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Artes Plásticas

Isabel Macías: “El proceso de fotografiar el movimiento es lentísimo y no hay que dejar que se disperse la emoción”

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Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //

Las manos perciben la textura, el sonido de las tijeras avanza sobre los bordes. Los dedos se detienen y vuelven a avanzar. Recortan y buscan las imágenes que despiertan desde el fondo de la tela.

Todo es movimiento, hay emociones escondidas en los hilos de una trama. Hay una trama que crece sobre las manos, los márgenes se pliegan, se doblan para contar lo que está escrito en el interior de un silencio.

La ilustradora y animadora Isabel Macías trabaja con fibras textiles, con sus manos recorre el interior de cada tela, despierta a las figuras dormidas, les da forma y volumen y después las pone en movimiento, como si en ese caminar de sus dedos pudiera darles vida a los personajes escondidos.

En diálogo virtual con ContArte Cultura, la artista abre las puertas de su mundo creativo y cuenta sus vivencias en el camino de la animación.

—Para comenzar, como hacemos habitualmente, vamos a entregarte un objeto imaginario, que en tu caso serán dos. A la distancia, dejamos en tus manos una tijera y un recorte de tela. Todo se pone en movimiento. ¿Cuál es la primera imagen que se te aparece de ese diálogo entre ambos?
—Ahhh, ¡qué hermosura de encuentro! Lo primero siempre es la tela, especialmente la textura, después el color, por último el estampado. A veces la tela es tan absolutamente hermosa y completa en sí misma que no la corto con una tijera para darle forma, simplemente la voy plegando y cosiendo hasta que se transforma en otra cosa. Otras veces debo cortarla pero, de alguna forma extraña y silenciosa, le pido permiso antes. Y luego las tijeras, son un legado de mi abuela y de mi mamá. Me acompañan desde que tengo uso de memoria. A medida que crecí y mi abuela falleció, las recibí en herencia. Por último, agregué las de mi mamá a mi costurero. Ya tienen la forma de nuestras manos, casi. Y cuando recorto una tela sobre una mesa escucho a mi abuela cortar sobre una mesa de vidrio y recuerdo el calor del verano en su casa. ¿Dije que mi abuela era modista? Sí, era una modista inteligente que sabía manejar su oficio y que adaptada los moldes de la ropa al cuerpo de sus clientas para que la tela tuviera la “caída” perfecta.

¿Qué dice de vos la forma o figura resultante de ese encuentro de la tijera con la tela?
—Dibujo con las tijeras con mucha más facilidad que con los lápices. O, para ser más precisa, son distintos tipos de dibujo y, por ende, de pensamiento. Con los lápices voy buscando la forma, repaso, armo circuitos de líneas. Con la tijera voy a la forma más sintética posible. La forma que “es” ese animal o persona o cosa y que no puede ser ninguna otra. Es la síntesis más absoluta que puedo encontrar en cada momento. Y, además, amo el sonido que producen al cortar.

—¿De qué manera se manifestó tu vocación por el arte en movimiento?
—Al principio yo quería ser escritora. Como adolescente amé leer cuanto cayera bajo mis ojos. Sufría de abstinencia lectora si no lo lograba (risas). Pero después sentí que las palabras no eran lo suficientemente tangibles y traté de dibujar y pintar. No tenía suficiente entrenamiento y ciertamente no era una virtuosa del dibujo, pero me tomé el tiempo para aprender y estudié la carrera de Bellas Artes. Fue un espacio muy, muy interesante, pero cuando me recibí sentí que las pinturas no se movían y eso me resultó decepcionante. No me imaginaba mostrando mis pinturas en una exposición, no quería dedicar mi vida a pintar, sentía una vez más que no eran lo suficientemente tangibles. Recordé un film que vi a mis 15 años en la secundaria. El Departamento de Francés de mi escuela llevaba cortometrajes en 16 mm de la Embajada Francesa. Era una animación experimental que utilizaba plastilina como si fuera pintura. No recuerdo su título, pero no puedo olvidar mi emoción. “Cuando yo sea grande quiero sentir esto”, dije. Luego, yo ya era docente de Artes Plásticas y trabajando en una escuela secundaria me encontré con un colega que estaba estudiando animación en el Idac. Era el año 1993 o algo así, internet no estaba en nuestro horizonte y toda la información era boca a boca. Cuando llegué al Idac descubrí a los animadores del National Film Board of Canada y me enamoré para siempre.

