

Literatura
Reflexiones poéticas de Ida Vitale en la inauguración del FILBA
Por Claudia Lorenzón (*)
La poeta uruguaya Ida Vitale abrió este miércoles el Festival de Literatura de Buenos Aires (Filba) con reflexiones sobre la poesía, a la que definió como “un puente pero no de seguro hierro”, sino “riesgoso, lleno de fisuras, con las angustias invisibles que quizá solo valen para quien los construyó”, reivindicó el rol de la lectura que abre puertas a la imaginación y al misterio, y se refirió a la alquimia que lleva al nacimiento de un poema.
Ganadora del Premio Cervantes en 2018 por una obra que la configuró como una de las voces poéticas más importantes de Hispanoamérica, y dueña de una longeva lucidez que el próximo mes la tendrá cumpliendo 98 años, Vitale rescató las diversidad de obras que la definieron como escritora, y la hicieron merecedora además de los Premio Octavio Paz (2009), el Premio Alfonso Reyes (2014) y el Premio Reina Sofía (2015).
Con una profunda y a la vez académica mirada sobre lo que significa escribir, la integrante de la vanguardia latinoamericana y de la llamada Generación del 45 que, con su obra indaga en la alquimia del lenguaje, se refirió en la inauguración de la 13° edición del Filba al arduo y delicado trabajo que el poeta hace con las palabras para parir literatura.
“Podríamos decir que la obra de arte nace siempre por cesárea. El misterio del poeta establecerá la justeza de ese corte primero, desprendimiento necesario de un todo secreto, y de ese corte último, que es o el final de la inspiración o el final de la paciencia o la consciencia, la seguridad de que hay que ser breve”, afirmó la autora de “La luz de esta memoria”, “Sobrevida” y “Mínimas de aguanieve”, en las que conjuga una exacerbada percepción sensorial de raíz simbolista, atenta al mundo natural, con una cristalización conceptual.
“El poema es, entonces, la interrupción noble de un silencio, de ese silencio que reina, maravilloso, en el mundo, mientras no es derrotado, la emergencia de un continuo que está dentro del poeta, coherencia interior que puede o no, ser nítidamente evidente”, definió la poeta, contemporánea de Octavio Paz y Juan Carlos Onetti.
Pese a la magia que con su belleza genera la creación poética, la poeta afirmó en el texto denominado “Las posibilidades y sus límites” que “a la poesía no se le aseguran muchas glorias terrenales” y se preguntó entonces “¿por qué algunos seres se empecinan, por lo general temprano en sus vidas, en ese camino injustificado para muchos y por muchos motivos?”.
En ese derrotero elegido por los poetas, Vitale habló del complejo vínculo que establecen con el lenguaje quienes escriben poesía. “Los poetas tienen el inconveniente de expresarse en la forma que buscan dominar, que no es la natural para el resto del mundo, y se enfrentan a una dificultad inicial, que, en el mejor de los casos, no disminuye, sino que se agravará”, aseguró.
La autora abogó por una poesía que se caracteriza por la inquietud y nomadismo de las palabras de quienes “conciben la poesía como algo abierto al misterio, que se alimenta de él o que lo suscita, que puede contrariar a la razón o estar por encima de ella” y lo contrapuso irónicamente a quienes “le imponen la tarea de un ministerio, sin derechos propios, con una función ancilar de servicio comunitario”.
En ese desgranamiento del oficio, Vitale habló además de las dificultades de quien escribe poesía en su vínculo con el lenguaje. “Los poetas tienen el inconveniente de expresarse en la forma que buscan dominar, que no es la natural para el resto del mundo, y enfrentan a una dificultad inicial, que, en el mejor de los casos, no disminuye, sino que se agravará”, advirtió.
La escritora y profesora universitaria, nacida en 1923, en el seno de una familia de inmigrantes italianos, reivindicó el acercamiento temprano que tuvo a los libros, desde su entorno familiar y desde el ámbito educativo, sin lugar para las fronteras geográficas.
Así mencionó a una docente que le acercó “El prodigioso viaje de Nils Holgersson”, de la sueca Selma Lagerlöf, “libro del que nunca me separé y he releído”, aseguró Vitale, quien tuvo que exiliarse en México en el año de 1974, debido a la represión de la dictadura uruguaya, que gobernó entre 1973 y 1985, y aunque regresó a Uruguay en 1984, se trasladó a Texas en 1989 con su segundo marido, el poeta Enrique Fierro y allí vivió hasta el año 2016, cuando enviudó.
Esa obra que le vino como obsequio la llevó a construir su primera biblioteca, y luego llegaron “Las mil y una noches” y “Alicia en el país de las maravillas” y, por supuesto, el aleccionador “Corazón” de De Amicis, “que no sé si los niños leen o sufren. Y Robinson Crusoe. Y Dickens. Y Stevenson”.
“Me volví codiciosa de libros. Me interesé más en una geografía distante, tan irreal para mí como las que construyeron Tolkien o Lord Dunsany, que por la del Uruguay. Este no me ofrecía un libro equivalente. En el de la Lagerlöf aprendí que el mundo puede ser todo nuestro, en la medida de nuestra curiosidad, y que las fronteras son un artificio que la cultura debe corroer y no ahondar”, destacó.
La voracidad lectora que imprimió a fuego en su infancia la llevó inclusive a comprar libros de viejo “por kilo” y a leer a los 12 años libros de su tío médico, entre los que había un tratado sobre tétanos.
Las obras de Tolstoi, Apollinaire, Max Jacob, Mallarmé, Emily Dickinson, Jules Supervielle, Vallejo y Neruda, Rafael Alberti, y entre los clásicos Dante y Sarmiento también llegaron a sus manos lectoras, según contó Vitale quien dijo que “las mujeres no aparecían, fuera de Santa Teresa y Sor Juana Inés de la Cruz, que sí estaban incluidas en los programas, pero rara vez llegaban a ser estudiadas”.
“En la biblioteca familiar no faltaban algunas en lenguas por el momento inaccesibles, pero allí estaban María Eugenia Vaz Ferreira y Delmira Agustini“, enumeró y agregó que en la Preparatoria, es decir, antes de la entrada en facultad, leyó a Sara de Ibáñez, representante de un barroquismo moderno, inusual en ese momento americano.
Al listado sumó a Gabriela Mistral, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Julio Herrera y Reissig, Susana Soca, Esther de Cáceres y Clara Silva.
La voracidad lectora que imprimió a fuego en su infancia la llevó inclusive a comprar libros de viejo “por kilo” y a leer a los 12 años libros de su tío médico, entre los que había un tratado sobre tétanos.
La curiosidad por los libros, entre los que menciona “novelitas de Henry Bordeaux“, acrecentaron sus conocimientos de francés, un idioma que la definiría luego como traductora.
Como ávida lectora desde la infancia, Vitale cuestionó que en ciertos ámbitos se reduzca el número de lecturas. “Supongo que, aunque el buen lector infantil suele ser más devorador que gourmet, en ese momento empecé a diferenciar y a preferir ciertas lecturas”. “Hoy se le adelanta el trabajo al niño y al adolescente: incluso en ciertas universidades se reduce la cantidad de textos literarios obligatorios para no agobiar”.
Con un dejo nostálgico, la poeta recordó que “la poesía, entonces, estaba cerca. La buscábamos, la leíamos, respetábamos con alegría ciertos nombres. Pienso que hoy como sociedad nuestra alma está infinitamente lejana de nosotros, como decía Pessoa. Esto podría explicar cierta insatisfacción que hoy dejan entrever los libros que se escriben dentro”.
(*) Agencia de noticias Telam

