Literatura
La Plata hace la felicidad… en sus letras
Tras la participación en la Feria del Libro y el lanzamiento del nuevo título “La cosa se complica”, con la histórica y renovada editorial del Municipio de La Plata que se complementa con un grupo de sellos independientes en auge, se multiplican los escritos de autores y autoras platenses.
Reconocidos artistas inspiraron sus historias en los rincones de la capital bonaerense. Sus ribetes arquitectónicos, su planificación, la masonería, cautivó la imaginación para que a lo largo años existan múltiples textos (novelas, cuentos, obras de teatro) con el foco en la ciudad.
Durante un período esas obras fueron un distintivo para escritores y editoriales de Capital Federal; pero en el último tiempo, la reactivación del sello municipal, La Comuna, y el crecimiento de pequeños emprendimientos independientes hicieron que las letras locales vuelvan a florecer.
La Comuna Ediciones nació en 1999 –el año próximo cumplirá 20 años– con el propósito de publicar y difundir textos de escritores platenses y bajo la premisa de que los libros son imprescindibles. Y así fue como, bajo la dirección del prestigioso Gabriel Bañez, logró una impronta de calidad y un sello distintivo para la ciudad.
En el año 2002, el sello editorial local publicó “Crónicas de una ciudad” de Ramón Teruella, que en un minucioso trabajo puntualizó sobre las historia de escritores con vínculos fuertes con la ciudad. Ese libro, que marcó un camino en la manera de entender los trazos de la literatura platense, significó un puntapié inicial en el reconocimiento de la influencia de las letras de la ciudad.
Pese a que el camino de Editorial La Comuna en sus primeros años fue positivo, durante siete años no publicó y en 2017, bajo la dirección del Facundo Bañez, hijo de Gabriel, volvió a hacerlo. En un solo año editó cuatro títulos; en este 2018, presentó el primero y tiene previsto generar tres más para lo que resta del año.
“Nuestra idea es difundir el laburo de los autores locales, intentar lograr la máxima cantidad de lectores, llegar de todas las formas posibles con presencia”, explicó Bañez, quien asumió como Director en mayo del 2017. Con esa premisa, La Comuna modificó su difusión y promoción.
Entre las iniciativas que se destacan para llegar al público, está el convenio con la Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Plata que permite que los libros estén presentes en bares de la ciudad para que el vecino pueda acercarse a los autores locales. Además, los nuevos títulos, a diferencia de lo que sucedía anteriormente, tienen un valor –módico–, y eso permite que las librerías locales puedan comercializarlos (antes sólo se retiraban en la Editorial). Y también permitió que los autores locales lleguen a Rosario y Capital Federal.
Vuelta al ruedo
La primera publicación de La Comuna, en lo que fue la reactivación, fue Textos I, libro que recopila cuentos de 20 autoras y autores locales. “Para la convocatoria de Textos I, – explica Bañez–, al arrancar de cero, fuimos a buscar a los autores e hicimos un laburito de hormiga y nos interesaba que colaboraran para arrancar a publicar, sumarlos y a partir de ahí ahora sí podemos abrir una convocatoria más amplia”.
Ese fue el punto de partida, para que meses después surjan “Rock versión tinta. Volumen II”, compilado de letras de bandas locales realizado por Francisco Lagomarsino, “Qué pretende usted de mí. (Historias de canibalismo)”, de Nicolás Maldonado y “Jitler”, novela póstuma de Gabriel Bañez.
El primer título del 2018 fue “La cosa se complica”, libro de los platenses Jorge Goyeneche y Genoveva Arcaute, que desarrolla una compilación de notas de la revista Humor, abordando temas costumbristas y una sagaz crítica al sistema educativo que se presentó oficialmente en la pasada Feria Internacional del Libro y luego el 1 de junio en el Centro Cultural Islas Malvinas.
Ese camino desandado continúa. Hace algunos días finalizó una convocatoria libre y abierta que abrió La Comuna y de la que participaron cerca de 100 trabajos. Luego de ser recepcionados por la Editorial, ya están siendo leídos y de allí surgirán: Textos II y Textos del Retablo (obras teatrales), ambos a editarse en los próximos meses.
