Artes Plásticas
Bosquemadura e-ditorial, un oasis digital para el arte y la cultura
Por Andrea Viveca Sanz (@andreaviveca)
y Walter Omar Buffarini //
Ahí, entre complicidades de árboles agradecidos, donde las palabras germinan y se multiplican sin dañar, entre hilos de savia y voces de madera, nace Bosquemadura e-ditorial de arte, un sello que difunde libros digitales en los que el arte es protagonista.
Ahí, entre líneas y colores, el detalle se manifiesta como una ramificación del paisaje, de los paisajes que nos habitan, son árboles que se expanden, tiempos sonoros, luces proyectadas en las pantallas que nos conectan más allá de los ruidos cotidianos, en el silencio que revela y que protege.
Las primeras semillas de Bosquemadura fueron sembradas en un tiempo sin tiempo, el de la pandemia. Esas semillas germinaron y poco a poco fueron echando raíces hasta dar vida a unos particulares “bosques digitales”, arboledas de arte que prometen florecer y dar frutos. Una reforestación de las palabras, de la cultura.
ContArte Cultura dialogó con la directora Adriana Musitano, y el asistente editorial Francisco Marguch, quienes desandaron el camino del sello para contar cuál fue la idea original que los puso en marcha y compartir detalles del trabajo que llevan adelante.
—¿Cuándo surge la idea de fundar la editorial y cuál fue el disparador?
—El disparador que impulsó el lanzamiento de Bosquemadura fue una combinación de factores clave, en un tiempo distópico, la pandemia. Por una parte, la preocupación por el medio ambiente y por el otro, la creciente convergencia entre el arte y la tecnología como posibilidad de crear nuevas posibilidades de lectura/expectación. El equipo fundador de la e-ditorial estaba profundamente sensibilizado por la crisis ambiental y la necesidad de encontrar formas más sostenibles de crear y disfrutar del arte. Lo que nos movió fue el deseo de crear una e-ditorial que no solo abrazara la tecnología como herramienta creativa, sino que también se politizara activamente en relación con la protección del medio ambiente y la ampliación del público lector de arte. Este compromiso con la sostenibilidad y la innovación se convirtió en el motor que impulsó cada paso del camino, desde la concepción hasta la realización de Bosquemadura como un oasis digital para el arte y la cultura.
—¿Cómo y por qué decidieron editar sólo contenido en forma digital y no en papel?
—La decisión de no utilizar papel como medio de publicación surgió para disminuir (en lo posible) las emisiones de carbono y que en las pantallas se cortara el flujo banal y se experimentara disfrute y conocimiento en la lectura de libros de arte. Y ello se convirtió en un principio fundamental que definió la identidad de Bosquemadura e-ditorial de arte desde el principio. Al mismo tiempo, el equipo estaba fascinado por el potencial de la tecnología para transformar la experiencia artística, mostrando detalles, colores, líneas, modalidades de las creaciones visuales que a simple vista en un museo, galería o libro en papel, no se pueden observar. Además, la idea de crear libros digitales interactivos, que no estuvieran limitados por las restricciones del formato impreso, aparecía emocionante y llena de posibilidades. Así, como decíamos anteriormente, la convergencia entre la preocupación ambiental y la exploración de nuevas formas de comunicación artística fue el catalizador que llevó al nacimiento de Bosquemadura.
—¿Quiénes son los responsables y, si es que existiera la división de tareas, qué roles desempeñan?
—Como directora —detalla Adriana Musitano— construyo la visión y rumbo estratégico de la editorial, definiendo los objetivos a largo plazo y las líneas editoriales que guiarán el trabajo de Bosquemadura. Junto a Francisco Marguch (asistente editorial) participamos en la selección y curaduría de las obras y supervisamos el proceso de edición y producción de los libros digitales. Luisa Domínguez se ocupó en dos momentos de la asistencia editorial y se desempeña actualmente como colaboradora externa. Adriana, Luisa y Francisco provienen del campo universitario, de estudios literarios, lingüísticos y culturales, por ello logran imprimirle a esta editorial de arte un sello fuertemente ensayístico. Gisela Here realiza el diseño de los libros digitales. Yanina Enrici es la encargada de la comunicación institucional, conectando la editorial con otras redes de instituciones y espacios, iniciándose ahora en la Asistencia editorial. Guadalupe Garione colabora con el área de difusión. NOMATENALMONO aporta en la tarea de creación y sostenimiento de la web (www.bosquemadura.com) y en tareas de publicidad. Pueden encontrar en nuestra web (https://bosquemadura.com/es/editorial/equipo) información sobre les demás participantes en la tarea creativa de la e-ditorial.
