Conéctate con nosotros

Literatura

Amistades de papel y celuloide

Publicado

el

Por Luis Carranza Torres (*)

A mis amigos, en particular los que las letras me brindaron.


“Nadie querría vivir sin amigos, aun estando en posesión de todos los otros bienes”, expresó hace mucho tiempo Aristóteles. Se trata de un concepto de perenne actualidad.  

Más contemporáneamente, el cine nos ha dejado otra frase para el recuerdo en el filme “Casablanca”, cuando a tris de concluir, luego de jugarse uno por otro y reconocerse una admiración mutua dos seres tan extraños como como Rick Blaine (interpretado por Humphrey Bogart) y capitán Louis Renault (actuado por Claude Rains), el primero le expresa al segundo, antes de perderse en las sombras que dan inicio a los créditos finales de la película: “Presiento que este es el comienzo de una bonita amistad”.

Resulta, a la vez de un destaque del valor de la amistad, una de las más memorables líneas finales en la historia del cine.

No puede tampoco obviarse la entrañable relación entre Forrest Gump y Benjamin Buford-Blue, más referido simplemente como “Bubba”, o del primero con el teniente Dan Taylor en el filme de 1994 dirigido por Robert Zemeckis y que resulta una versión sumamente libre de la novela homónima del novelista e historiador Winston Groom.

Asimismo, en el papel y el celuloide, la amistad entre Légolas, un elfo, y Gimli, un enano, provenientes de pueblos enemigos, en la saga “El Señor de los Anillos”, se erige como una muestra de como la relación directa, persona a persona, puede cambiar incluso los preconceptos más extremos. 

La película “E.T.” de nos mostró la amistad interplanetaria entre E.T. y Elliott, una relación marcada por la inocencia que deja claro que todos los seres vivos pueden sentir, mantener sentimientos como la amistad. Algo que también muestra el filme “Siempre a tu lado”, “Hachiko” o “Hachi: A Dog’s Tale” en su título original en inglés, una producción dramática de 2009 basada en la historia real del  perro japonés del mismo nombre, donde un profesor, Parker Wilson, interpretado por Richard Gere, traba una profunda relación de acompañamiento y lealtad (si eso no es la amistad, no sé que pueda ser) con un perro de raza Akita llamado Hachiko, el cual fue interpretado por tres distintos perros de esa raza: Chico, Layla y Forest. Cada cual representó un periodo diferente de la vida del can.

También la pluma ha construido, a lo largo de la historia de la literatura, amistades entre seres de ficción que, como toda la paradoja que es en realidad contar historias, ha llegado a muchos de un modo más cercano y realidad que incluso ciertas experiencias de vida. 

Tales amistades, por otra lado, son parte del núcleo central de grande obras de las letras. Podemos así, en rápida sucesión, nombrar a “Tom Sawyer” y “Huckleberry Finn”, salidos de la creatividad de Mark Twain y protagonistas de a dos de varias de sus aventuras escritas. Por no decir de esa particular relación entre el cerebral Sherlock Holmes y amigo incondicional, el médico John Watson.

El trío que conforman Harry, Ron y Hermione es un eje central de la saga de “Harry Potter”, al punto de carecer de sentido el protagonista sin el auxilio de sus amigos. Un rasgo que no es solo literario: de un modo u otro, las amistades nos completan y hasta cierto punto, definen. Por algo el dicho “dime con quien andas y te diré quien eres”. 

Párrafo aparte merece esa relación creada por Miguel de Cervantes, entre Don Quijote y Sancho Panza. Una sutil forma de expresar que esta los seres más disímiles pueden desarrollar un sentimiento de auténtica estima. Personalmente, Sancho me parece, en cuestiones de amistad, mucho más rico que el propio hidalgo. Está siempre allí para ayudar, pero también no teme a discutir cuando ve que algo no anda bien en la vida de su amigo. Trata también, de cómo uno le aporta al otro y viceversa.  Esa ida y vuelta de sentimientos y emociones, en clave espiritual que supera por lejos cualquier otra cosa que un amigo pueda darnos. 

