

Entrevistas
Adela Basch: “Los personajes cobran vida en mi interior y todo va fluyendo de una manera que parece natural”
Por Andrea Viveca Sanz
Dueña de un gran sentido del humor, Adela Basch juega con las palabras que danzan en su cabeza y le pone rimas a sus días. Escucha con atención ese murmullo de letras que la atraviesan, para luego soltarlas en textos que se enriquecen gracias al condimento que con delicadeza esparce sobre sus creaciones.
Amante de la lectura y del teatro, se desplaza entre libros cargados de magia que encierran historias capaces de atrapar a grandes y chicos.
En diálogo con ContArte Cultura, la reconocida escritora nos invita a abrir las puertas de nuestra imaginación y a recorrer esos otros mundos que teje en cada una de sus obras para seguir aprendiendo cada día un poquito más.
—Presentanos a Adela Basch con una rima, juego de palabras o poesía.
Me presento: soy Adela
de los pies hasta los pelos.
Con el frío me derrito,
con el calor me congelo.
Cuando hablo suave, grito;
y cuando grito, susurro.
Al que es muy inteligente
yo lo considero un burro.
En los pies tengo los dientes
y también, todas las muelas;
en la cabeza, la espalda
y soy petisa y muy alta.
No soy ni grande ni chica,
y aunque fui a la facultad
y leí páginas ricas,
yo sigo yendo a la escuela
para ver si aprendo más.
Sí, señoras y señores,
permitan que me presente
con simpleza y sin honores.
Soy Adela, Adela Basch,
si quisieran conocerme
podría contarles más.
—¿En qué momento decidiste que lo que escribías podía ser publicado e hiciste de eso tu trabajo?
—Cuando tenía treinta y dos años y terminé de escribir Abran cancha, que aquí viene don Quijote de La Mancha.
—¿Cómo nació tu gusto por las rimas?
—Supongo que en parte se debe a que mi madre me cantaba canciones con rimas, muchas veces inventadas por ella misma, a la hora de irme a dormir. Y que ya de muy chica mis hermanos mayores me leían poemas. Más adelante, cuando empecé a leer sola, los textos con rima me producían una fascinación total. Y en la adolescencia esa fascinación la ejerció en particular el teatro con rima, como el de Calderón de la Barca, Lope de Vega y Shakespeare, entre tantos otros.
—Es una de tus preocupaciones la difusión de lectura desde la infancia ¿Cómo trabajas para ello?
—De diversas maneras. Suelo brindar charlas y talleres en bibliotecas, escuelas, centros culturales y distintos tipos de instituciones interesadas en el tema, en los que trabajo con docentes, padres y adultos en general, sobre la importancia de la lectura en la vida de toda persona y, en especial, en los niños.
También creo que la difusión de la lectura desde los primeros años de vida es algo que tengo totalmente incorporado y que aparece con frecuencia también en los momentos de mi vida en que no estoy trabajando específicamente sobre ella. Por ejemplo, en mi labor como escritora y como editora está siempre presente.
—Muchos han considerado a la literatura infantil como un género menor ¿Creés que esto se revirtió en los últimos años?
—Diría que apenas un poco. Todavía falta muchísimo. Para que realmente se revierta, creo que es necesario un cambio en la manera de concebir tanto a los niños y niñas como a la literatura en sí misma, una transformación en nuestra manera de pensar.
—¿Cómo describirías el proceso de creación de una obra de teatro?
—Voy a tratar de contar cómo es este proceso para mí. Para cada autor suele ser distinto.
Primero surge en mí la necesidad de poner en palabras y acciones, de modo “representable”, algunas situaciones que llamaría medulares o nucleares. Casi simultáneamente, estas situaciones se empiezan a asociar con personajes que las encarnan y tejen con ellas el entramado de la obra. Con todo esto en mente, comienzo a tomar notas y a escribir borradores mientras busco un lenguaje que me parezca apropiado. La primera parte de esta tarea me suele resultar muy ardua y desecho casi todo. Hasta que llega un momento en que los personajes cobran vida en mi interior y todo va fluyendo de una manera que parece natural.
—¿Qué elementos entendés que son necesarios a la hora de narrar la vida de próceres o héroes desde un lugar no habitual?
