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Murió en Roma, a los 87 años, el comediante Lando Buzzanca
El comediante italiano Lando Buzzanca, de enorme popularidad en las décadas de 1960 y 1970 pese a ser mayormente vapuleado por la crítica a causa del humor grueso que rodeaba a sus personajes, murió en Roma el domingo a los 87 años, en donde se encontraba internado desde hacía varias semanas con un avanzado estado de demencia senil, anunció la prensa de su país.
Gerlando Buzzanca había nacido en Palermo, Sicilia, el 24 de agosto de 1935 y creó un personaje de hombre del sur, de incansable apetito erótico y maneras poco civiles, que unido a un físico de fuertes rasgos marcó una época dentro de un cine itálico en busca de públicos masivos.
Hijo de un operador de cine, Empedocle Buzzanca, a los 16 años Lando abandonó sus estudios secundarios y marchó a Roma, con la intención de ingresar en los estudios Cinecittà, que en su época albergaban numerosas producciones hollywoodenses rodadas allí por razones de costo, como la bíblica “Ben Hur”, dirigida por William Wyler en 1959, donde aparecía en el papel de un esclavo.
En la Argentina se lo conoció en primer término por “Divorcio a la italiana” (1961), de Pietro Germi, junto a Marcello Mastroianni y Stefania Sandrelli, e incluso llegó al país para intervenir en dos coproducciones con la península: “El gran robo” (1967), dirigida por el actor Rossano Brazzi y junto a la estadounidense Ann-Margret, y “Los crápulas” (1981), del argentino Jorge Pantano, en la que en medio de un elenco extranjero aparecían Ana María Picchio, Soledad Silveyra y Leonor Manso.
Además de tener una intervención en la dramática “Los días contados” (1961), de Elio Petri, al lado de eminencias como Salvo Randone y Regina Bianchi, acompañó a Catherine Spaak y Nino Manfredi en “La parmigiana” (1962), de Antonio Pietrangeli, y a Vittorio Gassman y Ugo Tognazzi en la clásica “Los monstruos” (1963), de Dino Risi.
Sin embargo el gran salto en su carrera fue “Seducida y abandonada” (1963), también de Germi, donde era el prófugo abusador de la virginal Sandrelli en una Sicilia arcaica y llena de prejuicios religiosos.
Ese título le permitió acceder a primeros puestos en el cartel, como el que tuvo en “La idea fija” (1964), de Mino Guerrini y Gianni Puccini, donde pudo seducir pese a todo a las bellas María Grazia Buccella y Sylva Koscina, tras lo que la satírica “James Tont, operación UNO” (1965), de Bruno Corbucci, Giovanni Grimaldi, donde interpretaba a un émulo del Agente 007 comenzaba a marcar su descenso a la comedia poco sutil, que sin embargo tuvo sus secuelas.
Tras un paso por la dirección de Gérard Oury en la francesa “El papanatas” (1965), con Bourvil y Louis de Funes, fue dirigido por Vittorio de Sica en “La persecución del zorro”, junto a Peter Sellers, Victor Mature y Britt Ekland; por Franco Rossi en “Una rosa para todos” (ambas de 1966), con Manfredi y Claudia Cardinale, y por Alberto Lattuada en “Sexo a la italiana” (1967), junto a la sueca Ewa Aulin.
El estilo tosco de su interpretación, tal vez el motivo de su éxito, siguió con “Profesión bígamo” (1969), de Franz Antel, como galán de Raffaella Carrá, “El superdotado tiene un complejo” y “El supermacho entre cornelios”, ambas Giovanni Grimaldi, “El cura casado” (1970), de Marco Vicario, en compañía de Rossana Podestá y Barbara Bouchet, “Cuando las mujeres tenían cola” (1971), de Pasquale Festa Campanile, con Senta Berger y Giuliano Gemma, y explotó en “Homo eróticus supermacho” (1971), de Vicario, donde interpretaba a un “semental” desesperado que poseía un testículo de más.
Su carrera siguió con “Un siciliano en Dinamarca”, de Steno, y “El mirlo macho” (1971), de Festa Campanile, con Laura Antonelli, “Pithecantrhopus erectus”, de Steno, y “El super eróticus en la Edad Media” (1972) de Festa Campanile, “El ejecutivo erótico” (1973), de Grimaldi, con Rosanna Schiaffino y su padre Empedocle Buzzanca, “El gato Mammone” (1975), de Fernando Cicero, dentro de una seguidilla en que los títulos intentaban decirlo todo.
