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Scorsese se despidió del papa Francisco, a quien prometió una película sobre Jesús
En mayo de 2023 el papa Francisco celebró una conferencia internacional que llevaba por nombre “La estética global de la imaginación católica”. Se trataba de un encuentro con varios artistas en cuya obra la religión hubiera desempeñado un rol primordial, y naturalmente Martin Scorsese estuvo ahí. Tuvo una charla muy productiva con el sumo pontífice, que le hizo idear una película: “A Life of Jesus” sería entonces un film de 80 minutos que lanzara una peculiar visión del Mesías.
“He respondido al llamamiento del Papa a los artistas de la única manera que sé: imaginando y escribiendo un guion para una película sobre Jesús“, dijo entonces, con la idea de que película “encontrara una nueva forma de hacer la religión más accesible y quitarle la carga negativa de lo que se ha asociado a la religión organizada”.
Desde entonces sin embargo Scorsese no ha conseguido financiar “A Life of Jesus”, y el tiempo ha transcurrido de tal forma que ha tenido que afrontar el fallecimiento del líder de la Iglesia Católica. Esta Semana Santa el papa Francisco murió a los 88 años. Scorsese, como ferviente católico, ha reaccionado.
“Hay tanto que se puede decir sobre la importancia del papa Francisco y todo lo que significa para el mundo, para la Iglesia y para el papado. Pero eso se lo dejaré a otros”, ha declaró el director para IndieWire.
“Fue, en todos los sentidos, un ser humano extraordinario. Reconocía sus defectos. Irradiaba sabiduría y bondad. Tenía un compromiso férreo con el bien. Sabía en su alma que la ignorancia era una terrible plaga para la humanidad. Por eso nunca dejó de aprender. Y nunca dejó de iluminar. Y, abrazó, predicó y practicó el perdón. El perdón universal y constante”.
Consternado
“La pérdida para mí es profunda; tuve la suerte de conocerle y echaré de menos su presencia y su calidez. La pérdida para el mundo es inmensa. Pero dejó una luz tras de sí, y nunca podrá apagarse”, concluyó Scorsese.
Desde “Malas calles” hasta “Silencio”, el cine de Scorsese ha vuelto recurrentemente sobre la religión y la fe, en intenso conflicto con la violencia de sus personajes. Hablando de “A Life of Jesus”, quiso profundizar en la necesidad que sentía como autor de tratar este tema.
“Ahora mismo dices la palabra ‘religión’ y todo el mundo se alza en armas porque ha fracasado de muchas maneras. Pero eso no significa necesariamente que el impulso inicial fuera erróneo. Volvamos atrás. Pensemos en ello. Puede que lo rechaces. Pero puede suponer una diferencia en cómo vives tu vida, incluso rechazándola. No lo rechaces de buenas a primeras. Solo quiero decir eso”.
“Quise encontrar con ‘Kundun’ y ‘La última tentación de Cristo’, incluso con ‘Gangs of New York’, caminos a la redención y la condición humana y cómo nos enfrentamos a las cosas negativas que llevamos dentro. ¿Somos decentes y luego aprendemos a ser indecentes? ¿Podemos cambiar? ¿Aceptarán los demás ese cambio? Y realmente es, creo, el miedo a una sociedad y una cultura que se han corrompido por su falta de fundamento en la moralidad y la espiritualidad”, reflexionaba el director de “Al límite”.
“No en la religión. Espiritualidad. Negar eso. Así que para mí, se trata de encontrar mi propio camino en un sentido… si quieres decir el término ‘religioso’, pero odio usar ese lenguaje, porque a menudo se malinterpreta. Pero hay creencias básicas fundamentales que tengo (o que intento tener) y utilizo estas películas para encontrarlas”.
Ahora que ha fallecido el Papa, quizá Scorsese tenga fuerzas renovadas de ponerse con “A Life of Jesus”.
(Fuente: Cinemanía)

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Una muestra faraónica en el Gran Museo Egipcio

Cuando era adolescente, Eid Mertah pasaba horas leyendo sobre el faraón Tutankamón, siguiendo con los dedos los jeroglíficos impresos en libros de texto y soñando con sostener en sus manos la famosa máscara dorada del “rey niño”.
Años después, ese sueño se hizo realidad. Hoy, con 36 años, Mertah es uno de los conservadores egipcios encargados de restaurar las joyas funerarias del joven faraón. “Estudié arqueología por Tutankamón”, confesó durante una entrevista. “Trabajar en sus tesoros era mi sueño, y se cumplió”.
Mertah forma parte del equipo de más de 150 conservadores y 100 arqueólogos que, desde hace más de una década, trabajan en silencio para devolverle el esplendor a miles de piezas que serán exhibidas en el Gran Museo Egipcio (GEM), ubicado en las inmediaciones de la meseta de Giza. Con un costo superior a los mil millones de dólares, el museo aspira a ser el mayor del mundo dedicado a una sola civilización.
Aunque su inauguración, prevista inicialmente para el 3 de julio, fue aplazada nuevamente por preocupaciones de seguridad regional, se espera que abra sus puertas hacia finales de este año. El proyecto ha sufrido múltiples retrasos por factores como la inestabilidad política y la pandemia de COVID-19.
El GEM albergará más de 100.000 objetos arqueológicos, de los cuales más de la mitad estarán en exhibición. Además, contará con un laboratorio de conservación visible al público, donde los visitantes podrán observar en tiempo real la restauración de una barca funeraria de 4500 años, hallada junto a la tumba del faraón Keops.
La colección estrella será la del joven Tutankamón: más de 5000 objetos, muchos de los cuales se exhibirán juntos por primera vez. Entre ellos destacan su icónica máscara dorada, ataúdes, amuletos, collares de cuentas, carros ceremoniales y dos fetos momificados que se cree son sus hijas nacidas muertas.
“Cuando los visitantes recorran el museo, verán la belleza de estos artefactos. Pero para nosotros, cada pieza es un recordatorio de las interminables horas de trabajo, los debates y las capacitaciones. Cada pieza cuenta una historia” dijo Mohamed Moustafa, de 36 años, otro restaurador experimentado.
La restauración ha sido un esfuerzo conjunto entre Egipto y Japón, que aportaron 800 millones de dólares en préstamos y brindaron apoyo técnico. Los conservadores egipcios, muchos de ellos formados por expertos japoneses, han liderado trabajos de vanguardia en 19 laboratorios que abarcan diversos materiales: madera, metal, papiro, textiles y otros.
(Fuente: Diario de Cultura – Por Enrique Villegas, con información de AFP)
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El legado de David Bowie tendrá su espacio en Londres