—En primer lugar, yo necesito una etapa de documentación a partir de fuentes heterogéneas, es decir, con distintos puntos de vista. Por otro lado, por seria que sea la temática, y en estos casos suele ser muy seria, para mí es necesario que la obra esta esté escrita con humor y con un lenguaje que tenga algo de renovador e inesperado, que quiebre cierto acartonamiento que, al menos cuando yo era chica, solía ser muy fuerte en las obras que pretendían abordar situaciones históricas. Creo que me resulta indispensable “ponerme en los zapatos” de los protagonistas y no mostrarlos como hombres y mujeres esculpidos en bronce, sino como los seres humanos que fueron.
—Contanos algo de la editorial Abran Cancha.
—Es un pequeño emprendimiento que me da muchas alegrías, como poder publicar a autores inéditos que desde mi punto de vista son muy talentosos y a los que en estos momentos les resulta muy difícil concretar la aparición de sus libros. O como publicar géneros que tradicionalmente no son los que tienen más demanda. Pero al mismo tiempo es un emprendimiento que económicamente resulta muy arduo sostener.
—¿Hay algún libro que esté a punto de ver la luz?
—Sí, pero como aún no está terminado prefiero no extenderme sobre él.
—¿Un sueño que hoy desvele a Adela Basch?
—Por cursi que pueda sonar, sueño con una humanidad que pueda vivir en paz, libertad y justicia y en la que nos amemos genuinamente los unos a los otros.
Adela Basch
Nació en la ciudad de Buenos Aires el 23 de noviembre de 1946. Es escritora y editora egresada de la carrera de Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Su primer libro fue “Abran cancha, que aquí viene don Quijote de La Mancha”, una obra de teatro estrenada en el año 1979.
Posteriormente, otras obras escritas por la autora fueron llevadas al teatro, entre ellas: “Los árboles no son troncos”, “El velero desvelado”; “Minutos a toda hora”; “Oiga, chamigo aguará” ; “Colón agarra viaje a toda costa”; “José de San Martín, caballero de principio a fin”;“¡Que sea La Odisea!”; “¿Quié me quita lo talado?”; “Pasión y mandato: libertad al virreinato”; “Ulises por favor no me pises” y “Una cita a la tardecita”.
Entre 1986 y 1989 coordinó talleres de Promoción de la Lectura y la Literatura Infantil en el Plan Nacional de Lectura de la Dirección Nacional del Libro de la Secretaría de Cultura de la Nación.
Fue miembro de la Comisión Directiva de ALIJA, (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil Argentina), Sección Nacional del IBBY entre los años 1989 y 1993. Durante ese período fue además Jurado de la lista de honor de dicha organización.
Fue directora de las colecciones de literatura infantil y juvenil de Coquena Grupo Editor, y hasta el 2004 se desempeñó como directora de la colección “Hora de lectura” de Ediciones Cántaro.
En el año 2002 estuvo a cargo de la selección literaria de la serie “Vení conmigo”, libros de lectura para el primer ciclo de E.G.B. de Editorial Estrada y al año siguiente a cargo de la selección literaria de la serie “Argentinitos”, de la misma editorial.
A lo largo de su trayectoria como escritora recibió numerosos premios y menciones, entre ellos el premio ARGENTORES por “El velero desvelado”, como mejor obra de teatro para niños estrenada en Argentina en 1982, mención en el premio COCA-COLA de Literatura Infantil en 1987 por el cuento “Blunquimelfa”, mención en el Premio Nacional de Literatura Infantil en 1995 por el libro ”El extraño caso del amigo invisible”.
En el año 1998 fue nominada para el Premio “Teatros del Mundo” otorgado por el Centro Cultural Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires por su obra “Abran cancha, que aquí viene don Quijote de La Mancha” y en el 2002 recibió el premio destacado de A.L.I.J.A. por “José de San Martín, Caballero del principio al fin” como texto dramático.
Como escritora, coordina numerosos talleres de escritura, promoción de la lectura y difusión de la literatura infantil, organizados por Universidades, Direcciones de Cultura, escuelas y bibliotecas de la ciudad de Buenos Aires y de las principales localidades de la Argentina.
Desde el año 2002 es directora y editora de Ediciones Abran Cancha.

