

Música
Los Cadillacs en el Movistar Arena: sencillamente fabulosos
Por Hernani Natale (*)
A cinco años de su último concierto en esta ciudad, que subrepticiamente se tituló “Despedida”; Los Fabulosos Cadillacs regresó este viernes en la primera de las dos fechas programadas en el Movistar Arena, en el barrio porteño de Villa Crespo, con un concierto en el que revalidó que, más allá de sus largas ausencias por Buenos Aires, es una banda que nunca se fue, sino que siempre está llegando.
Así lo hizo una vez más en esta parada porteña del internacional “El León del Ritmo Tour”, que seguirá viaje por diversas ciudades de Chile, México, España y Estados Unidos a lo largo de todo 2023, en la que entregó una performance de alto voltaje desde la cual la banda sobrevoló toda su historia.
Precisamente, Los Fabulosos Cadillacs puso a bailar a los saltitos y a poguear a la multitud que colmó el estadio con una buena parte del repertorio basada en los primeros tiempos, en la segunda mitad de los ’80, cuando sus integrantes proclamaban como principal estandarte que querían “morir tocando ska”.
Pero también convirtió al lugar en un hervidero al recalar en aquellos clásicos de los años ’90, cuando el grupo se proyecto a toda América Latina, no sólo a nivel comercial, sino fundamentalmente a nivel sonoro, y también desde el compromiso en sus líricas.
El endemoniado festival rítmico, que supo de contratiempos y altísimos tempos, en su faceta más post-punk; y salsa y percusiones afro, en su cara más latina; tuvo su correlato energético en el fantástico ida y vuelta entre la banda y el público.
Curiosamente, para ello no hicieron falta expresiones demagógicas, ni discursos. De hecho, apenas hubo una breve interlocución por parte de Vicentico; pero la absoluta entrega de los músicos fue la garantía más confiable.
Claro que el primer paso para esto se dio desde el escenario, en donde se percibió una contagiosa camaradería. Tal vez porque el grupo aún se sostiene sobre un gran porcentaje de miembros fundadores, con el inconfundible vocalista, el bajista y gran conductor musical Flavio Cianciarulo, el saxofonista Sergio Rotman, el tecladista Mario Siperman, el baterista Fernando Ricciardi y el trompetista Daniel Lozano.
Como si eso fuera poco, estuvieron como invitados El Tirri -también conocido como Luciano Jr.– y Vaino Rigozzi, percusionista y guitarrista, respectivamente, en la primera etapa. A la vez, en la actual formación estable, la sangre nueva la aportan Florián Fernández Capello, en guitarra; y Ástor Cianciarulo, en batería y percusión; hijos de Vicentico y Sr. Flavio, respectivamente.
En definitiva, el combo entre una numerosa base que lleva poco menos de cuatro décadas junta y nuevos bríos, pero conocidos de la casa, redundó en una demoledor y ajustado sonido, que no presentó fisuras.
Hay que advertir algo en este punto y es que, aunque Los Fabulosos Cadillacs pase largos períodos sin conciertos en nuestro país, es una banda que se mantiene activa con show anuales en Estados Unidos y México.
Más allá de todo, o quizás como gran sostén de todo, el grupo es dueño de una importante cantidad de composiciones que son parte del inconsciente colectivo musical de nuestro país.
“Mi novia se cayó en un pozo ciego”, “Yo no me sentaría en tu mesa”, “Belcha” o “El genio del dub” son algunas de las canciones que conformaron la banda sonora de la generación que iba a bailar entre 1987 y 1988, cuando el ska ganaba las pistas.
Por su parte, “Manuel Santillán, el León”, “Mal bicho”, “Matador”, “Carnaval toda la vida”, “Vasos vacíos” o “Demasiada presión” fueron algunas de las composiciones que se expandieron por toda América en los ’90, cuando MTV conectaba los públicos.
Todos ellas, y muchas más, sonaron en este concierto, que en lo que va del año pasó por Costa Rica, Puerto Rico, Uruguay y el famoso festival de Coachella.
A las 21.30, en medio de una música característica de película de James Bond, el grupo ocupó el escenario para iniciar con una abrumadora seguidilla que prácticamente enganchó la instrumental “Cadillacs”, “Manuel Santillán, el León”, “Demasiada presión”, “El muerto”, “Carmela”, “Estoy harto de verte con otros” y “El genio del dub”.
Sin bajar la intensidad, la cadencia reggae de “Calaveras y diablitos” y “Los condenaditos”, que permitió una mayor exploración desde lo sonoro, en especial desde la guitarra con eco, ofrecieron un breve respiro.
El baile regresó con “El aguijón”, “Nº 2 en tu lista”, “Basta de llamarme así” -en clave ska que le restó el profundo dramatismo a la original versión acústica- y “Saco azul”.
El tramo final presentó “Siguiendo la luna” y un final que evocó a “Kaya” de Sumo, la furia hardcore de “V Centenario”, la celebración colectiva de “Carnaval toda la vida” y la rabia noventosa de “Mal bicho” y “Matador”.
Como interludio antes los bises, Sr. Flavio se despachó con un solo de bajo que pasó por “Mañana en el abasto” -otra vez el recuerdo de Sumo– y desembocó en el Himno Nacional Argentino.
El bloque de ritmos latinos que puso en marcha “Carnaval toda la vida” se prolongó en los bises con “Vos sabés” y “Hoy lloré canción”, tramo que abrió con cierto aire a “Sympathy For The Devil” y cuyo cierre con la percusión fue aprovechado por Vicentico para mencionar a Toto Rotblat, percusionista del grupo fallecido en 2008.
“Mi novia se cayó en un pozo ciego” reavivó el pogo, incentivado más aún por su relectura casi hardcore; como en su versión original, El Tirri fue invitado para poner la voz principal en “Belcha”; y “Vasos vacíos” junto con “El satánico Dr. Cadillac” fueron cerrando el círculo.
Sin embargo, todavía faltaba la canción emblema cuya introducción ya había sido coreada por el público en varios momentos del concierto a modo de ovación.
“Yo no me sentaría en tu mesa”, el tema con el que los jóvenes que querían “morir tocando ska” fijaban su postura en torno a las leyes de punto final y obediencia debida, y con el que reivindicaban su hermandad, atravesó unos 35 años para reconfigurarse en días de discursos que parecieran reabrir debates que parecían superados.
Dos viejos amigos, El Tirri y Vaino Rigozzi se sumaron en este final en el que el paraguas protector que invocaba la canción volviera a abrirse en el Movistar Arena.
Los Fabulosos Cadillacs cerrará este sábado su paso porteño con una segunda fecha añadida originalmente por localidad agotadas, que será transmitida en vivo por la plataforma Star+, y luego seguirá su camino por otros países, hasta que una vez más esté llegando.

