

Literatura
“Un ladrón para recomendar”, de José Vales – Golpe a Golpe Ediciones
Una leyenda del mundo de la delincuencia y un joven diariero y estudiante de Periodismo se cruzan en los límites del barrio que los cobija con intereses ensamblados. Uno, con la imperiosa necesidad de poner en negro sobre blanco una vida forjada en su extenso historial delictivo; el otro, al descubrir su pasión por contar y perseguir la verdad a como dé lugar.
Jeremías Spazzola, “Toto” para el mundo del hampa, es el nombre que José Vales le da a uno de “los reyes del delito” de la Argentina de la segunda mitad del siglo XX. La historia que nace del encuentro de ambos, atravesada por el lunfardo y el lenguaje carcelario, explora la experiencia humana encarnada en un delincuente que, a fuerza de lucrativos golpes y fugas espectaculares, conquistó a la prensa de la época hasta transformarse en un mito.
Su respeto por la vida humana, aun en las situaciones más riesgosas, y su apego a los códigos del barrio fueron banderas inclaudicables en pos de lo que él entendía por justicia: robar sin provocar daños colaterales.
Figura estelar de las páginas policiales, Spazzola fue testigo del oscuro derrotero del país desde una perspectiva inusual, la del universo carcelario, donde pasó la mitad de su vida.
Fueron aquellos resabios de los tiempos violentos los que, una vez en democracia, le depararon un trágico desenlace de su vida. Un final que se inserta en una circularidad que Jorge Luis Borges habría apreciado y que la prensa de su época nunca llegó a abordar.
“Un ladrón para recomendar” se vislumbra como un ensayo sobre la libertad, sus propósitos y sus límites.
Sobre el autor
José Vales nació en General San Martín, provincia de Buenos Aires, en 1962. Ejerce el periodismo desde 1985, después de desempeñar trabajos varios desde los 14 años de edad. Ha trabajado en diversos medios argentinos, mexicanos y colombianos, entre los que se destacan sus años de corresponsal de la revista Cambio, del Nobel Gabriel García Márquez. Colaboró con sus crónicas y análisis en medios de buena parte de Latinoamérica, España, Italia y Francia. Durante más de dos décadas trabajó como corresponsal en América Latina y en Europa, cubriendo distintos acontecimientos políticos, sociales y conflictos armados.
Una investigación suya publicada en el diario Reforma de México, en agosto de 2000, terminó develando la verdadera identidad del represor Ricardo Cavallo, además de reconstruir su accionar y el de otros miembros de los grupos de tareas en el centro clandestino de la ESMA.
Por esa labor fue galardonado con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en 2001 y con una mención especial del International Consortium of Investigative Journalist (ICIJ)en Washington (Estados Unidos), en 2002.
Dos años después, otra de sus investigaciones publicada en el periódico mexicano El Universal logró identificar a otro represor, Óscar Rubén Lanzón, más conocido como “Guratti“, quien fue el encargado de cerrar la catacumba de la ESMA.
Aquellos trabajos fueron parte de la materia prima para su primer libro de no ficción publicado por la Editorial Norma en 2003, “Ricardo Cavallo: Genocidio y corrupción en América Latina”.
Su derrotero profesional le valió el Premio María Moor’s Cabot de la Universidad de Columbia en 2007 y el de LASA (Latin American Studies Asociation), en 2012.
“Un ladrón para recomendar” es su primer libro de ficción e inaugura el catálogo de “True Crime” de Golpe a Golpe Ediciones.

Feria del Libro
Positivo balance de lo que dejó la Feria Internacional del Libro 2025

La 49ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires finalizó su edición 2025 con cifras récord que ratifican su relevancia como el principal evento cultural de la Argentina. Según un informe conjunto de la Fundación El Libro (FEL) y la Universidad Católica Argentina (UCA), el público adquirió 1.405.493 ejemplares, con una facturación estimada de $21.353 millones.
El estudio, presentado en la sede de la UCA en Puerto Madero, también destacó que el 83% de los expositores vendió igual o más que en 2024 y que el 77,3% expresó satisfacción general con su participación. Para los organizadores, estos datos consolidan a la feria como un espacio clave para el mundo editorial, que este año volvió a convocar multitudes en el predio de La Rural.
“Estos resultados nos permiten pensar en una feria que crece y que sigue siendo un punto de encuentro entre los lectores, los autores y el sector editorial”, señaló el director general de la FEL, Ezequiel Martínez.
Durante las jornadas profesionales, más de 6.400 actores del sector participaron de instancias de capacitación y networking, reafirmando el papel de la feria como motor de innovación y desarrollo.
El 80% de los visitantes ya había asistido en ediciones anteriores, lo que evidencia el vínculo sostenido con el evento. Entre las principales tendencias se destacó el renovado interés por “El Eternauta”, que generó largas filas para conseguir ejemplares.
Las categorías más vendidas fueron ficción, literatura infantil y juvenil, y biografías. El perfil del visitante promedio indica una permanencia de entre dos y cuatro horas y un alto uso de medios electrónicos de pago, principalmente tarjeta de débito.
El informe también reveló que la mayoría del público posee un alto nivel educativo y reside en la Ciudad o Provincia de Buenos Aires, lo que favorece la asistencia reiterada durante los días que dura el evento.
Con estos resultados, la Feria del Libro no solo reafirma su rol como referente cultural, sino que también fortalece su impacto en el crecimiento del mercado editorial y en la promoción de la lectura en todas las edades.
(Fuente: Prensa Feria del Libro)
Textos para escuchar
La Memoria – León Gieco

