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“100 días para enamorarse”, Martín Fierro de Oro
El impacto social de la tira “100 días para enamorarse” ratificó su condición de favorito y obtuvo el Martín Fierro de Oro y otros cinco lauros en el marco de la 49na. entrega de los tradicionales premios que se entregaron esta noche en el hotel Hilton de Buenos Aires, con transmisión de Telefe
El lauro que cerró una gala de cuatro horas de duración completó un triunfal paso de la telenovela producida por Underground y emitida a través de Telefe, que llegó con una docena de nominaciones.
“100 días para enamorarse” se impuso en los rubros ficción diaria, por sus protagonistas (Carla Peterson y Juan Minujín), actriz de reparto (Maite Lanata) y sus autores (Ernesto Korosky, Silvina Fredjkes y Alejandro Quesada) y completó una trilogía dorada para la productora Underground que en 2017 y 2018 coronó con “El marginal” y “Un gallo para Esculapio”.
Por “100 días…” y “Sandro de América, la serie” que reunieron 10 distinciones, ambas ficciones de Telefe catapultaron el éxito de la señal anfitriona con un total de 17, muy lejos de los seis de eltrece y América.
Quienes integran la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (Aptra) funcionaron con una cohesión asombrosa para premiar la ficción de Telefe y la línea editorial de América.
América acumuló seis estatuillas por el reconocimiento a su propuesta periodística como las que asumen el ciclo “Animales sueltos”, de Alejandro Fantino; y los panelistas Paulo Vilouta y Débora Plager (emblemas del tipo de debates que se dan en “Intratables”).
En esa misma lectura de la actualidad y cómo abordarla se ubicaron las distinciones para “Telenoche” (noticiero) y para Nicolás Wiñazki (labor periodística), ambos de eltrece que acumuló media docena en total.
Al inicio de la velada, apenas pasadas las 21, Luis Ventura, titular de Aptra animó a los presentes señalando que “el premio es participar de esta gran fiesta de la industria”.
Y esa exaltación de la televisión como medio en tiempos donde su posición parece amenazada por otros tipos de consumos intervino en los discursos de María Laura Santillán (“la TV abierta creció un 6% este año”), Marcelo Tinelli (“Qué viva la televisión por siempre”) y Verónica Lozano (“Qué viva la televisión, carajo”).
Pero las voces más potentes fueron las de Carla Peterson (“Tengo que levantar este pañuelo y decir que es una realidad aunque no nos guste. Lleguemos a un acuerdo para que las mujeres no sigan muriendo”) y Maite Lanata (quien haciendo referencia a su personaje de un chico trans en “100 días para enamorarse” parafraseó a Carlos Jáuregui y dijo: “El arte es una respuesta política”).
También la humorista Lizy Tagliani conmovió la gala con su alegato como persona humilde y trans: “Los pobres no somos brutos, necesitamos posibilidades”, sostuvo entre lágrimas.
La ceremonia incluyó un premio a la trayectoria por los 30 años de “ShowMatch”, de Marcelo Tinelli, que el animador y empresario recibió de manos de sus cinco hijos.
Tinelli fue recibido por Susana Giménez, quien anunció el inicio de su nueva temporada para el 14 de julio y fue elogiada como “una número uno absoluta de la tele” en una noche donde la salud impidió la siempre característica presencia de la legendaria Mirtha Legrand.
El palmarés tuvo como particularidad los segundos Fierros que ganaron programas y protagonistas como “Podemos Hablar”, “Pasión por el fútbol”, “Polémica en el bar” Adrián Caetano, Juan Minujín, Verónica Lozano, Débora Plager y Adela Montes.
La de por sí interminable transmisión se extendió unos minutos más por un problema técnico que quitó del recordatorio a algunas figuras que fallecieron en el último año y que se repitió para cumplir con la nómina y, de paso, demostrar que la actuación de Ricardo Montaner entonando “Cuando un amigo se va” (de Alberto Cortez, quien murió en abril pasado) había sido “playback”.

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‘Estado Eléctrico’, una carísima y olvidable imitación de Spielberg, Lucas y “Guardianes de la galaxia”