—¿Qué cosas definen tu lugar de trabajo?
—Tengo un estudio que se llama San Quirino Estudio en honor a Quirino Cristiani, el animador que realizó, en Buenos Aires, el primer largometraje de animación del mundo en 1917. Tengo mi mesa de animación, mi cámara, mi compu, mis telas, mis tijeras, la música. Es decir, tengo el mundo entero para mí. En este momento estoy preparando un largometraje documental sobre las Tejedoras de Mampuján en el que se relata todo el sufrimiento, desplazamiento y resiliencia de las comunidades de esa zona de Colombia, que sufrieron los ataques de los paramilitares en el inicio del siglo XXI. En algunos momentos difíciles o muy dolorosos del trabajo enciendo una velita y pongo unas flores junto a mi mesa.

¿Con qué materiales trabajás habitualmente y qué técnicas utilizás durante la creación de una obra?
—Si se trata de una animación por encargo, me adapto a los requerimientos del cliente o clienta y utilizo el software que sea necesario para la producción. En el caso de la animación de autor, hace ya varios años que estoy trabajando con textiles en la mayoría de los proyectos. Mi técnica preferida es el stop motion. En el caso de este último largometraje, llamado Una puntada, una lágrima uso textiles para respetar lo más fielmente posible los tapices que realizan las Tejedoras de Mampuján. Tenemos también una serie infantil en preparación que utiliza personajes realizados con una lámina muy delgada de bronce y recubiertos con tela.

—Contanos cómo llevás adelante el proceso de poner en movimiento a tus personajes. ¿De qué manera lográs dibujar sus emociones?
—Lo primero es conectarse con el personaje y con la emoción que atraviesan. ¿Están tristes? ¿Tienen miedo? ¿Quieren bailar de alegría? Las personas somos cuerpos y nuestro cuerpo tiene que poder procesar esa emoción para manipular nuestro personaje. No se trata sólo de técnica, que es muy importante como medio pero que no es el fin. No es una carrera de virtuosismo. Es como estar siempre afinando el instrumento para que transmita lo que tiene que decir. El proceso de fotografiar el movimiento cuadro a cuadro es lentísimo y no hay que dejar que se disperse la emoción. Mientras estoy fotografiando trato de concentrarme al máximo y seguir en diálogo con el personaje. ¿Camina con un saltito? ¿Le duele un pie? ¿Está cansado? Todo eso después se ve en la animación, o no se ve y ¡hay que hacerlo todo de vuelta!

—¿Cómo se llegan a entrelazar las escenas de un cortometraje como “Nina”?
Nina comenzó como una ilustración, después fue un libro ilustrado y luego se transformó en un cortometraje. Todo el proceso de montaje fue muy laborioso porque tuve que adaptarme a las transformaciones que atravesó el proyecto. Nina está contenida en dos tapices reversibles que cuentan toda la historia de la niña y su muñeca. Mucho de ese proceso se realiza con gente querida que ve los avances y opina sobre la claridad o no del montaje. Es muy difícil hacer ese proceso en soledad y yo no lo recomiendo. En última instancia, queremos comunicarnos y que otras personas puedan sentir algo con lo que ofrecemos. Por eso para mí es muy importante la mirada de amigas y amigos sensibles que se prestan a revisar mi trabajo y me ofrecen ayuda y recomendaciones.

—¿Cuáles son los elementos fundamentales para crear tus ilustraciones con muñecos y sombras?
—Los muñecos son el último eslabón de un proceso de búsqueda de un sentimiento o sensación. En Nina el primer personaje que surgió fue el cartonero que llevaba una muñeca colgando de su carro. Lo vi en una calle cuando salía de una clase y tuve vergüenza de sacarle una foto, pero su imagen fue tan poderosa que llegué a mi casa y lo dibujé, después lo pinté y por último lo cosí en un tapiz. Recién cuando llegué a las telas sentí que el cartonero estaba representado de una manera justa. A veces empleo el contraluz y aparecen las siluetas y las sombras. Estuve trabajando con el cuento de Felisberto Hernández, La casa inundada, y aproximándome a la figura de los ahogados y desaparecidos. Durante el proceso de preparación del cortometraje sucedió la muerte de Santiago Maldonado y no pude separar la realidad de la ficción y decidí suspenderlo por un tiempo.

—¿Qué proyectos crecieron y cuales quedaron pendientes en esta cuarentena?
—La cuarentena me permitió conectarme con un director colombiano, Carlos Castro Macea, que me ofreció trabajar en el largometraje Una puntada, una lágrima. La virtualidad nos conectó de maneras inesperadas. En la lista de pendientes quedó nuestra serie, para niñas y niños, Vuelan Vuelan.