Entrevistas
En primera persona: Nair Libonatti, escritora
La artista uruguaya habla de ella misma, de cómo llegó a la escritura y de su obra

Sobre sí misma y su arte
Soy Nair Libonatti, mujer uruguaya de 69 años. Toda mi vida supe que podía escribir, sin embargo, al plasmar mis ideas en una hoja, el resultado no me era grato y terminaba rompiendo.
En el año 2019 una amiga me invitó a “algo” literario y fui. Resultó ser un taller y fue ahí donde comencé a escribir.
Pocos meses después llegó la pandemia, entonces, buscando recursos para mi nuevo despertar, entré en un grupo argentino de Facebook. En él compartíamos textos y comentábamos.
Un buen día me invitaron a participar en el Mundial de Escritura, al principio me parecía inalcanzable hasta que me animé y la experiencia resultó maravillosa.
Sobre su obra
He escrito algunos libros: “Historias del Caldero”, en conjunto con dos amigas, “Constelaciones”, libro que va por su segunda edición y “El Pata de Bolsa y otros relatos”. Estos dos últimos están presentes en la 49a Feria del Libro de Buenos Aires, en el stand de Uruguay.



Sobre “Constelaciones” puedo decir que es un libro fuerte, con historias bastante movilizadoras, es un intento de visibilizar algunas circunstancias. “El Pata de Bolsa” es en tono más humorístico, un poco más distendido y coloquial.
Son libros de cuentos cortos, escritos individualmente y luego seleccionados para cada uno de los libros.
Su actualidad

Actualmente integro el taller “Ratones de biblioteca”, que funciona en la Casa de la Cultura de Minas, Uruguay, y algunas compañeras me acompañaron a la Feria del Libro de Buenos Aires.
Nair Libonatti junto a Andrea Viveca Sanz, de Contarte Cultura, en la 49º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires
Entrevistas
Aguirre–Rodríguez: “El tango siempre estuvo como lengua principal en nosotros”

Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //
Es un viaje dentro de otros, un movimiento sutil, la música desperezándose en gotas de rocío, notas evaporadas sobre las aves del campo, es el vuelo hacia el espacio urbano, un recorrido temporal. Es antes y después. Es ahora y siempre, una melodía que llega desde lejos, de otras patrias, del mismo viento que corre y desparrama en el lugar justo y en el instante oportuno.
“Del Buen Ayre”, el próximo espectáculo y disco del dúo platense Aguirre–Rodríguez es un viaje por el tiempo y por distintos espacios, una relectura en modo actual de la música rural bonaerense.
Contarte Cultura charló con sus integrantes, Cynthia Aguirre y Alejandro Rodríguez para que nos cuenten acerca de ese caminar que la canción propone.
—Porque los espacios y las cosas que forman parte de ellos suelen hablar de quienes los habitan, nos gustaría comenzar esta charla deteniéndonos en su lugar de trabajo, en el espacio creativo de su música y en los objetos que los rodean en este momento. Si pudieran elegir un rincón o un objeto, el que mejor los represente como dúo y nos cuente algo de ustedes, ¿Cuál sería?
—El lugar, nuestra casa, y el rincón nuestra sala, en la que se va gestando todo el resultado final de lo que hacemos como músicos. Creo que estos espacios hablan de nosotros y de nuestra manera de entender la realidad y el arte.
—Y desde ese espacio viajamos en el tiempo, ¿cómo y cuándo se encuentran Cynthia Aguirre y Alejandro Rodríguez en el camino de la música para dar comienzo al dúo Aguirre–Rodríguez?
—Nos encontramos en la escuela de arte de la ciudad de Berisso, hace muchísimos años, en situación de alumna y profesor, pero rápidamente comenzamos a compartir producciones por fuera de la escuela. Con los años volvimos a encontrarnos, ya específicamente en el terreno del tango con la orquesta Los inmigrantes en el año 2005. Cuando el tiempo de la orquesta se terminó, continuamos en dúo.


—¿Cómo fueron esos comienzos?
—Fue un muy hermoso comienzo, pero rápidamente el dúo se fundió dentro de un cuarteto que con el tiempo se convirtió en sexteto de tango. Me refiero a Tangor. Con esa agrupación trabajamos durante más de 10 años. Por otro lado, Cynthia participaba como invitada permanente en el grupo La Sonora, proyecto que venía caminando desde el año 1989.
