Cine
“Anida y el Circo Flotante”, calidad para los más chicos
La animadora Liliana Romero enfrenta el mayor desafío de su carrera al estrenar “Anida y el Circo Flotante”, su cuarto largometraje, la historia de una jovencita que lee en las manos de las personas el futuro en un circo itinerante manejado por una mujer despiadada, junto a un grupo de personajes, y con la ayuda de canciones que siguen la historia de un mundo tan colorido como singular.
“Anida y el Circo Flotante” es dueña de una construcción narrativa sobresaliente, diálogos acertados, un oportuno lenguaje sin laberintos, ideal para los chicos, pero a no obstante muy rico, una historia que genera empatía inmediata de personajes muy definidos, para un paisaje ribereño que estéticamente es todo un hallazgo, a contracorriente de la idea del mainstream hollywoodense.
Para el doblaje, la directora que es egresada de la carrera de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de La Plata, y recordada por sus anteriores trabajos compartidos con Norman Ruiz, “El color de los sentidos”, “Martín Fierro: la película” y “Cuentos de la selva”, eligió a figuras conocidas como Nicolás Scarpino, Gabriela Bevaqua, Adrián Navarro, Alejandro Paker, Fabio Aste y Diana Leiez entre otros.
—¿Cuándo nació el proyecto y a cuánta gente comprometió?
—Contando desde que ingresó el expediente en el Incaa, que fue en septiembre del 2011, hasta el estreno esta semana, seis años. La película estaba terminada desde fines del 2016 y estuvo un año recorriendo muchos festivales, y por suerte nos fue muy bien.
—Es tu primera dirección en solitario ¿Cómo fue la experiencia?
—Con Norman Ruiz dirigimos tres películas juntos y siempre pudimos sumar nuestros criterios y eso de ser dos da una tranquilidad extra. En este caso “Anida…” es un proyecto muy personal y yo tenía muy claro qué quería contar, desde los personajes hasta la historia. De todas maneras Norman fue el director artístico, él, además de ser mi socio es mi compañero de la vida y estuvo presente durante todo el proceso, es parte fundamental de Anida.
—Hay un evidente homenaje al cine, al de “Fenómenos”, de Tod Browning, la idea de un galán en una foto que recuerda al cine romántico clásico, y hasta algo de Tim Burton…
—Si, vi la película “Freaks”, y todo el cine en blanco y negro me encanta, igual que el melodrama. Esos personajes que nos hacen volar hacia un universo totalmente ajeno, afectados, incluso ahora los vemos como sobreactuados pero que tienen un encanto particular, una cierta melancolía. Y por otro lado el cine se proyectaba en los circos, por esa razón me pareció que los dos podían unirse en un mismo espacio. Tim Burton me encanta, sobre todo “El extraño mundo de Jack”, es una de mis películas favoritas.
—Hay una intención de hacer sobreactuar con el cine mudo a los personajes, incluso en las voces elegidas para el doblaje…
—Por ese motivo las interpretaciones de los actores tienen un registro un poco exagerado, el trabajo de Scarpino, Gaby Bevaqua, Ale Paker, son fundamentales porque las voces de los actores se graban antes de comenzar la animación, por lo tanto ellos tienen que imaginarse cómo se moverían sus personajes para darles carácter. La verdad, contamos con un elenco que captó en su totalidad la esencia de lo que queríamos contar.
—Hay un estilo emparentado con el de animadores de la ex Unión Soviética. ¿Es así? ¿Qué cine de animación es el que te gusta ver?
—Veo de todo, algunas cosas me las muestran mis hijos. Tengo una hija de 20 años que trabajó en “Anida…” y otro de 9. Ellos me acercan cosas desde videojuegos hasta anime. El anime también me gusta mucho. Nosotros elegimos el cut out, que es una técnica de recorte, lo que permite que la ropa de los personajes tengan texturas. Si, en la ex Unión Soviética se usaba el recorte por sustitución, algo parecido pero sin la digitalización que usamos ahora. Últimamente hay un crecimiento de cortometrajes muy interesantes, donde la experimentación está aceptada, un “riesgo artístico” marcado que en los largos todavía no se ve.
—En materia de producción los cortos son menos riesgosos…
—Tal vez como en los cortos el inversor no tiene tanto riesgo, por eso no hay que convencer demasiado para que pongan lo necesario. Son proyectos que pueden abrir otra clase de mercados o interesar a otro tipo de espectadores, y allí es donde el Incaa debería apoyar un poco más. Por otro lado me gusta mucho las películas de stop motion, una técnica que todavía no usé. “Coraline”, “Pollitos en fuga”, “Kubo”, me encantan.
