

Artes Plásticas
Matías Tejeda: “Es difícil pensar la vida sin el arte, sin eso que nos conecta con lo que no siempre vemos”
Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //
Matías Tejeda es microbiólogo y artista plástico, a menudo se sumerge en los secretos del mundo invisible, lo recorre, hay una búsqueda y un encuentro. Con habilidad, logra detectar lo que no se ve, se introduce en los intersticios de la sociedad, observa, mide, recolecta datos, deduce, se deja llevar por la intuición y despliega su arte.
Es allí, en ese punto de contacto entre la ciencia y el arte, donde logra la síntesis, donde despliega el lenguaje para comunicar un mensaje a través de sus imágenes.
A veces, es un grito, una palabra que perfora, la línea que recorre la superficie de un silencio, es una pincelada en los márgenes, la mancha que incomoda, una huella, la imagen que habla, el relato encima del relato, es síntesis, arte en movimiento.
En diálogo virtual con ContArte Cultura el artista cordobés abre las puertas de su mundo creativo y nos permite acompañarlo en su aventura de crear.

—Para comenzar, y a manera de juego de presentación, queremos poner en tus manos un objeto imaginario, será un microscopio, cuyos lentes te permiten llegar al mundo imperceptible, a aquello que no se ve a simple vista y sin embargo existe. ¿Cuál es la primera imagen que viene a tu mente? ¿Qué palabras elegirías para definir ese mundo microscópico y qué tienen que ver con vos?
—Es imposible que la primera unión entre imagen y microscopio que aparezca en mi cabeza no sean cocos y bacilos, dos formas de bacterias. En realidad, uno siempre tiene la fantasía de analizar la realidad a través de esos lentes. No sé si por el ejercicio de ver lo imperceptible al ojo humano, ya que lo imperceptible no depende del tamaño sino del interés y la empatía, basta con no mirar hacia allí para que de algún modo deje de formar parte de nuestro mundo, sino por la posibilidad de verlo y analizarlo como si no fuéramos parte de él, sentados allí, mirando y observando, tratando de entender cómo funciona, qué lo mueve, y representarlo tal cual lo vemos. Pero es imposible, nosotros estamos bajo el lente, no podemos escaparnos de él. Y creo que la idea de mirar a través del microscopio define cómo veo el mundo. Nuestro mundo tiene el tamaño de lo que conocemos, de lo que podemos nombrar, de lo que somos capaces de ver, pero en realidad es interminable, y no solo desde lo que físicamente podemos ver, sino de lo que conscientemente podemos observar. Así como el microscopio amplió el mundo, al permitirnos ver organismos que conviven con nosotros todo el tiempo, nuestros conocimientos nos podrían permitir ver más de lo que nos rodea. En este caso hay muchos ilustradores que admiro, porque funcionan como ese microscopio.
—¿En qué momento sentiste que el arte era un camino posible en tu vida?
—Creo que no hay un momento puntual, es algo que estuvo presente todo el tiempo y en conflicto continuo. Cuando sos chico las preguntas sobre el futuro, de qué vas a vivir, será o no posible, y de qué vas a trabajar, te abruman. Por suerte eso va cambiando de a poco y va siendo más amplia la posibilidad de elección. Pero igual, y en base a lo que te decía antes, me siento contento de haber pasado por muchos lugares, desde un laboratorio, hasta la cabina de técnica de un teatro o una radio. En esa búsqueda siempre estuvo presente el arte, principalmente como espectador o consumidor. Es difícil pensar la vida sin el arte, sin eso que nos conecta con lo que no siempre vemos, pero que está adentro, primitivo, como parte de la concepción humana. En cuanto al hacer, dibujar es el medio que tengo para canalizar lo que me pasa y de conectarme con el mundo de un modo diferente, de integrarme, de sumarme, de ser parte, de acompañarlo, de pelearlo y de enojarme con él. Y creo que fue ahí, en los momentos en que me amigué con el mundo, cuando entendí que dibujar era algo que no podía abandonar y que era un camino de aprendizaje constante que valía la pena recorrer.