—Como decías, con el correr de los años el tango se instaló entre ustedes, ¿qué cosas los llevaron a explorar en este género que nos representa?
—El tango siempre estuvo como lengua principal en nosotros. Como una especie de lengua madre. Rastrear el porqué de esto es complicado, creo que tiene que ver con nuestras historias personales y la idiosincrasia de nuestras familias de origen. Lo que es claro es que ha sido fundacional en nuestro vínculo con la música. Nuestra mirada como habitantes de este tiempo siempre nos llevó a buscar puentes entre el tango, otras músicas y otros conceptos artísticos.
—¿De qué manera llega el primer disco “Mundo Tango”, grabado en 2011?
—Ganamos un premio a la Producción Fonográfica del FNA (Fondo Nacional de las Artes) y generamos nuestro primer CD. En ese entonces, si bien el CD se llamó Mundo Tango, abarcamos otros lenguajes musicales, algunas cosas del folclore y canciones provenientes de la cantera del rock.
—Por estos días están en proceso de grabación de su segundo disco “Del Buen Ayre”, ¿qué recorridos espacio-temporales tuvieron que hacer para dar vida a los temas que forman parte de esta obra?
En Mundo Tango nos referimos a una idea acerca del tango, como un estado del ser que no solo aparece en esta región del mundo (por algo el tango impacta como impacta en todo el globo). Aquí nos referimos más a la génesis de este género y la música de la provincia de Buenos Aires. Este nuevo trabajo propone un recorrido desde la música campera de principio de siglo XX (El Gardel Gaucho, pasando por compositores icónicos de ese lenguaje como Omar Moreno Palacios) para adentrarse en el tango clásico de la época de oro y llegar hasta composiciones actuales que revitalizan el género. También este trabajo, a diferencia del otro, está estructurado por un material que fue ampliamente mostrado y fogueado. Es música que hemos tocado mucho en vivo y está planteado desde esa impronta. Los arreglos, si es que los hay, fueron construyéndose a lo largo del tiempo y de las distintas actuaciones. Los músicos invitados jugaron en ese mismo tono también. Se les envió un cifrado y una grabación como referencia, pero el armado de los distintos temas se resolvió en el estudio, mientras Manzana Ibarrart (gran amigo y comandante del Estudio Sonosfera) montaba los mics y seteaba todo. Luego se eligieron las mejores tres tomas de cada tema. El resultado tiene un aroma a “trazos sueltos” que nos encanta en lo particular.
—Sin dudas se trata de un viaje a través de la música, ¿cuál es el aroma que elegirían para simbolizar a este álbum?
—El múltiple aroma de los viajes…si bien es un CD local en cuanto al repertorio, es bastante global en tanto a que lo que suena proviene de muchísimas fuentes y no solo de la tanguera. Lo hemos tocado tanto en tantos países diferentes, que para nosotros tendría ese olor a viaje, a aeropuerto, a trenes.
—El 3 de agosto estarán presentando este disco en La Salamanca, un reconocido espacio cultural platense, ¿qué podrán disfrutar esa noche quienes se acerquen a compartir su música?
—Haremos algunos de los temas de nuestro espectáculo Del Buen Ayre, como antesala al espectáculo Filogenia de Victoria Moran y el Dúo Puentes Reyes.
—Mencionás que ese día estarán acompañados por la cantante Victoria Morán, entonces la pregunta va para ella. Victoria, ¿Cómo nace “Filogenia”, ese recopilatorio de obras de música popular argentina? Contanos quiénes serán parte de ese recorrido el 3 de agosto y qué sentís al compartir noche con el Dúo Aguirre-Rodríguez.
9- Filogenia surge de la necesidad de contar nuestro ADN musical a través de las canciones que nos definen. Es una suerte de viaje musical hacia la fuente, hacia la memoria imperecedera que une un recuerdo con otro. Este espectáculo viene a despertarnos la fibra sensible con canciones que nos nombran, enlazando a Homero Manzi con Víctor Heredia, al Cuchi con Fito, a los que fuimos con los que somos. El compartir con compañeros y compañeras músicos y músicas siempre es una alegría, y en este caso será además una sorpresa para el dúo Puentes-Reyes y yo, porque jamás nos hemos cruzado en un escenario y esperamos anhelantes ese ida y vuelta mágico que siempre augura la música compartida.