—Hay una presencia importante de canciones, no es precisamente un musical pero, por momentos lo parece.
—La música y el sonido son parte fundamental de toda animación, lo que no se cuenta con imágenes el sonido lo hace. Trabajamos con Ivan Rusansky y Andrés Ortega, de Scatmusic. Tuvimos varias charlas y ellos interpretaron muy bien lo que yo quería para la peli. Tenía que tener la alegría y la melancolía propias de un circo itinerante. Los personajes tiene varios acentos ya que un circo está habitado por artistas de todo el mundo, y este circo no es la excepción, con un aire rioplatense, un tanguito, un bolero… una melodía de serrucho en un momento clave. Por suerte quedó como queríamos.
—Otro tema importante es el trabajo con el vestuario de los personajes. ¿Cómo se dio esto?
—Tanto el vestuario de los personajes como los fondos están pintados a mano, son acrílicos y acuarelas, después se digitalizan y se aplican al programa de animación. En cuanto al diseño del vestuario trabajamos con muchas referencias de artistas de circo de los siglos XVIII y XIX. Por supuesto, después se los tiene que adaptar para que puedan ser ¨animables¨ de acuerdo a la técnica. Lamentablemente siempre hay cosas que se pierden en el camino, se tiene que trabajar con síntesis.
—¿Y el color?
—Como vengo de la plástica, el color es fundamental, es un punto clave. Me gusta que todo tenga texturas que al espectador le den ganas de estirar la mano y tocar la pantalla. También jugar un poco, como pintan los chicos, un árbol anaranjado con troncos azules y de esa manera van creando mundos nuevos, más interesantes.
—¿Qué tan difícil es hacer animación en la Argentina?
—Un problema con que uno se encuentra es la conformación de un equipo sólido. Hay mucho talentos individuales, pero resulta difícil reunirlos en un proyecto. Nosotros trabajamos con dos equipos, uno en Buenos Aires y otro en Rosario, así pudimos terminar la animación. Es porque dentro de la animación hay muchas técnicas, entonces en una película decidís usar tal o cual método y cuando terminás tenés un equipo sólido, pero en la próxima película cambia el soft, se actualiza otra cosa, y todo vuelve a comenzar.
—¿Creés que aquí se apoya lo suficiente el cine de animación y en general el cine para chicos?
—En este momento hay varias entidades que están trabajando fuerte para que la animación tenga más visibilidad, pero es un largo camino y según mi opinión falta mucho. Para eso es fundamental el apoyo del Estado a través del Incaa, porque la inversión es muy grande. Y en cuanto a la producción tenemos la complicación del tiempo de realización, teniendo en cuenta que con todo lo que pueda aportar el Incaa a favor estamos hablando de un lapso de entre 2 y 3 años.
—¿Cómo es la difusión del cine de animación?
—Con “Anida…” descubrí la gran cantidad de festivales de cine infantil y juvenil que hay. Son espacios fundamentales para la formación de espectadores. Tuve la oportunidad de viajar y ver cómo los niños asisten a talleres de formación, comprenden y aprenden distintas técnicas de animación, eso les da la posibilidad de elegir qué quieren ver y dejar de pensar que si un personaje no se mueve como el de una peli que ya vio está mal hecho. Eso es fundamental que conozcan para que puedan elegir.
(Nota/Entrevista realizada por la agencia de noticias Telam)
Cine
“Wicked”, el mejor musical en años
Por Janire Zurbano (*)
Antes de valorar “Wicked”, un apunte personal. No me suelen convencer los spin-off que tratan de redimir a un villano, esas historias de origen terribles que generan monstros. “Wicked” aborda la juventud de una antagonista, la Bruja Mala del Oeste de “El mago de Oz”, pero el suyo no es un relato sobre la herida de infancia que se infecta hasta tener que amputar cualquier resto de bondad del cuerpo. Es algo más interesante: un recordatorio de que la historia cambia según quien la cuente.
En el libro “Wicked: memorias de una bruja mala” (1995), Gregory Maguire reinterpretó “El mago de Oz” y transformó a la malvada bruja en Elphaba, una poderosa joven acosada y marginada por su color de piel verde que busca desesperadamente encajar. Stephen Schwartz puso música al viaje de la heroína y lo convirtió en un exitoso musical de Broadway que ahora resplandece en cine.
Pese al recelo que suscita el género en gran pantalla, pese a los retrasos en la producción del filme, pese a las expectativas surgidas por la obra teatral, ya podemos decir que “Wicked” es la mejor película musical que ha llegado a la taquilla en mucho tiempo.