—Estudiaste microbiología, una carrera que si bien tiene que ver con la ciencia y los procedimientos científicos, te conecta con la búsqueda, con el detalle que no se ve, algo que también recorre todas tus creaciones, ¿creés que ciencia y arte se complementan en vos?
—Creo que ambos están más cerca de lo que a veces se considera. Ambos campos se centran en el procedimiento, en la búsqueda, y sobre todo en el cuestionamiento permanente de lo que está aceptado. Es un error pensar lo que viene de la ciencia como algo absolutamente cerrado, así como pensar lo que viene del arte como algo absolutamente abierto. Incluso hasta en sus problemas se parecen. La dificultad de comunicar tu trabajo, a veces la falta de espacios donde mostrarlos, las “chapas” o voces autorizadas, la segmentación de los campos, los prejuicios y hasta los problemas en la divulgación o uso de los lenguajes complicados “solo para entendidos”. A veces pasa que a los lugares de arte siempre concurre la misma gente, algo muy notable en las ciudades chicas, y muchas veces solo van los que se dedican a eso, como si en vez de una muestra de arte se tratara de un congreso de biología molecular. A veces ambos carecen de la apertura al público general, que es el que en realidad le da el sentido a la existencia de ambas. En mi caso, creo que todo lo que he aprendido contribuye a lo que hago, a veces me permite seguir un proceso de búsqueda y es una manera de asumir la reconstrucción permanente de lo que se hace, ya que aún estoy buscando mi estilo.

—Y hablando de tus obras, ¿de qué manera trabajás para sacar a la luz aquello que se esconde o incomoda? ¿Cómo llevás adelante ese proceso creativo de comunicar a través de las imágenes?
—En realidad, soy admirador de Roberto Arlt y creo que en su obra nos muestra que hay muchos Erdosain caminado por allí, a punto de estallar, y que muchas veces andamos absortos en nuestros pensamientos, en nuestras ideas, sueños, contradicciones o intereses, y que eso no siempre es lo que mostramos, ya que la convivencia social en muchos casos, por mucho tiempo, ha marcado estándares de todo tipo en los que nos tenemos que mover. Y si pensamos que esos estándares están establecidos por un puñado de gente, la mayoría debe estar amoldado, actuando, algunos lo llevarán bien, otros lo harán con mucho dolor y otros correrán el riesgo de estallar de la peor manera, como Erdosain. Arlt nos muestra que hay otra capa de la realidad oculta detrás de la primera que vemos y esa capa es una parte de la humanidad que tratamos de no ver, porque nos avergüenza o nos incomoda. Pocas veces lo logro, pero generalmente es a esa parte oculta la que trato de exponer en un dibujo. Sobre todo esa parte de las contradicciones que condenamos en otros y que ocultamos en nosotros. Esta búsqueda implica un proceso que me lleva a leer, a buscar, a escuchar, a estar informado, a tratar de leer las noticias de otro modo, e incluso a hacerlo mucho más de aquellos medios con los que no comparto la línea editorial. Hay eventos que uno sabe que serán noticia, entonces trato de ver por dónde será el lado más común por el cual se abordará y trato de encontrar un lado diferente para hacer mi dibujo. Pero atención, esto es lo que trato de hacer aunque no siempre lo logro, es como cuando jugás al fútbol y tu cabeza resuelve las jugadas como si fueras Messi, pero las piernas son las tuyas y las resuelven como Matías, un tipo maduro y con un triste historial de habilidad deportiva. Algunas imágenes salen rápido, muchas veces desde la impotencia y la bronca, otras desde la mera intención de bardear a un sector que sé que va a reaccionar. En esos casos, generalmente la imagen es más burda y chabacana. Otras llevan tiempo dando vueltas, tratando de combinar la estética con lo que el dibujo quiere decir, a veces siendo más piezas de comunicación que de arte, ya que la prioridad es el mensaje. Si es así, lo pruebo o consulto con mi compañera de vida o con amigos, sobre todo para evaluar si el mensaje va para el lugar que quiero, si se entiende bien y principalmente que no dé lugar a ideas opuestas a lo que se busca.

