Entrevistas
Rita Gardellini: “Al escribir ficción no hay reglas, y eso es un descanso ante tanto mundo exigido”
Por Andrea Viveca Sanz
Transitando caminos que se bifurcan todo el tiempo, Rita Gardellini recorre la vida con entusiasmo. Se encuentra a sí misma en el sendero de las letras y crea lo que sus palabras guardadas le van dictando. Sin embargo, en simultáneo transita con hidalguía una profesión que ama y en la que aspira a dejar huellas.
En diálogo con ContArte Cultura, Rita hace un alto en la ruta y nos cuenta su experiencia de vida.
—Contanos quién es Rita Gardellini.
—Definirme por el hacer sería lo más expeditivo, ingresar en cómo soy ocasionaría complejidades aburridas; además: uno siempre termina mencionando lo que hace, también lo que siente, quiere, sueña. Uno es al ser, y no he hecho otra cosa más que vivir desde que nací. Vivir me apasiona; no hay nada predecible, no hay manuales, hasta la más simple de las rutinas puede desembocar en algo maravilloso o por qué no, en una deseada siesta. Me suelo presentar como directora de escuela, docente investigadora y escritora, pero eso dejaría a un lado a mi familia, que es lo mejor que voy a realizar.
—Sos una docente apasionada y además escritora. ¿Es posible transitar ambas rutas al mismo tiempo?
—Es un hecho, es lo que hago. Son actividades independientes y a su vez simultáneas. Cada una podría existir o no sin la otra. Lo educativo absorbe y demanda en un continuo; la literatura se relaciona más con mi privacidad y mis propios tiempos. Casi nadie sabía que escribo hasta que fui a España a presentar la novela. En realidad, me impongo como obligación decirlo e incluso me di un lujo atrevido: señalarlo en el documento. Resultarían idílicas esas situaciones admiradas en películas, donde la escritora se retira a su casa en la playa para escribir, y recibe un generoso adelanto de su obra, y lo único controversial parece ser la presión del editor para que la entregue a tiempo… pero creo que cualquiera puede imaginar que ésa no es la realidad en Argentina. No dispongo de casa en la playa ni de tiempos herméticos de soledad, ni de ninguna de las bellas arquitecturas que uno contempla que poseen los escritores en las películas. Soy simplemente una persona con muchas actividades en su cotidianeidad, además de madre de familia, esposa e hija; por lo cual todo se debe a llevar a letras un gran exceso de imaginación.
—¿Cuándo se despertó tu amor por la escritura?
—Primero, lectora. Vicio muy precoz que debía esperar los obsequios de libros en Navidades, Reyes, Santo, cumpleaños, Día del Niño y cualquier ocasión válida. Vicio que ahora atiborro desde hace años con la lectura de varios libros a la vez, ya en gula. ¿Escribir? Es la posibilidad de que yo cree esos momentos en que existe lo que no es real, esos momentos que generaron los escritores en mí, es la sensación de pensar que alguien pueda sentir con mis letras, lo que yo siento al leer esos libros que me han enamorado y me enamoran; la sola posibilidad me deja perpleja. Señalar que siempre escribí puede no significar nada, tener una mente plagada de diálogos, de personajes, de mundos, pasen o no a la escritura, existen igual en mi mente, como quien tiene la habilidad para encestar y no juega en la NBA. Esas historias, esas conversaciones que creamos con nuestros juguetes cuando somos niños, las mías avanzaron, han crecido y madurado y están listas para ser prestadas y compartidas; encontrar el descubrimiento de que tanta imaginación no es algo habitual, ¿puede ser importante? Veremos. Espero que no a la manera necrológica de Kafka o cuando ya las fotos muestren una anciana. Ubicándome fuera del ombligo que suele pulirse sin mérito: amo leer, ¿cómo no amar escribir?
—¿Y existió ese momento en que te descubriste escritora?
—La primera vez que me interpelaron sobre los personajes fue una sensación muy curiosa, embriagante porque comenzaron a resultar reales para otro, el lector les había dado vida, fue Prometeo de personajes e historias que sólo existen en mi mente y de inmediato pensé en cuando yo leo. No asocio en que son letras que escribió alguien y si eso sucede es porque no pudo atraparme y me extravió la escritura como ejercicio, es decir el estilo, la ortografía, la pauperización del lenguaje y otros similares que tienen que ver con la lengua como producción no como arte. Hace unos días, le narraba una nouvelle que escribí a mi amiga Mónica –destrozándola porque mi memoria es una desaparecida sin acción-, y ocurrió algo de lo que tomo conciencia ahora con tu pregunta: ambas emocionadas hasta las lágrimas por el destino de los personajes. Es muy loco si analizás que las dos sabemos que es ficción, hasta yo me alejé al punto de no considerarla sólo un invento. En definitiva, soy escritora en la medida que lo determinen los lectores. Cuando ellos se apropien de mis letras y las hagan suyas; hasta que ese momento perfecto no se produce, son sólo palabras en un papel o en la computadora como hay tantas.
—A la hora de elegir un camino ¿te inclinás por la ficción de la novela o la realidad de las notas de opinión?
—La ficción. Primero porque todo puede controlarse, lograrlo perfecto, muy lejano a la aleatoriedad de la realidad que realiza a su antojo. Al escribir ficción no hay reglas, y eso es un descanso ante tanto mundo exigido. Cada lector se comporta frente a un texto literario sin límites, sin ajustes de intención. Me ocurrió con el relato Soledad, que dudé en incluirlo en “Después de comer perdices o por qué las mujeres son boludas e insisten en enamorarse” dado que me resultaba demasiado sensible, y sin embargo fue el primero en recibir el elogio del escritor Patrick Ericson. Lo mismo Paula, una de las que destacó el periodista Xabier Fole; yo ni siquiera recordaba cuál era y tuve que fijarme.
