Música
A los 84 años murió Billy Cafaro, pionero del rock and roll en la Argentina
Billy Cafaro, el cantante que con la versión en castellano del tema de Paul Anka “Pity Pity”, en 1958, se convirtió en un pionero del rock and roll en la Argentina, murió el sábado a los 84 años.
La noticia fue dada a conocer en un programa radial dedicado a la música retro y, aunque no se dieron mayores precisiones al respecto, de inmediato se hicieron eco algunas figuras contemporáneas al artista, como el caso de Johnny Tedesco.
“Adiós Billy Cafaro. Para mí el primer ídolo argentino de música de rock. Encender la radio en cualquier horario sonaba el gran Billy con su extenso y exitoso repertorio. Excelente intérprete de clara, potente y afinada voz. Llenaba estadios y detenía el tránsito en sus presentaciones radiales bajando en helicóptero en pleno Obelisco”, escribió en su cuenta oficial de Facebook el ex Club del clan.
Cafaro, que a finales de los ’50 se convirtió de la noche a la mañana en un suceso de la música popular, con exorbitantes ventas de discos y largas colas para verlo actuar, tuvo sin embargo un breve reinado debido a un paso en falso en su carrera artística del que nunca pudo recuperarse.
Ocurrió cuando luego del suceso del single “Pity Pity”, que impulsó el lanzamiento de su primer larga duración titulado “Bailando con Billy Cafaro”, que incluía los hits “Personalidad” y “Marcianita”, registró una versión del tema “Kriminal tango”, del italiano Piero Trombetta, que fue considerada una burla por los seguidores del tradicional género argentino.
Desde entonces, la carrera de Cafaro entró en un declive tan brusco como lo había sido su llegada a la cima, que incluyó un forzado exilio en busca de nuevos rumbos y un regreso en el que intentó sumarse sin éxito a “El club del clan”, la nueva sensación de la música joven del momento.
Nacido bajo el nombre de Luis María Cafaro, en el porteño barrio de Palermo, el futuro cantante, primo de los hermanos Expósito e hincha de Chacarita Juniors, mostró desde pequeño su inclinación para la música, pero no contó con el apoyo de su familia, que decidió inscribirlo en un colegio industrial por entender que allí tendría un futuro económico asegurado.
Con esa excusa, en su adolescencia, se escapó de su casa e intentó cruzar la frontera con Paraguay en busca de un mejor destino, pero fue detenido y devuelto a su hogar, desde donde finalmente decidió poner en marcha su sueño artístico.

Aunque encaró un repertorio con una fuerte presencia tanguera y de boleros, los ecos del boom del rock and roll que llegaron al país con el filme “Rock Around the Clock”, con Bill Halley, lo llevaron a poner un ojo en el nuevo género.
Así encontró en “Pity Pity”, de Paul Anka, la plataforma ideal para lanzarse el estrellato, algo que cristalizó de inmediato en 1958 con 300 mil copias vendidas, que impulsaron la grabación de un larga duración.
En ese lapso, Cafaro se estableció como un verdadero ídolo juvenil, por el cual se formaban largas colas para sus presentaciones, al tiempo que era requerido por señales de radio y televisión.
Pero al año siguiente sufrió un duro revés del que nunca se pudo recuperar, cuando grabó “Kriminal Tango”, con el cual enfureció a los tradicionales seguidores del género, quienes creyeron ver ahí una desfachatada burla del rock hacia el tango.
Ante el desprecio del público y la actitud de las compañías discográficas que le cerraron las puertas, Cafaro se exilió en España, en donde intentó continuar adelante con su carrera.
La falta de éxito en el país ibérico y el nuevo boom de la canción juvenil en Argentina, de la mano de “El club del clan”, lo trajeron de vuelta al país en 1963, pero no logró cuajar en el elenco que integraban los nóveles Palito Ortega, Chico Novarro, Lalo Fransen y Jolly Land, entre tantos.
Desde entonces, Billy Cafaro intentó en diversas ocasiones reconquistar al público, ya sea con su refrito de “Pity Pity” como con algunos discos de boleros y tangos, el género que lo condenó ante el público.
La falta de recursos económicos también significó para el artista un estilo de vida bohemio, que durante muchos años materializó en una vivienda improvisada en un barco con el que recorría distintas costas.
Ni siquiera el revisionismo de moda en torno al rock en español, que en nuestro país centra su inicio en Los Gatos, Moris, Tanguito y Pajarito Zaguri, entre otros, y a nivel global reconoce a Los Teen Tops; logró reflotar el nombre de Billy Cafaro, acaso uno de los primeros rockstar, aunque por un tiempo demasiado breve.
Sin embargo, un rastreo de entrevistas a figuras relevantes del rock argentino permite hallar diversas manifestaciones sobre su impacto, tal el caso de Miguel Abuelo en los testimonios prestados para la biografía de Tanguito escrita por Víctor Pintos.
“Billy Cafaro era la hostia, la gloria. Fue lo primero que me pegó porque era una especie de incongruencia y a la vez tenía poder de convocatoria en mis centros, en mi individualidad. Me parecía divino, un desfachatado”, dijo, en su momento, el líder de Los Abuelos de la Nada.
