Literatura
“Un pelo de monstruo”, nueva obra de Magela Demarco con un mensaje para chicos y grandes
Por Walter Omar Buffarini
Tras el éxito logrado con “Palabras semilla”, obra que ya va por su octava edición convirtiéndose en el libro infantil más vendido de la editorial La Brujita de Papel durante 2023, la escritora y periodista Magela Demarco publicó en este 2024 tres nuevos textos de su autoría, siendo uno de ellos “Un pelo de monstruo”, libro que contiene una historia que busca animar a aquellos niños y aquellas niñas que no empezaron de la mejor forma las clases o se encontraron con el desafío del cambio a un colegio nuevo.
Según relata la autora, “‘Un pelo de monstruo’ toca la problemática del acoso escolar, algo que lamentablemente ocurre de forma cotidiana en las escuelas. Lo interesante es que el abordaje en esta historia se hace desde un lugar ingenioso y creativo, donde lo interesante es que el conflicto finalmente lo pueden resolver entre los mismos niños. Y en donde también se ve reflejado que los consejos y acciones que realizan los adultos no siempre alcanzan, y que por lo tanto es necesario repensar nuevas y diferentes formas de abordar estos conflictos”.
“Su protagonista, Joaquín, echando mano a la imaginación -y a alguna ayudita externa- va a lograr que esos primeros días difíciles se vayan tornando más alegres y coloridos”, detalla Demarco.




Se puede leer en la contratapa de la obra:
“Joaquín no quiere ir al cole nuevo. Un compañero, Vicente, le pega coquitos en la cabeza. Y por más que se lo cuenta a su mamá y a su papá, ellos no le dan una solución que a él le sirva. Porque de verdad lo que a él le serviría es que apareciera un monstruo verde gigante, con dientes FILOOSOS y una boca INMENNSA y de un solo brugido -porque los monstruos brugen- lo hiciera a Vicente hacerse pipí encima del cuiqui. ¿Será posible?“.
“Si bien la historia toca un tema complejo, quise darle un toque de humor, con unos personajes muy tiernos, ingeniosos y ocurrentes, porque creo que el humor es una muy buena vía de llegada”, comenta la escritora, quien además sostiene: “Los mensajes con humor, llegan mejor, más rápido y son más efectivos. Y creo que lo logré”.
“Existan afuera o adentro de nuestra imaginación,
los monstruos pueden ayudarnos ¡un montón!”
El libro, que cuenta con ilustraciones de Martín Morón, ha sido tomado como material de trabajo en distintas escuelas del país, y ha recibido muy positivos comentarios de las docentes, como así también a permitido que varios niños y niñas expresaran que estaban pasando por situaciones similares a las que atraviesa Joaquín, el protagonista de esta historia.
En ese sentido, Demarco compartió un cometario que le realizara Marisa Peña, una de las maestras que ya trabajó con el libro:
“Querida Magela Demarco , tal cual lo esperaba… es hermoso. Amé a Joaquín desde la primera página. ¡Cuántas veces deseamos que nos salga ese primer mechón verde!
Gracias por esta nueva historia para compartir con los peques y ayudar a muchos niños y niñas como Joaquín y también como Vicente”.



Este nuevo libro, recomendado a partir de los 5 años, está dividido en capítulos cortos “para que las niñas y los niños más chicos pueden adentrarse en el formato mini novela y así convertirse de a poco en futuros grandes lectores”, precisa la autora.
Asimismo, incluye un código QR con guía de actividades, que se puede descargar desde su contratapa, con interesantes propuestas para padres y docentes, en cuya preparación se contó con los aportes y la supervisión de la Licenciada en Educación Ivana Rugini (@ivanarugini).
Literatura
Está en marcha la 18ª Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires
La 18ª Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires se realiza desde este miércoles y hasta el domingo 2 de noviembre, de 14 a 20, en la Plaza Seca del Centro Cultural Palacio Libertad (Sarmiento 151, CABA), con entrada libre y gratuita. Organizada por la Asociación de Libreros Anticuarios de Argentina (ALADA), la cita celebra además los 25 años de la refundación de la entidad y se consolida como uno de los principales encuentros del sector en la región.