Los últimos filmes protagonizados por Buzzanca que llegaron a estas playas fueron “El supermacho se quiere casar” (1979), de Maurio Severino, con Andréa Ferreol y Gloria Guida, y “Préstame tu mujer” (1980), de Giuliano Carnimeo, con Claudine Auger, Janet Agren y Daniela Poggi en el elenco.
Una vez que el público se cansó de esos engendros, Buzzanca hizo teatro y televisión en Italia con cierto éxito, que fue cediendo con los años y lo llevaron a intentar quitarse la vida tras la muerte de su esposa en 2013.

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Homenaje a Los Ángeles en la apertura de los Grammys 2025

La ceremonia de los Grammys 2025 tuvo una apertura especial con una banda de Los Ángeles, los “Dawes” dos hermanos, quienes perdieron todo en el trágico incendio que devastó a la ciudad.
Al dúo, se les sumaron números artistas que ganaron el premio en otras emisiones como Sheryl Crow, John Legend, Brad Paisley y Brittany Howard para cantar la famosa canción de Randy Newman “I Love LA”.
”Generalmente se suele decir que en la oscuridad de los tiempos, lo mejor que brilla es la humanidad y la gente de Los Ángeles en este momento es un ejemplo perfecto de eso”, dijo el presentador Trevor Noah, al presentar la actuación.
Además, agregó: “Por eso, esta noche decidimos que no solo celebraríamos nuestra música favorita, sino también la ciudad que nos trajo tanta música”.
El comediante, que presenta la ceremonia por quinta vez, dijo que “hace apenas unas semanas no estábamos seguros de que este espectáculo se hiciera realidad”.
“Afortunadamente, gracias a los heroicos esfuerzos de los bomberos, los incendios fueron contenidos y, a pesar de toda la devastación, el espíritu de la ciudad emergió”, expresó.
A la ceremonia fueron invitados varios bomberos para honrar sus esfuerzos y caminaron por la alfombra roja tomándose selfies con las más grandes estrellas de la música.
Por otra parte, la nativa de Los Ángeles, Billie Eilsh, fue la segunda artista en el escenario, interpretó su canción nominada al Grammy, “Birds Of A Feather” con un fondo inspirado en la belleza natural de California.
“Te amo Los Ángeles”, dijo mientras la música terminaba.
Durante la ceremonia se recauda dinero para los afectados y los organizadores cedieron una parte de su tiempo al aire para permitir que las empresas locales anuncien de forma gratuita, mientras intentan reconstruir sus negocios.
Finalmente, Noah, a modo de broma, dijo que los ganadores cuyos discursos duraran más de un minuto y medio pagarían 1.000 dólares por cada segundo extra que hablaran.
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Ringo Starr lanzó un disco de música country producido por T-Bone Burnett

Ringo Starr siempre fue fanático de la música country. Tomó la voz principal cuando Los Beatles versionaron el éxito de Buck Owens “Act Naturally”; añadió algo de acento al disco “The Beatles” (también conocido como “The White Album”) con “Don’t Pass Me By” y su segundo álbum solista, “Beaucoups of Blues” (1970), reunía un puñado de covers de clásicos grabados en Nashville con una banda de músicos de sesión locales. Por eso no es una gran sorpresa que ahora el baterista haya lanzado “Look Up”, un álbum country que lo vuelve a poner en el centro de la escena.
Starr sumó al nuevo álbum al productor “T-Bone Burnett”, al que acuden quienes buscan hacer un álbum de música de raíces de buen gusto y calidad. Cuando Ringo le preguntó a Burnett si escribiría una canción para el próximo proyecto de grabación, éste se lanzó de cabeza, contribuyendo con nueve canciones que escribió o coescribió y ofreciéndose a producir las sesiones también, la que resultó ser su primera oportunidad de trabajar con un ex Beatle.
Burnett trajo a un equipo de músicos sólidos y comprensivos para respaldar a Starr (que toca la batería y canta), así como estrellas invitadas como Billy Strings, la heroína del bluegrass Molly Tuttle, y Alison Krauss.