Y en género de la “caballería” tenemos a  D’Artagnan, Athos, Porthos y Aramis, esos tres mosqueteros que en realidad son cuatro y que desfilarían por varias novelas de Alexandre Dumas. La frase “todos para uno, y uno para todos”, recoge como pocas el núcleo duro de cualquier amistad en el tiempo que sea: esa recíproca asistencia emocional y de apoyo en la vida. 

Quedo asimismo comprendido en las generales de la ley, con la amistad entre Coti y Fiamma, iniciada en “Mujeres de Invierno” y desarrollada luego en “Hijos de la Tormenta” y “Náufragos en un mundo extraño“. Así como es que nace de compartir los riesgos y peligros de la profesión de armas, entre Publio, Demus y Terris en la saga de “Germanicus”: “El corazón de la espada” y “Entre Marte y Venus“. O de antiguos enemigos de guerra convertidos, más por sus oscuridades que virtudes, en amigos como pasa con Guillermo y Guido en “Senderos de Odio” 

Como puede verse, no son pocas ni menores las creaciones del arte que se relacionan con la amistad. Un claro e inequívoco signo de la trascendente importancia que tiene para la vida de todos nosotros.

(*) Abogado y escritor – Especial para ContArte Cultura

Sigue leyendo

Historias Reflejadas

“La trama de la libertad”

Publicado

el

La trama de la libertad

En el aleatorio entramado de la vida, los hilos invisibles se cruzan para tejer despacio los recuerdos sin nombre.

Detenidos en un oscuro hueco de la existencia, muchos buscan sus raíces, arrancadas temprano, junto con la esencia que atraviesa sus venas.

Ellos cargan sobre sus espaldas el peso del vacío. Rostros desdibujados en sus memorias se pierden en largos túneles que huelen a sangre y a miedo.

En ese espacio sin formas, los fantasmas se convierten en espectros que susurran las palabras de voces ausentes. Allí mismo, inmersos en un silencio denso y líquido, se escurren pronto los lamentos de lo incierto y luego son huellas que vibran rebeliones vencidas.

Sin embargo, es en ese descenso tenebroso donde cada ser se redescubre y logra abrazar sus raíces, aquellas que nutren y sanan a pesar del olvido.

Las guerras se transforman en ojos, que a lo largo de los siglos se pierden en un fondo sin figuras ni formas, tan solo pinceladas amorfas en las que cada hora es la totalidad del tiempo. Una foto quieta llora y grita lo callado de un pasado que duele y se hereda. Imágenes reflejadas en una pared convertida en espejo, se esfuman lejos, hacia los espacios negados.

En la trama del caos, muchas almas se atreven a trascender la esclavitud para por fin alcanzar la verdadera libertad.

Andrea Viveca Sanz

Se reflejan en esta historia “Herencia negada”, de Mirta Fachini; “El enigma Weiss”, de Roberto Lapid; “Hija del silencio”, de Manuela Fingueret; y “Antes de la revolución”, de Silvana Serrano.

Sigue leyendo

Textos para escuchar

Desde la ventana – Vanesa Spinelli

Publicado

el


Vanesa Spinelli lee su cuento Desde la ventana, del libro Alma de abril – Historias de amor y desamor.


Ciudad de Buenos Aires, 21 de septiembre de 2015

Amado mío:

Hoy, al fin, he decidido escribirte esta carta a corazón abierto. Fue aquel día, lo recuerdo bien, hace trescientos sesenta y cinco días atrás. Era el inicio de la primavera, cuando al igual que hoy, las gotas de lluvia danzaban intermitentes en puertas y ventanas. Dibujos fugaces de agua, que con delicadeza se formaban en las copas de los árboles. Yo me había servido un café fuerte con dos cucharadas de azúcar; tenía frío, el tiempo no acompañaba la calidez que indicaba el calendario.

Me había sentado en mi sillón blanco con ribetes de encajes marfilados, llevaba puesta una remera larga que tenía la inscripción “Love, Love, Love” en distintas topografías y colores, como anticipando lo que luego sería la tortura más dulce de mi vida. Tomé mi libreta para escribir lo que se me ocurriese; una frase, una palabra, un sentimiento. Llovía y la ventana entreabierta me traía ese aroma húmedo y revuelto que me fascinaba, que me inspiraba. Seguía con frío, ninguna palabra se deslizaba en mí… nada.