—¿Por qué elegiste el blog como canal de difusión de tus escritos?
—No sabría decirte los años que hace que me recomiendan que lo escriba, en su importancia para la difusión. En cierta manera, supongo que me vi obligada por la espera. Es más llevadero aguardar al comprobar que mis letras no se asfixian en un archivo de mi computadora, aunque naveguen en la incertidumbre del aire. Incluí un contador de entradas en el blog aún bajo la advertencia de que era una acción muy retrógrada, pero es muy alentador suponer que esas entradas se traducen en lectores. Desde ya: muchas gracias a los que opinan. No creo que adviertan la importancia de obsequiarme ese privilegio del diálogo.
—¿Entendés que el virtual es el mejor camino para posicionar tu obra?
—Se debe comprender que publicar es sólo el inicio, al menos para escritores que no ingresan en el aparato publicitario de las grandes editoriales; luego viene lo álgido: la distribución. Uno, inocente y totalmente ignorante asume que al publicar y realizar presentaciones exitosas que alcancen librerías como La casa del libro, lo ha logrado, y no, es ahí cuando no se la debe dejar sola; que fue mi error con la obra en España. Por eso aprendí y he obedecido a mi hijo Nicolás que es quien se encarga de orientarme en lo virtual, como nativo digital que es; así que, en mis rudimentarias herramientas de extranjera virtual, he creado el espacio en Internet. En realidad, torturo a mis tres hijos, también a Bianca, ella ha creado vídeos de programas de radio o me ayuda con los píos –en twitter siempre quedo en rojo- y a Hilén, que diseñó la original portada del libro de las perdices.
—¿Y cómo se puede llegar a editar una novela en nuestro país?
—En Argentina, las editoriales no aceptan manuscritos no solicitados o de inéditos para su lectura, así que estamos muy lejos de la historia de J. K. Rowling y los rechazos que sufrió su “Harry Potter”, porque directamente no tenemos inclusión en el rechazo al no ser leídos. Entonces, en esta álgida controversia se balancean dos opciones: autoeditarte, situación que a mí no me hubiera permitido convencer de que mis letras valen el papel, o esperar. Yo opté por la segunda.
—Así llegó tu primera publicación…
—“No dejes que muera”, la novela que me publicó la Editorial Baile del sol en España en 2009, aguardó pacientemente ocho años en ser leída. Imaginate lo que representa esa editorial y mi editora Ángeles Alonso; ni mencionar el tiempo de maravillas que viví cuando fui a presentarla a España. La presenté en el cabildo de Tenerife, en La casa del libro en Vigo, en Madrid y en Canet del Mar, ayuntamiento de Barcelona. Afortunadamente existen las fotos y las notas en los diarios porque ir a España como escritora y que te malcríen alcaldes, presidentes, libreros, periodistas, escritores, bibliotecarios y lectores, por momentos, parece otro de mis fabulados. También valoro muchísimo a Aldo Battisaco, de la Editora UNR de Rosario por haberme otorgado con su proyecto de Extensión Universitaria la posibilidad de ser leída y así editada en mi ciudad.
—¿El secreto es la paciencia o por momentos dan ganas de dejarlo todo?
—Hubo años en que sólo me dediqué a escribir, había desistido de intentar que me leyeran o de relacionarme con otros escritores, porque me provocaba angustia. No tenía relación el placer que me provoca escribir, los elogios que recibía de mis azarosos lectores, al desahucio que sentía porque no me aceptaban la obra ni siquiera para ser leída y rechazada. Por lo general, es mi marido él que me ahuyenta esos ridículos divismos porque tiene un humor constante e ingenioso, es uno de los casi únicos que me hace reír, tiene ocurrencias muy divertidas. No es que afirme que toda escritura merece ser publicada, pero sí al menos, leída y objetada. Entiendo que las editoriales son empresas que deben generar sueldos, y no pueden acarrear compromisos con ignotos para luego decirles a su empleado “lo siento, el libro fracaso, asuma el costo de su salario”, pero uno aspira contenta el recibir un simple “no podemos editar poemarios porque la poesía no genera ventas, lo sentimos mucho ya que su obra lo merece. Esperamos contar con excedentes financieros que nos permita la oportunidad de contarla entre nuestros escritores”. Y no es por el trabajo, es el alma lo que se agobia. Mi ilusión original era escribir en la total libertad del seudónimo, de eso, a esta sensación de mendigar que me sofoca y me supera en deseos de enviar todo al diablo. Pero claro, uno debe ser responsable y asumir que son miles los que escriben, y que las editoriales están formadas por empresas con trabajadores que necesitan mantener familias con sueldos dignos y no ínfulas de desconocidas.
—¿Hay alguna temática predominante que puedan encontrar los lectores en tus artículos?
—Van a encontrar lo que me interesa, enoja, indigna, altera, divierte, es decir: el variopinto de lo que logra movilizarme siempre en ese tono en que el desparpajo, lo histriónico y el cinismo se confabulan para cuestionar y aporrear la indiferencia.
—Entendiendo que tanto la docencia como la escritura son facetas muy importantes en tu vida ¿Hay algún deseo, algún sueño, que una esas dos pasiones?