Clips
“Corazón de agua”, Micaela Chauque junto a Raly Barrionuevo
Tiempo atrás, Micaela Chauque lanzó su disco “Corazón de agua”, que grabó íntegramente en La casa de la música de Villa Mercedes. La relación especial que la cantante jujeña tiene con San Luis sumó otro escalón el sábado 30 de agosto, cuando brindó un concierto en el centro de la ciudad.
Ahora, la artista presentó el 19 de diciembre el videoclip de “Corazón de agua”, en colaboración con Raly Barrionuevo, el que se puede ver y escuchar en Youtube.
En la página de Chauque de la plataforma de la red social, se expresa: “Grabar este videoclip fue una experiencia extrema y desafiante, realizada entre Jujuy, Salta y Córdoba, con la Laguna Verde de Iruya (a 4.600 m de altura) como locación principal. El acceso implicó un viaje nocturno y una larga caminata en condiciones climáticas muy duras, con frío, viento y altura que afectaron especialmente al equipo técnico. Hubo momentos de cansancio, miedo e incertidumbre, y las condiciones impidieron filmar todo lo planificado, pero finalmente lograron completar el rodaje gracias al apoyo de guías locales”.
Asimismo, se precisa que “la travesía fue vivida como una peregrinación y un proceso interno profundo, especialmente para Mica, ligado a su identidad y al origen de la canción. El equipo agradece a la tierra, a quienes los acompañaron y apoyaron —incluido Raly Barrionuevo y diversas personas e instituciones—, destacando que la experiencia los transformó y dejó una huella imborrable”.
Música
Julián Bernard lanzó “Crónicas de un Vagabundo Estelar”, su primer álbum
El cantautor quilmeño Julián Bernard presentó oficialmente su primer trabajo discográfico, “Crónicas de un Vagabundo Estelar”, una obra conceptual que propone un viaje introspectivo a través de la música. El lanzamiento se realizó en el centro cultural Sigue la Polilla, con una sala colmada y una puesta artística que cautivó a los asistentes.
Un álbum que explora la esencia
“Crónicas de un Vagabundo Estelar” es una travesía sonora compuesta por diez canciones que recorren cuatro estadios: oscuridad, plegaria, fe y luz. Con letras profundas y melodías que invitan a la reflexión, Bernard construye una alegoría del proceso de autodescubrimiento y crecimiento espiritual. Entre los títulos se destacan “Vagabundo Estelar”, “Salto de Fe”, “Crisálida”, “Corazonada” y “No soy muy humano”.
El disco, que fusiona influencias del rock y pop británico con matices folk, música celta y New Age, refleja la impronta artística del cantautor, marcada por referentes como Pink Floyd, Soda Stereo, El Plan de la Mariposa, Spinetta, The Beatles, Coldplay y Keane. Para esta producción, Bernard contó con la colaboración de músicos como Pablo Manlio (también en producción), Omar Serna (coautor de dos canciones), Charlie Giardina, Esteban Tonnetti, Rocco Aguado y Fernando García.
Una presentación inmersiva
El evento de lanzamiento fue concebido como una experiencia artística integral. Junto a la artista Camila Vaccarini, Bernard ideó una performance inmersiva que combinó música, poesía y ambientación atmosférica, transportando al público al universo del álbum. “Por una noche, nos convertimos en ‘Vagabundos Estelares’”, expresó el músico tras la presentación.
La jornada estuvo marcada por la emoción y la gratitud. “Lo que sentí ayer no lo había experimentado nunca: gratitud infinita, emoción desbordante, el pecho inflado de felicidad al ver tanta gente querida acompañando este hito en mi vida”, compartió Bernard.
Un inicio prometedor
Con Crónicas de un Vagabundo Estelar, Julián Bernard inaugura una propuesta artística que busca sanar y conectar a través de la música. El álbum se presenta como una invitación a revelar lo cautivo y recuperar, en esencia, lo que somos.
(Fuente: Cactus! Música – Press and Communication)
Música
Cruzando el Charco despide el año en La Plata

El próximo 26 de diciembre, Cruzando el Charco realizará su último show del año en el Teatro Ópera de La Plata, la ciudad que los vio nacer. Será una fecha muy especial, pensada como un cierre emotivo de un año intenso y lleno de hitos para la banda.
Las entradas se encuentran a la venta por sistema Livepass y en la boletería del teatro (comprando con tarjetas del Banco Provincia se puede hacer en 4 cuotas sin interés).
Durante 2025, Cruzando el Charco recorrió distintos escenarios de Argentina y el exterior, consolidando su crecimiento y ampliando fronteras. Este año celebraron su aniversario con un Obras sold out, despidieron la etapa de “Esencia” con un show histórico el 5 de diciembre en el Movistar Arena, y ahora vuelven a las fuentes para cerrar el año rodeados de su gente.
Según se adelantó, el show en el Ópera tendrá un clima íntimo y cercano, ideal para vivir el último show del año de una manera única.
(Fuente: Nadya Cabrera – Prensa)
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