Mundo
Que la pandemia no llegue a Poniente
En medio de las restricciones por el coronavirus, el escritor estadounidense George R.R Martín, autor de la obra que diera origen a “Game of Thrones”, contó en su blog que se encuentra “aislado” por ser población de riesgo y adelantó que está escribiendo la continuidad de su saga épica fantástica “Canción de Hielo y Fuego”, cuya sexta entrega, que llevará por título “Vientos de invierno”, es esperada por sus lectores desde hace más de cinco años.
“Para aquellos de ustedes que pueden estar preocupados por mí personalmente… sí, soy consciente que estoy dentro de la población más vulnerable por mi edad y condición física” -escribió el novelista nacido en Nueva Jersey en 1948 en su página web-. Pero me siento bien en este momento y estamos tomando todas las precauciones posibles”.
El autor contó: “Estoy solo, en un lugar remoto y aislado, atendido por uno de mis empleados, y no voy a ir a la ciudad ni ver a nadie. A decir verdad, paso más tiempo en Poniente que en el mundo real. Estoy escribiendo todos los días. Las cosas son sombrías en los Siete Reinos, pero tal vez no sean tan sombrías como pueden llegar a ser aquí”.
El escritor bestseller confió que “algunos días cuando veo las noticias siento que estamos viviendo en una novela de ciencia ficción. Pero, por desgracia, no es una de las novelas con las que soñaba cuando era niño, las que tienen ciudades en la Luna, colonias en Marte, coches voladores y robots domésticos programados con Las Tres Leyes (de Isaac Asimov) Nunca me gustaron las historias de pandemia. Esperemos que todos pasemos por esto sanos y salvos. Cuídense amigos, más vale prevenir que curar”, alentó a sus seguidores.
Tal como informó la agencia de noticias DPA, su sexta entrega “Vientos de invierno” se había anunciado para 2015 pero entonces el escritor contó que no llegaría con los plazos y adelantó que el final de esa novela poco tendrá que ver con el final de serie emitida por HBO.
Mundo
Subastan en Nueva York la colección privada de arte y premios de Gene Hackman
La casa de subastas Bonhams ofrecerá el próximo miércoles 19 de noviembre en Nueva York “A Life in Art”, la colección privada del actor estadounidense Gene Hackman, fallecido en febrero en su domicilio de Santa Fe, Nuevo México. El lote incluye 13 piezas artísticas —once pinturas y dos esculturas— además de parte de su patrimonio cinematográfico disponible en subastas en línea.
La obra central de la venta es “Figure on the Jetty” (1957), del modernista estadounidense Milton Avery, valuada en más de 500.000 dólares. La acompaña “Green” (1986), del artista Richard Diebenkorn, también estimada en torno al medio millón. Dos esculturas de bronce del francés Auguste Rodin completan los destacados, con tasaciones de 150.000 y 70.000 dólares.
Hackman, dos veces ganador del Óscar, mantuvo siempre un fuerte vínculo con las artes visuales, tanto como coleccionista de arte moderno como en su propia producción pictórica y escultórica, donde se destacó como retratista.
Parte de ese trabajo integra otra subasta en línea abierta desde la semana pasada, que también ofrece fotografías, cuadros y tres de sus cuatro Globos de Oro.
Entre ellos se encuentran el premio honorífico Cecil B. DeMille recibido en 2003 y los galardones al mejor actor de reparto de 1993 por Unforgiven y al mejor actor en comedia o musical de 2002 por The Royal Tenenbaums. Estos últimos, valuados en unos 4.000 dólares, ya triplicaron su precio estimado con una semana aún por delante en las pujas.
Bonhams anunció además una segunda subasta en línea, del 25 de noviembre al 4 de diciembre, destinada a libros anotados, guiones, afiches y objetos cinematográficos de la biblioteca personal del actor.
La directora de Colecciones Privadas e Icónicas de la firma, Anna Hicks, destacó que la selección de Hackman es “una mezcla poderosa de artistas estadounidenses y un estudio profundo del color”, con nombres como Max Weber, Arthur Dove, Milton Avery y Susan Hurdle.
Sobre las obras del propio actor, señaló que son “excepcionales” y reflejan “su dedicación para convertirse en un retratista sólido”, capaz de “ver más allá de los ojos de sus modelos”.