—Un prestigio y éxitos literarios que lograran que mi voz en educación fuera oída. Quiero implementar un proyecto que diseñé hace años y crear la carrera docente. El divorcio del profesorado, aún más, los docentes de primaria con la Universidad, limitan la investigación formal a las maestras. Lo cual me llevó a escribir un libro con el anteproyecto de Investigación, en la esperanza de que alguna vez pudiera efectuarse. Hubiera resultado muy diferente de contar con la palestra de la Universidad. También fundar el Colegio del Maestro –como existe el de abogados o médicos-, la cual es una idea brillante de mi amiga Graciela Guemberena, que tiene relación con la profesionalización del rol y la importancia que merecen los que educan a una Nación, los que forman en principio a todas las profesiones.
Rita María Gardellini Cavido
Escritora y directora de escuela primaria en la ciudad de Rosario, Argentina.
Ha participado en la organización del Festival intercolegial de Letras y de Teatro “Soles Verdes”; de las Jornadas de capacitación docente “Escuelas que enseñan y aprenden” y del Congreso Internacional de Educación: “Haciendo Escuela desde Rosario”.
Autora de varias novelas, poemarios y relatos inéditos, ha publicado:
- “No dejes que muera” (Tenerife, 2009, Ediciones de Baile del Sol).
- “Después de comer perdices o por qué las mujeres son boludas e insisten enamorarse…” (Editorial de la Universidad Nacional de Rosario – 2011).
- “Alumnos lectores… alumnos escritores y su seño. Los soles verdes”, anteproyecto de Investigación educativa declarado de Interés Provincial y Legislativo. Publicado por los talleres de la Cámara legislativa de la provincia de Santa Fe. 2004. Segunda Edición agosto 2010 – Incluye la obra de relatos novelados: “Dulces, letras y linternas o la clase de lengua”
- “El hipertexto en el primer ciclo de E.G.B.” Experiencia participante en el libro: Cuadernos de Iberoamérica “Escuelas que hacen escuela II” Los caminos de la palabra. Organización de Estados Iberoamericanos. 2003
Autora de un sinnúmero de colaboraciones en diferentes libros y revistas de educación y ponencias en congresos relacionados con esa especialidad.
Premiada y receptora de menciones honoríficas en relación a su labor educativa.
Más sobre Rita Gardellini:
— Editorial Baile del Sol. // Editorial Baile del Sol, editora de “No Dejes Que Muera”. Desde aquí podrá adquirir el libro.
— Amazon. // Amazon. Desde aquí podrá adquirir el libro: “No dejes que muera“.
— Rita Gardellini // Página Oficial de la autora.
— Rita Gardellini // Facebook Oficial de la autora.
Entrevistas
Aguirre–Rodríguez: “El tango siempre estuvo como lengua principal en nosotros”
Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //
Es un viaje dentro de otros, un movimiento sutil, la música desperezándose en gotas de rocío, notas evaporadas sobre las aves del campo, es el vuelo hacia el espacio urbano, un recorrido temporal. Es antes y después. Es ahora y siempre, una melodía que llega desde lejos, de otras patrias, del mismo viento que corre y desparrama en el lugar justo y en el instante oportuno.
“Del Buen Ayre”, el próximo espectáculo y disco del dúo platense Aguirre–Rodríguez es un viaje por el tiempo y por distintos espacios, una relectura en modo actual de la música rural bonaerense.
Contarte Cultura charló con sus integrantes, Cynthia Aguirre y Alejandro Rodríguez para que nos cuenten acerca de ese caminar que la canción propone.
—Porque los espacios y las cosas que forman parte de ellos suelen hablar de quienes los habitan, nos gustaría comenzar esta charla deteniéndonos en su lugar de trabajo, en el espacio creativo de su música y en los objetos que los rodean en este momento. Si pudieran elegir un rincón o un objeto, el que mejor los represente como dúo y nos cuente algo de ustedes, ¿Cuál sería?
—El lugar, nuestra casa, y el rincón nuestra sala, en la que se va gestando todo el resultado final de lo que hacemos como músicos. Creo que estos espacios hablan de nosotros y de nuestra manera de entender la realidad y el arte.
—Y desde ese espacio viajamos en el tiempo, ¿cómo y cuándo se encuentran Cynthia Aguirre y Alejandro Rodríguez en el camino de la música para dar comienzo al dúo Aguirre–Rodríguez?
—Nos encontramos en la escuela de arte de la ciudad de Berisso, hace muchísimos años, en situación de alumna y profesor, pero rápidamente comenzamos a compartir producciones por fuera de la escuela. Con los años volvimos a encontrarnos, ya específicamente en el terreno del tango con la orquesta Los inmigrantes en el año 2005. Cuando el tiempo de la orquesta se terminó, continuamos en dúo.
—¿Cómo fueron esos comienzos?
—Fue un muy hermoso comienzo, pero rápidamente el dúo se fundió dentro de un cuarteto que con el tiempo se convirtió en sexteto de tango. Me refiero a Tangor. Con esa agrupación trabajamos durante más de 10 años. Por otro lado, Cynthia participaba como invitada permanente en el grupo La Sonora, proyecto que venía caminando desde el año 1989.
—Como decías, con el correr de los años el tango se instaló entre ustedes, ¿qué cosas los llevaron a explorar en este género que nos representa?
—El tango siempre estuvo como lengua principal en nosotros. Como una especie de lengua madre. Rastrear el porqué de esto es complicado, creo que tiene que ver con nuestras historias personales y la idiosincrasia de nuestras familias de origen. Lo que es claro es que ha sido fundacional en nuestro vínculo con la música. Nuestra mirada como habitantes de este tiempo siempre nos llevó a buscar puentes entre el tango, otras músicas y otros conceptos artísticos.