Los admiradores de David Bowie podrán acercarse como nunca antes al universo creativo del artista británico a partir del 13 de septiembre. El Victoria & Albert Museum (V&A) inaugurará el Centro David Bowie, un espacio permanente que reunirá más de 90.000 objetos relacionados con el músico, incluyendo vestuario icónico, instrumentos, manuscritos y material inédito.
El centro ofrecerá una experiencia inmersiva en la trayectoria del “camaleón del rock”, permitiendo explorar de cerca piezas tan emblemáticas como los disfraces de la era Ziggy Stardust y Aladdin Sane, el traje de Thierry Mugler con el que Bowie se casó, y bocetos, guiones y cuadernos personales.
Aunque no todos los artículos se expondrán simultáneamente, los visitantes podrán solicitar el examen detallado de ciertas piezas y disfrutar de vitrinas rotativas que renovarán las colecciones periódicamente.
El proyecto cuenta con la colaboración de Nile Rodgers, líder de Chic y amigo cercano de Bowie, quien actuó como curador invitado. Rodgers seleccionó correspondencia, fotografías de estudio y atuendos ligados a discos clave como “Let’s Dance” y “Black Tie White Noise”.
“Nuestra amistad se basó en el amor por la música, que nos creó y nos salvó la vida”, declaró Rodgers al diario británico The Guardian.
Desde el V&A destacaron que el atractivo principal será la posibilidad de contemplar objetos originales que formaron parte esencial del proceso creativo de Bowie. Entre ellos se incluyen más de 70.000 impresiones fotográficas, negativos, letras de canciones, dibujos y portadas originales, testimonio directo de la versatilidad y el genio artístico del cantante.
El nuevo centro no solo celebra la música y la estética de Bowie, sino que también busca preservar su legado y acercarlo a nuevas generaciones.
Con esta iniciativa, Londres refuerza su posición como capital global de la cultura pop y rinde tributo a uno de sus hijos más universales. La apertura promete atraer a miles de visitantes de todo el mundo, consolidando al artista como un icono eterno y siempre en transformación.
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Recuperaron del Mediterráneo los restos de las puertas del Faro de Alejandría

Tres décadas después de descubrir los primeros vestigios sumergidos del mítico Faro de Alejandría, una misión arqueológica internacional logró recuperar del lecho marino veintidós bloques monumentales de la legendaria séptima maravilla del mundo.
La operación, dirigida por la arqueóloga y arquitecta Isabelle Hairy, investigadora del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia, constituye un avance clave del programa Pharos, que busca reconstituir digitalmente la estructura en toda su magnificencia.
Entre las piezas extraídas —algunas de hasta ochenta toneladas— destacan los imponentes dinteles y montantes que formaban parte de la puerta principal, el umbral y la base que sostenía la torre. Además, se hallaron fragmentos de un monumento desconocido: un pylon con puerta, una estructura que combina estilo egipcio y técnica griega, sumando un nuevo enigma al paisaje subacuático de Alejandría.
El rescate permitirá iniciar la fase de escaneo tridimensional de alta precisión de estos bloques, que se integrarán a más de un centenar de elementos arquitectónicos digitalizados en los últimos diez años por el Centro de Estudios Alexandrinos (CEAlex), el CNRS y el Instituto Francés de Arqueología Oriental (IFAO), bajo supervisión del Ministerio de Turismo y Antigüedades egipcio.
Una vez completada la fotogrametría, la Fundación Dassault Systèmes asumirá la tarea de reconstrucción virtual, pieza por pieza, para crear un gemelo digital del faro. Este modelo permitirá a investigadores y al público visitar la torre como si siguiera en pie, y estudiar tanto sus técnicas constructivas como las causas de su colapso.
Historiadores, numismáticos y arqueólogos analizan en paralelo las representaciones antiguas del faro, activo desde el siglo III a.C. hasta su desaparición definitiva en el siglo XV, tras servir como cantera para construir el fuerte de Qaitbay.
Con unos 100 metros de altura, el faro fue el primero de la historia y sirvió de prototipo para todos los posteriores. Su luz guiaba a los navegantes a puerto seguro y consolidó a Alejandría como centro cultural y comercial del Mediterráneo.
El espectacular rescate ha sido registrado por el equipo de Gedeon bajo la dirección de Laurence Thiriat, para un documental de 90 minutos que se emitirá en prime time por France Télévisions.