Sellos independientes
Durante los últimos años también, en la ciudad crecieron los sellos independientes. El mismo Terruella, en noviembre del 2007, dio inicio a la editorial: Mil botellas, “un espacio para nuevos autores, y a la vez, para la reedición de autores o libros que han tenido su trascendencia en décadas anteriores”, explican desde su web.
Otros sellos locales que crecen y ponen a La Plata en el centro de la escena de las letras son UMC Ediciones, que explora el mundo del Comics, La Conheja, Club Hem, Pixel, Malisia, Eme y la Red Literaria de la Sociedad de Escritores de la provincia de Buenos Aires.
En este auge, nació en marzo del 2018, con casi 100 integrantes, la Colectiva de Mujeres Escritoras y Editoras de La Plata, con el fin de visibilizar el sinfín de trabajos que las tiene como protagonista.
“Editamos, militamos y co-gestionamos espacios culturales donde se produce, distribuye y se discuten formas de hacer colectivamente desde la palabra en sus múltiples formas y no solo desde la narrativa”, asegura el documento fundacional.
En el contexto de crecimiento y exposición a nivel nacional, en lo que fue la 44 Feria del Libro Internacional que se desarrolló en Capital Federal, por primera vez en la historia el sello editorial local tuvo su propio stand, lo que significó, según Bañez, “un gran avance con un balance muy positivo porque hemos tenido un público variopinto a quien le pudimos mostrar nuestros títulos”.
(Fuente: Prensa Municipalidad de La Plata)
Literatura
Diez años sin Gabo
El escritor colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel en 1982 y “padre del realismo mágico”, autor de obras emblemáticas como “Cien años de Soledad” y uno de los escritores más grandes que ha dado la literatura universal, falleció hoy hace 10 años.
Fue el creador de un género que impregnó la obra de muchos escritores que le siguieron. Y dejó como legado ese Macondo poético que sigue hechizando a los lectores.
En estos diez años sin Gabo no decayó el interés por el escritor colombiano, del que hace poco más de un mes se publicó una novela inédita, “En agosto nos vemos” (Random House), en la que trabajó hasta que sus fuerzas se lo permitieron.
Tras lanzar “Memorias de mis putas tristes” en 2004, García Márquez estuvo casi diez años trabajando en un libro que quería que se destruyera pero que sus hijos, Gonzalo y Rodrigo, decidieron publicar porque consideraron que, si su padre lo hubiera querido destruir, lo habría hecho.
Es el cierre de la brillante carrera de uno de los autores más relevantes del siglo XX y de cuya imaginación nacieron obras imprescindibles como “Cien años de soledad”, “Crónica de una muerte anunciada”, “El coronel no tiene quien le escriba” y “Los funerales de la Mamá Grande”.
Obras que se siguen vendiendo a buen ritmo desde su fallecimiento, especialmente en las ediciones de bolsillo y en las ilustradas, como explican a la agencia EFE desde la editorial Random House, que tiene los derechos de los libros de Gabo en español para todo el mundo, con la excepción de México y Centroamérica.
De Aracataca al mundo
La poesía que rezuman sus obras sigue atrapando a los lectores porque García Márquez imprimió un estilo muy particular a todos sus trabajos, ya fueran como novelista, periodista o guionista de cine, algunas de las facetas de este colombiano que nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, y que pasó más de 50 años de su vida en México.
Aquel municipio del Caribe colombiano en el que nació le sirvió como inspiración para ese Macondo en el que se desarrollaron sus historias, que en gran parte procedían de su propia familia.
Hijo de Gabriel Eligio García, telegrafista y boticario, y de Luisa Santiaga Márquez Iguarán, Gabo se inspiró en su historia de amor, a la que se oponía el padre de ella, para escribir “El amor en los tiempos del cólera”.
Los nueve hijos extramatrimoniales de su abuelo, la costumbre de su hermana Aida Rosa de comer tierra, la abuela que adivinaba el porvenir o los numerosos parientes de nombres iguales, fueron elementos que aparecieron de una u otra forma en sus novelas.
Siguió con su trabajo de periodista en diversos medios cuando publicó sus dos primeras novelas, “La hojarasca” (1955) y “El coronel no tiene quien le escriba” (1961), esta cuando ya se había instalado en México, que se convirtió en su segunda patria.