—¿Cuáles son los temas de actualidad que suelen convertirse en semillas de tus obras?
—En general, soy de seguir mucho la agenda de noticias, en eso no hay un tema en particular, se puede ir para todos lados. Hay mucho de política, pero no quita que se pueda hacer algo referido al deporte, por ejemplo, aunque siempre la mirada es socio-política. Lamentablemente, la actualidad es la pandemia y sus consecuencias humanitarias, políticas, sociales, económicas y psicológicas, pero también hay temas que siempre están y a veces no se los pone en la gran agenda, que son las luchas por los derechos y las igualdades, a las cuales siempre trato de sumarme y apoyar con algún trabajo.
—Contanos qué no puede faltar en tu espacio de trabajo.
—No pueden faltar el mate y la compañía para charlar. En realidad, mi espacio de trabajo es cualquier lado. Si bien en casa existe un lugar donde trabajo con mayor frecuencia, sobre todo cuando pinto algo de gran tamaño, el lugar para dibujar es donde me encuentre, lo importante no es el lugar, sino el tiempo. Lejos de tener que estar solo trabajando, me gusta dibujar y compartir el mate con quienes me rodean. Para mí dibujar es una actividad cotidiana más, y me gusta hacerlo en ese contexto, con la familia, mateando, mirando tele, escuchando música, tomando un café imaginario que me sirve mi hija o con el niño nacido en pandemia durmiendo en el hombro. Desde ya que a veces me cuelgo dibujando y me olvido del resto o el contexto me lleva a abandonar el dibujo por un tiempo, en fin, del mismo modo que hacemos las tareas cotidianas.
—¿Con qué técnicas y materiales trabajás habitualmente?
—Los materiales tienen que ver con lo que te decía antes, cuando nació mi hija vivíamos en un departamento pequeño y eso me impedía trabajar con solventes, lo que me llevó a buscar materiales más comunes y con menos olor, y así empecé a trabajar mucho en dibujo digital y con pinturas acrílicas. Con el tiempo eso se fue convirtiendo en parte del mensaje y comencé a trabajar con materiales de fácil acceso y más económicos. Es así como el látex y la ilustración digital en una tablet, con Android y una aplicación gratuita, se transformaron en la base de los materiales con los que trabajo. Esto me permite dibujar donde voy y donde quiero, ya que combinando la tablet con el teléfono, no solo llevo la libreta y el lápiz a donde voy, sino que tengo una caja de pintura muy completa en el bolsillo.

—Durante este tiempo tan particular pudiste transformar las emociones en imágenes, que finalmente fueron parte del libro “Un año bajo la tierra”, ¿cómo surge la idea de ese proyecto?
—Como te decía antes, la pandemia nos atravesó de todas las maneras posibles. El 2020 fue un año de shock, nos enfrentó con nuestros miedos, con nuestras cosas buenas y con nuestras porquerías, con el dolor y el egoísmo. Nuestro segundo hijo nació a comienzos de la fase uno, en mayo, donde aún no sabíamos mucho y el miedo era grande. La pandemia nos obligó a vivir los típicos momentos de compartir alegrías en soledad y también nos hizo atravesar solos los momentos más dolorosos. Todo eso lo fui dibujando, tratando de abordar esas dimensiones, y fue entonces cuando pensé que podía recopilarse en una publicación y hablé con la gente de Unirio, editorial que pertenece a la Universidad Nacional de Río Cuarto y que conozco por haber ilustrado algunas tapas para sus libros, y me dieron el ok. Pero en una charla con Noel, mi compañera, notamos que faltaban o que vendrían bien otros enfoques, miradas distintas y en distintos lenguajes. Por eso el libro cuenta con ensayos sobre sociedad, política y educación, poesías, relatos y cuentos, elaborados por Gabriel Riguetto, Santiago Polop, Fernando Ponce, Elena Berrutti, Luis Matías González y el Nato López, a lo que le sumamos el prólogo de un grande del humor gráfico como Jericles, cerrando así un libro que empezó como personal y terminó como una construcción colectiva. Acá cabe recordar que el libro se encuentra libre para la descarga en la página de Unirio, a cuyo staff le estoy inmensamente agradecido.