Música
Charly entrega su legado a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes

Charly García, ganador de innumerables premios, entre ellos el Grammy Latino a la Excelencia Musical en 2009, entrega este jueves su legado a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes en un acto íntimo en su domicilio de Buenos Aires.
El director del Cervantes, Luis García Montero, custodiará por parte de la institución española un objeto personal del músico hasta su entrada en la Caja de las Letras en la sede cervantina de Madrid.
Este acto se enmarca en la celebración de la Feria del Libro de Buenos Aires, que comenzó el pasado 24 de abril y cerrará su edición el 12 de mayo de 2025, y en el que la institución española tiene una presencia destacada, informó este miércoles el Cervantes en un comunicado.
Charly es, a sus 73 años, uno de los músicos de rock más emblemáticos del país, aunque a lo largo de su trayectoria compuso canciones de distintos géneros que han marcado a varias generaciones del país latinoamericano.
Pese a que su debut en los escenarios fue en el año 1972 con su participación en el teclado del primer disco de Raúl Porchetto, llamado “Cristo Rock”, su carrera se consolidó junto a Nito Mestre, Carlos Piegari, Beto Rodríguez y los hermanos Belia, con los que formó la banda Sui Generis.
Grabaron tres discos: “Vida” (1972), “Confesiones de invierno” (1973) y “Pequeñas anécdotas sobre las instituciones” (1974), con los que alcanzaron fama internacional, hasta su separación (ya convertido en un dúo) en 1975 con dos conciertos en el Luna Park de Buenos Aires en los que se grabaron “Adiós Sui Generis”.
Tras su paso por bandas como Por SuiGieco o La Máquina de Hacer Pájaros, lideró Serú Girán, hasta que se lanzó como solista en 1982 publicando canciones emblemáticas como “Yo no quiero volverme tan loco”, “Demoliendo hoteles” o “Chipi chipi”.
Charly García también compuso música para el cine e incluso participó en películas como “Lo que vendrá” (1988) o “Mercedes Sosa, como un pájaro libre” (1983).
Desde 2008, el músico padece graves problemas de salud que lo obligaron a utilizar una silla de ruedas, pero en 2024 lanzó el álbum “La lógica del escorpión”.
Clips
Estelares regresó con “Emperifollada”