—Cuéntennos un poco respecto de la elección de “Bosquemadura” como nombre de la editorial.
—El nombre de la editorial, inspirado en el verso del poeta mexicano Xavier Villarrutia (1903-1950), rinde homenaje a la riqueza de los bosques maduros, simbólica en la literatura y la filosofía y en la vida del planeta, desde la perspectiva de la ciencia y de la vida comunitaria. A lo largo de la historia, escritores y pensadores han encontrado en los bosques un reflejo de la mente humana, un símbolo de misterio, crecimiento y transformación. Así, Bosquemadura se convirtió en un refugio para las palabras y las imágenes, un lugar donde las ideas podían echar raíces y crecer en libertad. Con cada publicación, Bosquemadura busca crear no solo libros, sino arboledas de arte, vastos y frondosos bosques digitales donde las ideas puedan florecer y madurar. En este espacio de encuentro entre la tecnología y la creatividad, la editorial se esfuerza por abrir nuevas puertas al conocimiento y el disfrute del arte, enriqueciendo así el paisaje cultural de nuestro mundo digital. Asimismo, su nombre trata de recordar la importancia de la reforestación como otra de las acciones relevantes para que maduren los bosques y atrapen el carbono, como lo son la siembra y protección de ellos.
—¿Qué debe tener una obra para despertar el interés de la editorial y formar parte de su catálogo?
—Buscamos artistas que inventen/reconstruyan lenguajes, hagan pensar y disfrutar; que nos interpelen como personas con las que establezcamos vínculos afectivos. Para que una obra forme parte del catálogo de Bosquemadura, tiene que movilizarnos desde lo formal, como innovador o experimental, y que desde su contenido proponga respuestas, reflexiones y apueste a problemáticas de nuestro presente. Nos inspiran los libros en los que cada creador o creadora está presente y muy próximo al equipo de edición. Nuestros libros aspiran atraer por su calidad visual, buscamos mayor cercanía e interactividad con les lectores. Hay libros de artistas en soportes digitales, pero no conocemos e-ditoriales que se dediquen específicamente a realizar libros de arte digitales nativos y que trabajen en la edición junto con les creadores. Sabemos que los libros de artistas digitales son árboles desperdigados y que aún no constituyen un bosque. Nuestros e-books incitan a ser leídos, disfrutados por muchos, por sus bajos precios y acceso a lectores de distintos puntos. Nos alejamos de la inaccesibilidad de los libros de arte en papel, que tienen un precio de venta muy elevado y no siempre están disponibles en puntos de venta alejados del propio espacio de producción editorial. La e-ditorial busca que cada publicación acerque a los lectores y lectoras un objeto digital como si se tratase de un libro de artista; objeto único y precioso que atraiga por el despliegue visual y verbal, por la puesta en página y atmósfera poética creada.
—Háblennos de su primera obra editada, ¿cuál fue y qué anécdotas/experiencias les dejó?
—La primera obra publicada fue “Pharus. Del hemisferio Sur al Norte”,de la artista argentina Matilde Marín quien, a través de las imágenes de los faros, lleva a los lectores y lectoras a transitar espacios australes y boreales, recuperando distintos tiempos. Marín ha registrado con sutileza los faros de los dos hemisferios, captando luces, aguas, tierra y cielo. Quienes ven/leen el libro acceden a esos mundos en los bordes entre tierra y mares, en un viaje imaginario con diez estaciones, para conocerlos y explorarlos. “Pharus, del hemisferio Sur al Norte” testimonia la materialidad y simbolización que portan los faros aún hoy.
—¿Y cómo fue esa primera relación de la editorial con un artista?