El resultado del disco deja una sensación cálida y orgánica que combina cómodamente con las influencias country de Ringo sin forzar el tema ni sonar como el producto típico de Nashville de estos días.
Se trata de una música madura en sentimiento y perspectiva, en el mejor de los sentidos. Las canciones de Burnett resultan encajar perfectamente con Starr; tienen una inclinación filosófica y espiritual que se adapta tanto a su agradable voz como a su personalidad, y sus meditaciones sobre el amor, el envejecimiento y nuestro lugar en este mundo suenan aún más reveladoras viniendo de un hombre de 84 años, alguien que es ágil para su edad pero que sabe claramente que ya no es el joven que fue. Y también suena como si estuviera de acuerdo con eso.
Ringo ha sido fanático del country durante suficiente tiempo como para recordar cuando era la música la que hablaba más claramente a los adultos que se enfrentaban al mundo real, y esa es una perspectiva con la que claramente se siente cómodo, especialmente en “Thankful”, una sincera celebración de gratitud que es la única canción que escribió aquí (en colaboración con Bruce Sugar).
El álbum de 2024 de T-Bone Burnett, “The Other Side”, fue un bienvenido regreso a la composición sencilla y sentida de su mejor trabajo, y aunque “Look Up” es claramente el álbum de Ringo, los dos LP se sienten como hermanos, cada uno con una personalidad propia pero con una corazón amoroso y alma gentil. ¿Quién hubiera imaginado que Starr y Burnett formarían un gran equipo? ¿Y quién más espera que vuelvan a intentarlo?
(Fuente: Agencia Noticias Argentinas)
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“Popeye” y el “Bolero de Ravel”, entre las obras que pasarán a dominio público en 2025

Múltiples obras literarias, cinematográficas, musicales, de comic y plásticas creadas en 1929 entrarán al dominio público bajo regulaciones legales del derecho de autor en Estados Unidos a partir del 1° de enero de 2025.
Según el centro Duke para el estudio del dominio público, quedarán libres de derechos de autor todas las obras del último año de la década de 1920, permitiendo “copiarlas, compartirlas y crear a partir de ellas”.
Algunas de esas obras literarias son “El ruido y la furia” de William Faulkner, “Adiós a las armas” de Ernest Hemingway, las novelas “El halcón maltés” y “Cosecha Roja” de Dashiell Hammett, “El misterio de las siete esferas” de Agatha Christie, “Una habitación propia” de Virginia Woolf o la versión original en alemán de “Cartas a un joven poeta” de Rainer Maria Rilke, entran en esta lista.
Acompañando a las primeras versiones de “Mickey Mouse” que entraron al dominio público en este 2024, se incluirán varias animaciones más, incluyendo “The Karnival Kid”, que marcó la primera vez que se oyó al ratón hablar. También quedarán libres de derechos “Chantaje”, de Alfred Hitchcock; “El reloj negro”, de John Ford, y “Dinamita” de “Cecil B. De Mille”, todas estas siendo las primeras películas sonoras de estos directores.
También los investigadores del centro Duke resaltaron que tres obras de Salvador Dalí -“Placeres iluminados”, “Las acomodaciones del deseo” y “El gran masturbador”- estarán entre las piezas de arte que quedarán libres de derechos. Sobre esta cuestión, afirmaron que para que una obra entre en esta acepción del derecho de autor, debe ser solo hasta que se cumplan más de 95 años desde su “publicación” según los estatutos legales.
El año 2025 marcará también el ingreso al dominio público a personajes clásicos como “Popeye el marino”, de la tira cómica de E. C. Segar, “Thimble Theater” (“Teatro Dedal”), pero sin su habilidad de obtener fuerza mediante las espinacas, ya que —según los investigadores— este elemento apareció recién en 1932. Acompañándolo, estará también la primera versión del periodista “Tintín”, creado por Hergé en el semanario juvenil “Le Petit Vingtième” (“El pequeño siglo XX”) de Bélgica.
En la música, varias obras del compositor y jazzista Fats Waller estarán libres de derechos, al igual que piezas de Cole Porter y el “Bolero de Ravel”. Según los investigadores del centro Duke, el dominio público solo se limita a las partituras, más no a las grabaciones originales, ya que estas “están cubiertas por un copyright independiente con un plazo de protección diferente”.
(Fuente: Agencia Noticias Argentinas)
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