El nivel de producción de los blockbusters estrenados directamente en plataformas resulta apabullante. Los 320 millones de dólares que Netflix invirtió en Estado Eléctrico, que llega a la plataforma este viernes 14 de marzo, son la mejor prueba de ello.
Los tiempos en los que la prensa se escandalizaba por los 200 millones de “Titanic”, también una de las películas más taquilleras de la historia del cine, o los 300 de una secuela de “Piratas del Caribe”, quedan muy atrás y parecen pueriles al lado de lo que puede costar hoy cualquier superproducción.
En el caso de la película protagonizada por Millie Bobby Brown y Chris Pratt, el costo es más significativo porque no se verá nunca en salas pese a su aparatosidad, ni el resultado final está a la altura de dicho desembolso económico.
Ni siquiera con una campaña publicitaria que ha llevado a la pareja de actores por varios países para promocionar este remix en el que caben robots con sello Lucas, amor fraternal y sentimentalismo a lo Spielberg, ‘mad doctors’ o inventores que proyectan sus traumas pasados en sus inventos y una crítica bastante obvia (y para colmo, verbalizada) del uso abusivo de la tecnología. Aventuras, robots, ciencia ficción y drama familiar. Todo en uno.
Según la plataforma, esta historia, basada en una novela gráfica de Simon Stålenhag, es la de una adolescente huérfana que atraviesa el oeste americano con un robot misterioso y un vagabundo excéntrico en busca de su hermano menor. La narración se desarrolla en unos años 90 alternativos en los que, tras una guerra entre humanos y robots, los segundos han sido recluidos en una reserva y los primeros viven realidades alternativas gracias a unos neurotransmisores que les permiten habitar dos mundos, el de su cuerpo físico y el de su conciencia, albergada en máquinas de diseño.
En esa época retrofuturista, tener robots está prohibido pero no esas gafas de realidad virtual, esos neurotransmisores con los que todo hijo de vecino parece estar obsesionado. ¿Les suena de algo? ¿Les recuerda a esas docenas de personas que no quitan ojo de su teléfono móvil cada mañana en el colectivo?
Ese es el contexto en el que la protagonista, encarnada por Millie Bobby Brown, recibe la visita de uno de los robots vetados, que asegura ser la conciencia de su hermano, supuestamente fallecido. A partir de ese momento, se iniciará la búsqueda de la joven por un camino en el que se encontrará, entre otros, a un Chris Pratt que parece repetir su personaje gamberro y desenfadado, su Han Solo 2.0 de “Guardianes de la galaxia”.
Dirigida por los hermanos Joe y Anthony Russo, a los que debemos “Los Vengadores” y otros blockbusters de calidad indiscutible, “Estado Eléctrico” hace buena aquella afirmación que aseguraba que todas las películas norteamericanas son, en el fondo, “El mago de Oz”. Porque la protagonista es también una Dorothy en busca de algo; una jovencita que se encuentra con el reverso tenebroso de un lugar a priori idílico; con unos buenos que no son tan buenos y unos malos que no son tan malos. Y sobre todo, porque todo lo que vemos en esta película ya lo hemos visto en otras, no solo en “El mago de Oz” o en “Guardianes de la galaxia”.
Y mejor contado, aunque el uso de CGI sea comedido y bueno y algunas de las luchas proporcionen la adrenalina y el entretenimiento que se espera de un producto de este tipo. La cinta cuenta, además, con secundarios de la talla de Stanley Tucci, el recientemente oscarizado Ke Huy Quan o la voz de Woody Harrelson. Por haber, hay hasta una pequeña intervención de Holly Hunter, con la que uno se pregunta qué diablos hace una chica como ella en un lugar como este.
El problema no solo es la acumulación de personajes robots, demasiados para ganarse el cariño del público, o de múltiples tonos de la película. El problema es que los Russo parecen haber querido hacer un conglomerado de homenajes a un tipo de cine sin la gracia de lo referencial y sin un foco concreto que destaque sobre el resto. Un universo muy cercano a la robótica y a la acción, o incluso a “Toy Story” gracias a sus múltiples criaturas, pero muy alejado del fondo reflexivo de la obra original.
En definitiva, una ensalada de sabores y un plato combinado razonablemente entretenido que se olvida nada más finalizar y aparecer los títulos de crédito. Y quizá el olvido no es lo que uno espera de una película que ha costado semejante barbaridad de dinero.
(Fuente: El Confidencial – Por Jose Madrid)
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Está en carrera la séptima temporada de “Fórmula 1: Drive to Survive”

“Fórmula 1: Drive to Survive” serie documental de Netflix que ofrece una mirada detrás de cámaras al Campeonato Mundial de Fórmula 1, estrenó su séptima temporada.
La serie sigue a los pilotos, directores de equipo y propietarios mientras navegan por una temporada de carreras, tanto dentro como fuera de la pista.
Esta séptima entrega de la serie promete mostrar el detalle de varios sucesos importantes que se vivieron a lo largo de la temporada 2024, con fuertes traspasos, negociaciones y una histórica lucha por el Campeonato de Constructores.
Es en este marco en que crece la expectativa por conocer si el argentino Franco Colapinto finalmente tendrá protagonismo.
Puntos clave de “Fórmula 1: Drive to Survive”
- Acceso exclusivo: La serie ofrece un acceso sin precedentes a los entresijos de la Fórmula 1, mostrando las tensiones, rivalidades y emociones que impulsan este deporte de alto octanaje.
- Narrativa dramática: “Drive to Survive” no se limita a mostrar las carreras, sino que construye una narrativa dramática alrededor de los personajes y sus historias personales.
- Construcción de personajes: La serie ha sido elogiada por su capacidad para humanizar a los pilotos y directores de equipo, mostrando sus personalidades y motivaciones.
- Aumento de la popularidad de la F1: Se cree que la serie ha jugado un papel fundamental en el aumento de la popularidad de la Fórmula 1, especialmente en Estados Unidos.
Los nuevos episodios llegaron este viernes 7 de marzo a Netflix, y se espera que estén disponibles desde las 5 de la madrugada de la Argentina.
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Netflix dio a conocer nuevas imágenes de la serie de “El Eternauta”


La serie de “El Eternauta”, adaptación de Bruno Stagnaro, llegará próximamente a la plataforma de Netflix y ésta compartió fotos exclusivas de las escenas y el rodaje.
Esta es la primera adaptación audiovisual de la icónica novela gráfica argentina de ciencia ficción de Héctor G. Oesterheld ilustrada por Francisco Solano López, publicada por primera vez en 1957.
Creada y dirigida por Stagnaro, los hechos de la serie suceden cuando una noche de verano en Buenos Aires, una misteriosa nevada mortal acaba con la mayor parte de la población y deja aisladas a miles de personas. Juan Salvo y sus amigos inician una desesperada lucha por la supervivencia pero todo cambia cuando descubren que la tormenta de nieve tóxica es tan sólo la primera fuerza de choque de un ejército de otro planeta que está invadiendo la Tierra.
Netflix se prepara para el estreno de “El Eternauta” que llegará a la plataforma el 30 de abril.
(Fotos: Marcos Ludevid / Netflix)
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