Este año, la Feria tendrá como eje temático a la mujer escritora argentina, con actividades que buscan poner en valor su aporte a la literatura nacional. Habrá dos mesas redondas, una exposición fotográfica dedicada a autoras del país y un Espacio Taller donde encuadernadores, impresores e ilustradores compartirán sus oficios con el público.
En sus 28 stands, los visitantes podrán encontrar ejemplares que abarcan desde el siglo XV hasta las vanguardias del siglo XX: libros antiguos, ediciones raras o ilustradas, encuadernaciones artísticas, grabados, mapas, fotografías y afiches históricos. Participan instituciones y editoriales como el Archivo General de la Nación, la Biblioteca de la Academia Argentina de Letras, el CeDInCI, Ediciones Ampersand, Ediciones Dos Amigos y la Biblioteca Argentina para Ciegos.
“El espíritu de esta Feria es mantener vivo el amor por el libro y el patrimonio impreso”, expresó Roberto Vega, presidente de ALADA. “Nos emociona ver cómo cada año este espacio renueva la pasión por conservar y disfrutar las obras que narran nuestra historia cultural”.
Además de la muestra “Mujeres Escritoras Argentinas”, las actividades centrales se desarrollarán en el Salón de Honor del Palacio Libertad:
Programa
- Viernes 31 de octubre – 17:30 Mesa redonda “Cultura, Patrimonio y Coleccionismo” Participan: Emilio Perina, Juan Javier Negri, Juan Solá y Pablo Gasipi. Moderador: Roberto Vega.
- Sábado 1° de noviembre – 17:30 Mesa redonda “Mujeres escritoras en Argentina” Participan: Florencia Abatte, María Gabriela Mizraje, Adriana Rodríguez de Pereda y Matilde Sánchez. Moderadora: Gisela Paggi.
Con entrada gratuita, la Feria invita a recorrer el universo del libro antiguo y celebrar la palabra escrita, esta vez bajo la mirada y la voz de las escritoras argentinas que marcaron la historia literaria del país.
Textos para escuchar
Lluvia de otoño – Olga Drennen
La escritora Olga Drennen lee un fragmento de Lluvia de otoño, capítulo X de su novela de época La noche olía a jazmines, los amantes a traición
Temblaba de indignación, ¿qué se habría creído? Para colmo, casado, ¡casado y con hijos! ¿Cómo se le podía ocurrir querer salir con ella? Deliraba. Como desprendida de una foto, la imagen del hombre la miraba con una súplica en la cara. Se dio cuento de que había llegado el momento de poner los puntos sobre las íes. Iba a decirle de todo. ¡Caradura! Pero cuando estaba por empezar la frase, él hizo un gesto que le provocó un aleteo en el estómago. Entonces, sin decir palabra, se dio vuelta y volvió para su casa.
Pensó que con eso era bastante, que ya no iba a verlo más. Pero no fue así, al día siguiente, apareció una vez más en la esquina. Cuando pasó cerca de él, le lanzó una mirada que parecía un cuchillo. Como para que no se acercara. Cruzó la calle para evitar saludarlo y siguió su camino.
Esa situación se mantuvo en ese estado durante varios días. Pero una tarde no pudo ir a llevar su trabajo. Su máquina de coser se rompió. Un tornillo de mala muerte la tuvo a maltraer.
-Bueno –dijo con voz resignada –si no anda, no anda. Dejo la entrega para mañana, ¿qué le voy a hacer? Mejor, plancho las blusas que ya están terminadas.
Una vez planchadas, las acomodó según el color de la seda. Una pila blanca, una pila rosada, una pila gris. Unos golpes en la puerta de su habitación la interrumpieron. Supuso que era la vieja y corrió a abrir.
El marco de la puerta perfiló la figura del hombre a contraluz.
—Me preocupó no verla como todos los días y vine a preguntarle si necesita algo.
—Pero…, ¡hay que tener coraje! No creo haberle dado lugar como para que se tome este atrevimiento.
—Por favor, Aurelia, no quiero que se ofenda. Ya veo que está bien, entonces, me voy.
Y el mismo marco que había delineado su figura, ahora, dibujaba su ausencia.