León Gieco canta su tema La Memoria
Los viejos amores que no están
La ilusión de los que perdieron
Todas las promesas que se van
Y los que en cualquier guerra se cayeron
Todo está guardado en la memoria
Sueño de la vida y de la historia
El engaño y la complicidad
De los genocidas que están sueltos
El indulto y el Punto Final
A las bestias de aquel infierno
Todo está guardado en la memoria
Sueño de la vida y de la historia
La memoria despierta para herir
A los pueblos dormidos
Que no la dejan vivir
Libre como el viento
Los desaparecidos que se buscan
Con el color de sus nacimientos
El hambre y la abundancia que se juntan
El maltrato con su mal recuerdo
Todo está clavado en la memoria
Espina de la vida y de la historia
Dos mil comerían por un año
Con lo que cuenta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
Por el precio de una bomba al mar
Todo está clavado en la memoria
Espina de la vida y de la historia
La memoria pincha hasta sangrar
A los pueblos que la amarran
Y no la dejan andar
Libre como el viento
Todos los muertos de la AMIA
Y los de la Embajada de Israel
El poder secreto de las armas
La justicia que mira y no ve
Todo está escondido en la memoria
Refugio de la vida y de la historia
Fue cuando se callaron las iglesias
Fue cuando el fútbol se lo comió todo
Que los padres palotinos y Angelelli
Dejaron su sangre en el lodo
Todo está escondido en la memoria
Refugio de la vida y de la historia
La memoria estalla hasta vencer
A los pueblos que la aplastan
Y no la dejan ser
Libre como el viento
La bala a Chico Mendez en Brasil
150 mil guatemaltecos
Los mineros que enfrentan al fusil
Represión estudiantil en México
Todo está cargado en la memoria
Arma de la vida y de la historia
América con almas destruidas
Los chicos que mata el escuadrón
Suplicio de Mugica por las villas
Dignidad de Rodolfo Walsh
Todo está cargado en la memoria
Arma de la vida y de la historia
La memoria apunta hasta matar
A los pueblos que la callan
Y no la dejan volar
Libre como el viento
Historias Reflejadas
“La tierra de la infancia”


La tierra de la infancia
Había decidido regresar. Subido a las alas de un recuerdo volaba hacia atrás, a un tiempo antiguo guardado en el cofre de su memoria.
Tomó carrera y comenzó a correr. Corría por las veredas de la infancia mientras intentaba atrapar los fragmentos de vida que jugaban en el aire. Llovía un relato que le pertenecía. Las baldosas conservaban entre sus surcos las huellas del pasado y eran testigos de lo que se había callado, por lealtad y por prudencia.
Historias revueltas en los rincones de su mente se enredaban en fotos viejas y sacaban a la luz los objetos olvidados, cuyas voces lo invitaban a viajar a esos universos fantásticos en los que necesitaba reposar.
Tenía que escapar de los fantasmas de la muerte, que abría su boca y mostraba sus dientes, como entonces. Las pérdidas se superponían en capas y dormían en una oscuridad sin formas. Tal vez por eso estaba allí, escarbando la tierra de una niñez que todavía lo habitaba.
De pronto, las imágenes liberaron a las palabras. Palabras e imágenes fueron y vinieron para desatar los nudos de la memoria. Parado sobre ese instante móvil se dejó llevar por el vaivén de los hilos que conectaban su presente con su pasado.
Solo entonces lo supo. La plaza, el campito y el barrio eran parte de su geografía, eran su paisaje interior, el refugio en el que podía encontrarse, tantos años después, con todos aquellos que habían abonado, de una u otra manera, la tierra de su infancia.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia: “Maestra mía”, de Claudio Gómez; “Aspirinas y caramelos”, de Luciano Olivera; “Los dueños del mundo”, de Eduardo Sacheri; y los relatos de “Desde que el mundo es mundo”, del libro “Piratas, fantasmas y dinosaurios”, de Osvaldo Soriano.
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