde protagonizó la famosa obra Jesucristo Superestar, de Andrew Lloyd Webber.

En 2008, el cantante anunció su retiro de los escenarios, ante lo cual encaró la “Gira del adiós”, que se extendió por tres años y lo llevó por varios países.
Sin embargo, en 2014 volvió a encarar otra gira que lo trajo a nuestro país, Chile, Perú, Colombia, Puerto Rico, México y Estados Unidos.
Su último trabajo fue “Camilo sinfónico”, editado el año pasado, en el que interpretó sus clásicos junto a una orquesta y a dúo con otros famosos cantantes, pero los problemas de salud que comenzaron a afectarlo lo alejaron cada vez más del contacto con el público.
Mundo
Murió Steve Cropper, pieza fundamental del soul y guitarrista de los Blues Brothers
El guitarrista y productor estadounidense Steve Cropper, uno de los nombres más influyentes en la historia del soul y pieza decisiva del sonido Stax, murió a los 84 años, según confirmó su hijo Cameron. Músico de referencia mundial, creador de riffs inmortales, miembro clave de los Blues Brothers y protagonista de más de seis décadas de grabaciones históricas, Cropper dejó una huella imborrable en la música popular del siglo XX.
Nacido en Dora, Missouri, y criado desde niño en Memphis, Cropper descubrió allí el poder del gospel y, a los 14 años, comenzó un camino autodidacta que lo llevó a convertirse en el guitarrista soul más reconocido del mundo. Tras sus primeras experiencias con los Royal Spades, formó parte de la mutación que dio origen a los Mar-Keys, cuyo éxito “Last Night” de 1961 abrió las puertas del sello Satellite, que luego se transformaría en Stax Records.
En 1962, junto a Booker T. Jones, Al Jackson Jr. y Lewis Steinberg (más tarde reemplazado por Donald “Duck” Dunn), fundó Booker T. & the MG’s, la legendaria banda estable de Stax. Allí nació “Green Onions”, uno de los instrumentales más celebrados de todos los tiempos y emblema del soul sureño. Su estilo —cálido, preciso, económico, siempre al servicio de la canción— se convirtió en marca registrada. Entre estudio y escenarios, Cropper también asumió tareas de A&R y producción en Stax, convirtiéndose en una figura clave en la definición estética del sello.
Entre 1965 y 1969 vivió su etapa más prolífica: produjo más de un centenar de singles, tocó en decenas de álbumes y coescribió clásicos absolutos como “In the Midnight Hour”, “Just One More Day”, “Comfort Me” o “See Saw”. Su sociedad creativa con Otis Redding alcanzó un punto culminante con “(Sittin’ On) The Dock of the Bay” escrita junto al cantante poco antes de su muerte y convertida luego en el primer número uno póstumo de la historia del pop estadounidense.
Tras dejar Stax en 1970, Cropper cofundó TMI Studios y amplió su radio de acción: colaboró con Ringo Starr, John Prine, Buddy Miles, Ramsey Lewis y José Feliciano, entre muchos otros. A mediados de los setenta se radicó en Los Ángeles, donde continuó produciendo y participando en sesiones de rock, soul y R&B. En ese período también tocó en el álbum “Rock ’n’ Roll ” de John Lennon y se unió a la banda de Levon Helm.
Su popularidad se multiplicó en 1978 al integrarse al proyecto de los Blues Brothers, primero en “Saturday Night Live” y luego en discos y películas que recuperaron para el gran público la sonoridad clásica de Stax. El éxito global de la banda lo convirtió en una figura reconocible también fuera del ámbito estrictamente musical.
En los ochenta y noventa alternó giras, grabaciones junto a artistas tan diversos como Dolly Parton, B.B. King, Etta James, Ringo Starr o Buddy Guy, y reuniones ocasionales con Booker T. & the MG’s. En 1992 ingresó al Salón de la Fama del Rock & Roll, reconocimiento a una trayectoria fundamental en la música afroamericana y sus derivaciones.
