Conéctate con nosotros

Además

Periodismo y redes, foco de atención en la primera jornada del Congreso de la Lengua Española

Publicado

el


Julieta Grosso (*)

Los periodistas Jorge Fernández Díaz y Soledad Gallego Díaz protagonizaron este miércoles una de las sesiones más interesantes de la primera jornada del Congreso Internacional de la Lengua (CILE) cuando debatieron sobre los retos que afronta el periodismo en un escenario inflamado por las redes sociales, a las que la española definió como “armas de distracción masiva que destruyen la capacidad de las sociedades para acceder a la información”.

Bajo la consigna “El español y la sociedad digital” y con la moderación de la escritora Claudia Piñeiro, los periodistas mantuvieron un diálogo ameno en el Teatro General Libertador San Martín que recorrió los tópicos del periodismo contemporáneo, desde las secuelas de la postverdad y la proliferación de “fake news” hasta las tensiones que el lenguaje inclusivo ha producido entre algunos académicos y los movimientos feministas.

Claudia Piñeiro

“Hay una guerra por instalar palabras y una guerra de argumentaciones. Hemos comprobado a lo largo de la historia de la humanidad que las argumentaciones son más peligrosas que las balas –indicó Fernández Díaz-. En la batalla que se da en la Argentina por la legalización o no del aborto, hay una discusión para instalar la palabra ‘provida’, que no es ingenua sino que tiene la intención de marcar que hay un bando que está a favor de la vida y otro en contra”.

“Una de las cosas más significativas en las sociedades occidentales de este momento es el fenómeno de intentar simplificar cosas complejas. Lo que hay detrás de esa simplificación, hay una utilización falsa y manipulada del lenguaje. Porque acaso ¿quién puede decir que las mujeres que practican un aborto están a favor de la muerte? Eso es una mentira y pretende simplificar el derecho de una mujer a decidir sobre su propio cuerpo”, intervino Gallego Díaz.

Egresada de Periodismo y de la carrera de Filosofía y Letras, la periodista asumió en junio del año pasado como directora del periódico español El País y se convirtió en la primera mujer en ocupar ese cargo desde su fundación en 1976, corolario de un recorrido que en los últimos treinta años la ha llevado a desempeñarse como cronista política y corresponsal en Bruselas, Londres, Nueva York, Buenos Aires y París.

“Todas estas construcciones de sentido común hacen que el editor tenga que pensar tres veces cómo está nominando un tema. Cómo se llama un tema puede ser hoy motivo de disputa ideológica. El editor se convierte en un sopesador permanente y en alguien que debe sospechar de los rótulos de cada momento”, intervino Fernández Díaz, que desde 2012 es miembro de la Academia Argentina de Letras.

“Tengo la idea de que cuando uno escribe en digital escribe provisoriamente y por lo tanto escribe con una cierta libertad o ligereza porque un error puede ser modificado inmediatamente y un texto puede ser enriquecido diez minutos después. Esa cosa provisoria que no existía en los periódicos de papel de hace diez años, donde una errata en el papel o en un libro era una verdadera tragedia para un periodista”, acotó el autor de “Mamá”.

Para el autor de “El puñal” hoy se da “una cierta relativización del error ortográfico o semántico que lleva a una relativización del dato”, mientras que para su colega española “la idea de que el periodismo puede ser mentiroso es nefasta para el oficio” ya que “si algo es mentira, entonces no es periodismo”.

“El problema de las redes es que han permitido el fenómeno de las fakes news, que provocan que los medios no tengamos capacidad de imponer los temas. Los medios hemos perdido capacidad de fijar agenda, de llamar la atención a los ciudadanos sobre las cosas que son de interés público –analizó Gallego Díaz-. Se los distrae continuamente para que no tomen decisiones sobre cuestiones importantes para su manera de decidir”.