—¿Qué es lo que se viene en tu mundo creativo?
—Seguir trabajando, aprendiendo y buscando, tratando de llegar a más gente y más lugares, y comenzando a pensar una muestra para volver a colgar los dibujos en algún lado.
—Para concluir, dejamos este espacio para que sueltes un deseo.
—Que la gente se vacune, ese es el mayor deseo y que por suerte está en camino de cumplirse, ya que es la única manera de poder retomar nuestras vidas.

Artes Plásticas
Dan a conocer todas las actividades de septiembre en la Casa del Bicentenario

Exposiciones
Inauguraciones
Una historia sobre la luz. Legado y rescate del archivo Foto Martínez
Exposición curada por Fernando Cocchi y Martín Guillén, ambos de la ciudad de Los Toldos, Provincia de Buenos Aires. Un proyecto que permite reflexionar sobre los vínculos entre fotografía e identidad local, y sobre el rol que pueden cumplir los museos como garantes del acceso a los bienes culturales. La exhibición propone un recorrido visual y documental por la obra de Doroteo y Luis Martínez, dos fotógrafos de General Viamonte, que registraron más de ocho décadas de la vida social, política y cultural del centro bonaerense. Estas fotografías se exhiben por primera vez en Buenos Aires.
Del 2 de septiembre a las 18 al 12 de octubre.
Confluencia
Obras de Malcon D’Stefano, Sonia Höger, Nora Pareja, Paula Picciani, Paz Secundini y María Florencia Villanueva. Organizada por la Secretaría de Cultura de la Nación, a través de la Red de Casas de la Cultura, esta exposición reúne 17 obras de artistas provenientes de diferentes regiones de la Argentina que exploran estéticas emergentes desde diversas escenas provinciales, a través de distintos soportes, como fotografía, pintura o dibujo, que dan cuenta de un recorrido visual y poético por distintos territorios. Un encuentro que enriquece el lazo entre artistas y espectadores, celebra la diversidad cultural y demuestra cómo lo local puede inspirar nuevos sentidos.
Del miércoles 3 de septiembre a las 18 al 28 de septiembre.
FER PIETRA. De umbrales, bosques y anélidos
Curada por Laura Casanovas, se trata de una serie de dibujos en grandes formatos montados sobre paredes y paneles y otros realizados como intervención sobre las paredes. De algunos de ellos se desprenden elementos tridimensionales relacionados con la naturaleza, que generan continuidad visual entre la obra, la pared, la bidimensión y la tridimensionalidad. En varios de los trabajos que se exhiben se representan organismos con propiedades extrañas, que interactúan con otros personajes de tinte surrealista.
Del 10 de septiembre a las 18 al 26 de octubre.
LUISA FREIXAS. Nada más aburrido que un empapelado beige
Casi 80 obras en carbonilla, óleo y tinta gráfica sobre tela y papel de algodón —y una instalación en vidriera— que dan cuenta del universo expresivo de la artista.
¿Es el vacío una amenaza o una oportunidad? Luisa Freixas incita a adentrarse en su Selva Xilográfica y pictórica y dejarse envolver. La Selva se vuelve un no lugar, es una defensa. Las hojas y ramas de carbonilla niegan el abismo. Cada hoja tapa un hueco o subraya un blanco. La selva no espera, invade. No hay pausa, no hay centro, no hay reposo. La imagen se reproduce y multiplica para no dejarnos solos con el silencio. Todo lo que brota, brota por miedo a las ausencias. El color, los colores de la tinta gráfica enfrentan los monocromos augurando que siempre podrá existir la esperanza.
