Literatura
Para las vacaciones de invierno, llega la 32ª Feria del Libro Infantil y Juvenil
Con entrada libre y gratuita, a partir del lunes 8 de julio en el CCK de Buenos Aires, de calle Sarmiento al 151, y hasta el 28 de este mes, se realizará la 32ª Feria del Libro Infantil y Juvenil, evento organizado por la Fundación El Libro que ofrecerá actividades para niños, niñas y adolescentes.
“La Feria del Libro Infantil y Juvenil es organizada por la Fundación El Libro como un aporte para la formación cultural y educativa de niños y jóvenes, incentivando su relación temprana con los libros en un ambiente de alegría y entretenimiento”, informaron desde la organización en un comunicado, donde se adelantó que el evento contará con el apoyo “de la Secretaría de Cultura dependiente del Ministerio de Capital Humano de la Nación”.
Por su parte, la inauguración oficial de la Feria se realizará el viernes 12 de julio a las 15 y “contará con la participación de autoridades nacionales y de la Fundación El Libro” y el discurso inaugural estará a cargo del ilustrador y artista visual argentino Pablo Bernasconi.
Fechas y horarios
- Lunes 8 de julio de 9 a 18.
- Martes 9 de julio de 14 a 20.
- Del miércoles 10 al viernes 12 julio de 9 a 20.
- Del sábado 13 al domingo 28 de julio de 14 a 20.
“La Feria brindará un diverso y nutrido programa para que los chicos y adolescentes se conecten con el increíble mundo de la literatura. Dentro de las propuestas se destacan las narraciones, el firmódromo, talleres de arte, las charlas de la Movida Juvenil y el taller de Ciencia de Melquíades. Habrá más de 300 actividades para disfrutar en familia”, informaron los organizadores.
“Además, el viernes 26 de julio a las 18 se entregarán los Premios Pregonero, el reconocimiento más importante a los difusores de la literatura infantil y juvenil”, apuntaron y señalaron que, del 8 al 12 de julio, en los días previos a las vacaciones de invierno, “la Feria recibirá al público general y especialmente a alumnos y docentes”, agregaron.
Según informaron desde la Feria, este año serán más de 70 los expositores, entre editoriales, librerías especializadas e instituciones culturales.
“Asunto Impreso, AZ Editora, C.B.A. – Centro Editor, Calambur Distribuidora, Calibroscopio, Cámara Argentina del Libro, Catapulta Editores, Celulosa Argentina S.A., Colihue, Comiquería Crumb, Cúspide Libros, Del Naranjo, Dragonetti – Cine de papel, Dunken SRL, Edhasa, Ediciones De La Flor, Ediciones Granica, Ediciones Lea, Editorial, Albatros, Editorial Bonsai, Editorial Chirimbote, Editorial Guadal / El Gato de Hojalata, Editorial Mariscal, Editorial Océano, Editorial Olivia, El Aleph, El Emporio Libros, El Túnel Libros, Elektra Comics, Fondo de Cultura Económica, Gárgola Ediciones, Gerbera Ediciones, Gradifco Grupo Editorial, Grupo Editorial Planeta, HibrSria, Hola Chicos, HomoSapiens, Iamiqué, Imaginador, Karlovich Libros, La Botica, La Brujita de Papel, La Crujía, La Editorial Común – Lecturita, Latinbooks, Librería de las Luces, Librofutbol.com, IDL, Libros para el mundo, Luminias, Mil Mundos, Multilibros, Nazhira, Neuroaprendizaje Infantil, Niño Editor, Novedades Educativas, NyA Ediciones / Librería Homero Manzi, Ovni Press, Penguin Libros, Quiosquito de Libros, Quipu, Riderchail, Roemmers, SADE, SB Editorial, Siglo XXI Editores Argentina, Sigmar, Sudestada, Una Luna / Tobogán, V&R Editoras, Yaestiempo Ediciones y Yo Leo libros / Plow”, exhibirán y tendrán a la venta sus publicaciones.
(Fuente: Prensa Fundación El Libro)
Literatura
55 años después, Vargas Llosa regresó al bar que inspiró “Conversación en La Catedral”
El escritor peruano Mario Vargas Llosa volvió, después de 55 años, al lugar que fue la fuente de inspiración de una de las obras más importantes de su carrera literaria, “Conversación en La Catedral” (1969). El recordado bar La Catedra fue el escenario donde se gestó la famosa novela que relataba la corrupción y tensiones sociales que vivía el Perú.
A través de sus redes sociales, su hijo, Álvaro Vargas Llosa, compartió una fotografía del premio Nobel de Literatura frente a la fachada de lo que, en algún momento fue, el bar La Catedral. La imagen estuvo acompañada de un breve texto.
“55 años después, retorno al (ex) bar ‘La Catedral’, en busca de los fantasmas de Zavalita y el zambo Ambrosio”, escribió Álvaro en su publicación en X, haciendo referencia a los protagonistas de “Conversación en La Catedral”.
