Artes Plásticas
Murió el artista plástico Ernesto Bertani
El artista plástico Ernesto Bertani, conocido como el “Ilusionista de Ituizaingó” por las metáforas visuales de sus obras artísticas, en las que aborda con agudeza una mirada crítica de la realidad y problemáticas sociales como el poder y el autoritarismo, falleció el último domingo en Lomas del Mirador a sus 72 años.
El artista plástico nacido el 3 de febrero de 1949 en el barrio porteño de Villa Devoto había sido internado dos meses atrás por un accidente cerebrovascular. Sus obras forman parte de la colección del Museo Sívori y del Palais de Glace, así como también de colecciones privadas de políticos, periodistas y escritores de Argentina y del mundo.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, una de las que posee obras de Bertani, desde sus redes sociales se despidió del artista: “Ante el fallecimiento del reconocido artista plástico Ernesto Bertani, quiero expresar mis condolencias a su esposa, a su familia y amigos”.
Este artista plástico vivía y trabajaba en Parque Leloir, Ituzaingó, Provincia de Buenos Aires. Era considerado por la crítica como un pintor urbano porque en sus obras está el pulso de las grandes ciudades. Destacaba en el uso del aerógrafo y era considerado el “Ilusionista de Ituzaingó”.
Era el segundo hijo de una típica familia de clase media. El padre, kinesiólogo, tenía el consultorio en la casa familiar. Por las tardes, el living se convertía en la sala de espera y la madre, en secretaria asistente. “Desde muy chicos, mi hermano y yo fuimos alentados para hacer lo que quisiéramos. Tuvimos toda la libertad imaginable…”, relataba Bertani.



Su tía Bertha Rioboo, pintora y galerista, lo llevaba a visitar exposiciones de arte y junto a ella, viéndola pintar los fines de semana, descubrió que él también podía ser pintor. Cursó dos años de la carrera de Arquitectura.
Autodidacta hasta los 24 años, luego estudió escultura con el maestro Leonardo Rodríguez y, buscando dar color a sus yesos, en 1975 comenzó a retomar clases con el pintor Víctor Chab que le dio el estímulo que necesitaba para dedicarse a la pintura.
Antes de poder vivir de su obra ejerció varios oficios: vendió polenta, fabricó velas artesanales, y tuvo una pequeña empresa dedicada al diseño y la confección de muñecos y ropa infantil, y en 1975 fue víctima del Rodrigazo, la gran devaluación del peso argentino durante la gestión de Isabel de Perón. Decidió ante la crisis dedicarse a la pintura.

En la producción de Bertani se distingue gran influencia de Matisse, por sus personajes realizando actividades diarias y sociales, con marcada musculación y bien contorneados; se evidencia la relación con el fondo de las obras, pintados a modo de telas de tapicería. Para la crítica especializada su obra puede interpretarse como una larga reflexión sobre la identidad y la crisis de los valores. Nunca abandona el humor en su mensaje satírico de nuestro mundo contemporáneo.
Los temas constantes de su obra son la realidad y la apariencia, el amor, el sexo, el poder, la corrupción, las convenciones sociales y la identidad nacional, tópicos que fue articulando en series, mostrando una capacidad creativa pocas veces vista en nuestro arte.
En 1976, expuso por primera vez sus obras en la Galería Lirolay, de Buenos Aires. Presentó allí dibujos de las series “Censura”, “Suicidas” y “Gangsters”, con imágenes en blanco y negro que revelaban las circunstancias de Argentina que atravesaba la dictadura militar: las prohibiciones, el autoritarismo, y la represión. Estas fueron luego pintadas al óleo, material que abandonó en el año 1980, cambiándolo por el acrílico.
Expuso en Argentina, pero también en países como Francia, Italia, Estados Unidos, Brasil, México, Perú, Venezuela, Cuba y Colombia. Entre los galardones que recibió se cuentan el Gran Premio de Honor Salón Nacional, el Gran Premio Salón Nacional del Dibujo y el Premio Casa de las Américas en La Habana.