Del 11 de septiembre a las 18 al 26 de octubre.
Todavía se puede recorrer
Un mapa para lo frágil
Obras de Ana Laura Amante, Julieta Cantarelli, Romina Tejerina y Graciela San Román. Conformada por once trabajos en diversos soportes —instalaciones site-specific, frottages, piezas textiles, esculturas cerámicas, obra sonora, pintura y obra sobre papel—, la muestra propone una reflexión sobre los modos de habitar, cuidar y percibir los territorios. En diálogo con los recientes acontecimientos climáticos en la región, las piezas se acercan al paisaje no como fondo, sino como interlocutor: lo escuchan, lo atraviesan, lo traducen. Curada por Ana Larrere.
Hasta el 5 de octubre.
Lucila Sancineti. nido matinal, mortaja del mundo
Se exhiben en el microespacio de la Casa dos instalaciones de la artista. Inspirándose en exoesqueletos, piezas de corsetería, armaduras -dispositivos para cubrir, proteger, sostener-, Sancineti elabora piezas combinando morfologías y experimentando con materiales que aportan textura, flexibilidad y rigidez.
Hasta el 28 de septiembre.
Alejandro Sirio y la edad de oro del arte gráfico argentino
La imborrable elegancia de la ilustración de principios del siglo XX se despliega en una exhibición inédita que redescubre al gran ilustrador hispano argentino de la primera mitad del siglo y su núcleo de contemporáneos, con cerca de 200 piezas originales, dibujos, ilustraciones, libros, periódicos, caligrafías y piezas editoriales. Curada por Cristina Santa Cruz y Jorman Gutiérrez.
Hasta el 5 de octubre.
MAPA Muestra
Exhibición colectiva que da cuenta de la séptima edición de la feria de arte MAPA. Los artistas que integran MAPA Muestra fueron seleccionados por un jurado independiente, a partir de las participaciones de la feria. Esta exposición tiene como objetivo ofrecer una cartografía simbólica del panorama actual del arte contemporáneo argentino
Hasta el 14 de septiembre.
Visitas guiadas
Recorridos guiados por las exposiciones de la Casa destinados a grupos de estudiantes, estos encuentros son una forma didáctica y enriquecedora de acercarse a las diversas muestras que se exhiben en la Casa.
Consultas en arteyeducacioncnb@gmail.com
Y también…
Música
Folklore en acción
Mercado de Industrias Culturales Argentinas en la Casa. Un ciclo artístico dedicado al sector Folklore de las industrias culturales. Tres espectáculos de diferentes géneros en el espacio de la planta baja de la Casa presentados en el marco del Mes de las Industrias Culturales Argentinas.
Programación: Encendidos (4/9); Casiana Torres (11/9) y Maxi Pachecoy (25/9).
Jueves 4, 11 y 25 de septiembre. 19HS
Activación
Hirsuto
En el marco de la exposición MAPA Muestra, las artistas Natalia Segré y Mariana Luz Ticheli llevarán adelante una performance que trabaja a partir de la idea de lo hirsuto, a partir de la puesta en diálogo de las obras de Segré, puntualmente Topología del abrazo (una arqueología para la ternura), con las activaciones de las artistas.
Viernes 5 de septiembre. 18HS +INFO
Kino CNB
La posibilidad de otros mundos
Cuatro largometrajes que exploran la ciencia ficción desde diversas perspectivas del género. Mundos paralelos, inteligencias artificiales y androides son algunos de los ejes temáticos que atraviesan estas historias. Cada obra propone un viaje: basta dejarse llevar para habitar sus mundos singulares. Proyectamos: Inmortal, de Fernando Spiner (7/9); Biónica, de Sebastián Perillo (14/9); El imperio, de Bruno Dumont (Francia. 21/9) y Del inconveniente de haber nacido, de Sandra Wollner (Alemania/Austria. 28/9)
Domingos de septiembre. 19HS +INFO
Danza
Taller de movimiento y creación
Un taller de movimiento a cargo de Soledad Pérez Tranmar, coordinadora del área de Danza de la Casa, especialmente diseñado para adultos mayores, sin importar su edad o experiencia previa. Serán tres encuentros, cada uno de una hora de duración, dividido en dos partes: preparación del cuerpo y exploración del movimiento y la creatividad.
