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El ajedrez, una musa a lo largo de la historia del arte

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Partida Final

Jaque mate. Se había deslizado confuso sobre las baldosas blancas y negras. Estaba rodeado. No sería fácil llegar. Tenía que prestar mucha atención. Dibujó estrategias que sus pies inmóviles no comprendieron. Meditó su defensa, el contraataque ya no era posible. Sus manos atadas, transpiraron. Todo era cuestión de táctica, habilidad y precisión. Debía concentrarse en los espacios vacíos que otros podían ocupar. El destino lo desafiaba y él, que estaba prisionero en ese tablero en el que la noche lo había encerrado, quería jugar.

La vio brillar perdida en un espacio cuadriculado que sus ojos no comprendían. Debía ser prudente en un el campo de batalla en el que no distinguía enemigos.

Jaque mate. El áspero sonido del despertador diluyó su figura alterada. El rey había ganado la partida. En el último minuto pudo ver como ella se esfumaba etérea entre las fichas caídas.

Andrea Viveca Sanz

El ajedrez en la historia

Desde tiempos remotos el ajedrez ha estado incorporado a la cultura de los pueblos. Hay muchas leyendas acerca de su verdadero origen, incluso en la mitología griega, aunque es muy posible que haya surgido a partir de un antiguo juego indio, la chaturanga o juego del ejército, de la que derivaron otros juegos similares. El ajedrez, como se conoce actualmente, data del siglo XV, época en la cual las piezas tomaron la forma de las actuales. Estas se han fabricado con diversos materiales a lo largo de los siglos tales como madera, marfil, plata, oro, bronce, hueso y cristal, entre otros. En los últimos tiempos, la tecnología ha permitido la creación del ajedrez electrónico que lleva a los jugadores a enfrentarse con una máquina.

El primer torneo internacional de ajedrez se celebró en Londres en 1851 y desde entonces se ha popularizado en todo el mundo.

Mucho más que un juego

Tigran Petrosian

“El ajedrez es un juego por su forma, un arte por su contenido y una ciencia por su dificultad. Pero si usted aprende a jugar bien, sentirá entonces una gran alegría”

Tal como dice el reconocido ajedrecista Petrosian, el ajedrez es mucho más que un juego. Se trata más bien de un continuo reto para la mente, en el que la táctica y la estrategia son dos pilares fundamentales.

El ajedrez es un misterio, es cautela, es previsión. Todo jugador necesitará paciencia, concentración e imaginación. Quien decida participar de esta maravillosa competencia seguramente desarrollará la memoria, la lógica y, por supuesto, la creatividad.

Son innumerables las combinaciones que se pueden presentar en el juego. Hay que saber elegir, como en la vida misma, cuál es el camino indicado. Las jugadas representarían nuestras elecciones diarias y la victoria será el producto final del esfuerzo y los aciertos.

Para muchos, el ajedrez representa al universo en el cual los ajedrecistas juegan a ser dioses que mueven las piezas en el momento oportuno.

En la literatura

Muchos son los autores de todos los tiempos que han incorporado al ajedrez en alguna de sus obras.

Lope de Vega asemeja al ajedrez con el mundo:

“Piezas somos de ajedrez y el loco mundo es la tabla, pero en la talega juntos peones y reyes andan”

Arturo Pérez Reverte en su libro “La tabla de Flandes” utiliza una partida de ajedrez como hilo conductor de una historia policial:

“Todo es un tablero de ajedrez de noches y días donde el destino juega con los hombres como piezas.”

