

Literatura
Recuerdos y homenajes tras la muerte del poeta Hugo Padeletti
El poeta Hugo Padeletti, quien falleció este viernes a los 89 años en la clínica Favaloro de la ciudad de Buenos Aires, fue recordado por escritores de diversas generaciones que rescataron la trascendencia de su voz, la profundidad de su persona y la dimensión filosófica de una obra que abarca más de medio siglo.
“De escogidas, profundas, solitarias/ palabras he vivido./ De los bardos/ del mundo, las movientes/ palabras solitarias/ ¿Así podría morir?”, se lee en uno de los tantos poemas de Padeletti, poeta y artista plástico que murió a pocos días de cumplir 90 años.
Nacido en la localidad Alcorta, provincia de Santa Fe, el 15 de enero de 1928, Padeletti fue autor de obras como “Poemas” (1959), “Poemas 1960-1980” (1989), “Parlamentos del viento” (1990), “Apuntamientos en el Ashram” (1991), “Textos ocasionales” (1994), “La atención” (1999), “Canción de viejo” (2003) y “Dibujos y poemas 1950-1965” (2004).
Autor fundamental en la poesía argentina, Padeletti recibió el Premio Boris Vian (1989), el Premio de Poesía del Fondo Nacional de las Artes (2003), el Premio Konex de Platino (2004) y la Beca Guggenheim (2005). Considerada de culto, su obra fue traducida al inglés y al portugués.
Los escritores Jorge Monteleone, Daniel Freidemberg, Mario Arteca, Florencia Abbate y Damián Lamanna Guiñazú -conocedores de la poesía de Padeletti- hablaron con Télam sobre la forma, el estilo y el impacto de una de las obras poéticas más trascendentes de la Argentina.
El escritor, crítico y traductor Jorge Monteleone sostuvo que Padeletti “había logrado que en su poesía la fijeza del instante en la forma se liberara del transcurrir. La presencia del poema en el ahora, aquella actualidad sagrada que quiebra el continuo del tiempo. El ahora no es el momento fugaz, sino más bien la fugacidad retenida en un instante puro”.
Freidemberg, por su parte, reflexionó: “No emociona mucho la poesía de Padeletti ni, menos aun, deslumbra o impacta, no apunta a revelar alguna verdad oculta o trastrocar los usos de la lengua, y sí en cambio invita a asistir muy atentamente, en todos los sentidos del término, al desarrollo de un pensamiento que, fiel únicamente a sus propias razones, no sabe a dónde va”.
“La atención intelectual que esta poesía requiere implica a la vez estar dispuesto a un juego en el que el corte de los versos, la disposición espacial, las citas, las referencias culturales y la peculiar utilización de la aliteración y la rima obligan a la mente a mantenerse gozosamente activa, no sin percibir la belleza de las armonías, los ritmos y la coloración sonora”, sostuvo.
El escritor y periodista Mario Arteca fue contundente: “Nadie escribirá como Hugo, porque para eso uno debe tener un temple crítico y pulsional que poca gente tiene. Perdón, pocos escritores tienen. Al saber de su desaparición me sucedió lo mismo que con otros escritores: revolver la biblioteca y hallarlo”.
La escritora Florencia Abbate, a su turno, dijo que Padeletti “era un místico, en el más alto sentido de la palabra, y profesaba además una fe en la belleza. Toda su obra es hija de una búsqueda contemplativa. La experiencia contemplativa -en su doble perspectiva, religiosa y estética- exige una vida diferente, al margen del bullicio mundano y de esos falsos dioses como la fama o el poder”.
Y Damián Lamanna Guiñazú expresó: “En los poemas de Padeletti me encuentro con una síntesis estética, una condensación de todas las épocas: un desborde de color -el artista plástico o el trabajo de un ser humano muy consciente de la materia y su capacidad de deformarse- combinado con una búsqueda rítmica temblorosa, con rimas inesperadas y una gran precisión para referirse a los objetos y las imágenes”.

