Se detuvo sereno para absorber los últimos detalles de aquella despedida. Se despedía, sí, de la que había sido su calle, su vida.
Aspiró con sus ojos los colores del otoño instalado en los árboles que veía desde su ventana. Degustó el aroma de la lluvia recién caída sobre los adoquines. Se perdió en su brillo y pudo escuchar el canto lejano de un pájaro tempranero.
En esas veredas estaba adherida su infancia, se escondían sus amores imposibles y se guardaban los secretos que sólo las paredes de las casas linderas recordarían para siempre.
Él partía hacia el futuro y dejaba sobre esa calle las huellas de su primera bicicleta, el sonido de su primer auto, el fútbol, los amigos, los primeros tramos de una vida que ahora debía seguir otra ruta.
Emociones encontradas se debatían en su interior y acompañaban el bullicio de la tormenta que se hacía sentir sobre los vidrios y sobre su alma.
Su corazón tormentoso añoraba lo que dejaba y se alejaba palpitando otras calles, en las que seguramente también caminaría su nostalgia.
Andrea Viveca Sanz
Simbología de las calles
Toda calle es una vía por la que circulan a diario personas y vehículos y que permite el acceso a los edificios o casas que se encuentran a ambos lados de la misma.
Ese continuo movimiento da vida a cada una de ellas y las convierte en verdaderos lugares de encuentro social.
Todo sucede en esos espacios urbanos en los que diariamente se desplazan los habitantes de ese lugar o de otros.
La calle representa la vida en sociedad, el encuentro del otro, los vínculos más allá de lo conocido.
Las hay angostas, anchas, asfaltadas, de ripio, adoquinadas, de tierra. No importa su forma ni su extensión ya que a pesar de ellas sobre su superficie se escribe en forma ininterrumpida la historia de cada pueblo.
Podemos decir que los habitantes de toda cuidad se expresan en las calles, dan color a los días y dejan sus huellas.
El arte no es ajeno al encuentro en esos espacios que llaman a una expresión libre y despojada. Así, hoy se pueden ver numerosas calles convertidas en verdaderas galerías de arte.
Artistas callejeros
Murales, graffitis, instalaciones y verdaderos circuitos culturales aparecen como muestras de un arte que ha ganado las calles de varias ciudades.
Obra del grupo platense Escombros, publicada en el libro “La Plata ciudad pintada“
En las letras
En la literatura también infinidad de escritores han dedicado sus poemas o cuentos a la calle de sus amores.
Jorge Luis Borges escribe sobre las calles de Buenos Aires:
Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las calles desganadas del barrio, casi invisibles de habituales, enternecidas de penumbra y de ocaso y aquellas más afuera ajenas de árboles piadosos donde austeras casitas apenas se aventuran, abrumadas por inmortales distancias, a perderse en la honda visión de cielo y llanura. Son para el solitario una promesa porque millares de almas singulares las pueblan, únicas ante Dios y en el tiempo y sin duda preciosas. Hacia el Oeste, el Norte y el Sur se han desplegado -y son también la patria- las calles; ojalá en los versos que trazo estén esas banderas.
También el escritor Octavio Paz habla de las calles en su poema:
Es una calle larga y silenciosa. Ando en tinieblas y tropiezo y caigo y me levanto y piso con pies ciegos las piedras mudas y las hojas secas y alguien detrás de mí también las pisa: si me detengo, se detiene; si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie. Todo está oscuro y sin salida, y doy vueltas y vueltas en esquinas que dan siempre a la calle donde nadie me espera ni me sigue, donde yo sigo a un hombre que tropieza y se levanta y dice al verme: nadie.
Calles pintadas
Muchos pintores dejan plasmadas en sus obras las calles que los vieron nacer, o aquellas que guardan en los rincones del alma.
Calle de la Boca o Calle Magallanes – Víctor Cúnsolo
Una callecita de Salta – Lidia Papic
La artista plástica Ida de Vicenzo, recuerda con nostalgia su tierra natal y se pierde en sus calles a las que trae a la memoria con pinceladas de recuerdos:
Un lugar en Nicotera
Taormina
Cropalati… Comienzo
Calabria
Cropalati…mi país, mi nostalgia
Suenan en la calle
La música no es la excepción a la hora de transformar a las calles en protagonistas de sus textos. Tanto para el enaltecimiento como para la protesta, no son pocas las canciones que las refieren.
