Literatura
Dos libros recrean la amistad que supieron tener Vargas Llosa y García Márquez
La historia de amistad de dos escritores latinoamericanos y premios Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, interrumpida por diferencias ideológicas en 1976, se puede reconstruir en libros que se reeditan por estos días en España y algunos países latinoamericanos.
Se trata de “Dos soledades” -que reúne el diálogo que sostuvieron ambos escritores en 1967 en Lima- e “Historia de un deicidio”, la obra que el autor peruano escribiera sobre la vida y la narrativa del autor de “Cien años de soledad”.
“Dos egos”, “Dos ideologías”, “Dos estéticas literarias diferentes” o “Un desencuentro” quizás serían títulos más precisos (menos literarios, por supuesto) para titular “Dos soledades”, que fue publicado originalmente en 1968 bajo el título “La novela en América Latina: diálogo” y hoy era casi inhallable.

La obra, que será relanzada por Alfaguara para fines de abril está centrada en la conversación que mantuvieron en 1967 Vargas Llosa y García Márquez. Saldrá al mismo momento que “Historia de un deicidio”, libro también agotado hace décadas en el que el autor de “La casa verde” y “La ciudad y los perros” trabaja la vida y obra de Gabo.
Uno de los ejemplos de estos mundos confrontados queda marcado en “Historia de un deicidio”, cuando Vargas Llosa señala que “la presencia de Borges en ‘Cien años de soledad’ es fugaz” y que García Márquez “profesa por Borges una admiración distante, no exenta de antipatía”. Cortázar es en cambio el modelo de escritor latinoamericano y la obra del autor de “Ficciones” para el colombiano es “una literatura de evasión”
“Con Borges a mí me sucede una cosa: es uno de los autores que más leo y que más he leído y tal vez es que el menos me gusta. A Borges lo leo por su extraordinaria capacidad de artificio verbal; es un hombre que enseña a escribir, es decir, que enseña a afinar el instrumento para decir las cosas. Desde ese punto de vista sí es una calificación. Yo creo que Borges trabaja sobre realidades mentales, es pura evasión; en cambio Cortázar no lo es”, cita en “Dos soledades”.
Tal como Vargas Llosa hiciera con la reedición del libro “El viaje a la ficción” sobre el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, en su momento, y con “Medio siglo con Borges”, el año pasado, ahora el autor peruano permite reeditar dos libros que lo unieron en su momento a García Márquez, con quien a partir de 1976 tuvieron una larga y permanente enemistad.
“Dos soledades: un diálogo sobre la novela en América Latina” es la reproducción de la conversación que sostuvieron ambos escritores en la facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería de Lima los días 5 y 6 de septiembre de 1967, ante un auditorio colmado y que por los pasillos de la casa de estudios se reproducía para que el público que no había podido acceder también pudiera escuchar el diálogo entre los dos jóvenes escritores: el colombiano de 40 años pero con “Cien años de soledad” como obra fundamental y el peruano que con solo 31 años, le habían otorgado, por su novela “La casa verde”, el premio Rómulo Gallegos.

En “Historia de un deicidio” publicado por primera vez por Monte Avila editores en un convenio con Barral editores en 1971, Vargas Llosa reconstruye “la realidad real” desde los datos biográficos de García Márquez visto desde la anécdota y “el novelista y sus demonios”.
El autor de “Conversación en la Catedral” se dedica al análisis de la obra del escritor colombiano en “la realidad ficticia” desde sus primeros cuentos, pasando por la visión aristocrática de Macondo y el idealismo optimista de la novela “El coronel no tiene quien le escriba”. La mirada lúcida del ensayista y narrador peruano llega hasta lo que denomina “la novela total” que es “Cien años de soledad”, donde destaca “el punto de vista, el tiempo circular y el contrapunto de lo real objetivo y de lo real imaginario”.
En este estudio profundo sobre García Márquez, el autor de “La tía Julia y el escribidor” concluye que el autor de “Crónica de una muerte anunciada” es una síntesis de Alejo Carpentier, Juan Carlos Onetti y Borges. Cuando se pregunta “¿De qué naturaleza son las fuentes de la literatura narrativa?” responde que toda obra de ficción proyecta experiencias de tres “demonios”: personales, históricos y culturales.
Y resume: para Alejo Carpentier las experiencias ‘históricas’ son fuentes más importantes que las personales, en Borges los demonios culturales importan más que los históricos y para Onetti los demonios ‘personales’ son más decisivos que los históricos o culturales. Y llega a la conclusión que en el caso de García Márquez “hay una especie de equilibrio entre estos tres tipos de experiencias: su obra se alimenta en dosis parecidas de hechos vividos por él, de experiencias colectivas de su mundo, y de lecturas”.
Historias Reflejadas
“Sin nombre”