Abraza la musicalidad sin tregua durante las dos horas y 40 minutos de metraje (avisados están todos aquellos que detestan el musical puro), recupera el lenguaje extremadamente gesticular, expresivo y exagerado del género sobre las tablas, y se enorgullece del dramatismo exacerbado y hasta el ridículo al que se presta en cada número, desde los bailes pélvicos y perfectamente coreografiados de “Danzing Through Life” a la superficial “Popular” y la gloriosa “Defying Gravity”.
El director Jon M. Chu no solo honra el material original sino que lo eleva valiéndose de los instrumentos que le proporciona el audiovisual: busca refinamientos técnicos y juega con la cámara en un baile de planos y escenarios. Todo está dispuesto para que, en medio del tornado en tonos pastel, brillen Elphaba y Glinda, o Cynthia Erivo y Ariana Grande, pura química, talento y emoción.
La primera recoge en su voz y su expresión facial la vulnerabilidad desgarradora y el coraje de la protagonista, mientras que la segunda, en un papel inicialmente menos agradecido, es el contrapunto cómico irresistible, tan chisposa, caprichosa y tierna. Ellas son las estrellas de la función y el resto cede gustoso el foco, aunque estén a la altura cuando es preciso, cuando Jonathan Bailey se entrega a la galantería socarrona de Fyiero o Jeff Goldblum demuestra que nació para ser el Mago.
“Wicked” tiene todo lo que puedes pedirle a un musical en cine. Tiene temas pegadizos, números que te hacen volar, ambición visual y un espectáculo que en ningún momento descuida la narrativa ni a sus personajes. El empaque es fantástico, pero el mensaje resuena en el mundo real: todos queremos ser amados, pero para eso primero tenemos que amarnos a nosotros mismos. Curiosamente, tanto el viaje de autoaceptación de Elphaba como el de muchos personajes remite a la discriminación, la xenofobia y la intolerancia tan de actualidad.
El año que viene, llegará la segunda parte con un reto mayúsculo: igualar una primera entrega redonda, que además se ha quedado con al trama más jugosa de la obra teatral, aunque será la segunda la que se solape con “El Mago de Oz”. Por lo pronto, celebremos que Chu desafió la gravedad y salió victorioso con una película musical cautivadora, emocionante y tremendamente disfrutable. Sorpresa: los musicales pueden estar entre las mejores películas del año cuando se hacen bien.
(*) Cinemanía.
Cine
Variada oferta en la renovación de la cartelera cinematográfica
Wicked: Parte I
Director: Jon M. Chu
Elenco: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Michelle Yeoh, Jeff Goldblum, Jonathan Bailey, Ethan Slater, Marissa Bode, Bowen Yang, Bronwyn James y Keala Settle
Ambas se conocen como estudiantes en la Universidad de Shiz en la fantástica Tierra de Oz y forjan una amistad improbable pero profunda. Tras un encuentro con El maravilloso Mago de Oz, su amistad llega a una encrucijada y sus vidas toman caminos muy diferentes. El inquebrantable deseo de popularidad de Glinda se ve seducido por el poder, mientras que la determinación de Elphaba de permanecer fiel a sí misma y a quienes la rodean tendrá consecuencias inesperadas e impactantes en su futuro. Sus extraordinarias aventuras en Oz finalmente las verán cumplir sus destinos como Glinda la Buena y la Malvada Bruja del Oeste.
Vera y el placer de los otros
Director: Federico Actis y Romina Tamburello
Elenco: Ofelia Castillo, Inés Estévez, Luciana Grasso, Mariano Raimondi, Carlos Resta
Aprovechando que su madre trabaja en el negocio inmobiliario, una adolescente alquila por horas, de forma clandestina, un piso a otros jóvenes para que puedan tener un espacio donde practicar sexo. Lo que parece una manera fácil de ganar dinero se convierte en realidad en la vía a través de la cual la chica empieza a explorar su sexualidad.
Hereje
Director: Scott Beck, Bryan Woods
Elenco: Hugh Grant, Sophie Tatcher, Chloe East, Elle McKinnon, River Codack, Stephanie Lavigne, Carolyn Adair, Elle Young, Haylie Hansen.
Dos jóvenes misioneras se ven obligadas a demostrar su fe cuando llaman a la puerta equivocada y son recibidas por el diabólico Sr. Reed. Los tres se verán envueltos en un brutal juego del gato y el ratón durante una larga noche de tormenta.
Chocolate para tres
Director: Tomas Sánchez
Elenco: Florencia Torrente Gastón Sofritti Elena Roger Arturo Puig Beatriz Spelzini Andrea Pietra Romina Gaetani Antonio Birabent Romina Fernandes Marta Mediavilla
Julia llega a las semifinales para el rol protagónico de una comedia musical. Pero, como su abuelo quiere vender el hotel, muy querido por su padre que murió hace un año, ella siente que debe hacerse cargo y posterga su vocación profundizando sus trastornos alimenticios.