Dos ejemplos ineludibles son los temas Durazno y Convención, del uruguayo Jaime Ross, y Canción para un niño en la calle, cantada espléndidamente por Mercedes Sosa y René Pérez.
La calle Durazno Nace a la intemperie Telón ceniciento Palmeras al viento Abierta a las olas Marrones y blancas De la Playa Chica Que muere en el Gas
La calle Durazno Muere sin saberlo Cuando se ilumina Toda de lila En pleno diciembre A la hora más lenta La siesta obligada Del jacarandá
La vida La vida como siempre dura La noche como siempre oscura Por la calle Convención El mismo El mismo taconeo absorto Los yiros del paseo corto De la calle Convención La vida La vida tironeando el cobre La tienda del judío pobre De la calle Convención Botijas Botijas de la moña suelta De las rodillas bien mugrientas Por la calle Convención
La calle Durazno Atraviesa dos barrios De chata figura De amarga dulzura Son Sur y Palermo Rivales y hermanos Que cruzan Durazno Camino del mar
Candombe Candombe murga y batucada Paseándose por la bajada De la calle Convención Canilla Canilla Acción El Plata Diario Paquete bajo el brazo largo Por la calle Convención Los lentes Los lentes de los relojeros Los ojos de los bagayeros De la calle Convención Y un día Un día te veré contento El día que te lleve el viento De Durazno y Convención
Candombe Candombe murga y batucada Paseándose por la bajada De la calle Convención Los perros Los perros de los bichicomes Durmiendose por los rincones De la calle Convención Baldosas Baldosas partidas hace años Recuerdos que me hicieron daño Por la calle Convención Y un día Un día te veré contento El día que te abrace el viento De Durazno y Convención
https://youtu.be/h0Bi0lPqXTs
A esta hora exactamente hay un niño en la calle, hay un niño en la calle. Es honra de los hombres proteger lo que crece, cuidar que no haya infancia dispersa por las calles, evitar que naufrague su corazón de barco, su increíble aventura de pan y chocolate.
Poniéndole una estrella en el sitio del hambre, de otro modo es inútil, de otro modo es absurdo, ensayar en la tierra la alegría y el canto porque de nada vale si hay un niño en la calle.
Todo lo toxico de mi país a mi me entra por la nariz, lavo autos, limpio zapatos, huelo a pega y también huelo a paco, robo billeteras pero soy buena gente, soy una sonrisa sin diente- Lluvia sin techo, uña con tierra, soy lo que sobró de la guerra. Un estomago vacío, soy un golpe en la rodilla que se cura con el frío, el mejor guía turístico del Arrabal, por tres pesos te paseo por la capital. No necesito visa pa’ volar por el redondel, porque yo juego con aviones de papel. Arroz con piedra, fango con vino- y lo que me falta me lo imagino.
No debe andar el mundo con el amor descalzo, enarbolando un diario, como un ala en la mano, trepándose a los trenes, canjeando-nos las risas, golpeándonos el pecho con un ala cansada. No debe andar la vida, recién nacida, a precio, La niñez arriesgada a una estrecha ganancia Porque entonces las manos son inútiles fardos, y el corazón apenas una mala palabra.
Cuando cae la noche duermo despierto, un ojo cerrado y el otro abierto, por si los tigres me cupen un balazo, mi vida es como un circo pero sin payaso. Voy caminando por la sanja, haciendo malabares con cinco naranjas, pidiendo plata a todos los que pueda en una bicicleta de una sola rueda, soy oxigeno para este continente, soy lo que descuidó el presidente. No te asustes si tengo mal aliento, o si me vez sin camisa con las tetillas al viento- yo soy un elemento más del paisaje, los recibos de la calle son mi camuflaje, como algo que existe, que parece de mentira algo sin vida- pero que respira.
Pobre del que ha olvidado que hay un niño en la calle, que hay millones de niños que viven en la calle, y multitud de niños que crecen en la calle- yo los veo apretando su corazón pequeño. Mirándonos a todos con fabula en los ojos, un relámpago trunco les cruza la mirada, porque nadie protege a esa vida que crece, y el amor se ha perdido en un niño en la calle.
