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Despiden en Cuba a la “prima ballerina” Alicia Alonso
La eminente bailarina cubana Alicia Alonso, directora oficial del Ballet Nacional de Cuba, falleció este jueves al mediodía a los 98 años en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas de La Habana, donde había sido internada por una baja súbita de presión, informó un representante de la agrupación.
Alonso, cuyo nombre real era Alicia Ernestina de la Caridad Martínez del Hoyo y había nacido el 21 de diciembre de 1920 en el cuartel Columbia de la capital cubana, fue “prima ballerina” del BNC, uno de los grandes mitos vivientes del ballet latinoamericano y mundial, famosa por sus interpretaciones de “Giselle” y “Carmen” y habitual visitante a la Argentina.
En su niñez viajó a España con sus familiares, donde ingresó en el mundo de las danzas locales con influencias gitanas, todo durante la estadía familiar en Andalucía, particularmente en Cádiz y la ciudad de Jerez de la Frontera.
A los 9 años cursó estudios con el maestro ruso Nikolai Yarvorski en la Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana, donde se presentó en público como integrante del ballet “El cascanueces”, de Tchaicovsky-Petipa, y en 1937 viajó a Nueva York, donde además de dedicarse a la danza se casó con Fernando Alonso, de quien tomó su apellido artístico y con el que tuvo a su hija Laura.
Alicia entró en la Scholl of American Ballet, donde se formó con los maestros Enrico Zanfretta, Alexandra Fedorova, Anatole Vilzak y Anthony Tudor, y estudió también en Londres con Vera Volkova y en París con Olga Preobrayenskaia.
Con la compañía neoyorquina Ballet Theatre -después American Ballet Theatre o ABT- estuvo en varios períodos entre 1940 y 1959, donde asumió papeles históricos en “Undertow” (Tudor-Schumann), “Theme and Variations” y “Fall River Legend”.
Bronislava Nijinska, hermana de Vaslav Nijinsky, creó para ella el “Schumann Concerto” y el coreógrafo Enrique Martínez hizo lo propio con el exótico “Tropical pas de deux”.
Antes había aparecido en los teatros de Broadway en los musicales “Great Lady” y “Stars in Your Eyes”, a fines de la década de 1930, además de una gira con el Ballet Caravan, sobre temas del lejano Oeste con obras como “Billy the Kid”, de Eugene Loring.
Según se dice, su primera aparición como protagonista de “Giselle”, con Anton Dolin, el 2 de noviembre de 1943, se produjo tras un accidente de la protagonista Alicia Markova, la titular, y en tal sentido en 2013 se celebraron los 70 años del acontecimiento con el Ballet Nacional de Cuba en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, vecino de la famosa plaza de toros homónima que está sobre el Guadalquivir.
Alicia -quien además prestó su nombre para un perfume creado especialmente- atravesó sus últimos años como no vidente, circunstancia que nació a mediados de los años 40, cuando sus dificultades para ver fueron agravándose y determinaron varias operaciones, primero en Nueva York y luego en Barcelona en 1972, más cuando los médicos le recetaron dejar la danza, ella se esmeró en su técnica en su versatilidad creativa para adaptar su enfermedad a estudiar roles y modos de interpretación que la superaran.
En 1948 regresó a La Habana como bailarina invitada de un grupo privado y fundó su propia compañía, el Ballet Alicia Alonso, que a partir de 1959, con en triunfo de la Revolución comenzó a llamarse Ballet Nacional de Cuba y a funcionar en el Gran Teatro de La Habana, un complejo cultural de estilo barroco integrado por varias salas de teatro, inaugurado en 1915.
Luego de varias idas y venidas a principios de los 60, cuando las relaciones políticas entre Cuba y Estados Unidos se tensaron, actuó en escenarios de los dos países y también en Europa, y en plena Guerra Fría fue invitada a bailar en el Kirov de Leningrado -hoy Mariinski, de San Petersburgo- y también en el Bolshói, de Moscú, donde pudo instruir brevemente a un joven Rudolf Nureyev, luego figura mundial.