—¿De qué manera llega el primer disco “Mundo Tango”, grabado en 2011?
—Ganamos un premio a la Producción Fonográfica del FNA (Fondo Nacional de las Artes) y generamos nuestro primer CD. En ese entonces, si bien el CD se llamó Mundo Tango, abarcamos otros lenguajes musicales, algunas cosas del folclore y canciones provenientes de la cantera del rock.
—Por estos días están en proceso de grabación de su segundo disco “Del Buen Ayre”, ¿qué recorridos espacio-temporales tuvieron que hacer para dar vida a los temas que forman parte de esta obra?
En Mundo Tango nos referimos a una idea acerca del tango, como un estado del ser que no solo aparece en esta región del mundo (por algo el tango impacta como impacta en todo el globo). Aquí nos referimos más a la génesis de este género y la música de la provincia de Buenos Aires. Este nuevo trabajo propone un recorrido desde la música campera de principio de siglo XX (El Gardel Gaucho, pasando por compositores icónicos de ese lenguaje como Omar Moreno Palacios) para adentrarse en el tango clásico de la época de oro y llegar hasta composiciones actuales que revitalizan el género. También este trabajo, a diferencia del otro, está estructurado por un material que fue ampliamente mostrado y fogueado. Es música que hemos tocado mucho en vivo y está planteado desde esa impronta. Los arreglos, si es que los hay, fueron construyéndose a lo largo del tiempo y de las distintas actuaciones. Los músicos invitados jugaron en ese mismo tono también. Se les envió un cifrado y una grabación como referencia, pero el armado de los distintos temas se resolvió en el estudio, mientras Manzana Ibarrart (gran amigo y comandante del Estudio Sonosfera) montaba los mics y seteaba todo. Luego se eligieron las mejores tres tomas de cada tema. El resultado tiene un aroma a “trazos sueltos” que nos encanta en lo particular.
—Sin dudas se trata de un viaje a través de la música, ¿cuál es el aroma que elegirían para simbolizar a este álbum?
—El múltiple aroma de los viajes…si bien es un CD local en cuanto al repertorio, es bastante global en tanto a que lo que suena proviene de muchísimas fuentes y no solo de la tanguera. Lo hemos tocado tanto en tantos países diferentes, que para nosotros tendría ese olor a viaje, a aeropuerto, a trenes.
—El 3 de agosto estarán presentando este disco en La Salamanca, un reconocido espacio cultural platense, ¿qué podrán disfrutar esa noche quienes se acerquen a compartir su música?
—Haremos algunos de los temas de nuestro espectáculo Del Buen Ayre, como antesala al espectáculo Filogenia de Victoria Moran y el Dúo Puentes Reyes.
—Mencionás que ese día estarán acompañados por la cantante Victoria Morán, entonces la pregunta va para ella. Victoria, ¿Cómo nace “Filogenia”, ese recopilatorio de obras de música popular argentina? Contanos quiénes serán parte de ese recorrido el 3 de agosto y qué sentís al compartir noche con el Dúo Aguirre-Rodríguez.
9- Filogenia surge de la necesidad de contar nuestro ADN musical a través de las canciones que nos definen. Es una suerte de viaje musical hacia la fuente, hacia la memoria imperecedera que une un recuerdo con otro. Este espectáculo viene a despertarnos la fibra sensible con canciones que nos nombran, enlazando a Homero Manzi con Víctor Heredia, al Cuchi con Fito, a los que fuimos con los que somos. El compartir con compañeros y compañeras músicos y músicas siempre es una alegría, y en este caso será además una sorpresa para el dúo Puentes-Reyes y yo, porque jamás nos hemos cruzado en un escenario y esperamos anhelantes ese ida y vuelta mágico que siempre augura la música compartida.
—Para terminar, ¿cuál es el próximo destino de la música que los mueve?
—Tenemos por delante algunas fechas en nuestra ciudad, como el próximo 29 de agosto, día en el que estaremos compartiendo escenario junto al cantor Carlos Cabrera en el Café Metro. Octubre nos encuentra realizando nuestra segunda gira europea, con conciertos en países como Italia, Francia, España y Portugal. A nuestro regreso estaremos presentando oficialmente nuestro álbum Del Buen Ayre, con la participación de los músicos que fueron parte de la grabación.
Entrevistas
Celina Cocimano y ‘El juego de las emociones de Uma’: “Un libro que pide gran compromiso de los adultos”
Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //
Todo gira, se mueve en una circularidad compartida. Las emociones suben y bajan, cuelgan de nuestros cuerpos, se desprenden como hojas secas. Regresan, son brotes, transformados en otra cosa.
Celina Cocimano es terapeuta emocional y a partir de sus vivencias y de su trabajo de muchos años necesitó dejar huellas, sembrar palabras para que germinen a través de sus libros.
“El juego de las emociones de Uma”, su último libro, está dedicado a las infancias. A través del juego logra acercarse a los territorios del miedo, de la ansiedad o de la frustración para atravesarlos.
ContArte Cultura charló con ella para conocer las rutas que la llevaron a indagar en ese universo.
—Las emociones forman parte de nuestras vidas, van y vienen, se mueven y nos movemos con ellas. Por eso, para comenzar y a modo de presentación, nos gustaría que elijas al menos tres emociones que te atravesaron al momento de escribir tu último libro y que a cada una de ellas les otorgues un sabor o un aroma.
- Frustración, sabor a cebolla
- Ansiedad, aroma a menta
- Alegría, aroma a vainilla
—Y ya instalados en esa imagen, vayamos a tus comienzos, ¿qué vivencias te llevaron a transitar el camino de la terapia emocional?