Lejos de retirarse, Cropper sostuvo una actividad intensa en el nuevo siglo: participó en bandas sonoras, colaboró con Shemekia Copeland, Frank Black, Paul Simon y Dr. John, y emprendió proyectos personales. Entre ellos destacan “Dedicated: A Salute to the 5 Royales” (2011), homenaje a una de sus grandes influencias, y los trabajos junto a Felix Cavaliere, con quien grabó “Nudge It Up a Notch” (2008) y “Midnight Flyer” (2010).
Aún en sus últimos años mantuvo una sorprendente vitalidad creativa. En 2021 publicó “Fire It Up”, nominado al Grammy, y en 2024 lanzó “Friendlytown”, disco que reunió a invitados como Billy Gibbons y Brian May.
Con más de 3.500 créditos como compositor, productor o arreglador, Cropper participó en más de 400 grabaciones y moldeó el sonido de artistas esenciales como Sam & Dave, Carla Thomas, Eddie Floyd, Mavis Staples, Wilson Pickett y Otis Redding. Su influencia se extiende a generaciones de guitarristas que encontraron en su estilo sobrio, rítmico y profundamente emotivo un modelo de elegancia y eficacia.
La muerte de Steve Cropper marca el final de una era. Su obra —y su inconfundible toque de guitarra— seguirán resonando como parte esencial del ADN del soul y del rock estadounidense. Su legado, vasto y luminoso, permanecerá vivo en cada compás que ayudó a crear.
Literatura
Haruki Murakami y la disciplina detrás de su creatividad
Haruki Murakami, uno de los autores más influyentes y leídos del panorama literario mundial, ha repetido en numerosas ocasiones que no cree en fórmulas mágicas ni trucos secretos para escribir. Su método, lejos de cualquier mito bohemio, se apoya en una rutina estricta que combina trabajo sostenido, ejercicio diario y horarios inflexibles. Una disciplina que, según afirma, mantiene sin excepciones desde hace más de treinta años.
En una entrevista con The Paris Review, Murakami describió con precisión la estructura de sus días cuando trabaja en una novela: se levanta a las cuatro de la mañana, escribe entre cinco y seis horas, por la tarde corre diez kilómetros o nada mil quinientos metros, y se acuesta a las nueve de la noche. Nada de desvelos inspirados, cafés interminables ni caos creativo. El secreto, asegura, es exactamente lo contrario.
Antes de dedicarse por completo a la literatura, Murakami tenía un estilo de vida opuesto al actual: regentaba un bar de jazz en Tokio, trabajaba de noche y dormía poco. Pero al decidir convertirse en escritor profesional comprendió que necesitaba un cuerpo fuerte para sostener una mente enfocada. Ese cambio fue radical y marcó el inicio de su hábito de correr casi a diario, práctica que relata en sus ensayos —entre ellos “De qué hablo cuando hablo de escribir”— como un pilar de su vida creativa. “Durante más de tres décadas, tengo por costumbre salir a correr o ir a nadar durante una hora casi a diario”, escribe en uno de sus textos.
Murakami sostiene que cuerpo y mente funcionan como un sistema inseparable. Su convicción se resume en una frase contundente: “Cuando la fuerza disminuye, con ella la capacidad de pensar”. La idea encuentra respaldo en estudios recientes que señalan que el ejercicio moderado favorece la generación de nuevas neuronas en el hipocampo, región clave para la memoria y la concentración. Sin actividad física regular, estas neuronas se pierden; con entrenamiento sostenido, se consolidan.
Para el escritor, su rutina no tiene nada de sacrificio. La concibe como un mecanismo de estabilidad que le permite mantener la concentración necesaria para sostener meses de escritura. Correr, nadar, escribir y dormir temprano conforman un engranaje que, repetido día tras día, le asegura la claridad mental que exige una novela.