Literatura
“Gordon”, una novela sobre el oscuro mundo de la violencia política en los 70

El reconocido historiador y periodista Marcelo Larraquy, autor de best sellers de investigación sobre la violencia política en Argentina, incursiona por primera vez en la ficción con “Gordon”, una novela que reconstruye la historia de Aníbal Gordon, un delincuente común que se convirtió en uno de los personajes más siniestros de las bandas parapoliciales de los años 70.
La novela, editada por Sudamericana, transcurre en los primeros años de aquella década, en un país convulsionado por la dictadura militar y la proscripción del peronismo. En ese contexto, los grupos guerrilleros protagonizan acciones armadas, mientras el aparato represivo responde con secuestros, torturas y ejecuciones clandestinas.
En este entramado de violencia, crimen y política, emerge la figura de Gordon, un ladrón que pronto deja atrás su carrera delictiva para adentrarse en los servicios de inteligencia y en los sótanos más oscuros del terror institucional.
Larraquy, historiador graduado en la Universidad de Buenos Aires, tiene una extensa trayectoria como investigador del pasado reciente del país. Fue jefe de la sección Investigaciones del diario Clarín (2011-2016) y periodista de la revista Noticias (1995-2003). Su obra ha sido distinguida con el Premio Konex en dos oportunidades y sus libros han sido publicados en España y México.
Con “Gordon”, su decimotercer libro y primera incursión en la narrativa de ficción, Larraquy adopta un enfoque novelado para contar una historia real. Su pluma ágil y documentada traslada al lector a una Argentina donde los límites entre la delincuencia común, la política y la represión estatal se desdibujan en un entramado de traiciones y alianzas impensadas.
En palabras del autor, “‘Gordon’ es una historia sobre cómo un delincuente común puede convertirse en un engranaje clave de un aparato represivo. Es el relato de una época en la que la violencia era el lenguaje predominante y donde los protagonistas se movían en una zona gris, con lealtades cambiantes y códigos propios”.
A lo largo de su carrera, Larraquy ha publicado libros fundamentales para entender la historia argentina reciente, entre ellos “Marcados a fuego”, “Los 70”, “Fuimos soldados” y “La guerra invisible. El último secreto de Malvinas”. Su nueva novela se suma a esta lista con la promesa de un relato atrapante y profundamente documentado.
(Fuente: Agencia Noticias Argentinas)
Literatura
Del Fondo Editorial se adelanta con sus novedades para el otoño

