Literatura
Desde este jueves la Feria de Editoriales de Mar Azul vuelve a la presencialidad
Con la expectativa del encuentro presencial y de revitalizar el circuito de novedades y venta de libros que escapan al circuito mainstream, tras dos años de ausencia vuelve este jueves a la ciudad costera de Mar Azul la Feria de Editoriales Independientes en su quinta edición que, organizada por los sellos La Flor Azul y La Zorra Cafetería, reunirá durante cinco noches al aire libre, respetando los protocolos de la Covid-19, a autores como Selva Almada y propondrá numerosas actividades artísticas gratuitas.
A través de la atención de los propios editores, esta feria nocturna, gratuita y callejera se desplegará entre las calles Punta del Este y 35, llevando a la Costa Atlántica clásicos y últimas producciones de casi 50 sellos, como Blatt & Ríos, Sigilo, Salvaje Federal, Godot, Milena Caserola, Eloísa Cartonera, Gourmet Musical, Beatriz Viterbo, La Coop, Malisia, Papel Limonero, Nebli, La Cebra, Las cuarenta, Sudestada y Mil botellas.
Desde las 19 habrá presentaciones de libros, lecturas y música en vivo. La apertura será con música para niños que llevará el sello infantil Pupek, comprometido con las infancias, la inclusión, la promoción de la lectura y con los libros como mediadores del lenguaje, las emociones y el aprendizaje desde los primeros años de vida.
“Las expectativas este año son las mejores -dijo a la agencia de noticias Télam Pablo Franco, de La Flor Azul-, turistas de todo el país pueden encontrarse con libros de pequeños sellos por primera vez y esperamos crecer en visitantes como crecimos en editoriales que nos acompañan”.
Franco agregó que “si bien la Feria es al aire libre y eso está bueno para los cuidados contra la Covid, está el asunto del clima que esperamos todos que nos acompañe. De todas maneras, si llueve las actividades no se suspenden y la venta de libros pasa al día siguiente, por eso mismo están planificados tantos días de venta”.
En tanto repasó que “la feria será visitada por escritores consagrados y nóveles”, como Jorge Dorio, que el viernes 21 a las 21 presentará su flamante libro de poemas peronistas “La evolución de octubre”, o Selva Almada y Ana Asprea, quienes el sábado a las 20 presentarán el libro “Subrogar”, de Natalia Peroni.
A quienes se sumará el trabajo de La Copa del Árbol, una plataforma de gestión y difusión de literatura que puede seguirse en la página de Internet www.lacopadelarbol.com y que a las 21 de ese día hará un maratón de lecturas.
Las opciones son eclécticas y vastas. El viernes 21 a las 20 Daniel Villaverde hablará sobre “Frankie”, una novela poética que aborda el abuso infantil, protagonizada por un niño que llega la ciudad de Buenos Aires desde las afueras y en ella descubre un mundo a la vez maravilloso y terrible.
Las infancias contarán con una importante representación en esta feria, que de alguna manera homenajeará al recientemente fallecido escritor Juan Forn, con una lectura de un libro disruptivo en su emblemática obra y que hizo con María Domínguez, “Nieblita del Yí”, basado en un texto de Hudson e ilustrado por Teresita Olhaberry.
“Habrá actividades para niñes y música en vivo para cerrar cada jornada”, resaltó finalmente Franco, con invitados como Tomi Lebrero, Laila Farinola, Roberta Iannamico y Morena Leza.
Los interesados en conocer el cronograma que hasta el lunes 24 de enero desarrollará la V Feria de Editoriales Independientes de Mar Azul, pueden seguirlo por el Instagram en @laflorazuleditorial, en el Facebook https://www.facebook.com/laflorazuleditorial y en la página Web https://laflorazuleditorial.com.ar/feria-mar-azul/.
Literatura
Martín Caparrós, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara
El escritor y periodista argentino Martín Caparrós fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Guadalajara (UdeG), en una ceremonia realizada en la sede del Instituto Cultural de México en Madrid.
Se trata de la máxima distinción honorífica que otorga la institución mexicana, que reconoció en el autor su “compromiso ético e intelectual con la verdad, la memoria y la dignidad humana”, además de su “extraordinaria contribución al periodismo narrativo y a la literatura contemporánea”.
Durante el acto, la rectora del campus CUCEA de la UdeG, Mara Robles, definió a Caparrós como “un sembrador de dudas”, una cualidad que, según señaló, la universidad busca fomentar en sus estudiantes. En ese marco, leyó un fragmento de “El hambre”, uno de los libros más emblemáticos del autor, cuya reflexión inicial sobre la experiencia cotidiana y la distancia con el hambre estructural conmovió visiblemente al homenajeado.
La ceremonia reunió a unas treinta personas, entre ellas periodistas y escritores como Alex Grijelmo, Jorge Volpi y el exdirector del diario El País Javier Moreno. También participaron familiares, amigos y becarios de la Universidad de Guadalajara, quienes desde ahora quedarán simbólicamente “bajo la tutela” intelectual de Caparrós. El público cerró el acto con un prolongado aplauso en reconocimiento a su trayectoria.