El bar La Catedral fue un punto de encuentro para varios literatos de los años cincuenta y sesenta. Ubicado en la avenida Alfonso Ugarte 206, cerca de la Plaza 2 de Mayo, en Lima, el lugar actualmente luce abandonado. En su fachada deteriorada hay un cartel de “se vende”.
¿De qué trata “Conversación en la Catedral”?
La obra de Mario Vargas Llosa, publicada en 1969, es una de las más destacadas de su carrera literaria. En esta se aborda los efectos de la dictadura del general Manuel A. Odría, a través de una narrativa que combina historias reales con ficción. Una de las frases más recordadas, expuesta por el protagonista de la obra Santiago Zavala, periodista del diario La Crónica, es: “¿En qué momento se jodió el Perú?”.
La historia gira en torno a Santiago Zavala, un joven periodista de familia acomodada que trabajaba en el diario La Crónica, inmerso en la disyuntiva de su vida personal y la realidad política que afecta su país. En el bar La Catedral, Santiago se encuentra con Ambrosio, otro personaje que apoya el relato y empieza una serie de reflexiones sobre la corrupción, el abuso de poder y más.
Historias Reflejadas
“Encuentro”
Encuentro
Tomó el hilo que desandaba la madeja del tiempo en la cual se habían guardado todos los secretos. Su vida se entrelazó con otras que ni la distancia ni las circunstancias pudieron evitar. El encuentro sucedió en el momento oportuno, cuando las finas hebras del destino hilvanaron aquello que estaba destinado a suceder. Nada impidió la perfecta unión de sus almas, tan distintas, tan cercanas. Atravesaron ojales de miedo y de dolor, el hilo se tensó demasiado pero no pudo cortarse. El presente se cosió al pasado, todo en una misma puntada, y una luna eterna fue testigo de lo que estaba prohibido.
Deshilachando los silencios que se tragaron las palabras de otros, ellos se aferraron a la verdad y desataron los nudos que anidaban en aquella madeja de historias. Las diferencias los habían unido en ese natural espacio de tradiciones encontradas, fusionadas ahora en una única raíz que los contenía. Las mentiras y los secretos ovillados en el tiempo, empezaron a soltarse y por primera vez fueron libres. Enterradas en el olvido, quedaron las cenizas de un ayer distorsionado. Se aferró al hilo que conectaba sus vidas y caminó hacia el futuro. El círculo se cerraba, la espera había concluido. Tenía la certeza de que sus almas estaban destinadas a encontrarse una y otra vez en la madeja del tiempo.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejaron en este cuento las siguientes historias: “La magia de la vida” de Viviana Rivero, “La mujer de los mil secretos” de Bárbara Wood, “Palmeras en la nieve” de Luz Gabás y “Noche de luna larga” de Gloria Casañas.
Textos para escuchar
El armario – Márgara Averbach
Márgara Averbach lee su cuento El armario, del libro La luna en el armario
Un día, hace ya mucho tiempo –en los días en que yo creía en las varitas mágicas y quería encontrarme una, moverla cuatro veces en el aire y fabricarme un caballo–, abrí el armario de mi pieza y descubrí algo.
Era de tarde y yo estaba sola. Abajo, mi papá atendía su consultorio médico y mamá le hacía de secretaria. Yo estaba leyendo. En esos tiempos, leía mucho. Tal vez fue el libro el que me advirtió, no estoy segura, pero, de pronto, oí algo en el armario.
Yo era miedosa, bueno, soy miedosa (en eso, no cambié mucho). Todavía no sé por qué me animé a abrir la puerta pintada de verde claro y mirar adentro.
Una mariposa nocturna.
Era oscura, de gusano grande, de esas que siempre me dieron asco. Sé que retrocedí dos pasos, que estuve a punto de cerrar el armario de nuevo. Sé que grité el nombre de mi hermano. Él no vino: seguramente escuchaba música a todo lo que daba, encerrado en su pieza.
La mariposa voló un instante hacia mí, cambió de idea, giró en redondo como un gran barrilete negro y se posó en la mesita de luz. Abrió las alas.
¿Por qué me acerqué?, me pregunto. No era lógico: yo le tenía terror a ese animal sin palabras. No sé por qué di ese paso adelante pero sé que me alegro mucho de haberlo hecho. De cerca, la mariposa era un mundo y yo lo vi porque me animé a acercarme. Por eso y porque ella se quedó quieta.
En realidad, fue una conversación.
Un campo de espigas ondeaba en la noche tibia de esas alas: un campo de espigas, iluminado por la luz de la luna y sembrado de rumores y canciones.
No sé cuánto tiempo me quedé ahí, los ojos fijos en las alas oscuras. La mariposa no se movió hasta mucho más tarde. Para cuando salió navegando hacia la noche por la ventana abierta, yo ya sabía que hay historias en todos los rincones, que hasta en mi viejo armario, atiborrado de frío y suéteres de lana, había lunas y veranos.
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