Literatura
La Argentina también ganó en el Mundial de Escritura
A dos días de la final del Mundial de Fútbol, el Mundial de Escritura eligió a la productora de televisión Pamela Aguirre Leonetti (foto) como ganadora de la octava edición del certamen que esta vez reunió a 11.300 jugadores de 65 países del mundo, distribuidos en 2.000 equipos que escribieron, en total, 47.149 textos.
Leonetti, quien recibirá como premio 1.000 dólares, se consagró con su texto “Los cielos lisos me ahogan” en el primer puesto. La autora es argentina pero vive en La Paloma, Uruguay, desde hace un año. Es productora de televisión y colabora con distintos medios gráficos de manera independiente.
“El desafío de escribir al menos tres mil caracteres todos los días durante una semana me pareció fantástico. Me di cuenta de que las madrugadas pueden ser tan productivas como las mañanas y que si se quiere escribir, se escribe”, sostuvo sobre la experiencia de participar de la octava edición del certamen.
El Mundial de Escritura, creado por Santiago Llach, busca promover el hábito de la escritura y la edición entre pares. Es una competencia online y gratuita, abierta a personas de todas las edades y nacionalidades. Esta vez, el podio en las tres categorías se lo llevó Argentina, pero en ediciones pasadas fue ganado por jugadores de México, España, Venezuela, Ecuador y Uruguay en las distintas categorías.
El jurado final que definió los ganadores de la categoría general estuvo compuesto por Mercedes Güiraldes, Julieta Mortati y Pablo Ottonello, además del voto del público que tiene el mismo valor que el de uno de los jurados finales.
Para Julieta Mortati, el texto de Leonetti contiene una “bellísima manera de narrar, el relato avanza al detenerse en los pliegues del mundo”. Para Mercedes Güiraldes se trata de un “relato bello, preciso, expresivo, conmovedor. El lenguaje se ajusta al retrato esbozado de la vida de una mujer con su marido y su hijo en un pueblo al borde del mar. Nada sobra, cada elemento cumple una función y logra un efecto, sin necesidad de sobreescribir ni de explicar”.
El segundo lugar para la categoría general fue para Claudia Mariel Chamudis Leonowiec con su cuento “Oración del remanso”, y recibirá un total de 500 dólares. Claudia es profesora en Letras y Magíster en Semiótica. “Es la cuarta vez que participo del Mundial de Escritura. Armamos un grupo potente que se llama Inmaculadas. La mayoría vive en Buenos Aires, así que las conocí virtualmente, en plena pandemia. Tenemos un grupo de whatsapp, nos damos ánimos y nos leemos. Con el Mundial gané nuevas amigas”, contó. Para Pablo Ottonello se trata de “un relato basado en los elementos. La gran metáfora del río como vida, el agua como sustento (del bebé que se gesta) y la lectura del entorno. Un escrito sensorial, con ojos puestos en la materia”.


El tercer lugar de la categoría general fue para Ana Langier, con el texto “Bocas pintadas”. Ana tiene 19 años, y estudia la carrera de Artes de la Escritura en la Universidad Nacional de las Artes. “Cuando aparece, cuando llega su momento, el Mundial se convierte en mi motor escritor. Este año, coincidió con los exámenes de final de cuatrimestre. Poder encontrar un tiempo para escribir (casi) todos los días fue un placer, un recordatorio de por qué hago lo que hago”, sostuvo.
Los equipos ganadores de la categoría general fueron les Danieles –integrado por Aurelia Parodi, Emilia González, Stella Maris Leguiza, Augusto Herreros, Julia Rufener, Laura Álvarez, Antonela Blanco, Ludmila Dinardo, Magdalena Giorgio, Martín Moreno, Mia Marotta, Pamela Aguirre Leonetti, Rocío Milena Bottero y Verónica Schiliro– e Inmaculadas –conformado por Analía Sivak, Valeria Castello Joubert, Claudia Mariel Chamudis Leonowiec, Fer Cava, María Luisa Pugno, Melina Ruiz Natali, Mia Revello, Nadia Salinas, Laura Adasme, Verónica Eggers y Virginia Gallo.
En la categoría niños, los ganadores fueron definidos por Adriana Riva, Adriana Fernández y Joana D’Alessio.
Alexis Favre tiene ocho años, vive en la ciudad de Funes en Santa Fe y se llevó el primer puesto con su texto “Los cuentos del mundo” en la categoría de 6 a 9 años. Es la primera vez que escribe y participa de un concurso. Su equipo, Los sauces boxeadores, también resultó ganador en la categoría niños. El equipo está compuesto por Renata Lodriguez, Avril Guadalupe Hisano Scocco, Guadalupe García Paytas, Sofía Arias Regalía, Gina Favre y Alexis Favre.
El primer puesto en la subcategoría de 9 a 10 años fue para Sienna Lupe Osona, con el texto “Sesión de peluquería”.
El primer puesto en la subcategoría de 11 a 12 años fue para Matías Niño Puente, con el texto “Solos en este mundo”.
En la categoría adolescentes, el jurado estuvo compuesto por Silvina Giaganti, Julia Moret y Ana Catania. Morena Dopazo fue la ganadora de esta categoría, con el texto “Borges en el fin del mundo”. Para Giaganti, el texto “pone en juego una complejidad de lenguaje y de ideas superior a los otros relatos. Hay una maduración y un preguntarse que indica, para mí, una búsqueda real por sostener ideas que vayan más allá de contar una historia con principio y final”. Ana Catania agrega: “Lo que percibo en este texto es un deseo, una pulsión vital (aunque suene paradójico por su temática), que se conecta sin escalas a la escritura”.
