

Mundo
“Point Blank”, el libro de dibujos que Bob Dylan lanzará en noviembre
Bob Dylan anunció el lanzamiento de “Point Blank” (Quick Studies), un nuevo libro que reúne casi un centenar de dibujos en blanco y negro realizados entre 2021 y 2022. La obra será publicada por Simon & Schuster y estará disponible en librerías a partir del 18 de noviembre.
Los dibujos, que sirvieron como base para la exposición “Point Blank” inaugurada este año en la Galería Halcyon de Londres —abierta hasta el próximo 6 de julio—, exploran retratos, paisajes y bodegones: desde “amantes en patines” hasta “un canal parisino”, pasando por una armadura, un cantante de karaoke y un rollo de cinta adhesiva. Las imágenes están acompañadas por breves viñetas en prosa escritas por Eddie Gorodetsky, Jackie Hamilton y Lucy Sante, colaboradores habituales del artista.
“El libro demuestra la maestría de Dylan para contar historias, crear atmósferas y provocar sentimientos”, afirmó Sean Manning, editor del proyecto. “Las imágenes son profundamente evocadoras, a la vez inocentes y hastiadas, alegres y desoladas, humorísticas y sensuales, enigmáticas y familiares”.
Este nuevo volumen continúa el camino visual iniciado con “The Drawn Blank Series” (2008) y “Retrospectrum” (2023), consolidando a Dylan como una figura clave en el arte visual contemporáneo. Además, coincidiendo con el lanzamiento, Simon & Schuster publicará el audiolibro completo de “Chronicles: Volume 1”, las memorias publicadas en 2004, narradas esta vez por el actor Sean Penn.
A sus 84 años, Dylan sigue de gira como parte del “Outlaw Music Festival Tour” de Willie Nelson. Su primer show incluyó canciones que no interpretaba desde hacía más de una década y el debut de una versión de “A Rainy Night in Soho” de The Pogues. También puso voz al tráiler del próximo álbum de Machine Gun Kelly, “Lost Americana”.
El interés de Dylan por las artes visuales comenzó en los años sesenta, con dibujos y pinturas que han aparecido en portadas icónicas como “Self Portrait” y “Music From Big Pink”. Su vocación plástica ha acompañado su carrera musical y literaria, sumando ahora un nuevo capítulo con “Point Blank”.

Mundo
El rock llora la muerte de Ace Frehley, legendario guitarrista de Kiss

El mundo del rock llora la muerte de Ace Frehley, legendario guitarrista y miembro fundador de Kiss, quien falleció a los 74 años a raíz de una hemorragia cerebral sufrida luego de un accidente doméstico.
Según publicó el portal estadounidense TMZ, el músico fue hospitalizado hace dos semanas y permanecía internado en grave estado, conectado a un respirador. Fuentes cercanas confirmaron que su cuadro no mostraba signos de mejora y, finalmente, su familia decidió desconectarlo del soporte vital.
Conocido por su personaje de “The Spaceman”, Ace Frehley fue una pieza fundamental en la formación original de Kiss, junto a Gene Simmons, Paul Stanley y Peter Criss.
Participó en la banda desde su fundación, en 1973, hasta su primera salida en 1982. Más tarde regresó en la gira de reunión de 1996, permaneciendo hasta 2002.
Entre los clásicos que llevan su huella destacan temas icónicos como “Detroit Rock City”, “Rock and Roll All Nite” y “I Was Made for Lovin’ You”.
Tras su alejamiento de Kiss, Frehley formó su propio grupo, Frehley’s Comet, con el que editó varios discos y giró por el mundo. Su carrera solista le permitió explorar un sonido más personal, destacándose con su versión de “New York Groove” y temas como “Into the Night”.
Su última etapa artística lo encontró participando en proyectos tributo y colaboraciones con jóvenes músicos que lo reconocían como una influencia decisiva del rock moderno.
Aunque Kiss aún no emitió un comunicado oficial, las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida de colegas, fanáticos y periodistas musicales de todo el mundo, que recordaron su talento y su carisma sobre el escenario.
Literatura
Hallaron un manuscrito inédito del primer poema épico sobre Cristóbal Colón

