Literatura
El XIII Hay Festival Cartagena de Indias 2018 congrega a 150 escritores
Con la participación de 150 escritores internacionales, el próximo jueves arrancará el XIII Hay Festival Cartagena de Indias 2018, que contará con la presencia de J.M. Coetzee, Salman Rushdie, Yaa Gyasi, Guillermo Arriaga, Sara Mesa, Michael Pollan, Carolin Emcke, Christophe Galfard y David Rieff, entre muchos otros.
El ciclo reunirá por primera vez el grupo completo de los mejores autores latinoamericanos menores de 40 años, denominado Bogotá 39-2017 y que durante el último año se ha convertido en un importante espacio para los escritores en proyección.
Entre los participantes de este segmento figuran los argentinos Samanta Schweblin y Mauro Libertella; el cubano Carlos Manuel Álvarez; los colombianos Felipe Restrepo Pombo, director de la revista Gatopardo, Giuseppe Caputo o Juan Cárdenas; los mexicanos Valeria Luiselli o Emiliano Monge; los peruanos María José Caro, Claudia Ulloa Donoso y Juan Manuel Robles; el dominicano Frank Báez; el ecuatoriano Mauro Javier Cárdenas; y el chileno Gonzalo Eltesch.
Bajo su eslogan “Imagina el mundo”, este festival desplegará un extenso programa que incluye temas diversos como literatura, filosofía, historia, ciencia y música.
Además, los estudiantes universitarios contarán con eventos dirigidos exclusivamente a ellos, gracias al Hay Joven, con actividades gratuitas, previa inscripción, en diversos campus de la ciudad.
El programa incluirá también la participación de mujeres europeas cuyo desempeño en el mundo de la cultura marca la diferencia, como Lauren Bastide (Francia), Paula Canal (España), Lisa Mcinnerney (Irlanda) y Mariana Torres (Brasil/España).
Por otro lado, las ciudades de Riohacha y Medellín formarán parte de la agenda del festival, con una treintena de actividades que enriquecerán el debate cultural. La versión 11 del Hay Festival Riohacha se celebrará desde este martes 23 y la sexta versión del Hay Festival Medellín comenzará el jueves y se extenderá hasta el viernes en la ciudad de la ‘eterna primavera’.
Historias Reflejadas
“Desandar el camino, encontrar el paraíso”
Desandar el camino, encontrar el paraíso
En la rueda de la vida a veces es necesario partir, romper la estructura que nos contiene para adentrarse en lo desconocido, lo que está por venir.
Es posible atreverse a caminar sobre las dudas para encontrar tesoros más allá, en los lugares donde aún no hemos mirado.
Avanzar desandando el camino de lo que hemos sido para comenzar a ser, excavando en las profundidades del alma para llegar a destino.
Permitir que nuestros pasos atraviesen el desierto, se internen en el monte o se pierdan en las arenas de una playa solitaria para lograr encontrarnos.
Del otro lado del espejo en que buscamos nuestro reflejo, se esconden realidades diferentes capaces de mostrarnos nuestra otra parte.
La naturaleza murmura sonidos nuevos, voces desconocidas renuevan nuestra existencia y nos empujan descascarando las sombrías capas que nos protegen.
Allí, en esos espacios infinitos en donde lo cotidiano parece lejano, es posible hallar lo que buscamos.
Si cerramos los ojos y somos capaces de internarnos en el vacío, la misma oscuridad traerá sus respuestas.
Enterrado en un desierto, acunado por las olas o pendiendo de la invisible hermandad de los árboles puede esconderse el amor.
Del otro lado del espejo es posible encontrar el paraíso.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia: “Con los ojos cerrados”, de Ana Emilia Moglia; “Rey de monte”, de Susana Biset; “Huellas en el desierto”, de Gabriela Margall; y “Ópalos de Fuego”, de Elizabeth Haran.
Historias Reflejadas
“Gatos dibujados”
Gatos dibujados
Todo comenzó con una línea que se convirtió en bigote, a la que siguió una curva y más tarde otra con la que se formó una oreja. Los pasos que el lápiz dio sobre el papel se convirtieron en una danza de formas y colores que después de un rato, fueron una familia de gatos.
Blancos, negros, marrones y moteados, de ojos vistosos, olfato preciso y garras oportunas, se lanzaron a caminar juntos por las páginas de un libro sin historia.