El poema “El Ajedrez” de Jorge Luis Borges comienza de esta manera presentando lo que se desarrollará como una batalla:

“En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores”…

Julio Cortázar también utiliza el ajedrez en algunos de sus libros, en Rayuela, por ejemplo, relata:

“Un mundo donde te movías como un caballo de ajedrez que se moviera como una torre que se moviera como un alfil”

Gabriel García Márquez, en “El amor en los tiempos de cólera” juega al ajedrez a través de su personaje Juvenal Urbino de la Calle, quien era un apasionado del juego:

“En el escritorio, junto a un tarro con varias cachimbas de mar, estaba el tablero de ajedrez con una partida inconclusa. A pesar de su prisa y de su ánimo sombrío, el doctor Urbino no resistió la tentación de estudiarla”

Libros como “La máquina de ajedrez” de Robert Löhr, “La defensa” de Vladimir Nabokov, o “La novela de ajedrez” de Steffan Zweig, también tienen al popular juego como parte fundamental de su contenido.

Estos son sólo algunos ejemplos de la presencia del ajedrez en las historias de numerosos autores, porque como dice el ajedrecista Marcel Duchamp “Las piezas del ajedrez son las mayúsculas del alfabeto que da forma a los pensamientos; y estos pensamientos, aun componiendo un diseño visual en el tablero, expresan su belleza de forma abstracta, como un poema”.

En la pintura

“El tablero metamorfoseado” de Escher es un ejemplo de la fascinación que provoca una partida de ajedrez.

Desde su aparición hasta nuestros días, el ajedrez también ha formado parte de las artes plásticas, siendo incluido por gran cantidad de autores en sus trabajos artísticos.

En la Capilla de Palatine, en Palermo, se encuentra la primera pintura occidental sobre el ajedrez conocida en el mundo. Este trabajo data alrededor del año 1143, y fue encargo del rey de Normandía, Rogelio II de Hauteville.

Asimismo, algunos de los siguientes ejemplos de pinturas muestran de qué manera se ha incorporado este prestigioso juego a esta disciplina artística:

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Duchamp jugando al ajedrez en una exposición de arte en Pasadena

En la historia de las artes plásticas, se sostiene que son pocos los artistas que fueran más controversiales que Marcel Duchamp.

La razón era simple: el artista y reconocido ajedrecista francés rompió con cualquier convención sobre las artes plásticas y visuales que existían en su tiempo.

En ese camino, Duchamp pintó su primer cuadro, de estilo impresionista, en 1902, el mismo año que aprendió a jugar al ajedrez, y realizaría a lo largo de su vida numerosas creaciones con esa temática.

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Radio Provincia cumple 85 años y lo celebra con su estudio en la calle y música en vivo

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Radio Provincia de Buenos Aires, la radio pública de los bonaerenses, cumplirá mañana 85 años y para festejarlos dispuso una transmisión especial en la vía pública, por lo que los estudios se montarán en la esquina de avenida 53 y calle 11 de La Plata.

Desde las 9, se transmitirá en dúplex por AM 1270 y FM 97.1.

La programación contará con entrevistas especiales, invitados y la presentación de bandas en vivo como Tangorra Orquesta, Martes de agua, El batacazo, Diego Martínez, Inés Mauri, Silvina Moreno y un gran cierre a cargo de Árbol.

La radio inició sus transmisiones en La Plata el 18 de febrero de 1937, unos meses antes que Radio Nacional. Sus primeros estudios funcionaron en el Pasaje Dardo Rocha, y desde 1972 la radio se instaló en el Palacio Achinelly, un emblemático edificio ubicado frente a la Municipalidad platense.

Durante años, con auditorios llenos, Radio Provincia produjo conciertos de destacados artistas populares como Atahualpa Yupanqui, Edmundo Rivero, Aníbal Troilo y el Chango Nieto.

También el gobernador Antonio Cafiero marcó un hito al realizar, durante los cuatro años de su mandato, el programa “La hora del Gobernador”, constituyendo un puente directo entre el Estado y el pueblo bonaerense.

Bajo la gestión del gobernador Axel Kicillof y con la dirección de Marcelo Figueras, Radio Provincia renovó su programación, mejoró sus instalaciones y actualizó su estructura organizacional, para potenciar su vigencia acorde a los nuevos tiempos.