—Trabajar con la artista implicó una relación muy cálida y altamente profesional, en tanto fuimos coordinando imágenes y textos con mapas y datos sobre los distintos faros fotografiados revelando un modo de acercamiento a los lectores y lectoras para el disfrute. Por ejemplo, fue revelador destacar en detalles los modos en que Marín dejaba visualizar la luz de los faros en tonalidades amarillas a diferencia de los grises en sus distintos matices que registraban esos emblemáticos espacios. Como expresa la crítica de arte Laura Casanovas en su análisis, ante la problemática de la desaparición de los faros por la falta de funcionalidad en tiempos de GPS, la artista, “con aguda reflexión y audacia comenzó a dar testimonio de sus destellos con una mirada que lejos de clausurar una época alienta nuevas preguntas, reflexiones y sentidos”. En ese momento, nos dimos cuenta de que la composición del libro estaba organizándose como un viaje. Un viaje que compartíamos con lectores y lectoras y que era necesario agregar mapas y palabras clave que ubicaran ese recorrido. Así, nombramos los océanos para desplazarnos como si fuéramos un pequeño barco que los recorría con nuestra vista e imaginación. Ubicamos cada faro en un punto de cada uno de los tantos mapas que Matilde proporcionó. Se surca el océano Atlántico y el paso de Magallanes, se asciende a la costa norte de Chile, se cruza el Pacífico hacia el Índico, se dirige la navegación hacia el sur de África surcando el Atlántico hacia el norte tocando los distintos puertos y faros registrados hasta llegar al faro de Islandia en la región boreal completando el viaje iniciado en las costas australes. Como e-ditorial agradecemos la generosidad de la artista, que dio inicio a nuestras publicaciones prestigiando con su obra el catálogo. Posteriormente, los vínculos que establecimos con el resto de les artistas siempre continúan esa línea de respeto, afecto y conjunción amorosa frente al arte y la edición.
Artistas, ensayistas y libros de Bosquemadura
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Artes Plásticas
Mafalda cumplió 60 años: la historieta creada por Quino que dejó una huella en todos los argentinos
Por Micaela Cendra (*)
Mafalda, la niña rebelde y que analizaba el mundo de una forma única con sus pocos años de edad, cumple 60 años y este nuevo aniversario trae consigo el recuerdo inmemorable de una historieta que supo dejar una huella en todos los argentinos.
Su creador, Joaquín Salvador Lavado Tejón o mejor conocido como Quino, creó a Mafalda en 1962, pero recién el 29 de septiembre de 1964 la publicó en la revista Primera Plana.
Desde aquel momento, Quino se consagró por su forma de retratar las situaciones del mundo y del país en la figura de una niña de 6 años que odia la sopa, busca la paz y explica con ironía y estudio el mecanismo de cómo funciona todo.
Aun así, la historieta solo fue realizada durante nueve años continuos, entre 1964 y 1973, donde pasó por tres revistas diferentes.
La historia detrás de Mafalda
Todo comenzó a principios de 1960 cuando Joaquín trabajaba en Agens Publicidad, una empresa dedicada a la creación de contenidos. Por esos años la agencia pensó iniciar una campaña que promocionara electrodomésticos de la marca Mansfield, que eran producidos por la empresa Siam Di Tella.
Allí Quino realizó ocho tiras que tenían cierta relación y que buscaban promocionar la empresa, pero al tiempo los diarios decidieron rechazar las publicaciones ya que había un alto contenido publicitario.
Aun así las puertas se abrieron en 1964 cuando Primera Plana aceptó que la historieta sea publica sin la publicitaria. Desde ese momento Quino comenzó a darle vida a Mafalda y rápidamente pudo revolucionar las casas de los argentinos.
La historieta está integrada por sus amigos: Susanita, Felipe, Libertad y Manolito, su hermano Guille y sus papás. Hasta el 25 de junio de 1973, donde la tira pertenecía al semanario Siete Días Ilustrados y se le puso fin a su creación, se difundieron miles de historias detrás de los pensamientos e ideas de Mafalda.
Con el boom que generó su publicación, la historia fue lanzada en 26 idiomas diferentes y recorrió todo el mundo donde también pudieron reflejarse, en muchos sentidos, en aquella vida de la menor: “Si no haces cosas estúpidas cuando eres joven no tienes nada de que sonreír cuando estás viejo”, una de sus típicas frases.
Joaquín Salvador Lavado Tejón murió el 30 de septiembre de 2020, un día después de que se cumpliera un nuevo aniversario de la publicación de la historieta que como se mencionó anteriormente dejó y sigue dejando una huella sin precedentes.
(*) Agencia Noticias Argentinas
Artes Plásticas
Dos exposiciones disruptivas llegan al Centro Cultural Recoleta
El viernes 27 de septiembre a las 18 se inauguran dos nuevas exhibiciones en el Centro Cultural Recoleta: “Jajan’t”, de la artista Paula Castro, con la curaduría de Carla Barbero (sala 5), y “Sensor de movimiento”, de Noel de Cándido, curada por Javier Villa (sala 6). La entrada es libre y sin costo para residentes argentinos.