Oye, a esta hora exactamente hay un niño en la calle.
Radio Provincia de Buenos Aires, la radio pública de los bonaerenses, cumplirá mañana 85 años y para festejarlos dispuso una transmisión especial en la vía pública, por lo que los estudios se montarán en la esquina de avenida 53 y calle 11 de La Plata.
Desde las 9, se transmitirá en dúplex por AM 1270 y FM 97.1.
La programación contará con entrevistas especiales, invitados y la presentación de bandas en vivo como Tangorra Orquesta, Martes de agua, El batacazo, Diego Martínez, Inés Mauri, Silvina Moreno y un gran cierre a cargo de Árbol.
La radio inició sus transmisiones en La Plata el 18 de febrero de 1937, unos meses antes que Radio Nacional. Sus primeros estudios funcionaron en el Pasaje Dardo Rocha, y desde 1972 la radio se instaló en el Palacio Achinelly, un emblemático edificio ubicado frente a la Municipalidad platense.
Durante años, con auditorios llenos, Radio Provincia produjo conciertos de destacados artistas populares como Atahualpa Yupanqui, Edmundo Rivero, Aníbal Troilo y el Chango Nieto.
También el gobernador Antonio Cafiero marcó un hito al realizar, durante los cuatro años de su mandato, el programa “La hora del Gobernador”, constituyendo un puente directo entre el Estado y el pueblo bonaerense.
Bajo la gestión del gobernador Axel Kicillof y con la dirección de Marcelo Figueras, Radio Provincia renovó su programación, mejoró sus instalaciones y actualizó su estructura organizacional, para potenciar su vigencia acorde a los nuevos tiempos.
Desde los distintos programa se invita a los oyentes y amigos de la radio a sumarse a los festejos.
En la noche oscura, nada hay salvo el propio corazón. Los monstruos que vendrán a atacarte serán aquellos que tú mismo hayas creado. Bajo esta leyenda se esconde el nombre de Vlad III, el Empalador o Vlad, Drácula, príncipe de Valaquia, el personaje histórico que inspiró a Bram Stoker. Si algo fascinó a la sociedad victoriana de finales del XIX de esta leyenda fue el célebre castillo de Drácula, levantado en las montañas de Transilvania. Lo curioso del caso es que el castillo nunca fue suyo, sino del líder militar húngaro Juan Hunyadi, uno de los mayores estrategas de la historia militar europea, responsable de la muerte del padre de Vlad el Empalador, el rey Vald II, y fue el castillo donde el mítico Drácula estuvo encerrado durante trece años, de 1462 a 1475.
Durante estos largos años, los relatos de la crueldad de Vlad III empezaron a circular por toda Europa y los libros que recogían sus batallas, leyendas y torturas se convirtieron en auténticos “best seller” de la época, sobre todo en los reinos alemanes e italianos. En Rumanía era un héroe popular. Todos querían saber qué crueldades había cometido contra los otomanos, enemigo de todos los pueblos europeos, por un lado temiendo su rabia y violencia y por otro celebrándola al cargarla contra un enemigo común.
Sus estratagemas para vencer a un ejército que les superaba en más de 4 a 1 fueron múltiples, de mandar al campo de batalla a niños y mujeres para tener más cuerpos con los que detener el avance enemigo hasta envenenar pozos que pudieran usar los otomanos, pasando por desplegar enfermos de peste a las líneas enemigas. Aunque si por algún motivo se convirtió en leyenda fue por matar a más de 20.000 otomanos en avanzadilla y recibir al ejército del sultán con un bosque de cadáveres impalados que aterrorizó a los turcos. ¿Quién podía ser capaz de algo así?
La victoria fue celebrada y Vlad convertido un héroe de la región rumana, pero justo después de su gran victoria fue capturado por las tropas húngaras y hecho prisionero en el Castillo de Hunyard, también conocido como el castillo Corvino, nombre del hijo de Juan Hunyard. ¿Qué pasó durante esos trece años que vivió encerrado en el castillo? Poco se sabe, pero a día de hoy todavía se oyen voces de ultratumba entre sus paredes. Algunos dicen que es el propio Vlad, que ansía escapar de su encierro. Otros, que son los grito de horror y sufrimiento de sus víctimas.