Desde los distintos programa se invita a los oyentes y amigos de la radio a sumarse a los festejos.

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Historias de confinamiento para épocas de coronavirus: la leyenda del castillo de Drácula

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Por Carlos Sala (*)

En la noche oscura, nada hay salvo el propio corazón. Los monstruos que vendrán a atacarte serán aquellos que tú mismo hayas creado. Bajo esta leyenda se esconde el nombre de Vlad III, el Empalador o Vlad, Drácula, príncipe de Valaquia, el personaje histórico que inspiró a Bram Stoker. Si algo fascinó a la sociedad victoriana de finales del XIX de esta leyenda fue el célebre castillo de Drácula, levantado en las montañas de Transilvania. Lo curioso del caso es que el castillo nunca fue suyo, sino del líder militar húngaro Juan Hunyadi, uno de los mayores estrategas de la historia militar europea, responsable de la muerte del padre de Vlad el Empalador, el rey Vald II, y fue el castillo donde el mítico Drácula estuvo encerrado durante trece años, de 1462 a 1475.

Durante estos largos años, los relatos de la crueldad de Vlad III empezaron a circular por toda Europa y los libros que recogían sus batallas, leyendas y torturas se convirtieron en auténticos “best seller” de la época, sobre todo en los reinos alemanes e italianos. En Rumanía era un héroe popular. Todos querían saber qué crueldades había cometido contra los otomanos, enemigo de todos los pueblos europeos, por un lado temiendo su rabia y violencia y por otro celebrándola al cargarla contra un enemigo común.

Sus estratagemas para vencer a un ejército que les superaba en más de 4 a 1 fueron múltiples, de mandar al campo de batalla a niños y mujeres para tener más cuerpos con los que detener el avance enemigo hasta envenenar pozos que pudieran usar los otomanos, pasando por desplegar enfermos de peste a las líneas enemigas. Aunque si por algún motivo se convirtió en leyenda fue por matar a más de 20.000 otomanos en avanzadilla y recibir al ejército del sultán con un bosque de cadáveres impalados que aterrorizó a los turcos. ¿Quién podía ser capaz de algo así?

La victoria fue celebrada y Vlad convertido un héroe de la región rumana, pero justo después de su gran victoria fue capturado por las tropas húngaras y hecho prisionero en el Castillo de Hunyard, también conocido como el castillo Corvino, nombre del hijo de Juan Hunyard. ¿Qué pasó durante esos trece años que vivió encerrado en el castillo? Poco se sabe, pero a día de hoy todavía se oyen voces de ultratumba entre sus paredes. Algunos dicen que es el propio Vlad, que ansía escapar de su encierro. Otros, que son los grito de horror y sufrimiento de sus víctimas.

El caso es que Vlad fue liberado sólo para morir meses después a manos de los otomanos. Sus enemigos le capturaron y la leyenda dice que lo descuartizaron en 43 pedazos, repartiéndolos por diferentes lugares para que nunca pudiese volver a la vida. La ironía es que con los años se convertiría en epítome de no muerto y figura de cuerpo eterno. Vlad volvía a derrotar a los otomanos después de muerto.

Situado en las montañas Calimani, en Transilvania, en lo que es la actual frontera con Moldavia, hoy es una gran atracción turística, y lo más cerca que existe a una “casa de Drácula”. Entre los fantasmas que dicen que asolan el castillo están los de tres prisioneros turcos a los que se les prometió la libertad si cavaban un pozo y encontraban agua. Después de quince años de fatigoso trabajo, los tres prisioneros encontraron agua, pero cuando reclamaron su libertad lo único que consiguieron fue una cruel burla. Se dice que Hasan, uno de los torturados soldados otomanos, escribió bajo la piedra, “ahora tenéis agua, pero no tenéis alma”. Una nueva demostración que toda casa encantada comienza con un cruel confinamiento.