—La insatisfacción personal, haberme descubierto cómo estafadora de mi propia vida, creando personalidades adquiridas para moldearme al gusto de la mirada ajena, siempre con esa sed emocional de ser alguien para los demás, ser aceptada, reconocida, querida y encantar a todos. Mientras estudiaba para contadora, sentí un apagón emocional, la apatía era mi única compañera en esos tiempos, hasta que mi cuerpo también “habló” con un síntoma muy sentido. Empezaba a hacerme pis por las noches siendo ya grande, más adelante entendí que eso sucedía en cada hogar o lugar donde me sentía a gusto, de esa manera, “intentaba” aferrarme a algún territorio, sentirlo al menos, por momentos, un lugar donde era yo. Como los animales que marcan su territorio orinando sobre él. Eso era lo que faltaba para que mi vida se vistiera de insatisfacción y cambie totalmente de rumbo, mejor dicho, empiece a vivir y dejar de aparentar lo que mis vacíos necesitaban cubrir.
—Seguramente al ir recorriendo ese camino fue necesario dejar huellas y de esa manera llegaron los libros, ¿cómo vivís la experiencia de escribir para que las palabras sean instrumento de sanación?
—Mi primer libro, “Despierta”, nació como algo catártico de la etapa que comenté anteriormente. Aún no sabía qué era lo que estaba viviendo y, sinceramente, pensaba que me moría por esos tiempos, entonces empecé a escribir cómo fue ese tránsito a mí destrucción de las corazas hacia mi reconstrucción emocional. Después, al compartir mi vivencia con muchas personas, me di cuenta que varios pasamos por ciertos procesos similares, por lo que se me ocurrió darle forma de libro y agregar reflexiones y ejercicios terapéuticos y de autogestión emocional. Los otros 3 -“Diamantes”, “Rotas”, y “El juego de las emociones de Uma”-, fueron pensados basándose en las historias que atiendo y buscando dejarle una “biblioteca” de recursos emocionales a mi hija para cuando sea más grande y, a las personas, que encuentren en estos libros, escrito en palabras, el propio sentir descarnado y sin filtro de las emociones que abordo en cada uno de ellos y luego, ofrecerles dinámicas, reflexiones, ejercicios para que encuentren en ellos formas de transitar el campo emocional sin tanto dolor y con valentía.
—Si pudieras resumir en una palabra el espíritu de cada uno de tus libros, ¿cuáles serían?
- Despierta: Integridad
- Diamantes: Osadía
- Rotas: Coraje
- El juego de las emociones de Uma: Autenticidad
—Tu último libro, “El juego de las emociones de Uma”, transita los paisajes de la infancia con todas sus gamas de colores, ¿cuál o cuáles fueron los disparadores de esta historia?
—Mi hija, a los 8 años, comenzó a transitar por un tiempo la conocida “Crisis de ansiedad y angustia”. Yo me opuse a que esté medicada siendo tan pequeña, y desde mi saber en el campo emocional de los adultos, junto a una gran observación sobre ella y sus crisis, se me ocurrió trabajar juntas para buscar soluciones a su sentir. Buscamos opciones en el juego infantil, en la creatividad, desarrollando distintos escenarios, armando una rutina de ejercicios y, sobre todo, busqué acercarla a la autogestión emocional. Así fue que se me ocurrió compartir cada ejercicio que funcionó en ella en este cuento, que no solo tiene el fin de que los niños empiecen a desarrollar desde pequeña edad sus propias respuestas emocionales ante cierta situaciones, sino que es un libro que pide gran compromiso de los adultos que acompañan al niño, y esa compañía, con el estar, el hablar su idioma, mejorar la calidad del vínculo, validar sus emociones, respetarlos y comunicarse con ellos, es lo que hace casi la mayor magia del trabajo de fortalecimiento emocional.
—Y justamente, a partir de tus propias vivencias decidiste contar desde el juego y desde las imágenes. Explicanos cómo fue el proceso de elegir esas duplas emocionales sobre las que querías hablar.
—Busqué las que a su edad son dentro de todo fáciles de interpretar, como decimos los adultos: de “etiquetar”. Son parte de las emociones primarias y la dupla fue pensada para dejarles el mensaje de que no son ni buenas ni malas, simplemente son y cada una es mensajera de un sentir, una acción a llevar a cabo y una particular respuesta emocional. También al ponerlas en duplas, cuando ellos/as sientan, por ejemplo, tristeza además de procesarla en todo su ser, sepan que pueden aprender a transportarla en alegría, ir de la ansiedad a la calma. Es decir, que conozcan cuál es la emoción que se necesita para equilibrar una con otra.
—Las semillas del libro fueron plantadas, ¿creés que tus palabras ya comenzaron a germinar y son brotes en los lectores?
—Sorprendentemente sí. Como comenté, yo me dedico a adultos no a infanto, y este libro que se publicó en abril del 2024 ya se está imprimiendo la segunda edición. Lo han comprado mucho abuelas y abuelos para compartirlo con sus nietos, en colegios para abordar ciertas emociones en el aula ya que también hay un capítulo sobre el bullying. Y muchas madres me compartieron que sus hijos o hijas mientras que se les leía el cuento ya comenzaban a incorporar los ejercicios sugeridos, o que empezaban a identificar sus propias emociones, tenían armados sectores en su cuarto como se encuentran en algunos capítulos. Incluso los que son más grandes, según cómo se sentían, buscaban en la biblioteca el libro y se encerraban en su cuarto a leer exclusivamente el capítulo que contiene la emoción que estaban sintiendo en ese día o ese tiempo. También compartió nota de Revista junto a Unicef en el día internacional contra el Bullying de 2024.
—¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
—Tengo dos libros más en camino, uno para adultos sobre la depresión, y otro para infanto, más expansivo aún, con un viaje al campo emocional que sea para ellos y para sus padres o tutores también, digamos que será un libro revelador en muchos aspectos.
—Para terminar, te invitamos a elegir la textura que represente a tu libro “Las emociones de Uma”.
—La textura sería cálida, pomposa, con colores desde pasteles a fuertes, con ganas de descubrirla y sentirla, y con distintos aromas que vayan cambiando según cada paso de la mano o de los pies sobre ella.
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Florencia Ghio presenta “Aguas Turbias”, una historia que lleva al lector por una variada gama de emociones
Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //
Hay un rumor, un murmullo por encima y por debajo. La evidencia flota, va y viene. Pero el agua arrastra las palabras, se lleva las voces, esconde. No se ve lo que no se quiere ver. O lo que no se debe. La verdad se hunde, toca fondo. Es barro entre los dedos. Y mancha.
En “Aguas Turbias”, la última novela de Florencia Ghio editada por El Emporio, flotan varias verdades, como un rumor debajo de lo que se lee, van y vienen. Se convierten en imágenes, en sonidos y en aromas, mientras ella bucea para rescatarlas. Para que la verdad nunca se manche.
En diálogo con ContArte Cultura, la escritora cuenta cómo nació la obra y de qué manera descubrió a los protagonistas de esta historia.
—Vamos a comenzar esta charla haciendo foco en una palabra que flota entre las páginas de tu novela: justicia. A modo de presentación del libro y de sus protagonistas, si pudieras elegir una imagen o un objeto simbólico que represente esa justicia, ¿cuál elegirías y por qué?
—Elegiría la clásica estatua de la justicia pero con su balanza completamente inclinada hacia un lado y sus ojos vendados. Porque es un poco eso lo que se ve en esta novela, una justicia que es ciega, y también sorda, por eso el protagonista de mi libro, que dice ser el chivo expiatorio de un crimen que no cometió, tiene que venir desde un pueblo del sur y salir a clamar su inocencia por altoparlantes en un subte de Buenos Aires.
—Y a partir de esa imagen viajemos al principio. Sin dudas, siempre existe un germen que da vida a las cosas. Seguramente tu novela también es producto de ideas o situaciones que fueron semillas en la tierra de tu imaginación. ¿Recordás cómo y cuándo comenzaste a sembrar esta historia?
—Yo digo que en lo que va de mi carrera de escritora, en las dos novelas que escribí y en la que estoy escribiendo ahora, me pasó que no busqué las historias sino que las historias me buscaron a mí. Aguas Turbias está inspirado en un caso real, y surgió a partir de que viera por televisión a un joven que se había fabricado una máscara de chivo y andaba por los subtes suplicando que alguien lo escuchara. Había estado preso por el crimen de su madrastra que él juraba no haber cometido, y le aterraba la idea de que lo condenaran. Me impresionó el mecanismo, recurrir a su creatividad para escapar de ese infierno, eso me llevó a averiguar qué le había pasado y me inspiró para escribir la novela, en donde los personajes, lugares y la mayoría de los sucesos son ficticios, pero ese fue el puntapié inicial que me sumergió en esta novela.
—Aleida, tu protagonista, es una mujer que lucha por sus ideales, va en busca de justicia pero también pelea contra sus propios monstruos. ¿Cómo viviste el proceso de construir ese mundo interior con tantos matices?
—Aleida San Martín es un personaje que rescaté de mi anterior novela El Ciudadano. Es una abogada honesta e idealista, de esas que estudió derecho porque ama la justicia. Al mismo tiempo, es una guerrera; logró superar una historia familiar traumática, para convertirse en una funcionaria pública que trata de rescatar a toda persona que atraviesa un infierno, porque ella sabe lo que es estar ahí y no quiere que nadie más lo tenga que vivir. Aguas Turbias la va a encontrar en un tramo de su vida en que está en caída libre, porque ahora, aun con las secuelas de sus anteriores traumas, tiene que luchar contra el acoso laboral, se siente muy sola, y todo eso le provocó una fuerte adicción al casino, que en esos momentos encuentra como su única vía de evasión. En estas condiciones se cruza a García Robledo en el subte y, conforme a su esencia, no puede quedar indiferente a su historia. Intuye que él no miente, pero ella no puede ejercer la profesión por ser funcionaria, y además vive en Buenos Aires, así que veremos si, en su estado, logra tomar decisiones tan difíciles para ayudar al chico de la máscara. Para el proceso de construcción de este personaje me ayudó mi especialización en violencia familiar y también hablé con psicólogas expertas en ludopatía.
—También el personaje de García Robledo, el chico de la máscara, tiene sus claroscuros, ¿qué fue lo primero que percibiste de este protagonista al momento de escribirlo?
—García Robledo es un muchacho que antes de pasar por ese infierno amaba la vida, pero luego de esto se ha decepcionado completamente de ella. Descree de las instituciones de su localidad pero, al igual que Aleida, es un guerrero que, en su caso, salió de su pueblo a buscar si al menos en alguna otra parte existía esa justicia que no lograba encontrar. El lector tendrá que averiguar si con toda esa lucha la logra despojar de la venda que tiene en sus ojos y cambiar la inclinación de esa balanza que parece desvencijada.
—Como ya comentaste, hay una cierta continuidad de “Aguas turbias” con “El ciudadano”, tu anterior novela, ¿qué hilos temáticos presentes en ambas historias te gustaría seguir sosteniendo en un futuro?