“Las redes son hoy armas de distracción masiva, como el equivalente a las antiguas armas de destrucción nuclear, que provocan un efecto demoledor en la sociedad porque destruyen la capacidad de tener redes de información -subrayó-. Lo malo es que las redes hagan desaparecer al periodismo ya que por el contrario el periodismo nunca va a hacer desaparecer a las redes”.

Otro de los núcleos fuertes de la charla -que hasta ahora se ha convertido en un tópico recurrente aunque paradójicamente no forma parte de la agenda oficial del Congreso de la Lengua- fue el de las tensiones que genera el lenguaje inclusivo.

“El lenguaje inclusivo es un síntoma de algo importante y positivo pero hay quienes quieren forzar a la Academia y a quienes hacen los diccionarios a procesarlo y adquirirlo inmediatamente. Eso me parece peligroso porque no sigue el normal desenvolvimiento profesional que tiene la hechura de un diccionario y además porque después ese ejemplo puede quedar abierto para que otros grupos de presión pujen para instalar otras cuestiones, con lo cual los diccionarios ya no serían reflejo de lo que pasa de manera perenne sino resultado de pujas de distintos grupos”, se expidió Fernández Díaz.

“No creo que el lenguaje se pueda imponer: creo que es una construcción humana que tiene un desarrollo y afortunadamente no tiene que ver con las imposiciones. Pero sí creo que el lenguaje refleja las estructuras de una sociedad y en la sociedad actual existe claramente una estructura de poder que hace que las mujeres estén en una posición secundaria. Eso ha ido cambiando en las sociedades occidentales pero todavía no se ha producido la necesaria igualdad que debe existir”, coincidió Gallego Díaz.

(*) Enviada especial de la agencia de noticias Telam

Sigue leyendo
Haga clic para comentar

Debes iniciar sesión para publicar un comentario. Acceso

Deja una respuesta

Además

Marcha atrás con el cierre del Fondo Nacional de las Artes y del Instituto Nacional del Teatro

Publicado

el

El Gobierno envió al Congreso el texto reformado del proyecto de “Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” donde da marcha atrás a la derogación del Fondo Nacional de las Artes (FNA) y del Instituto Nacional del Teatro (INT), entre otros puntos incluidos en el capítulo dedicado a la cultura, que se “rediseñó protegiendo los recursos del sector, pero preservando el objetivo de que los gastos administrativos no sean una carga excesiva”, según se explicó en los fundamentos de la iniciativa.

Tras el plenario de comisiones de Diputados, donde expusieron referentes de la cultura, enmarcados por protestas y manifestaciones en las calles de trabajadores del arte y la cultura, la Ley Bases ingresó al Congreso con varias reformas: una “nueva versión” que “ha sabido recoger muchos de los puntos de la discusión”, donde “la diferencia no es solo cuantitativa (se pasa de un proyecto con 664 artículos a uno de 523) sino cualitativa”, aclara la introducción del texto.

El nuevo texto -que incorpora gran parte del debate público” pero “mantiene las bases fundamentales de ampliación de libertades, libertad económica, reorganización administrativa, equilibrio presupuestario” y “fortalecimiento de la educación y la cultura”- plantea que el FNA pase a funcionar con directores ad-honorem y un límite de gastos del 20% de sus ingresos; que se reforme la categorización de filmes nacionales, restricciones financieras para el Instituto Nacional de la Música (Inamu) y la Comisión Nacional de Biblioteca Populares (Conabip).

“Es sano exponer los privilegios de unos pocos, es sano mover nuestro marco normativo hacia adelante modificando cosas que el tiempo había enquistado (…) es sano escuchar, corregir, aprender”, dice el documento que incorpora medidas específicas para garantizar que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) promocione al cine nacional y mantenga intactos los alcances del Fondo de Fomento Cinematográfico.