En una noche de luna nueva, justo cuando el ilustrador se quedó dormido, entre ellos apareció un extraño personaje. Sobre el final de una hoja, asomaba tímido un gato sin cola. Todos repararon en su situación y se propusieron despertar al dibujante para que completara su obra, pero eran tales sus ronquidos que el pobre minino tuvo que aceptar esa vida diferente que le había tocado. Después de todo, cada uno era diferente del otro.
Tal era el caso del gato marrón, sobre el que bailaban sin poder detenerse unas pocas pulgas que, de tan contentas, se multiplicaron para saltar felices entre los cuerpos de todos los felinos. Tanto les picaba que se pusieron a correr. Una carrera imprevista se desató entre aquellas hojas blancas, que todavía no eran un cuento porque el ilustrador no dibujaba y no había escritor que lo contara.
Sobre un renglón, aferrada con sus dos manos, había una abuela a la que no le gustaban para nada los gatos, porque olían mal y dejaban muchos pelos. Por eso se escondía, al menos hasta ese momento. Lo que pasó después fue una verdadera abuelada.
Entre las páginas de aquel libro, con olor a gato, con sabor a pescado y sonidos maullados, apareció de repente un gato que hacía negocios. Con mucha honradez se dispuso a vender ratones y ahí sí se complicó la cosa porque, en pocos minutos, los pequeños roedores se comieron el papel en el que todos estaban dibujados.
Sin papel no había dibujos y sin dibujos no había cuento posible. Entonces, la abuela entusiasmada reunió gatos y ratones y tras largas deliberaciones decidieron que juntos despertarían al dibujante, para soplarle al oído la única historia que merecía ser contada.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia: “Las aventuras de Bigote, el gato sin cola”, de Ruth Kaufman con ilustraciones de Gustavo Mazali; “Los negocios del señor Gato”, de Gianni Rodari con ilustraciones de Montse Ginesta; “El gato de Berta tiene pocas pulgas”, de Ema Wolf con ilustraciones de Carlus Rodríguez; “La gran carrera”, de Beatriz Doumere y Gabriel Barnes con ilustraciones de Petra Steinmeyer; y “A mi abuela no le gusta mi gato”, de María Inés Falconi y María Lavezzi.
Literatura
Distinguieron a Mariana Enríquez con el Premio de Letras José Donoso
La escritora argentina Mariana Enríquez ganó el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, que reconoce a autores destacados de la región, por su capacidad para crear “un universo de ficción tan personal como inquietante”.
El anuncio fue realizado en el marco de la conmemoración de los 100 años del nacimiento del escritor chileno José Donoso.
Enríquez, conocida por obras como “Nuestra parte de noche” y “Las cosas que perdimos en el fuego”, se destacó entre los candidatos gracias a su originalidad y la profundidad de su trabajo literario.
“En su obra el terror es un recurso estético que nos confronta con los aspectos más apremiantes de la realidad latinoamericana, tales como la violencia, el terrorismo de estado y sus consecuencias en el presente, las desigualdades sociales, las problemáticas de género, el extractivismo y la crisis climática, entre otros”, destacó el jurado.
El jurado del premio, compuesto por Macarena Areco (Universidad Católica de Chile), Henri Billard (Universidad de Poitiers, Francia), Ana Casas (Universidad de Alcalá, España), Adriana Pacheco (Universidad de Texas en Austin) y Victoria Torres (Universität zu Köln, Alemania), deliberó durante cinco días antes de llegar a su decisión final.
Enríquez, quien actualmente se encuentra en Chile para la presentación de su obra “No traigan flores”, expresó su sorpresa por el galardón, destacando su admiración por otros ganadores del premio y su aprecio por las colegas escritoras Samanta Schweblin y Lina Meruane.
“Es un súper honor recibir este premio. Primero, porque no me lo esperaba en lo más mínimo. De hecho, yo no sé si es un problema o qué, pero ni siquiera sé cuándo se entregan premios, así que nunca me espero nada. Por eso siempre es una sorpresa y un asombro total”, dijo al portal Infobae.
Mariana Enríquez, una de las exponentes de la “nueva narrativa argentina”, ha logrado un gran éxito con sus novelas y cuentos dentro del género de terror. Fue galardonada en 2017 con el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría Literatura en lengua castellana por su libro “Las cosas que perdimos en el fuego”. En 2019 se alzó como ganadora del Premio Herralde de la Editorial Anagrama con su novela “Nuestra parte de noche”.
Debes iniciar sesión para publicar un comentario. Acceso