—Para finalizar y volviendo a la pregunta del comienzo, ¿qué deseo te gustaría recortar de nuestra tela imaginaria para que se ponga en movimiento?
—Como creo que soy una zurcidora que trata de reparar las pequeñas y grandes roturas de nuestra tela vital, me gustaría recortar y animar un abrazo que nos incluya y nos consuele a todos y todas.

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1 comentario

1 comentario

  1. patricia barrancos

    18/11/2020 a 15:55

    lo que caracteriza a isa es su arte… la humildad..la dedicacion…el trabajo…la honestidad…la calidez…..el ser abridora de caminos…de posibilidades….multiplicadora..genia…..

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Artes Plásticas

Llega la muestra “Narraciones Visuales y en Conflicto”, de Carlos Bivachi

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La galería Buenos Aires Sur, ubicada en la calle Bolívar al 1268 de CABA, ha curado y seleccionado el proyecto del artista Carlos Bivachi, para realizar una muestra retrospectiva de su obra.

La exposición, que inaugura el 12 de diciembre a las 18, representa una oportunidad para reflexionar sobre su trayectoria artística y compartir con el público una selección representativa de sus obras.

La muestra incluirá obras físicas cuidadosamente seleccionadas, destacadas por su importancia en la evolución como hacedor de objetos de Bivachi, junto con una significativa faceta digital, en esta oportunidad impresiones 3d que ponen de manifiesto el interés del artista por la innovación y los nuevos medios.

Esa combinación busca ofrecer una experiencia inmersiva que invite a los espectadores a explorar las conexiones entre las distintas etapas del trabajo y las ideas que han dado forma a la búsqueda creativa.

Reflexiones del artista

Esta muestra trasciende los conceptos simples; es un ensamblaje meticulosamente concebido que evoca un universo propio, donde los elementos interactúan en armonía y buscan la luz. El hilo conductor del trabajo es desplegar valores y concepciones a través de los objetos,
desarrollando una estrategia constructiva única.

Cada obra es una ventana a una visión del mundo, capturando la esencia de lo tangible e intangible con una fusión de creatividad y técnica. Me entrego al encantamiento del juego creativo, sin interés por comprender o entender más allá. Invito al espectador a explorar un mundo de sensaciones y significados, donde la interacción entre elementos crea una experiencia estética y reflexiva.

Es mi interés despertar curiosidad y abrir nuevas perspectivas, mostrando cómo la combinación de materiales como los cartones, la impresión 3d, algunas maderas y técnicas desafía los límites de lo tradicional y académico.

En la totalidad de la obra, la realidad se conjuga y transita, impregnada de sentimientos que evocan dolor, mediocridad, distancias, verdades, incertidumbres y certezas. Todo ello convive con ustedes, conmigo y en la obra misma.

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Una singular muestra sobre Picasso en el British Museum de Londres

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El British Museum de Londres presenta una muestra dedicada a una faceta menos conocida del célebre artista español Pablo Picasso, la de grabador.

Durante su carrera, Picasso realizó unos 2.400 grabados, una especie de diario personal, de los cuales un centenar de ellos serán exhibidos en la “Picasso: printmaker”, desde este jueves hasta el 30 de marzo de 2025.

“La gente está más familiarizada con sus pinturas, por lo que realmente queríamos mostrar que el grabado es un área creativa realmente importante de su trabajo y que logró grandes cosas en este campo”, explica a AFP la curadora de la exposición, Catherine Daunt.

La exposición, que reúne obras realizadas desde 1904, tras la llegada de Picasso a París, hasta 1971, es la más extensa dedicada hasta el momento en el museo al artista, con 97 grabados de los 553 del genio andaluz que posee la galería de arte.

“El grabado es un área de su trabajo de Picasso que mucha gente no habrá visto con tanto detalle antes”, afirma Daunt. Sin experiencia ni preparación, Picasso hizo su primer grabado, El zurdo, en 1899, con 17 años, donde muestra a un picador. En 1904 realizó el aguafuerte La comida frugal, que abre la exposición del British Museum, gran obra maestra de su primera etapa.

Diferentes variantes

La exposición sigue la evolución de Picasso a lo largo de su carrera, profundizando en casi todas las variantes del grabado, como aguafuerte, punta seca, litografía, linóleo y aguatinta, como ejemplo de su continuo proceso de cambio artístico.

“Analizamos toda su carrera y diferentes períodos de su grabado. Comenzamos mirando sus primeros trabajos en París, cuando se interesaba por la gente que lo rodeaba, representando escenas de pobreza, acróbatas, artistas callejeros. Luego se interesó por el arte clásico, como en la ‘Suite Vollard’, una serie de 100 grabados que realizó entre 1930 y 1937″, explica Daunt.