Literatura
Otorgaron a Maitena el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos 2025
La historietista y humorista argentina Maitena Burundarena fue distinguida con el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos 2025, convocado por la Fundación General de la Universidad de Alcalá con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, a través de la AECID.
El galardón, dotado con 30.000 euros, reconoce su “innovación y originalidad en el lenguaje humorístico, su impacto cultural y social, su proyección internacional y especialmente iberoamericana, y la calidad y consistencia de su trayectoria”.
Nacida en Buenos Aires, Maitena estudió diseño gráfico durante los años de la dictadura, una experiencia que marcó su sensibilidad hacia las libertades cotidianas. Tras sus primeros trabajos en publicidad y diseño, comenzó a publicar viñetas en revistas argentinas a fines de los ochenta, donde ya asomaba su aguda observación sobre las relaciones humanas y la vida diaria.
El gran salto llegó en 1993 con “Mujeres Alteradas”, publicada en el suplemento “Las 12” de Página/12. Por primera vez, el humor gráfico hablaba con las mujeres, no de las mujeres. Con un trazo ágil y una mirada irónica, Maitena retrató los mandatos de belleza, la culpa materna, las dietas eternas, las presiones de pareja y la amistad femenina, temas que encontraron eco inmediato en lectoras de toda América Latina y Europa.
Durante los años 2000, su obra alcanzó proyección internacional: fue publicada en El País y traducida a más de 15 idiomas, además de inspirar exitosas adaptaciones teatrales. Recibió, entre otros, el Premio Konex de Platino en Argentina.
En las últimas décadas amplió su universo con series como “Superadas” y “Rumble”, donde sus personajes maduran junto a su público y abordan con humor el paso del tiempo, las relaciones largas y la menopausia.
El Premio Quevedos, creado en 1998, distingue la trayectoria de humoristas gráficos de España e Iberoamérica. Entre sus ganadores figuran Quino, El Roto, Forges y Hervi. Con Maitena, el galardón celebra a una voz que transformó el humor gráfico en espejo lúcido y mordaz de la vida contemporánea.
Historias Reflejadas
“Viaje de letras”

Viaje de letras
Cierta tarde, cansadas de tanto silencio, las letras que habitaban en un viejo libro comenzaron a deslizarse por los bordes de las páginas. Nadie había percibido la sutileza de sus pasos; se trataba de un rumor que bajaba lentamente, como un susurro de hojas inquietas, desde el estante más alto de la biblioteca.
Como si fueran una larga fila de hormigas, atravesaron los contornos de otros libros, caminaron por encima de sus historias y abrieron los ojos de una puerta invisible. Detrás, un viento fuerte desparramaba los capítulos de la realidad y los trituraba. En ese laberinto de papel picado, las palabras avanzaron, la historia se perdió en el movimiento y levantó polvo sobre las olas de la imaginación. Un remolino desordenó las páginas y todo se volvió confuso.
Sobre el suelo rodaron personajes sin nombre y las baldosas se llenaron de voces. Adentro era igual que afuera, los puntos se mezclaron con las comas y las letras tomaron tantas formas que fue imposible encontrar el final.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia los siguientes textos: “El secreto de Suburbia”, de Emilia Casiva y Matías Lapezzata, con ilustraciones de Mariana Robles; “Achimpa”, de Catarina Sobral; “El cuento fantasma”, de Jaime Gamboa, con ilustraciones de Wen Hsu Chen; y “El placer de leer”, de Alicia Salvi, con ilustraciones de Matías Acosta.
Textos para escuchar
Dilema – Susana Vaquero por Graciela Aletti
Graciela Aletti adapta para su narración el cuento Dilemas, de Susana Vaquero.
La página está en blanco, debo poblarlas de letras que formen palabras que se enlacen en frases que tengan sentido, con las comas en su lugar; no abusar del punto y coma y no olvidarme del punto final. Los signos para enfatizar o preguntar al inicio y fin de la oración, como debe ser. Ni hablemos de los errores, que para eso existe el diccionario de la Real Academia.
Los verbos en presente si hablo de hoy, pero ayer iban en pasado, con el futuro veré que hago. Tal vez olvido algunas reglas, aunque éstas son suficientes para empezar con la escritura.
Los pensamientos se organizan en bandos sugiriendo hacia dónde debe ir la trama. ¡Un policial!, de aquellos donde el asesino no tiene piedad por la víctima y cree que terminará impune, hasta que el novato de la comisaría encuentra la pista, por casualidad, lo arresta, es condecorado y la muchacha más linda del pueblo se enamora de él.
Sin sangre –dice el bando del drama– aceptando a la muchacha más linda del pueblo, ya casada con el novato condecorado y embarazada casi por parir cuando una terrible enfermedad la condena a la silla de ruedas y prefiere morir.
¡Comedia! Grita el bando de los pensamientos rezagados y beodos por efecto del tinto que estaba en mi copa, ahora vacía. Ellos también aceptan a la muchacha más linda del pueblo pero casquivana, mintiéndole al novato condecorado, cada vez que salía en el patrullero de ronda nocturna, total si resultó ser un tonto de capirote al que se le escapaban los presos que terminaban en la alcoba con su mujer.
Un minúsculo grupo formado por éticos, existencialistas y desencantados porque sí, con voz grave vociferan ¡Un manifiesto!, pero otra copa de vino tinto los anula y de tan mareados entran a discutir entre ellos hasta hacer mutis detrás de una neurona.
Los escucho a todos al mismo tiempo y cuando estaba por decidirme por alguno de ellos, el maldito corazón, endulzándome los oídos, susurra: “De Amor, las páginas en blanco hay que llenarlas de Amor”.
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