—Por el momento los casos judiciales reales o ficticios han sido fuentes de inspiración, no sé si quisiera mantener algún hilo temático en particular, pero sí escribir el tipo de literatura que a mí me gusta leer, aquella que no es puro entretenimiento sino que te deja reflexionando y retrata distintos tipos de realidades, algunas veces invisibilidades o desconocidas para quien no las transita, así como en El Ciudadano abordé, además de la violencia familiar y el funcionamiento de la justicia, la política migratoria argentina. Creo que esa también puede ser una de las funciones de la literatura y de la cultura en general. Como lectora, a los libros que solo me entretienen los olvido no bien termino la última página, en cambio el otro tipo de literatura es la que me ha marcado como persona, no solo la recuerdo sino que en determinados momentos de mi vida regreso a ella para releer, aunque más no sea algún párrafo.
—Como en todo policial, en esta novela hay un crimen alrededor del cual se teje la trama. ¿Cuáles son las emociones que te atraviesan al transitar esos escenarios con la palabra y con la imaginación?
—Creo que en Aguas Turbias, que tiene componentes del policial pero también es un drama y tiene romance, el lector va a atravesar una variada gama de emociones y estados de ánimo. Se me ocurren, por ejemplo, indignación, tristeza, intriga, alegría, entre otras.
—¿Seguirá la doctora Aleida San Martín presente en próximas historias?
—En la novela que estoy escribiendo ahora la doctora San Martín no es parte, pero no descarto que en algún momento vuelva.
—Para concluir, ¿cuál sería el color que elegirías para representar el espíritu de tu novela y por qué?
—Elijo el gris topo, por todo lo que acontece.- El lector tendrá que averiguar si ese color puede llegar a cambiar en algún momento de la novela.
Mónica L Diaz Guzman
23/11/2017 a 08:10
Felicitaciones Rita,la pasión hace que la esperanza se mantenga viva en ti para continuar el camino elegido.MDG
Rita María Gardellini
23/11/2017 a 23:49
Muchas gracias, querida Móni. (Y para los que están leyendo… sí, es mi amiga Mónica que menciono en la entrevista)
gilda
24/11/2017 a 19:59
Agradable entrevista, se logra un clima íntimo donde al contar las ilusiones, los recuerdos y pesares de la escritora llegamos a conocerla, a que nos cuente su historia. Gracias a las vicisitudes narradas nos enteramos de las reglas de juego de las editoriales. Qué difícil resulta poder acceder al circuito editorial, autoeditarse es verdaderamente una quimera. Ojalá pueda revertirse esta situación más temprano que nunca!!!
Rita María Gardellini
24/11/2017 a 22:38
Muchas gracias, Gilda. El tema es desde siempre, Borges y Cortázar tuvieron que pagar sus primeras ediciones. El primer poemario de Borges salió del bolsillo de su padre. Esperemos.
Sería muy bueno que se creara algo similar a la ley del Cine.
Inés Acerbi
24/11/2017 a 20:36
Rita felicitaciones, valoro tu pasión por la escritura.
Sos muy especial y llevás esa pasión a las letras.
Abrazo
Y por muchos libros más.
Inés
Rita María Gardellini
24/11/2017 a 22:39
Gracias, Inés… pertenecés al círculo mínimo de los que tienen todas mis obras. Besos.Por las dudas, conservalos, ¿quién te dice y algún día puedas venderlos? 😉
Maria Jose
24/11/2017 a 22:39
Muy interesante la nota. Es necesario saber que hay personas como la profesora Gardellini que apuestan a desarrollar una profesion de forma responsable, un sueño de forma apasionada y brindarse para que no solo quede en reconocimiento social unicamente sino que mantiene la intencion de trascender para cambiar perspectivas y realidades. El mensaje: intentarlo y brindarse. Pienso que seguir sus lineas y su forma de vida pueden inspirar a muchos a arriesgarse a intentar caminos nuevos, a promover cambios, a no temerle a las ideas, a soñar. Fortificando el impulso y el coraje como para no desanimarse por la mediocridad que tiende al facilismo, al no te involucres, al “todo ya esta inventado”; y al “para que”; que matan el alma y a la sociedad desde su nucleo. Mis mejores deseos para que sigamos escuchando de ella y mas logros.
Rita María Gardellini
25/11/2017 a 15:20
María José, que plena satisfacción me brinda leer una respuesta como la tuya. Muchas gracias, encantada de que mis respuestas resultaran en tu interés.
Me sumo a tus deseos.
Te copio una poesía que creo tendrá mucho sentido para vos.
si encierro mi alma
en un tiempo gastado
compartiría
el lento suicidio
de los que viven lavados
no voy a hacerlo
prefiero atropellarme
cien veces
a morir
porque olvidé que estaba viva.