Fue entonces cuando se centró en la literatura y dedicó dos años a escribir “Cien años de soledad” (1967), que le consagró inmediatamente como uno de los grandes autores del momento.
Y como precursor del ‘boom latinoamericano’, junto a autores como Carlos Fuentes, Julio Cortázar o Mario Vargas Llosa, uno de sus grandes amigos en su época barcelonesa -de 1967 a 1973- y cuya relación terminó bruscamente en 1976 a causa de un puñetazo que le propinó el peruano y que, con teorías más o menos verosímiles, sigue siendo una incógnita.
Agitador cultural por convencimiento, García Márquez tenía alma de reportero, como demostró en sus muchos artículos o en esa joya llamada “Noticia de un secuestro”. Y su importancia quedó confirmada cuando en 1982 le concedieron el Premio Nobel de Literatura.
En su fallo, la Academia sueca señalaba que el Nobel recaía en García Márquez “por sus novelas y relatos cortos en los que lo fantástico y lo real se combinan en un universo ricamente compuesto de imaginación que refleja la vida y los conflictos del continente americano”.
García Márquez volcó en sus libros muchas de sus inquietudes sociales y políticas, y su ideología de izquierda le provocó problemas y le llevó al exilio.
Premiado y galardonado en múltiples ocasiones, aseguró en 1994 no querer recibir el Premio Cervantes de Literatura. Ya había ganado el Nobel y quería dejar espacio a otros autores.
Lo que nunca rechazó fue la escritura porque, como dijo en sus memorias publicadas en 2002: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.
Literatura
“Aguas turbias”, de Florencia Ghio – El Emporio Libros
“Tengo la gran alegría de anunciar que, finalmente, luego de librar muchas batallas, y de encontrar infinidad de piedras en el camino que decidí juntar y armar un castillo, en el día de hoy, esta preciosura, ingresará a la imprenta de la mano de @elemporiolibros”, dijo la escritora Florencia Ghio al anunciar su nueva novela “Aguas turbias”, que se presenta en este 2024.
La obra tiene fecha de presentación el 8 de mayo a las 18.30, en un evento moderado por el escritor Luis Mey, en el Museo del Libro y de la Lengua, de Avenida Gral. Las Heras al 2555 de CABA.
Previamente, la escritora se presentará en la Sala Sarmiento de la 48ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el 29 de abril a las 16, en una charla junto a sus colegas Luisa M. Ahumada, Analía Bonifay, Marisol Soppe y Nelson Spechia.
Sinopsis de la obra
Aleida San Martín, una abogada con fuertes ideales, se sentirá atraída por el procedimiento judicial que padece Cristian García Robledo quien, reclamando justicia en un subte de
Buenos Aires, asegura ser el chivo expiatorio del crimen de la bioquímica que apareció muerta diez años atrás de un golpe en la cabeza.
¿Podrá la doctora San Martín, ludopata y con problemas anímicos, tener el coraje de renunciar a su puesto en tribunales para asumir la defensa del “chico de la máscara”‘ ¿Se podrá resolver este siniestro crimen?
Crudeza, misterio, intriga, amor y valentía convierten esta historia en una obra magistral y atrapante.
Sobre la autora
Florencia Laura Ghio nació en Buenos Aires y se recibió de abogada en el año 1996 y realizó postgrados en Derecho Penal y Violencia Familiar. Trabaja desde hace 23 años en el Poder Judicial de la Nación, siempre en el fuero penal, desempeñándose actualmente como secretaria en un Tribunal Oral en lo Criminal Federal.
Ejerció la docencia en numerosas universidades en cátedras de Derecho Penal, Criminología y Filosofía del Derecho.
Ha publicado artículos de doctrina jurídica y tiene una extensa formación en literatura.
En 2016 publicó la novela “El Ciudadano” y en 2017 el libro “Amor Ciego y Otros Cuentos”, que recibieron elogiosas críticas de los lectores, medios periodísticos y espacios especializados en literatura.