Entonces decidí levantarme, acercarme a la ventana, contemplar la calle, la plazoleta, observar a las personas que iban y venían, sonrientes unos; apurados o vacilantes, otros.

El frío se había intensificado, y fue en el mismo instante en el que decidí cerrar la ventana, cuando te vi.

Un temblor me recorrió el cuerpo, sin entender aún mucho a qué emoción tu imagen apelaba. El cabello oscuro, la tez blanca; los ojos, imaginé sin duda, que eran almendrados, profundos. Vestías un sobretodo negro, los zapatos te brillaban. Llevabas un ramo de rosas turquesas. No eran blancas. No eran rojas. Y yo me pregunté para quién serían esas flores que albergabas en tus manos. No pude dejar de mirarte. Sentí envidia. Sentí celos.

Creerás que estoy loca, y a lo mejor estás en lo cierto. Pasaron unos minutos, y la llovizna abrazando tu rostro era una poesía que me atrapaba. No podía cerrar la ventana. No podía dejar de mirarte. Segundos después llegó ella enfundada en un traje de color rosa pastel, con zapatos y cartera haciendo juego, parecía una sirena del océano. Imaginé que sería empresaria, abogada, arquitecta. Nunca supe a qué se dedicaba. La abrazaste delicadamente. Cuando la besaste pude sentir tu beso.

Temblé otra vez y mi mente se interrogó desde cuándo uno se queda estupefacto mirando a alguien, desde lejos, desde una ventana. Le ofreciste las flores con humildad, con dulzura. Ella las rechazó. Tu rostro comenzó a cambiar de expresión: sorpresa, enojo, culpa, tristeza. No sé cuánto duró la conversación, la gesticulación de las manos, el abrazo casi robado que intentaste al final…La vi marcharse, sin detenerse ni un minuto para mirar hacia atrás. Recuerdo perfectamente que te sentaste debajo del árbol de la plazoleta, como para protegerte de tu propio dolor.

Te llevaste las manos a la cara, y mientras vi cómo se desgarraban tus lágrimas, yo sentí que se desgarraba mi alma.

Hubiese corrido para consolarte, para darte calor con mi cuerpo y proponerte un amor sin final. Pero solo pude cerrar la ventana, sentarme de nuevo en mi sofá y preguntarme por qué amamos tanto a quién no nos ama. Desde ese día solo abro la ventana para contemplarte cuando te detenés, a la misma hora, en el mismo lugar, y no pierdo la esperanza de que algún día tendré la valentía suficiente para bajar a la calle, abrazarte y decirte que te he estado amando desde una ventana.

Esperando el milagro…

Con amor, Sofía.

Sigue leyendo

Literatura

La Plata lanza la Liga Metropolitana de Edición

Publicado

el

Este viernes 16 de mayo a las 19, la Municipalidad de La Plata lanzará la “Liga Metropolitana de Edición”, un ciclo dedicado a la difusión de editoriales independientes que promoverá la producción local, explorará nuevos catálogos, dará a conocer propuestas innovadoras y fortalecerá el vínculo entre escritores y lectores.

La iniciativa impulsada por la editorial municipal La Comuna Ediciones se desarrollará una vez por mes y el primer encuentro tendrá lugar en el Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha con la participación de librerías, editoriales y autores, quienes compartirán con el público fragmentos de sus obras publicadas.

Además, a lo largo de la jornada organizada por la Secretaría de Cultura de La Plata con entrada libre y gratuita, habrá venta de libros, música en vivo y un espacio especialmente dedicado a intercambiar experiencias sobre los procesos creativos de cada proyecto.

La editorial invitada en esta ocasión será Ágnes, reconocida por su labor como organizadora de la Feria del Libro de Berisso y su trabajo en poesía, narrativa y ensayos breves. Además, participarán con lecturas en vivo los escritores Ulises Cremonte, Marina Arias, Martín Rimbretaud y Malena Pascual.

Para más información, los interesados pueden comunicarse con Pablo Amadeo (221 4883511) o Lucas Chindamo (221 4368825). También están disponibles las cuentas de Instagram @lacomunaedicioneslp y @agnescasaeditorial.

(Fuente: Prensa Municipalidad de La Plata)

Sigue leyendo


Propietario: Contarte Cultura
Domicilio:La Plata, Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA En Trámite
Edición Nº