En cuanto al Instituto Nacional de la Música (INAMU) y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares CONABIP, “en pos de una gestión más eficiente”, se establecen restricciones de gastos para el INAMU y la CONABIP. Limitar también los egresos al 20% de los ingresos de estas instituciones busca garantizar una utilización eficaz de los recursos disponibles, evitando excesos administrativos y priorizando el respaldo directo a la música y las bibliotecas populares.

Sobre el Instituto Nacional del Teatro, el proyecto propone la absorción de las funciones del INT por la Secretaría de Cultura, señalando un enfoque en la eficiencia administrativa. Sin embargo, esta decisión también abre la posibilidad de que el Instituto quede más supeditado a los vaivenes políticos, planteando desafíos adicionales para su funcionamiento futuro.

Las nuevas modificaciones al proyecto de ley reflejan una estrategia más cautelosa, donde se buscan reformas significativas sin descuidar la protección de instituciones fundamentales, pero que mantiene el espíritu de achicar el Estado. La propuesta se adapta a la complejidad del sector cultural argentino, reconociendo la necesidad de cambios, pero asegurando que estos no comprometan la estabilidad y la misión esencial de las instituciones culturales del país.

Entrando más en el orden preciso de los cambios, el proyecto redefine la categorización de películas nacionales. Ahora, se considerarán aquellas producidas por ciudadanos argentinos o con domicilio legal en el país, con participación predominante de equipos locales. Se introducen definiciones específicas para películas de corto y largo metraje, proporcionando claridad a la industria.

Además, se impone la obligatoriedad de obtener un certificado de exhibición del INCAA para todas las películas que deseen proyectarse, independientemente de su origen. Esta medida, acompañada por la exigencia de un certificado de libre deuda, refuerza los controles administrativos.

El cambio significativo de derogar un inciso en particular busca promover apertura y diversidad en la producción cinematográfica. Se establece un límite del 20% para los gastos internos del INCAA, equilibrando la eficiencia administrativa con la necesidad de recursos para el desarrollo del sector.

El compromiso del INCAA de subsidiar tanto películas de largometraje nacional como coproducciones se detalla con lineamientos específicos. Se incorpora un artículo que establece normas para reconocer la inversión al coproductor argentino en coproducciones internacionales, fomentando la colaboración global.

Numerosos artículos de la Ley N° 17.741 (Texto ordenado 2001) son derogados, marcando un cambio profundo en la regulación de la cinematografía argentina.

Se incorpora también un artículo que limita los egresos de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) al 20% de los recursos recibidos. Múltiples leyes y artículos de la Ley N° 26.522 son derogados, marcando un enfoque más restrictivo en los gastos de CONABIP y una transformación significativa en la regulación de los medios audiovisuales.

Adicionalmente, el proyecto incorpora ajustes para salvaguardar recursos y adaptarse a la realidad política. Se reducen las modificaciones propuestas para el INCAA, manteniendo la asignación específica y preservando los alcances del Fondo de Fomento Cinematográfico.

Las restricciones financieras se aplican al INAMU y la CONABIP, limitando sus gastos al 20% de los ingresos. El Instituto Nacional del Teatro experimenta una fusión de funciones con la Secretaría de Cultura, buscando eficiencia, aunque planteando desafíos políticos.

Estos cambios en el proyecto mantienen el espíritu inicial de la propuesta, con algunas concesiones a raíz de las resistencias de los sectores de la cultura. La propuesta intenta tranquilizar al sector, reconociendo la necesidad de cambios, pero asegurando que estos no afecten la misión esencial de la Ley de Bases, conocida como Ley Ómnibus. El impacto real dependerá de la implementación eficaz y la adaptación de los diversos sectores involucrados en la cultura argentina.

Sigue leyendo

Además

Lo más amplio de la escena artística se pronunció en defensa de la cultura

Publicado

el

Charly García, Fito Páez, León Gieco, Cecilia Roth, Graciela Borges y Leonardo Sbaraglia son algunas de las más de 20.000 figuras que firmaron una solicitada publicada este lunes por el Frente de Soberanía Cultural “en defensa de nuestra identidad”.