—Para terminar, ¿cuál es el próximo destino de la música que los mueve?
—Tenemos por delante algunas fechas en nuestra ciudad, como el próximo 29 de agosto, día en el que estaremos compartiendo escenario junto al cantor Carlos Cabrera en el Café Metro. Octubre nos encuentra realizando nuestra segunda gira europea, con conciertos en países como Italia, Francia, España y Portugal. A nuestro regreso estaremos presentando oficialmente nuestro álbum Del Buen Ayre, con la participación de los músicos que fueron parte de la grabación.
Entrevistas
Celina Cocimano y ‘El juego de las emociones de Uma’: “Un libro que pide gran compromiso de los adultos”

Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca) /
Edición: Walter Omar Buffarini //
Todo gira, se mueve en una circularidad compartida. Las emociones suben y bajan, cuelgan de nuestros cuerpos, se desprenden como hojas secas. Regresan, son brotes, transformados en otra cosa.
Celina Cocimano es terapeuta emocional y a partir de sus vivencias y de su trabajo de muchos años necesitó dejar huellas, sembrar palabras para que germinen a través de sus libros.
“El juego de las emociones de Uma”, su último libro, está dedicado a las infancias. A través del juego logra acercarse a los territorios del miedo, de la ansiedad o de la frustración para atravesarlos.
ContArte Cultura charló con ella para conocer las rutas que la llevaron a indagar en ese universo.
—Las emociones forman parte de nuestras vidas, van y vienen, se mueven y nos movemos con ellas. Por eso, para comenzar y a modo de presentación, nos gustaría que elijas al menos tres emociones que te atravesaron al momento de escribir tu último libro y que a cada una de ellas les otorgues un sabor o un aroma.
- Frustración, sabor a cebolla
- Ansiedad, aroma a menta
- Alegría, aroma a vainilla
—Y ya instalados en esa imagen, vayamos a tus comienzos, ¿qué vivencias te llevaron a transitar el camino de la terapia emocional?
—La insatisfacción personal, haberme descubierto cómo estafadora de mi propia vida, creando personalidades adquiridas para moldearme al gusto de la mirada ajena, siempre con esa sed emocional de ser alguien para los demás, ser aceptada, reconocida, querida y encantar a todos. Mientras estudiaba para contadora, sentí un apagón emocional, la apatía era mi única compañera en esos tiempos, hasta que mi cuerpo también “habló” con un síntoma muy sentido. Empezaba a hacerme pis por las noches siendo ya grande, más adelante entendí que eso sucedía en cada hogar o lugar donde me sentía a gusto, de esa manera, “intentaba” aferrarme a algún territorio, sentirlo al menos, por momentos, un lugar donde era yo. Como los animales que marcan su territorio orinando sobre él. Eso era lo que faltaba para que mi vida se vistiera de insatisfacción y cambie totalmente de rumbo, mejor dicho, empiece a vivir y dejar de aparentar lo que mis vacíos necesitaban cubrir.
—Seguramente al ir recorriendo ese camino fue necesario dejar huellas y de esa manera llegaron los libros, ¿cómo vivís la experiencia de escribir para que las palabras sean instrumento de sanación?
—Mi primer libro, “Despierta”, nació como algo catártico de la etapa que comenté anteriormente. Aún no sabía qué era lo que estaba viviendo y, sinceramente, pensaba que me moría por esos tiempos, entonces empecé a escribir cómo fue ese tránsito a mí destrucción de las corazas hacia mi reconstrucción emocional. Después, al compartir mi vivencia con muchas personas, me di cuenta que varios pasamos por ciertos procesos similares, por lo que se me ocurrió darle forma de libro y agregar reflexiones y ejercicios terapéuticos y de autogestión emocional. Los otros 3 -“Diamantes”, “Rotas”, y “El juego de las emociones de Uma”-, fueron pensados basándose en las historias que atiendo y buscando dejarle una “biblioteca” de recursos emocionales a mi hija para cuando sea más grande y, a las personas, que encuentren en estos libros, escrito en palabras, el propio sentir descarnado y sin filtro de las emociones que abordo en cada uno de ellos y luego, ofrecerles dinámicas, reflexiones, ejercicios para que encuentren en ellos formas de transitar el campo emocional sin tanto dolor y con valentía.