Al tomar la palabra, Caparrós confesó que México fue una asignatura pendiente en su vida y que siempre deseó vivir en ese país, influido por la obra de Carlos Fuentes y por los vínculos tempranos que allí forjó hace más de cuatro décadas, cuando comenzó a adoptar su característico bigote.
La Universidad de Guadalajara concede el Doctorado Honoris Causa a personalidades eminentes, mexicanas o extranjeras, por contribuciones excepcionales en el ámbito del conocimiento, las artes o por una obra de vida vinculada a las causas más nobles de la humanidad. En los últimos años, la distinción fue otorgada, entre otros, a Joan Manuel Serrat, Sergio Ramírez, Leonardo Padura y Miguel Ángel Navarro Navarro.
En julio pasado, la Universidad de Buenos Aires también reconoció a Caparrós con un galardón honorífico similar.
Textos para escuchar
La grasita – Mercedes Pérez Sabbi
La escritora Mercedes Pérez Sabbi lee un fragmento de La grasita, su nueva novela (Editorial Comunicarte).
“Llegamos al Café Tortoni para buscar a Dora, pero no podíamos entrar por la puerta principal porque los empleados y los familiares entran por la puerta de atrás. Vi que era hermosísimo el café. Con una puerta de madera con cortinitas blancas y adornos de bronce para abrirla. Pero no, no la abrimos, porque dimos la vuelta por la calle Rivadavia, y entramos por un pasillo con cajones de botellas y bolsas con mercadería, parecido al depósito del almacén de mi papá. Ahí preguntamos por Dora Rodríguez. Un muchacho de delantal, gorrita blanca y camisa desteñida nos dijo que enseguida la llamaba. Al ratito apareció Dora, arregladita como para salir de paseo. Alta estaba, por los zapatos con plataforma.
—Las hice esperar para cambiarme. ¿Les gustaría pispear el bar?
—Sí, me gustaría —dije.
—Bueno, las hago mirar por acá, porque por el frente solo entran los clientes.Pasamos por otro pasillo y Dora nos corrió unos cortinados de terciopelo azul. Hermoso lo que vimos: las paredes de madera y papel con flores, el techo con cuadraditos de vidrios de arabescos de colores, unas columnas gigantes de mármol marrón, las sillas tapizadas de negro, las mesas redondas con señoras de sombreros elegantes y señores de trajes muy distinguidos… Parecía un palacio de película.
—¿Puedo ir al baño que me hago pis…? —le pregunté a Dora.
—Bueno, andá al baño principal porque el del personal está medio cochino —y me señaló el lugar—. Ves allá que hay una mesa grande redonda, seguís a la izquierda y ahí está el tualet de damas. Te esperamos acá.
—¿El tualet?
—Sí, es baño en francés. Acá es así.
—Dejame el tapado así vas más cómoda —me dijo mi mamá.Y me quedé con mi pollera escocesa y mi saquito azul. Bonitos.
Tualet, tualet, tualet…
Toalette, decía en la puerta, con una figurita de mujer.
Adentro había una señora de sombrero azul con su hija de bucles rubios. Saludé y me quedé mirando adónde ir, porque había varias puertas y lavatorios y espejos con lámparas como copas. La señora se dio cuenta de algo y me preguntó:
—¿De dónde sos?
—De Maizoro.
—¡Ah! ¿dónde queda eso? —me preguntó mientras se pintaba los labios y la nena me miraba.
—Lejos. Hay que tomar un tren en Constitución y después otro.
—Podés pasar ahí —me cortó señalándome uno de los baños.
—Gracias —y entré.Desde el inodoro escucho que la nena le pregunta:
—¿Quién es mami?
—Una grasita —le respondió, mientras se cerraba la puerta.
Historias Reflejadas
“Un territorio sin conquista”

Un territorio sin conquista
El agua guardaba una historia, las palabras balanceándose entre las olas y sobre la espuma, un vaivén de preguntas. Iban y venían, de una costa a la otra, como naves sin destino.
Un viento, cómplice de otros vientos, sostenía recuerdos, las voces enraizadas en el origen, un nombre que abarcaba a las palabras, al otro lado de la historia, justo en el puerto de la memoria.
Aquí y allá, un desencuentro de orillas, los conquistadores y los conquistados, un argumento sin rumbo.
Hubo sangre y hubo guerra, las voces callaron y fueron leyenda, sutiles fragmentos de un territorio que permanece sin conquista.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia los siguientes textos: “En los orígenes los aborígenes”, de Adela Basch con ilustraciones de Elissambura; “DescubriMiento de América”, de Marcelo Valko con ilustraciones de Dolores Mendieta; “La conquista española de América”, de Ramón Tarruela con ilustraciones de Matías Lapegüe; y “Leyendo leyendas”, de María Inés Falconi con ilustraciones de Sandra Lavandeira.
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