En esa “Suite Vollard”, hecha para el marchante de arte Ambroise Vollard, hay referencias a la guerra civil española, como el aguafuerte “El sueño y mentira de Franco”, presente en la muestra.

“Más adelante vemos su interés por la litografía y el grabado en linóleo, y finalmente los grabados que hizo cuando estaba al final de su vida, cuando reflexionaba sobre su vida y pensaba en su legado. Así que vemos muchos elementos diferentes de Picasso en esta exposición”, señala Daunt.

“Un diario personal”

También incorpora de manera recurrente el tema del pintor y la modelo o el mito de Minotauro.

“Sus grabados son como un diario personal, ya que siempre incluyó elementos de su propia vida. Aprendemos mucho sobre su vida con ellos. Vemos a las personas que significaron mucho para él, a sus esposas y a amantes. Vemos un reflejo de sus emociones, sus vivencias, los artistas que lo inspiraron. Fue un grabador muy inventivo y creativo”, explica Daunt.

La muestra incluye 28 grabados de la serie 347 Suite, que Picasso realizó entre el 16 de marzo y el 8 de octubre de 1968, siendo una de las series más importantes del artista en esta faceta.

Esos 347 grabados, donados en su totalidad en 2014 al British Museum por Hamish Parker, los hizo en 1968, con 86 años. En esa “Suite 347” incluye referencias al escritor francés Honoré de Balzac, a los pintores Rembrandt y El Greco, así como a su propia familia, como padres, cónyuges o amantes.

En la serie se refleja la vasta inspiración de Picasso, desde esos grandes maestros hasta el universo taurino y flamenco, pasando por la mitología grecorromana y el paisaje mediterráneo. También hay referencias a la vida diaria o personajes históricos, como el presidente francés Charles De Gaulle, en un grabado relativo a las revueltas de mayo del 68.

“En el grabado, Picasso pudo contar historias y explorar realmente un tema. A menudo hacía impresiones en series. Y eso le permitía explorar profundamente una idea, algo que no podía hacer necesariamente tan rápido en la pintura”, resume Daunt.

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Dos muestras unidas por el arte y el feminismo

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Un grupo de artistas argentinas y alemanas se unen en un concepto y dos muestras: “Mixxturar” y “Juntas”, un diálogo entre los colectivos feministas Nosotras Proponemos y Fair Share! for Women Artists Berlín.

Dos exhibiciones, curadas por Julie August, que ponen de manifiesto que las temáticas sobre diversidad y género, se hermanan en el mundo del arte para crear una demanda potente y colectiva: un reparto más justo tanto de las condiciones de visibilidad como de las económicas.

Con el apoyo de la Embajada alemana en Argentina, llegan especialmente al país Ines Doleschal, Rachel Kohn y Verena Kyselka. Ellas expondrán en “Mixxturar” sus obras junto a sus pares argentinas María Causa, Marina De Caro y Alicia Esquivel, desde el 21 de noviembre, en Casa Bolívar, un espacio ubicado en San Telmo dedicado a albergar proyectos que toman la propia casa como protagonista de la exposición, desafiando el concepto del cubo blanco en el arte. 

En ese marco, se mostrarán obras de arte, objetos y documentaciones del activismo de cada una de las seis artistas generando una conversación en cada rincón.  

Las artistas convocadas, de destacada trayectoria y reconocimiento, dedican parte de su tiempo y de su trabajo a mejorar las condiciones de visibilidad de colegas artistas, de todas las épocas, y por otra parte se abocan a tareas de cuidado. 

La “mixxtura” de estas facetas en lo cotidiano se hace evidente en la muestra y se transmite también a través de un formato inspirado por la casa que cuenta con una bella cocina. Así, una noche por semana, las propias artistas invitan a compartir una comida junto al intercambio de ideas y de experiencias. 

En el Museo de la Mujer

En tanto, desde el 12 de noviembre, la exhibición “Juntas” se podrá visitar en el Museo de la Mujer, con el enfoque puesto en la creatividad del activismo que nace de agrupaciones de artistas. 

Documentaciones de performances y acciones en el espacio público se complementan con artefactos del activismo, como máscaras, carteles, stickers y material impreso de los colectivos Nosotras Proponemos y Fair Share! for Women Artists.

Además, durante la muestra, se realizará una performance participativa y una charla con la investigadora y curadora Andrea Giunta.

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Propietaria/Directora: Andrea Viveca Sanz
Domicilio Legal: 135 nº 1472 Dto 2, La Plata, Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA Nº 2022-106152549
Edición Nº