—Si pudieras resumir en una palabra el espíritu de cada uno de tus libros, ¿cuáles serían?
- Despierta: Integridad
- Diamantes: Osadía
- Rotas: Coraje
- El juego de las emociones de Uma: Autenticidad
—Tu último libro, “El juego de las emociones de Uma”, transita los paisajes de la infancia con todas sus gamas de colores, ¿cuál o cuáles fueron los disparadores de esta historia?
—Mi hija, a los 8 años, comenzó a transitar por un tiempo la conocida “Crisis de ansiedad y angustia”. Yo me opuse a que esté medicada siendo tan pequeña, y desde mi saber en el campo emocional de los adultos, junto a una gran observación sobre ella y sus crisis, se me ocurrió trabajar juntas para buscar soluciones a su sentir. Buscamos opciones en el juego infantil, en la creatividad, desarrollando distintos escenarios, armando una rutina de ejercicios y, sobre todo, busqué acercarla a la autogestión emocional. Así fue que se me ocurrió compartir cada ejercicio que funcionó en ella en este cuento, que no solo tiene el fin de que los niños empiecen a desarrollar desde pequeña edad sus propias respuestas emocionales ante cierta situaciones, sino que es un libro que pide gran compromiso de los adultos que acompañan al niño, y esa compañía, con el estar, el hablar su idioma, mejorar la calidad del vínculo, validar sus emociones, respetarlos y comunicarse con ellos, es lo que hace casi la mayor magia del trabajo de fortalecimiento emocional.
—Y justamente, a partir de tus propias vivencias decidiste contar desde el juego y desde las imágenes. Explicanos cómo fue el proceso de elegir esas duplas emocionales sobre las que querías hablar.
—Busqué las que a su edad son dentro de todo fáciles de interpretar, como decimos los adultos: de “etiquetar”. Son parte de las emociones primarias y la dupla fue pensada para dejarles el mensaje de que no son ni buenas ni malas, simplemente son y cada una es mensajera de un sentir, una acción a llevar a cabo y una particular respuesta emocional. También al ponerlas en duplas, cuando ellos/as sientan, por ejemplo, tristeza además de procesarla en todo su ser, sepan que pueden aprender a transportarla en alegría, ir de la ansiedad a la calma. Es decir, que conozcan cuál es la emoción que se necesita para equilibrar una con otra.
—Las semillas del libro fueron plantadas, ¿creés que tus palabras ya comenzaron a germinar y son brotes en los lectores?
—Sorprendentemente sí. Como comenté, yo me dedico a adultos no a infanto, y este libro que se publicó en abril del 2024 ya se está imprimiendo la segunda edición. Lo han comprado mucho abuelas y abuelos para compartirlo con sus nietos, en colegios para abordar ciertas emociones en el aula ya que también hay un capítulo sobre el bullying. Y muchas madres me compartieron que sus hijos o hijas mientras que se les leía el cuento ya comenzaban a incorporar los ejercicios sugeridos, o que empezaban a identificar sus propias emociones, tenían armados sectores en su cuarto como se encuentran en algunos capítulos. Incluso los que son más grandes, según cómo se sentían, buscaban en la biblioteca el libro y se encerraban en su cuarto a leer exclusivamente el capítulo que contiene la emoción que estaban sintiendo en ese día o ese tiempo. También compartió nota de Revista junto a Unicef en el día internacional contra el Bullying de 2024.
—¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
—Tengo dos libros más en camino, uno para adultos sobre la depresión, y otro para infanto, más expansivo aún, con un viaje al campo emocional que sea para ellos y para sus padres o tutores también, digamos que será un libro revelador en muchos aspectos.
—Para terminar, te invitamos a elegir la textura que represente a tu libro “Las emociones de Uma”.
—La textura sería cálida, pomposa, con colores desde pasteles a fuertes, con ganas de descubrirla y sentirla, y con distintos aromas que vayan cambiando según cada paso de la mano o de los pies sobre ella.
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