La banda platense Estelares regresó días atrás con “Emperifollada”, el tercer adelanto de lo que será su próximo disco de estudio.
Se trata de una canción liviana, bailable y festiva, que invita a dejar atrás la rutina y entregarse al placer del movimiento, tal como lo define su vocalista y líder, Manuel Moretti: “Tenemos una melodía y un ritmo al cual aferrarnos, pues allí estamos con nuestros cuerpos bailando nuestro ritual protector”.
El título de la canción ya anticipa el espíritu del tema: una invitación a emperifollarse, a arreglarse, a celebrar, incluso en tiempos difíciles.
Con un estilo enérgico y luminoso, Estelares propone un pequeño festejo íntimo, una pausa en medio del caos cotidiano.
Música
Teatro Argentino: audición para ingresar a la Camerata Académica

El Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires convoca a audiciones para integrar la Camerata Académica del Teatro Argentino hasta el fin de 2025. Desde el organismo adelantaron que a quienes resulten seleccionados se les otorgarán becas para solventar gastos de manutención del instrumento, clases, materiales y viáticos, entre otros beneficios.
El llamado está destinado a jóvenes de entre 16 y 26 años, intérpretes de violín, viola, violoncello, contrabajo, flauta, oboe, clarinete, fagot, trompeta, corno y timbal que tengan deseos de completar su formación profesional a través de prácticas orquestales.
Quienes accedan a las becas deberán participar de tres ensayos semanales obligatorios (martes, miércoles y viernes, de 14 a 17, con posibilidad de ensayos extraordinarios) y de funciones con fechas ya programadas en salas propias y a determinar. Las presentaciones podrán ser cualquier día de la semana, incluso sábados y domingos, según lo dispuesto por la Dirección General y Artística del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino y la Dirección de la Camerata Académica.
Las audiciones se llevarán a cabo en las instalaciones del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino el miércoles 14 y jueves 15 de mayo -primera tanda- y el martes 27 y miércoles 28 de mayo -segunda tanda-, siempre desde las 11.
Quienes deseen inscribirse para la primera tanda tienen plazo hasta el lunes 12 de mayo, a las 20, y quienes se anoten para participar de la segunda tanda podrán hacerlo hasta el lunes 26 de mayo, a las 20, a través del mail ta-camerataacademica@hotmail.com.ar
Para consultas hay que dirigirse a esa misma dirección electrónica.
Los aspirantes deberán ejecutar una obra a su elección, una obra impuesta por el jurado y un fragmento orquestal que será entregado en los días previos a la audición.
Obras impuestas
- Violín, Viola, Violoncello, Flauta y Fagot:
Dos movimientos contrastantes de Sonata o Concierto (a elección del participante). - Contrabajo:
Sonata de Henry Eccles - Oboe:
Primer y segundo movimientos del Concierto de Joseph Haydn. - Clarinete:
Primer y segundo movimiento del Concierto en La mayor de Wolfgang Amadeus Mozart. - Trompeta:
Primer movimiento -Sarabande- y segundo -Intermède- de la Sonata de Jean Hubeau. - Corno:
Primer y segundo movimiento del Concierto N° 3 de Wolfgang A. Mozart. - Timbal:
Final del último movimiento (desde la letra S, compás 851, Prestissimo -blanca 132- hasta el término de la obra) de la Sinfonía N° 9 de Ludwig van Beethoven y tercer movimiento (desde la letra D hasta el final) de la Sinfonía N° 6 de Piotr Ilich Tchaikovsky.
(Fuente: Prensa Teatro Argentino)
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