El caso es que Vlad fue liberado sólo para morir meses después a manos de los otomanos. Sus enemigos le capturaron y la leyenda dice que lo descuartizaron en 43 pedazos, repartiéndolos por diferentes lugares para que nunca pudiese volver a la vida. La ironía es que con los años se convertiría en epítome de no muerto y figura de cuerpo eterno. Vlad volvía a derrotar a los otomanos después de muerto.
Situado en las montañas Calimani, en Transilvania, en lo que es la actual frontera con Moldavia, hoy es una gran atracción turística, y lo más cerca que existe a una “casa de Drácula”. Entre los fantasmas que dicen que asolan el castillo están los de tres prisioneros turcos a los que se les prometió la libertad si cavaban un pozo y encontraban agua. Después de quince años de fatigoso trabajo, los tres prisioneros encontraron agua, pero cuando reclamaron su libertad lo único que consiguieron fue una cruel burla. Se dice que Hasan, uno de los torturados soldados otomanos, escribió bajo la piedra, “ahora tenéis agua, pero no tenéis alma”. Una nueva demostración que toda casa encantada comienza con un cruel confinamiento.
De estilo gótico renacentista, lo cierto es que este inusual castillo despierta todos los anhelos de lo paranormal. Quizá la figura del vampiro sólo es la del fantasma que ansía un cuerpo con el que volver a conquistar el mundo. Junto a la Winchester Mistery House, es, desde luego, de las edificaciones más espeluznantes que se hayan construido nunca. El mito de Drácula sediento de sangre es en realidad el del fantasma sediento de cuerpo para seguir su vida de venganza, muerte y conquista, el triángulo del mal.
Por Walter Omar Buffarini / Entrevistas: Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca)//
A casi cincuenta días de decretado el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio para hacer frente a la pandemia de coronavirus en la Argentina, muchos son los efectos colaterales de una medida que apuntó fundamentalmente, y hasta el momento con buenos resultados, a cuidar la salud de cada uno de los habitantes.
Entre esas consecuencias no deseadas se cuentan los daños en prácticamente la totalidad de la actividad productiva, realidad a la que la industria del libro tampoco ha podido escapar.
Para entender un poco más acerca de este inesperado momento y cómo pararse frente a él, ContArte Cultura consultó a representantes de algunas de las más importantes librerías de la ciudad de La Plata, quienes contaron sus experiencias y se animaron a delinear el futuro inmediato.
Respecto de las consecuencias inmediatas tras decretado el aislamiento, los libreros coincidieron en que la caída de las ventas fue total, habiendo podido mitigarlo mínimamente con la autorización de la venta online.
En ese sentido, Ana Borean, de City Bell Libros, manifestó que “las ventas han caído abruptamente y el método online con envío incrementó costos y dificultó la comercialización”.
Por su parte, desde Rayuela Libros Guadalupe explicó: “La primera consecuencia fue la librería cerrada”. Asimismo, detalló que ante esto sus primeras actividades fueron “arreglar las bases de datos desde casa y generar contenido para las redes sociales”.
Un tanto más preocupado Eduardo, desde la librería Atenea, aseguró estar “sin posibilidad de ninguna venta durante 30 días, con facturación cero”.
Jorge García, uno de los propietarios de La Normal Libros, explicó que “inicialmente se rompió la cadena de pagos, lo que nos produce un retraso importante con nuestros proveedores, servicios y demás. Un perjuicio muy grande a largo plazo, ya que lo que no se vendió en su tiempo no se recupera”.
Ampliando en ese aspecto, García afirmó necesitar de “un lapso de trabajo de un año para volver a estar al día. Si antes veníamos con carga impositiva muy alta más los gastos que prácticamente no nos dejaba margen, esto nos hace muy difícil afrontar deudas y más a futuro”.
Nuevas estrategias
Ante este panorama, los libreros pusieron en marcha diversas y variadas medidas para sostener su comercio, entre las que se destacan los descuentos y las entregas a domicilio, como así también las ventas a futuro.
“En Rayuela hicimos tarjetas de regalo para pasada la cuarentena y algunas ventas telefónicas con descuentos especiales y a través de nuestra página web”, afirmó Guadalupe, quien aseguró que “no es una tarea sencilla”.