Mundo
Anuncian la muerte de Jackie Chan, pero inmediatamente lo desmienten
Una vez más, las redes sociales se llenaron de desinformación. En los últimos días, un nuevo rumor viral aseguró falsamente que Jackie Chan había muerto, pero la noticia fue rápidamente desmentida: el legendario actor y artista marcial de 71 años está vivo y en perfecto estado de salud.
La noticia falsa comenzó a circular el lunes 10 de noviembre en plataformas como Facebook y X (antes Twitter). Todo surgió a partir de una publicación que sostenía que Chan había fallecido a raíz de complicaciones derivadas de viejas lesiones sufridas durante sus rodajes. La publicación incluía una imagen falsa del actor en una cama de hospital -creada con inteligencia artificial- y una fecha inventada de fallecimiento, lo que ayudó a que el contenido se viralizara rápidamente.
Una de las páginas que difundió la noticia fue Stories About Us, señalada como una de las principales fuentes del engaño. Sin embargo, ni los representantes de Chan ni ningún medio confiable confirmaron el supuesto deceso, porque simplemente no ocurrió. De hecho, las imágenes y textos compartidos en distintos perfiles eran idénticos, lo que sugiere una posible campaña coordinada o un simple caso de viralización masiva de información falsa.
No es la primera vez que Jackie Chan se convierte en víctima de rumores sobre su muerte. Desde hace casi una década circulan versiones similares: en 2015, por ejemplo, ya se habían difundido publicaciones que mencionaban enfermedades o accidentes como causas ficticias de su fallecimiento, incluso utilizando fotos manipuladas. En esta nueva oleada, la diferencia fue el uso de herramientas de inteligencia artificial, que le dieron a las imágenes un aspecto más “real” y lograron confundir a muchos usuarios.
En la red social X, una usuaria llamada @DigitalGal_ compartió una captura de una de esas publicaciones y aclaró que la noticia era completamente falsa: “La última mentira de Facebook: Jackie Chan ha muerto. No es cierto”, escribió. Su desmentida superó las 10.000 visualizaciones.
Hasta el momento, no hay ningún informe que indique que el actor atraviese problemas de salud, ni su entorno familiar ni su equipo de trabajo emitieron comunicados al respecto. Todo indica que se trata de otro ejemplo de cómo la desinformación puede expandirse rápidamente antes de que intervengan las fuentes oficiales o los verificadores de datos.
La recurrencia de este tipo de engaños pone en evidencia el desafío de frenar las noticias falsas una vez que se viralizan. Además, el uso de contenidos generados por IA -como las imágenes de hospitales- complica aún más la tarea de distinguir entre lo verdadero y lo fabricado.
Reconocido mundialmente por su estilo acrobático y su humor característico, Jackie Chan es uno de los artistas marciales más influyentes de la historia del cine. Protagonizó títulos icónicos como “Rush Hour”, “Police Story”, “El maestro borracho” y “Karate Kid” (versión 2010), y siempre se destacó por realizar él mismo la mayoría de sus escenas de acción.
A sus 71 años, el actor nacido en Hong Kong continúa activo tanto en el cine como en la vida pública. Su enorme popularidad lo ha convertido en blanco frecuente de rumores infundados, especialmente en tiempos donde las redes sociales se transformaron en espacios donde las noticias —reales o no— se propagan a gran velocidad.
Cabe recordar que, en mayo pasado, Chan sufrió una lesión leve durante un rodaje, pero sin consecuencias graves. Por lo tanto, y pese a los falsos rumores, Jackie Chan sigue vivo y en plena forma.
Mundo
Neil Young cumple 80 años: una vida sin concesiones en constante evolución
Por Martín Sassone (*)
Iconoclasta por naturaleza, Neil Young cumple este miércoles 80 años convertido en una figura única del rock mundial. En más de medio siglo de carrera, el canadiense recorrió una amplitud de estilos que pocos artistas exploraron con igual profundidad: del folk acústico a la electricidad abrasiva, del country melancólico al rock experimental, del blues y el rockabilly a la denuncia social y ambiental. Siempre distinto, siempre él mismo.