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Literatura
Salman Rushdie contó cómo lo afecta diariamente la pérdida de su ojo derecho
El escritor Salman Rushdie relató con escalofriantes detalles lo que recuerda del ataque que sufrió hace dos años, cuando fue apuñalado en un escenario durante una conferencia en Nueva York. El ganador del Premio Booker señaló que su ojo quedó colgando de la cara “como un huevo pasado por agua”, y que perderlo “le afecta todos los días”.
En diálogo con la BBC, Rushdie reveló que pensó que se moría, pero “afortunadamente, me equivoqué”. El laureado escritor aseguró que está utilizando su nuevo libro, “Cuchillo: meditaciones después de un intento de asesinato”, como una forma de luchar contra lo sucedido.
El ataque tuvo lugar en una institución educativa del estado de Nueva York en agosto de 2022, mientras el autor británico-estadounidense de origen indio se preparaba para dar una conferencia.
Rushdie recordó cómo el agresor subió “corriendo escaleras arriba” y lo apuñaló 12 veces en el cuello y el abdomen, en un ataque que duró 27 segundos. “No podría haber luchado contra él. No podría haber huido de él”, aseguró el escritor.
El escritor relató cómo cayó entonces al suelo, donde quedó tendido con “una cantidad espectacular de sangre” a su alrededor. Luego fue llevado en helicóptero a un hospital, donde pasó seis semanas recuperándose.
Nacido en India, el autor británico-estadounidense, de 76 años, es uno de los escritores más influyentes de la literatura contemporánea. El ataque que sufrió fue noticia en todo el mundo.
Rushdie pasó varios años escondido después de la publicación en 1988 de su obra “Los versos satánicos”, por la que recibió amenazas de muerte por parte del régimen iraní.
El autor admitió que había pensado que algún día alguien podría “saltar desde el público. Claramente hubiera sido absurdo que no se me pasara por la cabeza”. Sin embargo, dos días antes de su evento, Rushdie tuvo una “pesadilla” sobre el ataque, y no quería ir.
“Luego pensé: bueno, es un sueño. Y, además, me pagan bastante bien. Todo el mundo ha comprado boletos. Debería ir”.
Consecuencias del atentado
El ataque dañó el hígado y las manos del escritor, y cortó los nervios de su ojo derecho. El ojo parecía “muy distendido, hinchado”, recordó. “Estaba como colgando de mi cara, apoyado en mi mejilla, como un huevo pasado por agua. Y ciego”.
Rushdie aseguró que perder un ojo le “afecta todos los días”. Ahora tiene que tener más cuidado al bajar escaleras, cruzar una calle o incluso al verter agua en un vaso. Pero se considera afortunado de haber evitado el daño cerebral. “Esto hace que todavía pueda ser yo mismo”.
El moderador del evento en el que Rushdie fue apuñalado confesó a la BBC que deseaba haber podido hacer más para evitar el ataque. “Uno siente que, si hubiera actuado rápidamente, mucho de esto podría haberse evitado”, aseguró Henry Reese.
Pero la gratitud del autor hacia las personas que lo ayudaron ese día, incluido Reese, así como hacia los médicos que lo atendieron, queda clara desde la primera página de “Cuchillo”. El libro está dedicado, básicamente, a “los hombres y mujeres que salvaron mi vida”.
En “Cuchillo”, además, el escritor mantiene una conversación imaginaria con su atacante, Hadi Matar, quien está preso a la espera del juicio.
Autor de Los versos satánicos
Salman Rushdie saltó a la fama con “Hijos de la medianoche” en 1981, que vendió más de un millón de copias sólo en Reino Unido.
Pero su cuarto libro, “Los versos satánicos” (1988), inspirado en la vida del profeta islámico Mahoma, fue considerado blasfemo y fue prohibido en varios países de mayoría musulmana por sus referencias a la religión.
El entonces líder de Irán, el ayatolá Ruhollah Jomeini, emitió una fatwa (o decreto religioso) en 1989, pidiendo el asesinato de Rushdie y ofreció una recompensa de US$3 millones por su cabeza. Esa fatwa nunca ha sido rescindida.
Rushdie se vio entonces obligado a esconderse durante casi una década, y necesitó la protección de un guardaespaldas armado debido a la cantidad de amenazas de muerte que recibió.
(Fuente: Agencia Noticias Argentinas)
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