Literatura
Del Fondo Editorial se adelanta con sus novedades para el otoño

Con la proximidad del otoño, Del Fondo Editorial hizo públicas sus novedades literarias para disfrutar en esa estación del año.
Para los amantes de una disciplina transformadora del cuerpo y el espíritu llega “Yantra Yoga- El Yoga tibetano del movimiento” de
Norbu, Chögyal Namkhai.
“El poder de los principios” es la nueva publicación de los libros de Napoleon Hill.
Es casi una novela la historia de su contenido.
Veinte años antes de la publicación de su obra maestra «Piense y hágase rico», Napoleon Hill era profesor, filósofo y escritor en el Instituto George Washington de Chicago, donde impartía cursos de publicidad y ventas. Se creía que estas conferencias, se habían perdido en la historia. Pero Jeffrey Gitomer, trae la base misma del legado de Hill: sus notas, cartas y conferencias originales perdidas hace mucho tiempo.
Asimismo, Del Fondo anticipó que en la Feria del Libro estará Marcial Conte editor de los libros de Napoleon Hill para Latinoamérica.
Desde la editorial también anticiparon los clásicos de la literatura de este mes de marzo:
“El fantasma de Canterville y otros cuentos” de Oscar Wilde es una colección de relatos que combina humor, crítica social y elementos fantásticos, mostrando el ingenio y el estilo inconfundible del autor.
“Rimas y Leyendas” de Gustavo Adolfo Bécquer es una obra icónica del Romanticismo español que combina poesía y narrativa para explorar temas universales como el amor, el desengaño, la muerte y el misterio.
Bécquer emplea un lenguaje sencillo pero profundamente evocador, logrando transmitir la profundidad de los sentimientos humanos.
“El camino dorado” es una entrañable novela de Lucy Maud Montgomery, autora de la célebre serie “Ana la de Tejas Verdes”. Ambientada en un pintoresco pueblo de la Isla del Príncipe Eduardo. La narración, repleta de nostalgia, se centra en Beverley King y su prima Sara Stanley, conocida como “La niña de los cuentos”, una joven con un don especial para relatar historias mágicas que cautivan a quienes la escuchan.
Este libro es la continuación de “La niña de los cuentos”, y es también un viaje literario que tocará el corazón de lectores de todas las edades.
Los fans de Virginia Woolf Podrán disfrutar de “Ensayos”.
Este volumen es una invitación a sumergirse en la mente de una de las escritoras más innovadoras del siglo XX, cuya pasión por la palabra escrita sigue resonando con fuerza en el presente.
(Fuente: Andrea Vázquez – Prensa Del Fondo Editorial)
Historias Reflejadas
“Laberintos de la cordura”


Laberintos de la cordura
Dejó caer las palabras como si fueran pétalos secos. Un sonido viejo enmudeció sobre el papel. Los instantes, desparramados en una migración sin fronteras, destejieron la trama. El silencio avanzó como una sombra entre las letras. Tres lágrimas se alargaron en ese segundo oscuro. Volvió a llover esa lluvia sin gotas. Sus recuerdos embarrados se alargaron por encima de las paredes, cada fragmento era una mancha húmeda descomponiéndose en las nubes de su memoria.
¿Dónde era afuera? ¿En qué lugar del silencio era posible atravesar los ruidos de la mente?
¿Dónde era adentro en los límites de aquellas manchas?
La nada crecía sobre ese papel en el que se buscaba. Una coma en el camino, los recuerdos flotando debajo de los recuerdos, las voces del más allá inventando un renglón para aquietarse. Y al final, un punto, como una puerta que encerraba a los fantasmas, como otro silencio; aunque pronto se volviera letras y pudieran atravesar los límites de la locura para trascenderla.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia los siguientes textos: “Invisible”, de Juan Solá; “La pieza del fondo”, de Eugenia Almeida; “Pequeña flor”, de Iosi Havilio; y “Mal de muchas”, de Marcela Alluz.
Textos para escuchar
Un vuelo de colores – Sara Bonfante

Sara Bonfante lee su cuento Un vuelo de colores
Ágil. Estilizada. Su espalda es vasta, y de colores que en días brillantes se tornan más intensos. Algunas veces, en sus movimientos, planeando sobre los dulces néctares, deja ver el diseño maestro de su vestido: a rayas blanco, negro y marrón, con espejos índigos y amarillos; otras con manchas del color del mar en jornadas de tormentas, como fulgores de rayos que caen furibundos sobre el agua.
Así se presenta libre. Con ella viajan sus compañeras, aunque a prudente distancia. No necesita viajar en bandadas como los pájaros. Muestra oronda su bella anatomía de avión diminuto. En el vuelo primaveral busca apoyarse graciosa y dúctil sobre la flor de los deseos. Aspira a un banquete de rosas, margaritas y jazmines. Ella libará el agradable néctar. Este acentuará sus colores. Regodea su belleza con los varones que se acercan. Algunos creen que el colibrí es su amo. Ella confiesa no poseer dueño.
—Solo el viento detendrá mi vuelo mágico. —Reconoce.
En días de lluvias se refugiará entre bambalinas de hojas, entre follajes espesos. Así, un día, inmóvil, dormirá una prolongada siesta húmeda.
—Lepidóptero. —La llaman.
Ella no responde. Planea vivaz exhibiendo su belleza cromática.
Desprevenida en su gracioso e inocente andar, una mañana tormentosa, remontó los vientos que trajinaban hacia el desierto. Arenas finas y punzantes atropellaron su vuelo. En su deseo de resistir, quedó planeando suspendida, y sus fuerzas inútiles yacieron. La vencieron lanzas de arena.
Mariposa, con su libertad, deseó llegar al lugar indicado como el paraíso de los astros, y conocer allí un compañero con quien diseñar vuelos coloridos y dulces para degustar la flor de la vida y sumirse en un extracto de pasión. Ya fatigada de tanto exponer sus fuerzas, se dejó tomar por la brisa fresca que reemplazó a las tormentas arenosas. Sus alas se relajaron, ella emitió un bello canto. Con él encontró a Grillo, que expresaba en coplas sus tristezas. Ella lo invitó a desandar el camino transitado. Se tomaron de las alas y con los ojos bien abiertos disfrutaron de la majestuosidad del cielo en un atardecer somnoliento.
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