

Literatura
“El lobo y su hora”, de Laura Devetach – La Gran Nilson
La Gran Nilson editora publicó un nuevo libro de la escritora Laura Devetach. Se trata del poemario “El lobo y su hora”, obra de la que Cecilia Bettolli destaca en su contratapa:
“Palabrera de oficio, Laura Devetach viene hace décadas encantando infancias con sus historias -tan bellas como filosas- donde abundan monigotes y bichos bolita, plantas de cuadernos o diablos y mariposas. A los adultos nos desafió con profundas reflexiones en torno a construir caminos lectores, reconocer las propias textotecas o lo que significa estar en poesía. Y como si todo eso fuera poco, nos regaló también, entrañables libros con su poesía.
Pero en este caso -me animo a decir- estamos ante otra Laura; o más bien, es muy otra su poesía. Laura loba, Laura que hiende desde la palabra, con este poemario escrito hace ya unos
veinte años, que curiosamente se decide a publicar en estos tiempos de zozobra.
¿Cuál es la hora del lobo? ¿En qué tradiciones ancestrales abreva? ¿Qué significa atravesarla? Treinta poemas merodean, cual lobos amenazantes, la cuestión; nos exponen a una seguidilla inquietante de sensaciones, de turbulencias que, al recorrer cada página, nos sumergen en pulsiones de diversa intensidad estremecedora.
Escritura que tensa, eriza, pone en alerta; reconoces tu singular existencia/lobo en clave poética de enigma. Y ocurre que no sos la misma después de leerla. Algo permeó tan hondo que merodea en tu interior para volver; para acompañar tus propias horas del lobo, siempre al acecho”.
Laura Devetach
Nació en Reconquista, Santa Fe en 1936. Se licenció en Letras Modernas, en la Universidad Nacional de Córdoba. Es escritora, docente y poeta. Publicó numerosos libros infantiles y para
adultos que se han convertido en referencia. Recibió premios y reconocimientos nacionales e
internacionales: Casa de las Américas por el libro Monigote en la arena, Fondo Nacional de las Artes por La torre de cubos y Para que sepan de mí, Premio Pregonero de Honor por su trayectoria (Fundación El Libro) y Premio Iberoamericano SM 2010 a la trayectoria, entre otros. La Universidad Nacional de Córdoba le otorgó el título Honoris Causa (2008) y fue nominada por Argentina para el Premio Hans Christian Andersen en 2015.
Algunos de sus libros: Yo ratón; ¿Quién fue primero?; Una caja llena de y otros poemas; La Planta de Bartolo; Para que sepan de mí; La Construcción del Camino lector; La señora de la calle Cangallo; La hormiga que canta; Cola de flor; Todo cabe en un jarrito; Sidonia, entre otros.

Feria del Libro
Positivo balance de lo que dejó la Feria Internacional del Libro 2025

La 49ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires finalizó su edición 2025 con cifras récord que ratifican su relevancia como el principal evento cultural de la Argentina. Según un informe conjunto de la Fundación El Libro (FEL) y la Universidad Católica Argentina (UCA), el público adquirió 1.405.493 ejemplares, con una facturación estimada de $21.353 millones.
El estudio, presentado en la sede de la UCA en Puerto Madero, también destacó que el 83% de los expositores vendió igual o más que en 2024 y que el 77,3% expresó satisfacción general con su participación. Para los organizadores, estos datos consolidan a la feria como un espacio clave para el mundo editorial, que este año volvió a convocar multitudes en el predio de La Rural.
“Estos resultados nos permiten pensar en una feria que crece y que sigue siendo un punto de encuentro entre los lectores, los autores y el sector editorial”, señaló el director general de la FEL, Ezequiel Martínez.
Durante las jornadas profesionales, más de 6.400 actores del sector participaron de instancias de capacitación y networking, reafirmando el papel de la feria como motor de innovación y desarrollo.
El 80% de los visitantes ya había asistido en ediciones anteriores, lo que evidencia el vínculo sostenido con el evento. Entre las principales tendencias se destacó el renovado interés por “El Eternauta”, que generó largas filas para conseguir ejemplares.
Las categorías más vendidas fueron ficción, literatura infantil y juvenil, y biografías. El perfil del visitante promedio indica una permanencia de entre dos y cuatro horas y un alto uso de medios electrónicos de pago, principalmente tarjeta de débito.
El informe también reveló que la mayoría del público posee un alto nivel educativo y reside en la Ciudad o Provincia de Buenos Aires, lo que favorece la asistencia reiterada durante los días que dura el evento.
Con estos resultados, la Feria del Libro no solo reafirma su rol como referente cultural, sino que también fortalece su impacto en el crecimiento del mercado editorial y en la promoción de la lectura en todas las edades.
(Fuente: Prensa Feria del Libro)
Textos para escuchar
La Memoria – León Gieco