También el Ministerio de Cultura de la Nación despidió en sus redes al artista: “Fue un pintor y escultor con estilo propio. Recibió varios reconocimientos a lo largo de su carrera y su obra integra la colección de museos públicos de nuestro país como el Museo Sívori y el Palais de Glace”, mientras que por su parte, el intendente de Ituizaingó, Alberto Descalzo, escribió: “Con profundo dolor, nos toca despedir a Ernesto Bertani, inmenso artista, talentoso, amable y generoso. Mis condolencias a su familia y amigos en este difícil momento. Hasta siempre, Ernesto“.
Artes Plásticas
El Museo del Agua presenta “El fluir del tiempo”, primera muestra de arte textil
El artista contemporáneo Marcelo Toledo presenta “El fluir del tiempo”, la primera exhibición de arte textil del Museo del Agua, tras su participación en Pinta Miami 2025, donde exhibió “IA Inteligencia ancestral”.
En esta nueva propuesta, Toledo ofrece un recorrido por la riqueza cultural de América Latina, integrando obras que continúan su exploración creativa. Las piezas incluyen máscaras en plata y cobre elaboradas con técnicas textiles de fibra natural de chaguar, tejidas por la comunidad Wichi, además de lienzos de gran formato y tejidos metálicos que incorporan cobre y bronce, materiales asociados a la tierra, a la memoria ancestral y al vínculo entre lo humano y lo no humano.
La muestra reúne elementos donde “las fuerzas que habitan el tiempo permanecen vibrantes e intactas”, según describe el propio artista, en referencia a los materiales, texturas y simbolismos que atraviesan su obra.
Toledo también intervino el tanque de agua del museo con una instalación que representa el paso del agua a lo largo de las estaciones del año, resaltando los matices de la vida en un entorno ecológico donde el agua “aporta su sabiduría transformadora”.
“Uno aprende mucho sobre el comportamiento del ser humano al reconectarse con lo esencial”, señaló Toledo. “Mi obra busca tender un puente y honrar las tradiciones indígenas en esta vida que fluye, avanza y nos transforma a través de la belleza de sus procesos”.
Por su parte, el curador Rodrigo Alonso destacó que el trabajo del artista “da vida a un universo de formas lábiles y seductoras”, surgidas de la convergencia de imaginarios diversos. En su texto curatorial describe cómo las obras remiten, por momentos, a estructuras orgánicas mutantes, y en otros, a prácticas ancestrales y tramas textiles arraigadas en la memoria cultural.
Alonso subraya además que la muestra incorpora alusiones a los ciclos de la naturaleza y a la heterogeneidad del tiempo, desplegados mediante materiales duros y blandos, naturales y artificiales, pesados y etéreos, que transfiguran el espacio expositivo y alientan una reflexión sobre la condición efímera y terrenal del ser humano. Las figuras suspendidas y las formas que caen dialogan entre sí, poniendo en evidencia que en lo aparentemente inerte también hay energía, tensión y vitalidad.
Artes Plásticas
Obras de Maggie Atienza Larsson, en la Casa Nacional del Bicentenario
La Casa Nacional del Bicentenario difundió la inauguración de la exposición “Maggie Atienza Larsson. Obras 1988–2008”, un recorrido por más de 35 piezas de la artista visual argentina que incluyen pinturas, objetos y collages.

Se trata de un conjunto de obras que introducen en un espacio ambiguo entre la fragilidad y la resistencia, y que funcionan como pequeños santuarios del paso del tiempo. Objetos de la vida diaria de la artista —fragmentos de materiales diversos— se resignifican, transformándose en archivos afectivos que laten entre lo cotidiano y lo sagrado. Cada pieza funciona como una puerta hacia un recuerdo vívido, un sentimiento nunca compartido o una experiencia difusa del pasado.
Almarios y objetos proponen caer en un estado parecido a la vigilia de un sueño: ese espacio liminal donde la conciencia transita, invitando al espectador a descubrir en esas piezas recuerdos o sensaciones propias que se suceden como un relato.