En City Bell Libros la modalidad optada fue “tomar pedidos por Whatsapp (221 5897352), responder así consultas de todo tipo y coordinar entregas en La Plata y toda las Zona Norte que abarca, City Bell, Gonnet, Villa Elisa, Arturo Segui, Los Porteños, Ringuelet y Gorina, entre otras zonas”.
“Nosotros tuvimos la suerte de que teníamos ya preparado todo nuestro sistema a través de la web para ventas electrónicas con entregas y solo tuvimos que hacer un par de ajustes”, sintetizó García, ampliando que “en La Normal entregábamos por Glovo, pero esa modalidad ya no fue aceptada por la Municipalidad y debimos cambiar el método de envío, que implica un costo extra tanto para el cliente como para nosotros”.
Agradecidos a los lectores
Si bien todos destacan que no pueden compararse las ventas en librería con aquellas que se hacen por envío, los resultados no han sido tan malos.
“Gracias a nuestros fieles clientes, nos encontramos con una gran demanda de pedidos, la que tratamos de responder en tiempo y forma. La gente está urgida de leer o necesitan los libros escolares para hacer las tareas. Tratamos de adaptarnos a esta situación lo más rápido posible y de la mejor manera” afirmó Borean.
Jorge García remarcó que en La Normal tuvieron “muy buena aceptación de los clientes al delivery”, y que “mucha gente nos agradece por hacerles más amena la cuarentena. Un libro es algo fundamental para estos momentos.
En Atenea contaron su experiencia destacando que “la venta electrónica, sea como fuera, es fácil para vender Sacheri, Allende o cualquier otro bestseller, pero es muy difícil para una librería especializada como la nuestra”. De igual modo explicaron que “al no tener página web hacemos las ventas por Facebook, Instagram o correo electrónico, lo que es un poco complicado o engorroso, pero que poco a poco vamos mejorando”.
Desde Rayuela explicaron que la nueva experiencia que les toca vivir es “caótica”, pero a la vez “cargada de emoción y ansiedad”. Del mismo modo se saben “unos privilegiados”, ya que “poder estar trabajando es una suerte”.
Aunque también reconocen inconvenientes: “Como toda forma nueva de trabajo, recién ahora nos vamos organizando. Siempre tenemos activas nuestras redes sociales y a principio de año lanzamos nuestra página web, así que podríamos decir que estábamos preparados”.
Por la vuelta a la normalidad
Finalmente, en relación a lo que los libreros creen necesario para contener su actividad, principalmente figura la necesidad de poder volver a tener gente en sus locales.
“Somos una librería de público presencial en el local”, insiste Eduardo de Atenea, entendiendo que “las opciones para nosotros como para otros comercios similares son implementar horario reducido o, como está sucediendo en otros lugares, salidas reducidas del público según la terminación del documento”.
En el mismo sentido opinó Jorge García: “Lamentablemente vemos un panorama sombrío. Nuestra librería en particular es más un paseo para nuestros clientes. Aquí pueden mirar, hojear, elegir, es una experiencia que ninguna web puede dar. Tener que decirle a un cliente que quiere venir a buscar un libro que no puede, que no podemos atenderlo en la librería, es un puñal para nosotros”.
“Agradecemos que nos hayan tenido en cuenta dentro de las medidas que nos permiten poder vender algo, pero lamentablemente de esta manera sólo podemos cubrir los costos y no mucho más. Entendemos la situación de la pandemia y estamos alineados con la cuarentena, pero sin clientes dentro del local, viendo los libros, asistiendo a las presentaciones de los autores, intercambiando opiniones con el librero, no veo que se pueda mejorar”, aseguraron desde City Bell Libros.
Y en esa mirada hacia adelante, desde Rayuela afirman: “¡Vemos más gente leyendo!” y se atreven a asegurar que “las condiciones cambiarán”.
“Pensábamos transcurrir todo el 2020 cumpliendo nuestros 29 años y festejando los 30 por llegar, pero si bien no vamos a poder llenar la librería de niñas y niños, autores y lectores, ya veremos que vuelta le encontramos. La cosas van a estar difíciles para todos, pero la lectura siempre es un buen refugio”.
Ida De Vincenzo
21/02/2018 a 12:59
Estimados amigos. hermosos paisajes, muy buenos escritos. felicitaciones. es una alegria que publiquen mis obras.
un abrazo