La investigadora posdoctoral Claudia García-Minguillán descubrió en la Biblioteca de la Abadía de Montserrat, en Cataluña, el único manuscrito conocido del poema épico “El Nuevo Mundo”, escrito por el poeta y diplomático portugués Francisco Botelho de Moraes e Vasconcelos (1670-1747).
El hallazgo, calificado de “gran valor filológico e histórico” por la Universidad de Barcelona (UB), constituye la primera obra épica escrita en castellano que tiene como protagonista a Cristóbal Colón. El documento, de unas 40 páginas, permaneció inadvertido para los especialistas pese a haber sido mencionado brevemente en un catálogo de 1977 elaborado por el padre Alexandre Olivar.
El manuscrito presenta notables diferencias respecto a la edición impresa de 1701, incluyendo pasajes ausentes en las versiones conocidas, posiblemente eliminados por motivos ideológicos.
Fue localizado por García-Minguillán en el marco de su contrato Juan de la Cierva en el Departamento de Filología Catalana y Lingüística General de la UB, dentro de un programa estatal destinado a jóvenes investigadores.
La obra, escrita en la Barcelona de 1701, refleja el clima político previo a la guerra de Sucesión española y retrata a Colón como héroe de un imaginario político afín al austracismo.
Botelho de Moraes, figura relevante de la vida intelectual barcelonesa, participó en la fundación de la Academia de los Desconfiados, antecedente de la Real Academia de Buenas Letras, y buscó vincular la gesta colombina con los valores del archiduque Carlos de Austria.
El manuscrito será objeto de una edición crítica y un estudio monográfico. Su recuperación, señala la investigadora, fue posible gracias a la revisión sistemática de los fondos de la biblioteca monástica y al cotejo de materiales no catalogados.
El proyecto cuenta con apoyo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el DAAD y la Fundación Calouste Gulbenkian, y busca reconstruir las motivaciones políticas, literarias y culturales del autor en el contexto de la Barcelona barroca.
(Fuente: Agencia Noticias Argentinas)
Mundo
Murió D’Angelo, ícono del soul contemporáneo

D’Angelo, el influyente cantante, compositor y multiinstrumentista que revolucionó el soul contemporáneo con su mezcla de sensualidad, espiritualidad y raíces negras, murió el martes a los 51 años. Su familia confirmó la noticia en un comunicado, en el que señaló como causa del fallecimiento un cáncer, aunque no precisó el lugar en que ocurrió.
Nacido como Michael Eugene Archer en Richmond, Virginia, D’Angelo irrumpió en la escena musical a mediados de los años noventa con “Brown Sugar” (1995), un álbum que devolvía al soul la calidez analógica y el groove orgánico de los setenta. Su voz aterciopelada, su falsete influido por Prince y Al Green, y su instinto rítmico profundamente ligado al hip-hop lo convirtieron en una figura central del movimiento neosoul, junto a artistas como Erykah Badu, Lauryn Hill, Common y Mos Def.
Su segundo disco, “Voodoo” (2000), fue considerado una obra maestra del género. Impulsado por el éxito de “Untitled” (How Does It Feel), el álbum debutó en el número uno del ranking Billboard y consolidó su estatus como uno de los músicos más innovadores de su tiempo. El video de ese sencillo, en el que aparecía aparentemente desnudo, lo transformó en símbolo sexual y fenómeno cultural, pero también en una figura incómoda con su propia fama.
El impacto de esa exposición fue profundo: D’Angelo se retiró durante años, luchando contra la depresión, el alcohol y las drogas. “No se suponía que Untitled fuera su declaración de intenciones”, recordó su exrepresentante Dominique Trenier. “A día de hoy, para muchos sigue siendo ‘el tipo desnudo’”.
Durante su retiro, su leyenda creció. Admirado por músicos y críticos, se convirtió en una figura de culto. Su regreso en 2014 con “Black Messiah” —un álbum político, espiritual y cargado de funk— fue recibido como un renacimiento artístico. El disco, lanzado en medio de las protestas por la violencia policial en Estados Unidos, reafirmó su compromiso con la historia y la identidad de la música negra.
D’Angelo rechazaba las etiquetas que lo encasillaban: “Nunca dije que hiciera neosoul”, afirmó en 2014. “Yo hago música negra”. Su voz, un falsete frágil y poderoso, podía pasar del susurro al éxtasis con una expresividad que llevó a los críticos a compararlo con los grandes del género.
En mayo pasado había cancelado una presentación en un festival de Filadelfia por motivos de salud. Su muerte cierra la trayectoria de un artista que, más allá de los silencios y las sombras, logró transformar el soul del siglo XXI y devolverle su profundidad emocional y su misterio.
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