Con la proximidad del otoño, Del Fondo Editorial hizo públicas sus novedades literarias para disfrutar en esa estación del año.
Para los amantes de una disciplina transformadora del cuerpo y el espíritu llega “Yantra Yoga- El Yoga tibetano del movimiento” de
Norbu, Chögyal Namkhai.
“El poder de los principios” es la nueva publicación de los libros de Napoleon Hill.
Es casi una novela la historia de su contenido.
Veinte años antes de la publicación de su obra maestra «Piense y hágase rico», Napoleon Hill era profesor, filósofo y escritor en el Instituto George Washington de Chicago, donde impartía cursos de publicidad y ventas. Se creía que estas conferencias, se habían perdido en la historia. Pero Jeffrey Gitomer, trae la base misma del legado de Hill: sus notas, cartas y conferencias originales perdidas hace mucho tiempo.
Asimismo, Del Fondo anticipó que en la Feria del Libro estará Marcial Conte editor de los libros de Napoleon Hill para Latinoamérica.
Desde la editorial también anticiparon los clásicos de la literatura de este mes de marzo:
“El fantasma de Canterville y otros cuentos” de Oscar Wilde es una colección de relatos que combina humor, crítica social y elementos fantásticos, mostrando el ingenio y el estilo inconfundible del autor.
“Rimas y Leyendas” de Gustavo Adolfo Bécquer es una obra icónica del Romanticismo español que combina poesía y narrativa para explorar temas universales como el amor, el desengaño, la muerte y el misterio.
Bécquer emplea un lenguaje sencillo pero profundamente evocador, logrando transmitir la profundidad de los sentimientos humanos.
“El camino dorado” es una entrañable novela de Lucy Maud Montgomery, autora de la célebre serie “Ana la de Tejas Verdes”. Ambientada en un pintoresco pueblo de la Isla del Príncipe Eduardo. La narración, repleta de nostalgia, se centra en Beverley King y su prima Sara Stanley, conocida como “La niña de los cuentos”, una joven con un don especial para relatar historias mágicas que cautivan a quienes la escuchan.
Este libro es la continuación de “La niña de los cuentos”, y es también un viaje literario que tocará el corazón de lectores de todas las edades.
Los fans de Virginia Woolf Podrán disfrutar de “Ensayos”.
Este volumen es una invitación a sumergirse en la mente de una de las escritoras más innovadoras del siglo XX, cuya pasión por la palabra escrita sigue resonando con fuerza en el presente.
(Fuente: Andrea Vázquez – Prensa Del Fondo Editorial)
Historias Reflejadas
“Sin fronteras”

Sin fronteras
En la gran colmena que constituyen cada uno de los países del mundo, el encuentro aún es posible.
Un rítmico decir de tambores lejanos, clama desde el continente negro. ¿Lejano para quiénes?
Culturas que se interpelan unas a otras, caminos cruzados de penas y dolores.
África sangra ausencias, llora angustias de mujeres despojadas de su esencia, obligadas a enterrar el precioso tesoro de la libertad, se lamenta por aquellos hombres encadenados a los deseos caprichosos de algunos, que ambicionan y controlan, y mira con dolor a miles de niños abrazados por los sonidos de la selva, que se entregan abandonados a los latidos de un destino sin final feliz.
Si lográramos mirar más allá de nuestra propia celda, si por un instante pudiéramos detenernos a escuchar el llamado de los tambores lejanos y hacernos uno con sus latidos, tal vez sería posible desdibujar las fronteras que aíslan y lastiman.
En la gran colmena que constituye este planeta, es tiempo de desplegar las alas, levantar vuelo y crear una corriente de respeto, amor y paz.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia: “Bajo el sol de Kenia” de Bárbara Wood, “Caballo de Fuego (Congo)” de Florencia Bonelli, “La masai blanca” de Corinne Hofmann y “Africa, tormenta de libertad” de Hernán Lanvers.
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