Esa misma tensión entre lo real y lo inasible se despliega en sus pinturas de gran formato, portales luminosos, umbrales o códigos secretos de un cosmos misterioso. En ellas se anticipa la experiencia poshumana y el surgimiento de algoritmos –tan presentes hoy en nuestra cotidianidad– creando así un paisaje visionario, donde la materia, la energía y el futuro dialogan.
La exposición podrá visitarse hasta el domingo 15 de marzo de 2026, de miércoles a domingos de 15 a 20, en el tercer piso de la Casa.
Sobre la artista
Maggie Atienza Larsson (1953–2022) nació en Buenos Aires y desarrolló una extensa trayectoria en la pintura, el objeto y la instalación. Participó en numerosas exposiciones nacionales e internacionales y obtuvo premios de instituciones como el Fondo Nacional de las Artes, Banco Provincia, Telecom y Costantini, entre otros. Su obra integra colecciones públicas y privadas en Argentina y el exterior.
(Fuente: Prensa Casa Nacional del Bicentenario)
Artes Plásticas
Nuevas obras de artistas latinoamericanos ingresan a la Colección Malba
El Malba anunció la incorporación de obras de más de una decena de artistas latinoamericanos a su colección permanente, a través del Comité de Adquisiciones y del sistema de donaciones del museo. La nueva selección incluye pintura, fotografía, escultura y trabajos vinculados a arte y tecnología, con piezas de Teresinha Soares, Luis Ouvrard, María Martorell, Dalila Puzzovio, Luis Frangella y otros seis creadores de la región.
Gracias al Comité de Adquisiciones, ingresan “Deus Criou o Homem e…” (da série Acontecências) (1967), de la brasileña Teresinha Soares; “La trilla” (1935), del argentino Luis Ouvrard; “Ocinaico” (1971), de María Martorell; una fotografía de la serie “Mientras unos construyen, otros destruyen” (1979), de Dalila Puzzovio; y dos piezas de Luis Frangella:” 3D Printed Floors” (1974) y “Geométrico” (1980).
“Estas adquisiciones fortalecen áreas clave de la colección, desde el realismo social de los años 30 hasta la nueva figuración, la abstracción geométrica y los cruces entre arte y tecnología”, destacó el director artístico, Rodrigo Moura. Según explicó, la selección se orientó a reforzar núcleos ya presentes y sumar artistas aún no representados, en el marco de la preparación por el 25º aniversario del museo.
Las piezas fueron elegidas por los miembros del Comité de Adquisiciones a partir de una propuesta del equipo curatorial integrado por Moura, María Amalia García, Nancy Rojas, Alejandra Aguado y Valeria Intrieri. “Nos alegra contar con un grupo tan comprometido con el crecimiento del acervo del museo. Este año alcanzamos un compromiso récord que permitió sumar seis nuevas obras”, afirmó Elena Nofal, directora de Desarrollo.
En el marco de “arteba 2025”, el Comité incorporó además siete obras y series de artistas argentinos: trabajos de Marcelo Benítez, una nueva pieza de Martorell (“Tangente”, 1967), “Venus Bolita” (2023/2024) de Flor Alvarado, un “Sin título” (1969) de Joan Wall, “IOMMI” (2025) de Laura Ojeda Bär, “Sembrador” (2025) de Sandro Pereira y la serie “Nuevo Realismo” (2022-2024) de Martín Legón.
Por vía de donaciones ingresan dos pinturas de Julio Eduardo Payró y Raúl Lozza, una escultura de Ulises Beisso, una fotografía de la chilena Paz Errázuriz, tres obras de la artista shipibo-konibo Lastenia Canayo (Pecón Quena) y una serigrafía de Osvaldo Salerno. El equipo curatorial del museo se encarga de evaluar y seleccionar las propuestas que se integran a la colección.
Con estas incorporaciones, el museo profundiza su misión de representar la diversidad cultural del continente desde una perspectiva plural e inclusiva, ampliando su patrimonio con obras de distintas generaciones, lenguajes y geografías.
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