De estilo gótico renacentista, lo cierto es que este inusual castillo despierta todos los anhelos de lo paranormal. Quizá la figura del vampiro sólo es la del fantasma que ansía un cuerpo con el que volver a conquistar el mundo. Junto a la Winchester Mistery House, es, desde luego, de las edificaciones más espeluznantes que se hayan construido nunca. El mito de Drácula sediento de sangre es en realidad el del fantasma sediento de cuerpo para seguir su vida de venganza, muerte y conquista, el triángulo del mal.

(*) Diario La Razón de España

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Preocupaciones, experiencias y sueños de los libreros, en tiempos de aislamiento social

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Por Walter Omar Buffarini /
Entrevistas: Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca)//

A casi cincuenta días de decretado el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio para hacer frente a la pandemia de coronavirus en la Argentina, muchos son los efectos colaterales de una medida que apuntó fundamentalmente, y hasta el momento con buenos resultados, a cuidar la salud de cada uno de los habitantes.

Entre esas consecuencias no deseadas se cuentan los daños en prácticamente la totalidad de la actividad productiva, realidad a la que la industria del libro tampoco ha podido escapar.

Para entender un poco más acerca de este inesperado momento y cómo pararse frente a él, ContArte Cultura consultó a representantes de algunas de las más importantes librerías de la ciudad de La Plata, quienes contaron sus experiencias y se animaron a delinear el futuro inmediato.

Respecto de las consecuencias inmediatas tras decretado el aislamiento, los libreros coincidieron en que la caída de las ventas fue total, habiendo podido mitigarlo mínimamente con la autorización de la venta online.

City Bell Libros (13c Nº246 e/ Cantilo y 473bis)

En ese sentido, Ana Borean, de City Bell Libros, manifestó que “las ventas han caído abruptamente y el método online con envío incrementó costos y dificultó la comercialización”.

Por su parte, desde Rayuela Libros Guadalupe explicó: “La primera consecuencia fue la librería cerrada”. Asimismo, detalló que ante esto sus primeras actividades fueron “arreglar las bases de datos desde casa y generar contenido para las redes sociales”.

Un tanto más preocupado Eduardo, desde la librería Atenea, aseguró estar “sin posibilidad de ninguna venta durante 30 días, con facturación cero”.

Jorge García, uno de los propietarios de La Normal Libros, explicó que “inicialmente se rompió la cadena de pagos, lo que nos produce un retraso importante con nuestros proveedores, servicios y demás. Un perjuicio muy grande a largo plazo, ya que lo que no se vendió en su tiempo no se recupera”.

Ampliando en ese aspecto, García afirmó necesitar de “un lapso de trabajo de un año para volver a estar al día. Si antes veníamos con carga impositiva muy alta más los gastos que prácticamente no nos dejaba margen, esto nos hace muy difícil afrontar deudas y más a futuro”.

Librería Atenea (Diagonal 80 Nº 1010 esq. 49)

Nuevas estrategias

Ante este panorama, los libreros pusieron en marcha diversas y variadas medidas para sostener su comercio, entre las que se destacan los descuentos y las entregas a domicilio, como así también las ventas a futuro.

“En Rayuela hicimos tarjetas de regalo para pasada la cuarentena y algunas ventas telefónicas con descuentos especiales y a través de nuestra página web”, afirmó Guadalupe, quien aseguró que “no es una tarea sencilla”.

En City Bell Libros la modalidad optada fue “tomar pedidos por Whatsapp (221 5897352), responder así consultas de todo tipo y coordinar entregas en La Plata y toda las Zona Norte que abarca, City Bell, Gonnet, Villa Elisa, Arturo Segui, Los Porteños, Ringuelet y Gorina, entre otras zonas”.