En una de sus últimas visitas a Buenos Aires, la artista fue condecorada en 2006 en el Salón Gris del Senado de la Nación, en ocasión de presentar en varios ciudades argentinas una versión de “Don Quixote”, de Minkus-Petipa en versión completa, cuando llegó acompañada por su segundo marido, Pedro Simón, director de la revista Cuba en el Ballet.
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Homenaje a Los Ángeles en la apertura de los Grammys 2025
La ceremonia de los Grammys 2025 tuvo una apertura especial con una banda de Los Ángeles, los “Dawes” dos hermanos, quienes perdieron todo en el trágico incendio que devastó a la ciudad.
Al dúo, se les sumaron números artistas que ganaron el premio en otras emisiones como Sheryl Crow, John Legend, Brad Paisley y Brittany Howard para cantar la famosa canción de Randy Newman “I Love LA”.
”Generalmente se suele decir que en la oscuridad de los tiempos, lo mejor que brilla es la humanidad y la gente de Los Ángeles en este momento es un ejemplo perfecto de eso”, dijo el presentador Trevor Noah, al presentar la actuación.
Además, agregó: “Por eso, esta noche decidimos que no solo celebraríamos nuestra música favorita, sino también la ciudad que nos trajo tanta música”.
El comediante, que presenta la ceremonia por quinta vez, dijo que “hace apenas unas semanas no estábamos seguros de que este espectáculo se hiciera realidad”.
“Afortunadamente, gracias a los heroicos esfuerzos de los bomberos, los incendios fueron contenidos y, a pesar de toda la devastación, el espíritu de la ciudad emergió”, expresó.
A la ceremonia fueron invitados varios bomberos para honrar sus esfuerzos y caminaron por la alfombra roja tomándose selfies con las más grandes estrellas de la música.
Por otra parte, la nativa de Los Ángeles, Billie Eilsh, fue la segunda artista en el escenario, interpretó su canción nominada al Grammy, “Birds Of A Feather” con un fondo inspirado en la belleza natural de California.
“Te amo Los Ángeles”, dijo mientras la música terminaba.
Durante la ceremonia se recauda dinero para los afectados y los organizadores cedieron una parte de su tiempo al aire para permitir que las empresas locales anuncien de forma gratuita, mientras intentan reconstruir sus negocios.
Finalmente, Noah, a modo de broma, dijo que los ganadores cuyos discursos duraran más de un minuto y medio pagarían 1.000 dólares por cada segundo extra que hablaran.
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Ringo Starr lanzó un disco de música country producido por T-Bone Burnett
Ringo Starr siempre fue fanático de la música country. Tomó la voz principal cuando Los Beatles versionaron el éxito de Buck Owens “Act Naturally”; añadió algo de acento al disco “The Beatles” (también conocido como “The White Album”) con “Don’t Pass Me By” y su segundo álbum solista, “Beaucoups of Blues” (1970), reunía un puñado de covers de clásicos grabados en Nashville con una banda de músicos de sesión locales. Por eso no es una gran sorpresa que ahora el baterista haya lanzado “Look Up”, un álbum country que lo vuelve a poner en el centro de la escena.
Starr sumó al nuevo álbum al productor “T-Bone Burnett”, al que acuden quienes buscan hacer un álbum de música de raíces de buen gusto y calidad. Cuando Ringo le preguntó a Burnett si escribiría una canción para el próximo proyecto de grabación, éste se lanzó de cabeza, contribuyendo con nueve canciones que escribió o coescribió y ofreciéndose a producir las sesiones también, la que resultó ser su primera oportunidad de trabajar con un ex Beatle.
Burnett trajo a un equipo de músicos sólidos y comprensivos para respaldar a Starr (que toca la batería y canta), así como estrellas invitadas como Billy Strings, la heroína del bluegrass Molly Tuttle, y Alison Krauss.
El resultado del disco deja una sensación cálida y orgánica que combina cómodamente con las influencias country de Ringo sin forzar el tema ni sonar como el producto típico de Nashville de estos días.