La única esperanza es que su abuela, que abandonó la empresa familiar, vuelva, se reconcilie con su abuelo y tome su lugar.
Una titánica batalla entre la culpa, el deber y sus deseos. Pero Julia conoció a Lucas. Un encuentro que modificará sus vidas. Un viaje de transformación. Julia logrará pedir ayuda como un ofrecimiento… como un acto de amor.
Stop Marking Sense
Director: Jonathan Demme
Elenco: David Byrne, Tina Weymouth, Chris Frantz, Jerry Harrison, Bernie Worrell, Alex Weir, Steve Scales, Lynn Mabry, Edna Holt.
Recientemente restaurada en 4K para coincidir con su 40 aniversario, la película de 1984 rodada por el cineasta Jonathan Demme está considerada por la crítica como la mejor película concierto de todos los tiempos. La presentación en vivo se filmó durante tres noches en el Teatro Pantages de Hollywood en diciembre de 1983 y presenta las canciones más memorables de Talking Heads.
Gaucho Gaucho
Director: Michael Dweck, Gregory Kershaw
Una celebración de los gauchos argentinos, una comunidad de vaqueros y vaqueras que viven más allá de las fronteras del mundo moderno.
Cine
“Gladiador II”, una bocanada de aire para la taquilla argentina
Entre el jueves 14 y el lunes 18 de noviembre de 2024 se vendieron 551.491 tickets en los cines argentinos, según cifras fiscalizadas por Ultracine. La concurrencia aumentó un 77%, respecto al fin de semana pasado; y un 47% respecto al mismo período de 2023.
Desde 2018 no se veían cifras tan altas para el fin de semana de la soberanía nacional. “Gladiador II” incrementó un 217% la convocatoria en sus primeros 5 días.
Fue un fin de semana largo de 5 días, debido al día de la soberanía nacional instaurado en 2010. El récord para este período es de 2014 cuando se vendieron 844.167 entradas. Con estos números, 2024 se convirtió en un récord de post-pandemia y la mejor cifra desde 2018. En 2023 se habían vendido 375.550 entradas, pero también había coincidido con el ballotage presidencial por lo que disminuyó la asistencia a los cines debido a la veda electoral.
“Gladiador 2” fue la gran ganadora del fin de semana despertando del letargo a una taquilla de fin de semana que no veía cifras superiores a 500.000 espectadores desde agosto de este año y con el arranque más alto desde las vacaciones de invierno. Cortó 288.858 tickets en 488 salas argentinas y vendió el 52% de las entradas totales.
“Gladiador” se había estrenado el 18 de mayo de 2000 y convocó a 91.162 personas en sus primeros 5 días y a 966.179 espectadores a lo largo de toda su carrera comercial. La secuela de Ridley Scott aumentó un 217% su convocatoria en 2024. El director ha estrenado 25 títulos en Argentina desde 1996 con un total de 6.468.278 de entradas. “Gladiador” ha sido su película más taquillera.
En el segundo puesto se ubicó “Venom: El ultimo baile” que perdió el liderazgo con 50.496 asistentes en 157 salas. Perdió un 26% de taquilla y un 46% de salas.
“Robot salvaje” subió dos puestos y se ubicó en la tercera posición con un aumento del 12% de su convocatoria a pesar de haber perdido un 20% de pantallas. La laureada animación de Dreamwoks tuvo 45.451 espectadores en 168 salas.
“El tiempo que tenemos”, drama romántico protagonizado por Florence Pugh y Andrew Garfield, bajó dos puestos con 42.134 en 133 pantallas.
“Código: Traje Rojo”, comedia de acción con Dwayne Johnson, Chris Evans y Lucy Liu, quedó en la quinta posición con 39.630 entradas en 158 salas.
La película con la mayor caída de la semana fue “Terrifier 3” que vio disminuida su taquilla un 54% con 21.031 espectadores en 122 salas. De todas maneras, ha vendido un total de 174.730 entradas desde su lanzamiento superando por 73% a “Terrifier 2”.
La última película de Woody Allen, “Golpe de suerte en París”, tuvo 13.882 espectadores en 55 pantallas en el puesto 7. El prolífico director neoyorquino ha lanzado 27 títulos en Argentina desde 1996 y este ha sido uno de los menos taquilleros desde 2022 con “Rifkins festival”.
(Fuente: Ultracine – Por Carina Rodríguez)
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