“Nosotros tuvimos la suerte de que teníamos ya preparado todo nuestro sistema a través de la web para ventas electrónicas con entregas y solo tuvimos que hacer un par de ajustes”, sintetizó García, ampliando que “en La Normal entregábamos por Glovo, pero esa modalidad ya no fue aceptada por la Municipalidad y debimos cambiar el método de envío, que implica un costo extra tanto para el cliente como para nosotros”.

Rayuela Libros (Plaza Italia Nº 187 e/ 44 y diagonal 77)

Agradecidos a los lectores

Si bien todos destacan que no pueden compararse las ventas en librería con aquellas que se hacen por envío, los resultados no han sido tan malos.

“Gracias a nuestros fieles clientes, nos encontramos con una gran demanda de pedidos, la que tratamos de responder en tiempo y forma. La gente está urgida de leer o necesitan los libros escolares para hacer las tareas. Tratamos de adaptarnos a esta situación lo más rápido posible y de la mejor manera” afirmó Borean.

Jorge García remarcó que en La Normal tuvieron “muy buena aceptación de los clientes al delivery”, y que “mucha gente nos agradece por hacerles más amena la cuarentena. Un libro es algo fundamental para estos momentos.

En Atenea contaron su experiencia destacando que “la venta electrónica, sea como fuera, es fácil para vender Sacheri, Allende o cualquier otro bestseller, pero es muy difícil para una librería especializada como la nuestra”. De igual modo explicaron que “al no tener página web hacemos las ventas por Facebook, Instagram o correo electrónico, lo que es un poco complicado o engorroso, pero que poco a poco vamos mejorando”.

Desde Rayuela explicaron que la nueva experiencia que les toca vivir es “caótica”, pero a la vez “cargada de emoción y ansiedad”. Del mismo modo se saben “unos privilegiados”, ya que “poder estar trabajando es una suerte”.

Aunque también reconocen inconvenientes: “Como toda forma nueva de trabajo, recién ahora nos vamos organizando. Siempre tenemos activas nuestras redes sociales y a principio de año lanzamos nuestra página web, así que podríamos decir que estábamos preparados”.

La Normal Libros (Avenida 7 Nº 1125 e/55 y 56)

Por la vuelta a la normalidad

Finalmente, en relación a lo que los libreros creen necesario para contener su actividad, principalmente figura la necesidad de poder volver a tener gente en sus locales.

“Somos una librería de público presencial en el local”, insiste Eduardo de Atenea, entendiendo que “las opciones para nosotros como para otros comercios similares son implementar horario reducido o, como está sucediendo en otros lugares, salidas reducidas del público según la terminación del documento”.

En el mismo sentido opinó Jorge García: “Lamentablemente vemos un panorama sombrío. Nuestra librería en particular es más un paseo para nuestros clientes. Aquí pueden mirar, hojear, elegir, es una experiencia que ninguna web puede dar. Tener que decirle a un cliente que quiere venir a buscar un libro que no puede, que no podemos atenderlo en la librería, es un puñal para nosotros”.

“Agradecemos que nos hayan tenido en cuenta dentro de las medidas que nos permiten poder vender algo, pero lamentablemente de esta manera sólo podemos cubrir los costos y no mucho más. Entendemos la situación de la pandemia y estamos alineados con la cuarentena, pero sin clientes dentro del local, viendo los libros, asistiendo a las presentaciones de los autores, intercambiando opiniones con el librero, no veo que se pueda mejorar”, aseguraron desde City Bell Libros.

Y en esa mirada hacia adelante, desde Rayuela afirman: “¡Vemos más gente leyendo!” y se atreven a asegurar que “las condiciones cambiarán”.

“Pensábamos transcurrir todo el 2020 cumpliendo nuestros 29 años y festejando los 30 por llegar, pero si bien no vamos a poder llenar la librería de niñas y niños, autores y lectores, ya veremos que vuelta le encontramos. La cosas van a estar difíciles para todos, pero la lectura siempre es un buen refugio”.

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Propietario: Contarte Cultura
Domicilio:La Plata, Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA En Trámite
Edición Nº