La carta se titula “Carta al Congreso Nacional. La cultura está en peligro” y está dirigida a los diputados y senadores.

En rechazo al DNU y la Ley Ómnibus del presidente Javier Milei, la solicitada cuenta con un apoyo masivo de referentes de la cultura nacional de todos los sectores.

“El Gobierno Nacional pretende, a través de la Ley Ómnibus, derogar leyes vitales para la supervivencia de las industrias culturales, las artes y las ciencias, y el patrimonio cultural de nuestro país”, dice uno de los fragmentos del texto.

Otros de los referentes de la quienes dejaron su firma son Palito Ortega, Luis Felipe “Yuyo” Noé, Juana Molina, Tute, Mercedes Morán, Dolores Fonzi, Santiago Mitre, Paula De Luque, Lucía Puenzo, Juan Leyrado, Inés Estévez, Daniel Fanego, Juan Minujín, Julieta Ortega, Darío Grandinetti, Tomás Fonzi, Kevin Johanssen, Claudia Piñeiro y Humberto Tortonese.

También apoyaron Georgina Barbarrosa, Eleonora Wexler, Emilia Mazer, Albertina Carri, Martín Caparrós, Diego Cremonesi, Jazmín Stuart, Mónica Antonópulos, Alejandra Flechner, Andrea Frigerio, Mirta Busnelli y Soledad Villamil.

Acerca del paquete legislativo, la carta señala: “No hay en la letra de su desarrollo el mero atisbo de participación ni interés alguno en el quehacer cultural, y por el contrario, el texto tiene una mirada mercantilista que apunta sin miramientos a desfinanciar y anular el desarrollo de las actividades de nuestra cultura nacional”.

En el final, el texto advierte: “La cultura es identidad. La cultura es lo único que no se puede importar. La hacen los pueblos. Queremos seguir teniendo una identidad propia como Nación. De otro modo solo nos quedará el destino triste de no ser. De eso se trata esta lucha. Un país es tan grande o tan pequeño como la medida de su proyecto cultural”.

El Frente de Soberanía Cultural viene realizando actividades semana tras semana para repudiar todo el articulado del paquete legislativo de Milei que apunta contra los entes culturales.

El plan de acción comenzó con un plenario en el Teatro Argentino de La Plata, continuó con un encuentro de grupos de teatro y artes escénicas en esta misma Plaza del Congreso, con una convocatoria en Mar del Plata y un “Musicazo” el jueves pasado y una lectura colectiva este sábado. Se trata de instancias previas de cara al Paro Nacional de este miércoles anunciado por la CGT.

Sigue leyendo

Además

Marvel incluye en sus comics un Capitán América de la comunidad LGBTQ+

Publicado

el

La editorial de cómics de superhéroes Marvel anunció que este próximo de 2 de junio se publicará la primera serie del Capitán América protagonizada por Aaron Fischer, uno de los últimos personajes incluidos en ese universo que pertenece a la comunidad LGBTQ+ y lucha contra la opresión de ese colectivo.

Se trata de “Los Estados Unidos del Capitán América”, en la que el histórico Steve Rogers, el primer Capitán América, pierde su escudo en un robo y se reúne con otros héroes conocidos para iniciar un viaje a través de ese país y encontrar su característica arma.

Durante la travesía, el grupo conoce a distintas personas con variados trasfondos que en algún momento utilizaron el símbolo del superhéroe para defender sus comunidades, entre las que se encuentra Fischer, un adolescente inspirado por referentes y activistas del colectivo queer.

La historia del cómic fue escrita por el guionista Joshua Trujillo e ilustrado por la artista trans Jan Bazaldua, bajo la dirección de Christopher Cantwell y el dibujante Dale Eaglesham, los directores a cargo del proyecto.

Sigue leyendo


Propietario: Contarte Cultura
Domicilio:La Plata, Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA En Trámite
Edición Nº