Nacido en Toronto en 1945 y criado en Winnipeg, Young empezó a tocar la guitarra en la adolescencia, alternando entre bandas de garaje y clubes de folk donde conoció a Joni Mitchell y Stephen Stills. En 1966 cruzó la frontera rumbo a Los Ángeles en su Pontiac fúnebre, acompañado por el bajista Bruce Palmer. Junto a Stills formaron Buffalo Springfield, una de las bandas pioneras del folk-rock californiano. Tras su disolución, Young comenzó una carrera solista que, desde el principio, mostró una voz inconfundible: aguda, quebrada, cargada de una franqueza que desarma.
En paralelo a su flamante carrera en solitario, a fines de los sesenta, se unió a Stills, David Crosby y Graham Nash para formar Crosby, Stills, Nash & Young, un supergrupo que encarnó el espíritu idealista y turbulento de su tiempo. Con ellos grabó “Déjà Vu” (1970), una de las cumbres del folk-rock estadounidense, y participó en el emblemático festival de Woodstock. Pero las tensiones internas, amplificadas por el ego y las drogas, provocaron rupturas recurrentes. Aun así, cada reunión posterior —como la gira de 1974 o el álbum “American Dream” (1988)— reavivó el magnetismo de esas cuatro voces que, juntas o enfrentadas, definieron una era.
En 1969 publicó “Everybody Knows This Is Nowhere”, su primer álbum con Crazy Horse, y al año siguiente “After the Gold Rush”, un clásico de la introspección folk. En 1971 alcanzó el número uno con “Heart of Gold”, incluido en “Harvest”, y reconoció luego que ese éxito lo puso “en el medio del camino”. Aburrido de esa comodidad, decidió desviarse y en los años siguientes produjo discos oscuros, dolidos y fundamentales como “Tonight’s the Night” (1975) y “On the Beach” (1974), impulsados por la muerte de su guitarrista Danny Whitten y su roadie Bruce Berry.
La década del setenta definió el molde de su obra: un vaivén entre la furia eléctrica y la ternura acústica, entre la denuncia política y la confesión personal. En los ochenta, ya en el sello Geffen, se permitió experimentos que confundieron a la crítica —el electrónico “Trans” (1982), el rockabilly de “Everybody’s Rockin’”(1983), el country de “Old Ways” (1985)— pero que con el tiempo serían vistos como gestos de libertad artística.
Young fue capaz de reinventarse sin perder identidad. Con “Freedom” (1989) y “Ragged Glory” (1990), se convirtió en padrino del grunge y referente para bandas como Sonic Youth y Pearl Jam, con quienes colaboró en “Mirror Ball” (1995). En los 90 y los 2000 alternó introspección y militancia: “Harvest Moon” (1992) retomó su costado más luminoso, mientras “Living with War” (2006) denunció la invasión a Irak con una fuerte crítica al por entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
El nuevo milenio lo encontró más prolífico que nunca. Publicó álbumes conceptuales como “Greendale” (2003), se volcó a la experimentación sónica con “Le Noise” (2010) y lanzó su propio sistema de audio de alta fidelidad, Pono. A la vez, reabrió sus archivos con la monumental serie “Archives”, rescatando grabaciones inéditas y conciertos de distintas épocas.
En los últimos años, Young mantuvo su ritmo incansable: con Crazy Horse editó “Barn” (2021) y “World Record” (2022), y en 2025 volvió a las raíces con “Talkin to the Trees”, junto a una nueva formación, The Chrome Hearts. Paralelamente, su esposa y colaboradora Daryl Hannah filmó “Coastal”, un documental sobre su última gira solista, que se estrenó en abril de este año junto con un álbum homónimo.
Su discografía —más de 45 discos de estudio y una veintena en vivo— es un territorio en permanente movimiento, tan contradictorio como coherente. Young puede pasar de un susurro a un rugido en una misma canción, pero siempre con una honestidad que desarma y una energía que desmiente el paso del tiempo.
Fiel a sí mismo, Neil Young frustró a sellos discográficos, se le plantó a Spotify, desafió modas y decepcionó ocasionalmente a sus seguidores más ortodoxos, pero también supo mantener su música viva y su discurso relevante. “Viajar por el medio del camino se volvió aburrido”, escribió alguna vez. Ochenta años después, sigue transitando la cuneta: incómodo, libre, indómito.
(*) Agencia Noticias Argentinas
Debes iniciar sesión para publicar un comentario. Acceso