En “Jajan’t”, Paula Castro (Buenos Aires, 1978) profundiza su exploración con la escultura, realizada con materiales inusuales: cañas de mimbre, pequeñas estanterías comerciales, banditas elásticas y esponjas florales son los materiales que la artista viene utilizando en los últimos años para dar forma a esculturas, pinturas e instalaciones, desde las cuales despliega una visión personal sobre el arte y el contexto.
A diferencia de sus exposiciones anteriores, donde las motivaciones críticas se dirigían a la historia del arte argentino, sus fuentes ahora incluyen desde series de TV, memes y stickers que circulan en internet hasta su propio cuerpo, el dolor físico, la incomodidad y el humor. En la exposición de Castro, la mayoría de las piezas fueron creadas específicamente para la sala: un cuerpo tropieza y cae, tótems preocupados, cabezas con migraña y un perro con Crocs. Cada obra ha sido realizada con materiales que se pueden encontrar en supermercados, ferreterías o incluso abandonados en la calle.
“Sensor de movimiento”, la muestra de Noel de Cándido (Córdoba, 1985), presenta varias esculturas realizadas desde 2011 en una instalación única que propone un gran bosque mestizo entre lo natural y lo artificial.
El artista trabaja con tecnología obsoleta, pantallas, minicomponentes, flippers y semáforos. Sus instalaciones funcionan con sensores de movimiento, donde el cuerpo de los visitantes anima a estas máquinas autómatas, sus luces, mecanismos y ramajes. Como una suerte de bosque de atracciones, las obras del artista son entretenidas y visualmente potentes, pero nunca pierden su humor cínico y crítico ante el progreso humano y la basura tecnológica y orgánica que produce en su camino.
Ambas exposiciones podrán visitarse de martes a viernes de 13.30 a 22, y sábados, domingos y feriados de 13.30 a 22, en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930).
(Fuente: Cecilia Gamboa – Comunicación & Prensa)
Artes Plásticas
Nuevas actividades del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti
El Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti inaugurará, el viernes 13 a las 18, la segunda muestra de las Residencias en Prácticas Curatoriales Contemporáneas titulada “Algunos enunciados casi ciertos sobre la extraña idea de vivir juntos” en el MACLA de la Municipalidad de La Plata.
Asimismo, el sábado 14 a las 15 llevará a cabo una acción de cierre de la muestra “Entre las penumbras” que se encuentra en el Centro Cultural y de la Memoria Islas Malvinas. Estas actividades forman parte de la agenda cultural del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
“Algunos enunciados casi ciertos sobre la extraña idea de vivir juntos”, se trata de una exposición curada por Carlos Gutiérrez en la que los procesos de los artistas convocados, Mariana Pellejero, Carlos Bugnon, Elena García y Mariana Juárez Soler, se explayan generando situaciones escultóricas. Bolsas de nylon, cartón, ramas y autopartes han sido convocadas para hacer lugar a una sensibilidad material capaz de modificar nuestra forma de experimentar el día a día.
Con la coordinación de Guillermina Mongan y el equipo del Museo, las Residencias en Prácticas Curatoriales Contemporáneas surgieron este año y tienen como objetivo otorgar la posibilidad de trabajar en diálogo con el Museo a curadores que se encuentran en la etapa inicial de su trabajo.
“Algunos enunciados casi ciertos sobre la extraña idea de vivir juntos” podrá visitarse hasta el 13 de octubre en la Sala 1 del MACLA del Pasaje Dardo Rocha (50 entre 6 y 7) con entrada libre y gratuita.
Respecto de la acción de cierre de “Entre las penumbras” en el Centro Cultural y de la Memoria Islas Malvinas (calle 19 y 51- La Plata), en primer lugar la curadora realizará una visita guiada por la exposición con las artistas Ivana Turica, Celeste Ledezma, Rocío Velázquez, Sabrina Espinosa y Leila Vallverdú.
Luego, junto al equipo de Educación del Museo, se podrá participar en la elaboración de un bestiario colectivo, creando criaturas fantásticas con características y habilidades originales, a partir de las obras que giran en torno al surrealismo y el terror.
“Entre las penumbras” puede visitarse hasta el domingo 15 de septiembre, de 15 a 18, con entrada libre y gratuita.
(Fuente: Prensa Museo Provincial Bellas Artes E. Pettoruti)
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