Rita Gardellini
ALICIA BEATRIZ CÁCERES
25/11/2017 a 00:07
HOLA RITA!! CÓMO ESTÁS? LEÍ ESTA ENTREVISTA. ESTOY DE ACUERDO EN QUE LA ESCRITURA Y LA DOCENCIA SON INDEPENDIENTES Y SIMULTÁNEAS. ES CIERTO PERO TAMBIÉN DIRÍA QUE SE COMPLEMENTAN. HAY MUCHA RIQUEZA PARA CONTAR DEL QUEHACER DOCENTE, CLARO ESTÁ QUE ESO VA A DEPENDER DEL GÉNERO EN QUE CADA ESCRITOR SE INSCRIBA. NO COMPARTO ESO DE QUE EL ESCRITOR SE CONVIERTE EN TAL EN LA MEDIDA QUE LO DETERMINAN SUS LECTORES. ES MUY DOLOROSO PENSAR QUE UN ESCRITO HASTA QUE CAIGA EN MANOS DE UN LECTOR SON TAN SOLO. LETRAS IMPRESAS EN UN PAPEL. ´POBRE ENTONCES DE AQUELLOS QUE ESCRIBEN ENSAYOS O TRATADOS DE TIPO CIENTÍFICO, FILOSÓFICO, ETC. AÑOS DE INVESTIGACIÓN PLASMADAS EN UN PAPEL NO TENDRÍAN VALIDEZ HASTA QUE ALGÚN LECTOR INTERACTÚE CON ESOS ESCRITOS? PARA MÍ EL ESCRITOR ES TAL DESDE EL MOMENTO MISMO EN QUE PLASMA SU OBRA ( DE CUALQUIER TIPO) EN FORMA IMPRESA. LÓGICO DEPENDERÁ DEL GÉNERO EL NIVEL DE INTERACCIÓN CON LA OBRA. SI HABLAMOS DE FICCIÓN, GÉNERO AL CUAL ADHIERO DESDE MI MÁS TIERNA INFANCIA, LA INTERACCIÓN ES MÁS FLUIDA YA QUE DESDE NIÑOS LOS ADULTOS, (TAL COMO LO HICIERON CON NOSOTROS) ENRIQUECEMOS LA FANTASÍA INFANTIL CON DISTINTAS BIBLIOGRAFÍAS O CUENTOS INÉDITOS INVENTADOS EN LAS BAÑERAS DE NUESTRA COTIDIANEIDAD.
Rita María Gardellini
25/11/2017 a 15:26
Alicia,
coincido en que es muy ingrato y hasta cruel mi manera de sentir a mis letras, pero no puedo percibir a mi escritura de otro modo.
Afortunadamente, mi pensamiento no tiene por qué coincidir con otros. Si algo beneficia a mi curiosidad, es valorar apreciar y la diversidad, ése ser único como todos que tenemos.
Muchas gracias.
ALICIA BEATRIZ CÁCERES
25/11/2017 a 00:18
CONTINUANDO CON MI COMENTARIO, CREO QUE, ADEMÁS, LA FICCIÓN ES EL GÉNERO QUE MÁS ATRAE Y QUE LA INTERACCIÓN QUE SE PRODUZCA ENTRE EL ELECTOR Y LA OBRA LO QUE VA A PRODUCIR ES EL CONSUMO DE LA OBRA. ESO HACE QUE LA OFERTA Y LA DEMANDA ESTÉN ÍNTIMAMENTE LIGADOS AL MOMENTO DEL CONOCIMIENTO DE TAL O CUAL ESCRITOR. POR ELLO ES MUY DIFÍCIL LOGRAR LA PUBLICACIÓN DE UN ESCRITO YA QUE LAS DEMANDAS DEL MERCADO EXIGEN PRODUCCIÓN Y CONSUMO Y SI NO HAY CONSUMO NO HAY PRODUCCIÓN Y AUTOEDITARSE TAMBIÉN CONLLEVA COSTOS QUE NO TODOS PUEDEN SOLVENTAR.
Rita María Gardellini
25/11/2017 a 15:33
Sí, los costos de la autopublicación son un lujo para el bolsillo del escritor pero considero que tiene más que el problema del dinero, al menos para mí.
Ahora se puede autopublicar de manera gratuita, y subirlo a amazon y sitios similares. Incluso se realizan en papel a demanda, con cero costo para el escritor.
Y existen experiencias de escritores que han percibido ganancias muy suculentas ya que el porcentaje de regalías es muy superior al 10% que brindan las editoriales.
La próxima entrada a mi blog, precisamente es este tema.
ALICIA BEATRIZ CÁCERES
25/11/2017 a 00:22
RITA, DESTACO DE ESTA ENTREVISTA TU CALIDEZ Y ESPONTANEIDAD Y EL DARTE A CONOCER DESDE TU INTIMIDAD FAMILIAR Y COMO EL ESCRITOR NO VIVE MUNDOS IDÍLICOS SINO QUE RODEADO DE SU REALIDAD DEBE GENERARSE SU PROPIO MUNDO, ADENTRARSE EN ÉL Y DARLO A CONOCER, TAREA, POR CIERTO NADA FÁCIL.
Rita María Gardellini
25/11/2017 a 15:39
Alicia, mil gracias por emplear tu tiempo en leer y opinar. Es valorar también a Andrea Viveca que se ocupó de apostar en entrevistar a una desconocida.
Eduardo Fermé
27/11/2017 a 11:15
Muy buena nota. Es interesante ver los “momentos” que Rita atraviesa. El momento del “proceso creativo”, dónde la obra pasa a ser completamente independiente del lector, la editorial, etc. Y el momento de la propia “difusión de la obra”, dónde es una lucha completamente diferente del proceso creativo.
Y lo bueno que podemos ver es que en Rita el segundo momento no bloquea al primero
Rita María Gardellini
27/11/2017 a 23:42
`´Muchas gracias, Eduardo, tu comentario es incisivo y muy inteligente. No lo había advertido, ahora soy yo, la que se apodera de tu respuesta.
Guillermo
03/12/2017 a 19:32
Arte, talento, naturalidad y perseverancia, son aspectos salientes que se expresan en esta nota a Rita Gardellini.
Rita María Gardellini
03/12/2017 a 21:41
Muchas gracias, Guillermo. Bello cierre de domingo, un comentario como el tuyo.