Literatura
La FED 2024 convocó a cerca de 25 mil visitantes
Casi 25 mil personas pasaron por la Feria de Editores (FED) 2024, que se llevó a cabo entre el jueves y el domingo, en el C Complejo Art Media, con entrada es libre y gratuita, lo que ratificó que se trata de uno de los eventos culturales más importantes del año.
De acuerdo con los organizadores, el jueves acudieron 3.400 personas, el viernes 5.700, el sábado 7.200 y el domingo 8.300, lo que dio un total de 24.600 durante los cuatro días. El año pasado asistieron 22.100 personas.
“El apoyo a las editoriales independientes está intacto. En un año durísimo, las ventas en la FED superaron todas las expectativas. La colaboración entre librerías y editoriales es la clave de nuestro trabajo”, sostuvo Víctor Malumian, organizador de la feria.
Este año la FED tuvo como visitas internacionales a la escritora canadiense Marie-Pier Lafontaine, al escritor noruego Thomas Reinertsen Berg, a la francosenegalesa Seynabou Sonko, a la española Luna Miguel y a la autora estadounidense Deborah Eisenberg.
Entre las autoras y autores nacionales se destacaron Luis Gusmán, Alejandra Kamiya, Yael Frankel, Paula Puebla, Natalia Kiako, Pablo Semán, Federico Falco, Santiago Craig, Romina Paula, Iosi Havilio, Virginia Cosin, Fernando Chulak, Mercedes Halfon, Laura Wittner, Fernando Krapp, Paula Guardia Bourdin, entre otros.
Algunas de las editoriales nacionales que participan en la FED son: Ediciones Godot, Sigilo, Ampersand, Caja negra, Entropía, Gourmet Musical, Eterna Cadencia, Mardulce, Pequeño Editor, Libros del zorro rojo, Calibroscopio, Blatt & Ríos, Chai, El cuenco de plata, Limonero, Alto Pogo, Corregidor, unaLuna, Marea, Gog & Magog, Asunto impreso, entre otras.
Del exterior vinieron: Fósforo y Lote 42 (Brasil); Cuneta, Banda propia y La Pollera (Chile); Abisinia, Mirabilia y Caballito de acero (Colombia); Antílope, Gris Tormenta, Grano de Sal, Elefanta y Almadía (México); Arandurá (Paraguay); Colmena (Perú); La caída (Ecuador); Criatura, Hum y Estuario (Uruguay); Acirema (Venezuela); Barrett y Página Indómita (España).
La imagen de la FED 2024 fue seleccionada a través del concurso “Afiche FED” y “La Fuerza Vermú”. El ganador fue el ilustrador Oqui Paratz.
Labor librera 2024
Céspedes Libros fue reconocida por su labor librera en la FED 2024. Las otras cinco librerías seleccionadas por el jurado como finalistas fueron La Sede, situada en Bariloche; Libro de Oro, de Tucumán; Los Confines, de Villa Ballester, provincia de Buenos Aires; Magia y Mandolina, de la Ciudad de Buenos Aires.
Céspedes es una librería de Colegiales, que tiene un catálogo selecto, curado y respaldado por el conocimiento de libreros de trayectoria, quienes creen que la literatura es un camino que se construye en ese acompañamiento que viene de la mano de la recomendación. Además, cada mes el espacio propone actividades para grandes y chicxs, como talleres y presentaciones de libros.
Literatura
“La hija”, de Florencia Alifano – Del Fondo Editorial
“La hija” es la primera novela de Florencia Alifano, quien ficciona su historia de vida como hija adoptiva.
La obra, publicada por Del Fondo Editorial, aborda una problemática muy compleja como es la adopción. Describe hechos, contextualiza, resalta contrastes, entre la fortaleza, la perseverancia y la generosidad del sentimiento amoroso y la crueldad. Una historia emotiva con mucho suspenso y un final sorprendente.
“La hija”, declarada de Interés por el Ministerio de Cultura de la Nación, navega en temas que aún cuesta hablar como sociedad, de una manera amable.
Historias Reflejadas
“La aventura de ser”
La aventura de ser
Hace mucho tiempo, protegido por las hojas de un árbol, vivía un pájaro que escuchaba las palabras del viento. Y no solo esas, sino las que susurraba el río y las que cantaba la lluvia. Desde las alturas ponía música al paisaje y conectaba sus plumas con cada uno de los seres que lo rodeaban. Con elegancia y picardía, los invitaba a viajar entre sus alas capaces de mover las ramas de la imaginación. Cada viaje compartido era una fiesta de colores mezclados que se juntaban en pinceladas fugaces que contaban historias.
Desde las alturas era posible descubrir lo que pasaba en los oscuros senderos de la vida.
Así fue que día tras día muchos decidieron subirse a esas alas mágicas y pudieron ver lo que sus ojos no podían.
Allá abajo, un camaleón que recién despertaba, aprendía una lección. Confundir los colores no es cosa seria, porque las apariencias engañan y las diferencias enriquecen. Comprendieron que lo verdaderamente importante anida en el corazón, y es justamente ahí donde nacen las aventuras que se transmiten de boca en boca, como las de un tal Pedro, que atraviesa los miedos y se arriesga a descubrir cosas nuevas. Que es capaz de hacer brotar monedas de un árbol, de cocinar en una olla mágica, de compartir un rato con una perdiz que pone huevos de oro o de saltar con un conejo muy especial.
Y en ese trajinar de plumas también descubrieron que era posible llegar a un planeta en el que los sueños se hacen realidad, que sólo hay que aprender a abrir los ojos interiores, a desplegar las alas y animarse a mirar mucho más allá de lo visible.
Sólo quienes logran subirse a las alas de la imaginación lograrán dar vida a todo aquello que se supone no existe.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia: “Esmeralda, el planeta de los sueños”, de Florencia Bovio; “Cuentos del bosque”, de María Cristina Ramos; “Cuentos de Pedro Urdemales”, de Gustavo Roldán; y “Los colores de Wilmar”, de Walter Rossi.
Textos para escuchar
La Herida – Eloisa Tarruella
Eloisa Tarruella lee su relato La herida
Encuentro mi ciudad en una taza de café,
cálida y espumosa.
Una lágrima resbala por mi mejilla y cae adentro de la taza,
se fusiona con la espuma.
Ahora la taza está dulce y salada.
No sé si tomar el café y sentir su sabor imborrable o huir.
Abandonar la taza y sumergirme en lo conocido.
Hacerme otro café sin mi lágrima. Puro.
Mitad café, mitad leche, así tal como lo conozco.
Si tomo el café agridulce, quizás me transforme en alguien nuevo.
La metamorfosis es evidente.
La siento en la piel.
Pero ¿beberla? ¿Se puede tragar la propia metamorfosis?
Pienso en el proceso: la lágrima cayó justo adentro de la taza.
La revolví como un acto mecánico y ahora tengo miedo.
La transparencia de la lágrima la hace indetectable.
No sé en qué rincón de la taza se escondió.
Está presente en el vapor, puedo palpitarla.
La decisión es inminente.
Contemplar o actuar.
Correr o quedarme.
La taza era mi ciudad y ahora solo veo su herida.
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