Sábados 13, 20 y 27 de septiembre. 17HS +INFO
Charla
El chamamé y sus mujeres
Un encuentro para pensar y conversar acerca de las cantantes chamameceras, mujeres que supieron rebelarse silenciosamente donde se enriquecieron, superando intrincados desafíos para instalarse definitivamente en la historia de nuestro chamamé. Participan: Liliana Barela, Gicela Mendez Ribeiro (cantante, investigadora), Lourdes Fernandez (cantante , investigadora), Perla Aguirre (cantante, autora y compositora), Nélida Argentina Zenón (cantante, autora y compositora). Modera: Alejandro Sanz.
El cierre musical estará a cargo de Nélida Argentina Zenón y la embajada Playadito.
Sábado 13 de septiembre. 17 a 20HS +INFO
Kino CNB
Hedy Crilla, maestra de actores
La embajada de Austria y Santa Cine presentan esta proyección, que contará con la presencia de la directora Luciana Murujosa. La película retrata la vida de Hedy Crilla, actriz judía austríaca Hedwig Schlichter que en 1940 llega a la Argentina huyendo del nazismo y dejando atrás una promisoria carrera en cine y teatro. Aquí introduce el Método de Stanislavski adaptándolo a su experiencia y forma a una gran cantidad de actores, directores y maestros que propagan su legado, revolucionando así el estilo de actuación.
Jueves 18 de septiembre. 19HS
(Fuente: Casa Nacional del Bicentenario – Prensa)
Artes Plásticas
El Malba sumó nuevas obras a su colección

El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) anunció la adquisición de siete nuevas obras para su colección, en el marco de la feria arteba, gracias al aporte récord de su Comité de Adquisiciones y donantes particulares.
Las piezas corresponden a los artistas Marcelo Benítez (Sin título, s/f), María Martorell (Tangente, 1967), Joan Wall (Sin título, 1969), Flor Alvarado (Venus Bolita, 2023/24), Martín Legón (Nuevo Realismo, 2022-2024), Sandro Pereira (Sembrador, 2025) y Laura Ojeda Bär (IOMMI, 2025).
“Nos pone muy contentos incorporar estas obras que fortalecen el acervo diverso y en constante expansión de la Colección Malba”, señaló el director artístico, Rodrigo Moura, al destacar la inclusión de nombres históricos y propuestas contemporáneas que dialogan con figuras como Enio Iommi, Tarsila do Amaral y Antonio Berni.
La directora de Desarrollo, Elena Nofal, subrayó que se trató del mayor aporte logrado en los últimos años dentro de arteba, gracias al apoyo de los miembros del Comité.
Desde 2012, este grupo de donantes colabora en la selección de piezas junto al área de curaduría, posibilitando que el museo continúe ampliando su acervo de arte latinoamericano.
Artes Plásticas
La historia de cómo detectaron en Mar del Plata un cuadro robado por los nazis

Un cuadro del siglo XVII, colgado en la sala de una casa de Mar del Plata, abrió un expediente judicial y revivió una historia enterrada por décadas. Se trata de “Retrato de una dama”, del pintor italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), parte de la prestigiosa colección del marchante judío neerlandés Jacques Goudstikker. La obra fue saqueada en 1940 por el régimen nazi y terminó en manos de Friedrich Gustav Kadgien, funcionario cercano a Hermann Göring, que vivió en Argentina hasta su muerte en 1978.