León Gieco canta su tema La Memoria
Los viejos amores que no están
La ilusión de los que perdieron
Todas las promesas que se van
Y los que en cualquier guerra se cayeron
Todo está guardado en la memoria
Sueño de la vida y de la historia
El engaño y la complicidad
De los genocidas que están sueltos
El indulto y el Punto Final
A las bestias de aquel infierno
Todo está guardado en la memoria
Sueño de la vida y de la historia
La memoria despierta para herir
A los pueblos dormidos
Que no la dejan vivir
Libre como el viento
Los desaparecidos que se buscan
Con el color de sus nacimientos
El hambre y la abundancia que se juntan
El maltrato con su mal recuerdo
Todo está clavado en la memoria
Espina de la vida y de la historia
Dos mil comerían por un año
Con lo que cuenta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
Por el precio de una bomba al mar
Todo está clavado en la memoria
Espina de la vida y de la historia
La memoria pincha hasta sangrar
A los pueblos que la amarran
Y no la dejan andar
Libre como el viento
Todos los muertos de la AMIA
Y los de la Embajada de Israel
El poder secreto de las armas
La justicia que mira y no ve
Todo está escondido en la memoria
Refugio de la vida y de la historia
Fue cuando se callaron las iglesias
Fue cuando el fútbol se lo comió todo
Que los padres palotinos y Angelelli
Dejaron su sangre en el lodo
Todo está escondido en la memoria
Refugio de la vida y de la historia
La memoria estalla hasta vencer
A los pueblos que la aplastan
Y no la dejan ser
Libre como el viento
La bala a Chico Mendez en Brasil
150 mil guatemaltecos
Los mineros que enfrentan al fusil
Represión estudiantil en México
Todo está cargado en la memoria
Arma de la vida y de la historia
América con almas destruidas
Los chicos que mata el escuadrón
Suplicio de Mugica por las villas
Dignidad de Rodolfo Walsh
Todo está cargado en la memoria
Arma de la vida y de la historia
La memoria apunta hasta matar
A los pueblos que la callan
Y no la dejan volar
Libre como el viento
Historias Reflejadas
“La tierra de la infancia”


La tierra de la infancia
Había decidido regresar. Subido a las alas de un recuerdo volaba hacia atrás, a un tiempo antiguo guardado en el cofre de su memoria.
Tomó carrera y comenzó a correr. Corría por las veredas de la infancia mientras intentaba atrapar los fragmentos de vida que jugaban en el aire. Llovía un relato que le pertenecía. Las baldosas conservaban entre sus surcos las huellas del pasado y eran testigos de lo que se había callado, por lealtad y por prudencia.
Historias revueltas en los rincones de su mente se enredaban en fotos viejas y sacaban a la luz los objetos olvidados, cuyas voces lo invitaban a viajar a esos universos fantásticos en los que necesitaba reposar.
Tenía que escapar de los fantasmas de la muerte, que abría su boca y mostraba sus dientes, como entonces. Las pérdidas se superponían en capas y dormían en una oscuridad sin formas. Tal vez por eso estaba allí, escarbando la tierra de una niñez que todavía lo habitaba.
De pronto, las imágenes liberaron a las palabras. Palabras e imágenes fueron y vinieron para desatar los nudos de la memoria. Parado sobre ese instante móvil se dejó llevar por el vaivén de los hilos que conectaban su presente con su pasado.
Solo entonces lo supo. La plaza, el campito y el barrio eran parte de su geografía, eran su paisaje interior, el refugio en el que podía encontrarse, tantos años después, con todos aquellos que habían abonado, de una u otra manera, la tierra de su infancia.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia: “Maestra mía”, de Claudio Gómez; “Aspirinas y caramelos”, de Luciano Olivera; “Los dueños del mundo”, de Eduardo Sacheri; y los relatos de “Desde que el mundo es mundo”, del libro “Piratas, fantasmas y dinosaurios”, de Osvaldo Soriano.
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