La repetición, sostiene, es en sí misma una herramienta creativa. “La repetición se convierte en lo importante; es una forma de hipnosis. Me hipnotizo para alcanzar un estado mental más profundo”, explicó. Según Murakami, el talento ocupa un lugar menor frente a la constancia: escribir una novela es, en sus palabras, “un entrenamiento de supervivencia”, donde la resistencia física importa tanto como la sensibilidad artística.
Aun así, advierte que su método no debe tomarse como un modelo universal. No recomienda correr ni madrugar: simplemente relata lo que le funcionó. “Si a alguien le interesa correr grandes distancias, empezará a correr por su cuenta. Si no le interesa, no hay manera de convencerlo”, escribió en una columna para The New Yorker. Su conclusión es simple: cada persona debe construir su propio sistema. Él comenzó casi por intuición: “Decidí empezar a correr todos los días porque quería ver qué pasaba”. Lo que descubrió fue un hábito que lo hizo más fuerte, más estable y, sobre todo, más creativo.
(Fuente: Agencia Noticias Argentinas)
Mundo
El Luvre se convertirá en el museo más caro del mundo
El Museo del Louvre anunció que a partir del 14 de enero de 2026 aplicará un aumento del 45% en el valor de las entradas para los visitantes de fuera del Espacio Económico Europeo (EEE). El ticket pasará de los actuales 22 euros a 32 euros, una medida que la institución atribuye a la necesidad de financiar un amplio plan de obras y modernización que se desarrollará durante los próximos años. En enero de 2024, el valor de la entrada ya había registrado un incremento, de 17 a 22 euros para todo el público.
Con el nuevo precio, el Louvre se convertirá en el museo más caro del mundo. El monto superará al Metropolitan Museum of Art de Nueva York, donde la entrada general cuesta 30 dólares (unos 28 euros), y a instituciones como los Museos Vaticanos (20 euros), el Museo del Prado de Madrid (15 euros) y la Galería Uffizi de Florencia, que varía entre 20 y 29 euros según la temporada. Incluso el Louvre Abu Dhabi mantiene tarifas más bajas, alrededor de los 16 euros.
Según informó la institución, la recaudación adicional permitirá sostener el programa de renovación edilicia y tecnológica en marcha, que incluye intervenciones en la pirámide de vidrio, reformas en áreas de alto tránsito y mejoras en la climatización para proteger las colecciones. El aumento no afectará a los residentes de la Unión Europea ni a los menores de 18 años, que seguirán ingresando de manera gratuita.
El anuncio se produce en un contexto particularmente sensible. En octubre, el museo cerró por 24 horas tras el robo de joyas vinculadas a Napoleón, un episodio que derivó en cuestionamientos sobre los protocolos de seguridad. Poco después, la Galería Campana debió clausurarse temporalmente por deterioros estructurales en sus vigas, lo que reavivó el debate sobre el estado general del edificio y la urgencia de acelerar las obras previstas.
Paralelamente avanza el llamado “proyecto de renacimiento”, que contempla intervenciones en la pirámide de I. M. Pei, la reubicación de áreas de servicio y cambios profundos en los circuitos de visita. En ese marco, el Louvre lanzó un concurso internacional para diseñar la futura sala exclusiva de La Gioconda, un espacio de unos 2000 m² bajo la Cour Carrée que tendrá un recorrido independiente y un boleto diferenciado. La apertura no está prevista antes de 2031.
Concebido para recibir cuatro millones de visitantes anuales, el museo terminó 2024 con cerca de nueve millones, de los cuales alrededor del 80% fueron turistas internacionales. Tras las obras, la institución estima que podrá ampliar su capacidad a unos doce millones de visitantes por año.
El incremento anunciado busca reforzar el financiamiento propio del museo más visitado del mundo, en un escenario de mayores presiones presupuestarias y crecientes exigencias de conservación. Sin embargo, la medida reaviva el debate sobre el acceso a los grandes museos europeos y el impacto que estos aumentos pueden tener en el turismo internacional.
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