Sin nombre
Una gran boca deglutía su nombre, sus letras eran arrastradas por aquella corriente de silencios que se llevaba los fragmentos. A lo lejos, los espacios conocidos conservaban la forma y las líneas que los contenían delimitaban el estrecho espacio de aquello que les pertenecía. Era en esa fragilidad de su lenguaje, en ese deslizarse sobre el barro de la incertidumbre, donde las palabras adquirían sentido, como si en ese revés de las circunstancias encontrara las respuestas.
Una boca masticaba los pedazos de una historia conocida y los aglutinaba en el centro, como una bola inconsistente, blanda, capaz de rodar por encima de las huellas para liberar el silencio que dejaban las muertes, el vacío de los cuerpos, que aún flotaban en la superficie y se paseaban como fantasmas delante de sus ojos ciegos.
Los sueños estaban allí, encerrados en los múltiples estratos de la memoria, fosilizados por el tiempo, vivos en el subsuelo de la existencia.
El agua arrastraba las partes de su nombre, las mecía en su boca líquida y las depositaba en un remanso del camino, en un hueco en el que confluían los verbos que le daban volumen y lo volvían nuevo, como si allí, entre sus letras inventadas, se deslizara la conjugación de otra vida posible.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia los siguientes textos: “Volver para mí”, de Julieta Novelli; “Hiper”, de Alejandro De Angelis; “La máquina de los sueños vs la máquina global”, de José Luis Cavalieri; y “Confluencia”, de Inés Kreplak.
Textos para escuchar
A brazadas – Susana Szwarc
Susana Szwarc lee su poema inédito A Brazadas, del libro Caracú que publicara Pixel Editora para la Feria de Editores de octubre de 2021.
A brazadas
Za shtil, majnicht cain gueride…
(De una canción popular. Para las artistas como Laura)
No, no hagas ruido.
¿No ves que hay en ese hacer (mecer)
lo frágil intenso que desmenuza
las columnas?En cada girar (de página)
la intemperie
hace chispas.
Casi a la manera de Odradek
que busca cuerpo.
Ahora Odradek se mueve
ruidoso y causa
en ella
el moverse de la niebla.
(La mueve con un pie,
la sostiene sobre el empeine,
la alza como a una flor
redonda, verde todavía.
Después la acerca.)
En esa niebla, a veces
se desdibuja el mundo.
En esa niebla –cuando espesa-
los desdenes se empujan
lejos.Los dedos sobre las cejas.
No todos juntos
sino uno por vez. Y otra vez.Torsiona/desliza/escribe:
¿Abrir y cerrar una ventana?
¿Reforzar la brazada o el efecto
de luz sobre el perfil de cada pasajero?No hagas ruido.
No estropees el silencio.
¿No ves acaso que ella insiste
dibuja envolvente el sol entre las manos?
Alza el índice
después el pulgar
y cubre el sol y te alivia la extrañeza
del ojo.Dobla en cuatro el papel.
El sol tropieza en la ventanilla.
Decimos palabras que suenan
como vértebras y reímos más
de la paradoja.Vuelta.
Otra vuelta de página.
Entrelíneas.
Con delicadeza.En tempo.
Literatura
Otorgaron a Maitena el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos 2025
La historietista y humorista argentina Maitena Burundarena fue distinguida con el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos 2025, convocado por la Fundación General de la Universidad de Alcalá con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, a través de la AECID.
El galardón, dotado con 30.000 euros, reconoce su “innovación y originalidad en el lenguaje humorístico, su impacto cultural y social, su proyección internacional y especialmente iberoamericana, y la calidad y consistencia de su trayectoria”.
Nacida en Buenos Aires, Maitena estudió diseño gráfico durante los años de la dictadura, una experiencia que marcó su sensibilidad hacia las libertades cotidianas. Tras sus primeros trabajos en publicidad y diseño, comenzó a publicar viñetas en revistas argentinas a fines de los ochenta, donde ya asomaba su aguda observación sobre las relaciones humanas y la vida diaria.
El gran salto llegó en 1993 con “Mujeres Alteradas”, publicada en el suplemento “Las 12” de Página/12. Por primera vez, el humor gráfico hablaba con las mujeres, no de las mujeres. Con un trazo ágil y una mirada irónica, Maitena retrató los mandatos de belleza, la culpa materna, las dietas eternas, las presiones de pareja y la amistad femenina, temas que encontraron eco inmediato en lectoras de toda América Latina y Europa.
Durante los años 2000, su obra alcanzó proyección internacional: fue publicada en El País y traducida a más de 15 idiomas, además de inspirar exitosas adaptaciones teatrales. Recibió, entre otros, el Premio Konex de Platino en Argentina.
En las últimas décadas amplió su universo con series como “Superadas” y “Rumble”, donde sus personajes maduran junto a su público y abordan con humor el paso del tiempo, las relaciones largas y la menopausia.
El Premio Quevedos, creado en 1998, distingue la trayectoria de humoristas gráficos de España e Iberoamérica. Entre sus ganadores figuran Quino, El Roto, Forges y Hervi. Con Maitena, el galardón celebra a una voz que transformó el humor gráfico en espejo lúcido y mordaz de la vida contemporánea.
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