Conéctate con nosotros

Historias Reflejadas

“Despertar historias”

Publicado

el

Despertar historias

Avanzaban en silencio sobre los límites de un sueño, justo donde las alas de la noche despertaban los mitos y las leyendas.

El camino era estrecho, sus curvas escondían secretos. Si uno estaba atento, podía escuchar voces viejas, como si flotaran en el aire del tiempo y convocaran a un pasado dormido.

Recorrían las palabras del viento y del río, sus pies enredados en las ciénagas del miedo, las voces desplazándose con ellos, y el río que callaba hasta secarse de palabras, para volverse de repente un grito en el paisaje.

Con las primeras luces, sobre la línea que separaba el día de la noche, un gran ojo espiaba el mundo nuevo y ya nadie se atrevía a avanzar, como si se hubieran convertido en piedras.

Había algunos secretos que nadaban en un estanque, guardados en la boca de unos extraños cisnes. Otros rodaban en un huevo a punto de quebrar su cáscara blanda para levantar vuelo sobre los sueños. Todo era confuso en ese universo sin relojes.

Avanzaban y retrocedían. Espiaban y eran espiados. La verdad crecía y esperaba. Sobre la delgada línea de la noche y tras un largo bostezo, cada día se desperezaba con un puñado de historias entre sus bordes.

Andrea Viveca Sanz

Se reflejan en esta historia los siguientes textos: “El ojo de Balor”, de Olga Drennen con ilustraciones de Matías Daviron; “Tres cisnes bajo la luna”, de Norma Huidobro con ilustraciones de Gonzalo Kenny; “El último dragón”, de Jaquelina Romero con ilustraciones de Laura Aguerrebehere; y “Cuento que suena a río”, de Patricia Lobos con ilustraciones de Cecilia Molinuevo.

Sigue leyendo
Haga clic para comentar

Debes iniciar sesión para publicar un comentario. Acceso

Deja una respuesta

Historias Reflejadas

“Rompecabezas del destino”

Publicado

el

Rompecabezas del destino

Somos ciudadanos de un universo sin fronteras, en el que las delgadas líneas que nos separan se desdibujan para hacernos parte de un engranaje perfecto.

Transitamos cada día historias inconclusas que se ramifican en los túneles del alma y se aquietan, esperando el momento justo para completarse.

La vida abre su juego y se divierte entrelazando el destino de aquellos que quedan atrapados entre las agujas del tiempo. Ese tiempo que se expande o se detiene, enredando a quienes pendientes de él se arrojan al vacío. El pasado se hace presente y nos cuestiona, lo que fue ya no tiene lugar porque el compás de la existencia obliga a caminar hacia el futuro, desprovisto de todo, página en blanco en la que escribiremos nuestras elecciones.

Nada nos pertenece, cada cosa es un préstamo sutil, un suspiro robado a la vida que puede esfumarse en un instante.

Nos perdemos en ambiciones vanas. Muros de papel se desmoronan derribando nuestros sueños, disipando nuestras metas dibujadas y la felicidad se estrella en un espejo que es capaz de reflejar aquello que no queremos ver.

En los laberínticos senderos que se abren frente a nosotros, siempre podemos elegir.

No hay grilletes para la mente ni para el alma, podemos atravesar los espacios más oscuros, ser cautivos de las vivencias más extremas y sin embargo elevarnos para sentir la verdadera libertad.

El destino dispone las piezas del enorme rompecabezas del que formamos parte y nos invita a jugar.

En el gran entramado de la vida, cada minúscula pieza ocupa el lugar exacto en el momento preciso.

Andrea Viveca Sanz

Se reflejan en esta historia: “La ruta de los sueños”, de Ana Emilia Moglia; “El ciudadano”, de Florencia Ghio; “Cinco mil”, de Marcelo López; y “Laberinto del alma”, de Laura Miranda.

Sigue leyendo

Historias Reflejadas

“Pasos en la oscuridad”

Publicado

el

Pasos en la oscuridad

Pasos temerosos se pierden en los senderos de un bosque, cementerio de fantasmas que abrazan y cuestionan. El miedo asoma como una gran boca en medio de la niebla y los devora.

Ellos, que van en busca de algo que complete sus vidas, que en ese caminar por la oscuridad irán desenrollando su esencia, se han animado a avanzar.

Un encuentro profundo con el silencio, desborda verdades y despierta los monstruos que nos habitan.

El terror se convierte en inmensos ojos amarillos que brillan y acechan, o muta en el siniestro murmullo de unos insectos que cuentan aquello que no queremos escuchar.

Las garras de la muerte dejan huellas y estas se expanden dejando ver lo que hay del otro lado de las personas.

Lo claro se entrelaza con lo oscuro y ambos se complementan. La duda se desparrama pegajosa y marca el ritmo de las pisadas que conducen a la magia.

El mundo se queda quieto y sus pies avanzan hacia el misterio, se desplazan rumbo a aquello que llama y atrapa.

Nada es lo que parece cuando la niebla del miedo entorpece el encuentro con la verdad.

Andrea Viveca Sanz

Se reflejan en esta historia: “Los ojos de la noche”, de Inés Garland; “El viaje”, de Amanda Hocking; “El misterio de Crantock”, de Sergio Aguirre; y “El príncipe de la niebla” de Carlos Ruiz Zafón.

Sigue leyendo

Historias Reflejadas

“Memorias enraizadas”

Publicado

el

Memorias enraizadas

Soltar la patria es avanzar caminando las raíces que nos atan a lo nuestro, es rescatar en el exilio aquello que nos pertenece y huele a propio.

Soltar la patria es dar pasos inciertos, encadenados a un pasado que se desdibuja en el recuerdo, cargando los miedos que habitan como fantasmas en las almas sin tierra.

Soltar la patria es buscar en los bolsillos de la memoria aquello que nos construye más allá de las distancias y de las diferencias. Es encontrar los sabores y los olores que anidan en nuestra esencia, es trascender los dolores y rescatar la savia que nos recorre por dentro. Es reinventarse en las palabras que mutan y se mezclan con lenguas lejanas, para crear un lenguaje nuevo, sin raíces, donde lo propio se esfuma en lo desconocido.

Soltar la patria es llevar como único documento una caricia, un poncho, o una foto, que hayan logrado sobrevivir a la guerra y trascender la sangre para mantener viva la identidad de los pueblos.

Soltar la patria es permitir que su savia siga viva, que recorra las generaciones futuras para que cada una de ellas sea capaz de enraizarse, de abrazar la historia y de mantenerla viva en la memoria.

Andrea Viveca Sanz

Se reflejan en esta historia: “Con el corazón al sur”, de Gabriela Exilart; “Malón de amor y muerte”, de Graciela Ramos; “Mulatos”, de Cristina Validaquis; y “Los paraísos perdidos”, de Fernanda Pérez.

Sigue leyendo


Propietario: Contarte Cultura
Domicilio:La Plata, Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA En Trámite
Edición Nº