El hallazgo fue revelado por el diario neerlandés Algemeen Dagblad, que detectó la pintura en las fotos de un aviso inmobiliario publicado en un portal argentino. Una de las hijas de Kadgien había puesto a la venta su casa en el barrio Parque Luro de la ciudad balnearia. En las imágenes, sobre un sillón del living, se distinguía el retrato desaparecido desde hacía más de 80 años.
La alerta llegó a la Justicia federal a través de Interpol y la Aduana. El fiscal Carlos Martínez, a cargo del caso, ordenó un allanamiento en el domicilio identificado como residencia fiscal de Patricia Kadgien, empresaria textil de 59 años. La Policía Federal secuestró armas, celulares y láminas, entre ellas una serie vinculada a una exposición de Henri Matisse en los años 40, pero el cuadro de Ghislandi ya no estaba. La principal hipótesis es que fue retirado de la vivienda tras la publicación de las imágenes.
La investigación busca determinar si la actual poseedora puede ser imputada por encubrimiento de contrabando. Paralelamente, la Agencia de Patrimonio Cultural de los Países Bajos reclama la restitución de la pintura a los herederos de Goudstikker, que durante más de ocho décadas rastrearon la colección saqueada por los nazis.
Jacques Goudstikker fue uno de los principales galeristas de Ámsterdam. Tras la invasión alemana de 1940 intentó huir con su familia a Nueva York, pero murió durante el viaje en barco. En su galería quedaron más de 1.100 obras, documentadas en un inventario. Esa colección fue liquidada a precios irrisorios entre altos jerarcas del Tercer Reich. Uno de ellos fue Göring, comandante de la Luftwaffe, y otro habría sido Kadgien, conocido como “el mago de las finanzas” del nazismo.
Nacido en Elberfeld en 1907, Kadgien había ingresado al Partido Nazi en 1932 y a la SS en 1935. Como experto en divisas, ocupó un lugar clave en la Oficina del Plan Cuatrienal que dirigía Göring. Desde allí articuló redes de empresas pantalla en Suiza para mover oro, diamantes y obras de arte robadas a judíos y opositores. Cuando la guerra llegaba a su fin, huyó a Suiza y luego a Brasil, hasta instalarse definitivamente en Argentina. Se radicó en Buenos Aires, fundó empresas y vivió sin ser molestado hasta su muerte, en 1978, sepultado en el cementerio alemán de la ciudad.
El destino de la fortuna de Kadgien sigue siendo un misterio. Investigadores europeos sospechan que controlaba entre 1.000 y 3.000 millones de Reichsmark ocultos en cuentas suizas. Su paso por Sudamérica incluyó negocios en Brasil y vínculos con empresas alemanas en la región, además de contactos con la administración de Juan Domingo Perón.
La aparición del cuadro en Mar del Plata reavivó la sombra de ese pasado. Según el corresponsal del Algemeen Dagblad, Peter Schouten, el rastreo de las hijas de Kadgien llevó años. Ellas nunca respondieron a las consultas sobre el origen de las piezas. Solo un descuido –las fotos de la inmobiliaria Robles Casas & Campos– permitió localizar el “Retrato de una dama”. El aviso fue retirado inmediatamente después de la publicación de la investigación.
En paralelo, se detectó que otra pintura desaparecida, atribuida al artista holandés Abraham Mignon, podría estar también en manos de la familia. Una de las hijas de Kadgien la habría mostrado en sus redes sociales, según el mismo diario.
El fiscal Martínez espera definir si imputa a Patricia Kadgien, mientras Interpol mantiene alertas nacionales e internacionales para impedir que el cuadro salga del país. En Europa, los herederos de Goudstikker insisten en que la restitución es un paso necesario para reparar una parte del saqueo cultural más grande de la historia moderna.
El caso demuestra que, 80 años después, los ecos del expolio nazi siguen resonando en lugares tan lejanos como una tranquila residencia marplatense. El “Retrato de una dama” continúa desaparecido, pero su historia volvió a la luz, recordando que detrás de cada obra de arte saqueada permanece una deuda de memoria y justicia.
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