En las terrazas, la ropa que colgaba de las cuerdas bailaba, se contorneaba o intentaba escapar. El Riachuelo rugía y amenazaba con desbordarse enfurecido por el temporal. Como todas las tardes, Aurelia salió para entregar su trabajo, que guardó en un pequeño bolso de tela impermeable para protegerla de la lluvia.
—Niña, niña, ¿adónde vas con este aguacero?
—A entregar las blusas, doña Carmen. Vuelvo pronto, no se preocupe.
Sin embargo, no cumplió su palabra porque al salir de la Maison Lombard, se encontró con dos compañeras de trabajo.
—Vengan a tomar mate a mi casa –dijo una de ellas –mi abuela prometió preparar torrejas.
Conversaron un par de horas. Modas, dinero, amores. La dueña de casa y su compañera estaban comprometidas para casarse desde hacía un tiempo.
—Y vos, Aurelia, ¿no estás enamorada? –preguntó una de ellas.
—Ssí –contestó ella con voz insegura.
Las otras dos la miraron curiosas y un centenar de preguntas llovieron sobre ella. Que si ya había entrado a pedirla, que cuándo pensaba presentarlo, que si tenían planes de casamiento.
—Esperen, esperen –dijo ella –que esté enamorada no quiere decir ni siquiera que él lo sepa.
Le respondió la carcajada de sus compañeras y otra andanada de preguntas la aturdió.
Ella les contó la historia del encuentro y de cómo tropezaba con él cada vez que se asomaba a la calle.
—Le está arrastrando el ala –dijo la abuela que había entrado en el comedor sin ser vista –si el candidato tiene buena posición, ni se te ocurra dejarlo pasar, m´hija, porque después vas a arrepentirte…
Las dos amigas comenzaron a discutir entre ellas acerca de los matrimonios por amor o por conveniencia.
Aurelia aprovechó la oportunidad para despedirse. No quería responder más preguntas. No quería contar la verdad. El escándalo que se hubiera armado. Le dolía pensar en que le dirían que estaba loca, que lo echara, si se hubiera atrevido a decirles que el “candidato que le arrastraba el ala” estaba casado y tenía hijos. En ese momento, le temblaron las rodillas. La boca se le secó. Fue cuando comprendió con amargura que se enfermaba de solo imaginar la esquina de su casa sin la sombra del hombre.
Anochecía y además, sentía frío. Caminó con apuro debajo de la lluvia. Al acercarse, miró el jacarandá. Bajo la lluvia, parado en medio de una alfombra de flores azules, la esperaba él. Empapado, el pelo caía en desorden sobre la frente, las mangas del saco chorreaban agua. La miraba.
Aurelia suspiró. La suerte está echada pensó. Después le tendió el paraguas.
—Venga –le dijo y levantó la cabeza como quien acepta un desafío.
Historias Reflejadas
“Mimetismo”

Mimetismo
Un silencio blando se derramaba sobre el paisaje. Desde los árboles colgaban palabras, eran voces dormidas, murmullos imperceptibles, de colores, que se alargaban en sombras inquietas.
Sobre el suelo, el movimiento ondulante de esas sombras convocaba a una danza. Las figuras expandidas en el fuego despertaban historias e iluminaban misterios, era en el calor de las llamas donde se completaban los ciclos. La noche se hermanaba con el día, luna y sol abrazados en el cielo.
Todo giraba en las manos que habían sembrado, entonces las semillas eran fruto y cosecha, pinceladas de deseos, memorias de la tierra, que guardaba el recuerdo de quienes habían cruzado las fronteras para regresar, la vida enredada en la muerte, mimetizándose con las voces del paisaje, aquietándose en sus formas, como si cada pieza fuera necesaria, como si las palabras fueran parte del silencio y giraran.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia los siguientes textos: “El dragón”, de Gustavo Roldán con ilustraciones de Luis Scafati; “Lo que cuentan los iroqueses”, de Márgara Averbach con ilustraciones de Alejandro Ravassi; “Cuando llega el dragón”, de Maricel Palomeque con ilustraciones de Rosa Mercedes González; y “Makemba”, texto e ilustraciones de José Rivadulla.
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