Se trata de una música madura en sentimiento y perspectiva, en el mejor de los sentidos. Las canciones de Burnett resultan encajar perfectamente con Starr; tienen una inclinación filosófica y espiritual que se adapta tanto a su agradable voz como a su personalidad, y sus meditaciones sobre el amor, el envejecimiento y nuestro lugar en este mundo suenan aún más reveladoras viniendo de un hombre de 84 años, alguien que es ágil para su edad pero que sabe claramente que ya no es el joven que fue. Y también suena como si estuviera de acuerdo con eso.
Ringo ha sido fanático del country durante suficiente tiempo como para recordar cuando era la música la que hablaba más claramente a los adultos que se enfrentaban al mundo real, y esa es una perspectiva con la que claramente se siente cómodo, especialmente en “Thankful”, una sincera celebración de gratitud que es la única canción que escribió aquí (en colaboración con Bruce Sugar).
El álbum de 2024 de T-Bone Burnett, “The Other Side”, fue un bienvenido regreso a la composición sencilla y sentida de su mejor trabajo, y aunque “Look Up” es claramente el álbum de Ringo, los dos LP se sienten como hermanos, cada uno con una personalidad propia pero con una corazón amoroso y alma gentil. ¿Quién hubiera imaginado que Starr y Burnett formarían un gran equipo? ¿Y quién más espera que vuelvan a intentarlo?
(Fuente: Agencia Noticias Argentinas)
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“Popeye” y el “Bolero de Ravel”, entre las obras que pasarán a dominio público en 2025
Múltiples obras literarias, cinematográficas, musicales, de comic y plásticas creadas en 1929 entrarán al dominio público bajo regulaciones legales del derecho de autor en Estados Unidos a partir del 1° de enero de 2025.
Según el centro Duke para el estudio del dominio público, quedarán libres de derechos de autor todas las obras del último año de la década de 1920, permitiendo “copiarlas, compartirlas y crear a partir de ellas”.
Algunas de esas obras literarias son “El ruido y la furia” de William Faulkner, “Adiós a las armas” de Ernest Hemingway, las novelas “El halcón maltés” y “Cosecha Roja” de Dashiell Hammett, “El misterio de las siete esferas” de Agatha Christie, “Una habitación propia” de Virginia Woolf o la versión original en alemán de “Cartas a un joven poeta” de Rainer Maria Rilke, entran en esta lista.
Acompañando a las primeras versiones de “Mickey Mouse” que entraron al dominio público en este 2024, se incluirán varias animaciones más, incluyendo “The Karnival Kid”, que marcó la primera vez que se oyó al ratón hablar. También quedarán libres de derechos “Chantaje”, de Alfred Hitchcock; “El reloj negro”, de John Ford, y “Dinamita” de “Cecil B. De Mille”, todas estas siendo las primeras películas sonoras de estos directores.
También los investigadores del centro Duke resaltaron que tres obras de Salvador Dalí -“Placeres iluminados”, “Las acomodaciones del deseo” y “El gran masturbador”- estarán entre las piezas de arte que quedarán libres de derechos. Sobre esta cuestión, afirmaron que para que una obra entre en esta acepción del derecho de autor, debe ser solo hasta que se cumplan más de 95 años desde su “publicación” según los estatutos legales.
El año 2025 marcará también el ingreso al dominio público a personajes clásicos como “Popeye el marino”, de la tira cómica de E. C. Segar, “Thimble Theater” (“Teatro Dedal”), pero sin su habilidad de obtener fuerza mediante las espinacas, ya que —según los investigadores— este elemento apareció recién en 1932. Acompañándolo, estará también la primera versión del periodista “Tintín”, creado por Hergé en el semanario juvenil “Le Petit Vingtième” (“El pequeño siglo XX”) de Bélgica.
En la música, varias obras del compositor y jazzista Fats Waller estarán libres de derechos, al igual que piezas de Cole Porter y el “Bolero de Ravel”. Según los investigadores del centro Duke, el dominio público solo se limita a las partituras, más no a las grabaciones originales, ya que estas “están cubiertas por un copyright independiente con un plazo de protección diferente”.
(Fuente: Agencia Noticias Argentinas)
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