Cecilia Alemano es periodista, y en este, su primer libro, se adentra en la ficción para mostrar un mundo en apariencia perfecto, pero lleno de tristeza, dolor, cinismo y abandono. De la mano de sus personajes, construye un espacio de rebelión frente a mandatos, de aceptación frente a lo inevitable y de frustración frente a lo inevitable.
Acerca del libro: “Leo el título: Un mundo hermoso. Es transparente, sencillo, agorero de una dicha al alcance de la mano. Sin embargo me inquieta: demasiado sencillo, me digo: amenaza guardar algo perturbador detrás de tanta luz. Y ahí voy a encontrar la clave de este libro. Los ámbitos en que suceden sus cuentos son cotidianos, los acontecimientos que se narran prescinden de estridencias. Y sin embargo, desde el trasfondo de sus historias, en cualquier momento nos puede golpear la desolación, o el desencuentro, o el resplandor fugaz de la alegría, o la herida de una injusticia social, o el empecinado deseo de ser feliz. Hay tanta sutileza y tanta sabiduría en la escritura de Cecilia Alemano que le basta una mariposa negra o el jugo de una lata de arvejas para sugerir el amor o el desamor que anidan en un ser humano. Pequeños milagros de este libro hermoso e intenso. Leerlo es una celebración”, refirió Liliana Heker.
Por encima del agua
de Anahí Flores
De qué sirve pensar en cuando ya no quieras o yo no quiera más tironear de finales latentes de qué sirve traerlos a esta tarde por qué insistir en eso toquetear el abismo sembrar vértigo como quien prepara la cena.
Acerca del libro: “Pequeñas palabras esenciales, dice Bukowski desde uno de los epígrafes de este poemario. Y así parecen construirse los poemas de Por encima del agua: desde palabras pequeñas, esenciales, que vienen a hilvanar el amor, la posibilidad del encuentro, del abrazo, esa ilusión inicial, ese encantamiento de todo vínculo en ciernes. Palabras pequeñas, esenciales, que también vienen a hilvanar el devenir posterior, la imposibilidad de la lengua, el desencuentro, la palabra que rompe, que el otro escucha como puede, que se instala como desavenencia porque, como decía Barthes, querer escribir sobre el amor es afrontar el embrollo del lenguaje: esa región de enloquecimiento donde el lenguaje es a la vez demasiado y demasiado poco. Anahí Flores capta, en este poemario, los tres actos de lo que Barthes denomina la jornada amorosa: la captura, la exploración, la secuela. Lo hace como los verdaderos poetas: desde una rama seca, un domingo de invierno, desde la ventana de una casa, tocando la extranjería de la lengua, como quien prepara la cena”, expresó Mariana Travacio.
Con la proximidad del otoño, Del Fondo Editorial hizo públicas sus novedades literarias para disfrutar en esa estación del año.
Para los amantes de una disciplina transformadora del cuerpo y el espíritu llega “Yantra Yoga- El Yoga tibetano del movimiento” de Norbu, Chögyal Namkhai.
“El poder de los principios” es la nueva publicación de los libros de Napoleon Hill. Es casi una novela la historia de su contenido. Veinte años antes de la publicación de su obra maestra «Piense y hágase rico», Napoleon Hill era profesor, filósofo y escritor en el Instituto George Washington de Chicago, donde impartía cursos de publicidad y ventas. Se creía que estas conferencias, se habían perdido en la historia. Pero Jeffrey Gitomer, trae la base misma del legado de Hill: sus notas, cartas y conferencias originales perdidas hace mucho tiempo.
Asimismo, Del Fondo anticipó que en la Feria del Libro estará Marcial Conte editor de los libros de Napoleon Hill para Latinoamérica.
Desde la editorial también anticiparon los clásicos de la literatura de este mes de marzo:
“El fantasma de Canterville y otros cuentos” de Oscar Wilde es una colección de relatos que combina humor, crítica social y elementos fantásticos, mostrando el ingenio y el estilo inconfundible del autor.
“Rimas y Leyendas” de Gustavo Adolfo Bécquer es una obra icónica del Romanticismo español que combina poesía y narrativa para explorar temas universales como el amor, el desengaño, la muerte y el misterio. Bécquer emplea un lenguaje sencillo pero profundamente evocador, logrando transmitir la profundidad de los sentimientos humanos.
“El camino dorado” es una entrañable novela de Lucy Maud Montgomery, autora de la célebre serie “Ana la de Tejas Verdes”. Ambientada en un pintoresco pueblo de la Isla del Príncipe Eduardo. La narración, repleta de nostalgia, se centra en Beverley King y su prima Sara Stanley, conocida como “La niña de los cuentos”, una joven con un don especial para relatar historias mágicas que cautivan a quienes la escuchan.
Este libro es la continuación de “La niña de los cuentos”, y es también un viaje literario que tocará el corazón de lectores de todas las edades.
Los fans de Virginia Woolf Podrán disfrutar de “Ensayos”. Este volumen es una invitación a sumergirse en la mente de una de las escritoras más innovadoras del siglo XX, cuya pasión por la palabra escrita sigue resonando con fuerza en el presente.
(Fuente: Andrea Vázquez – Prensa Del Fondo Editorial)
Dejó caer las palabras como si fueran pétalos secos. Un sonido viejo enmudeció sobre el papel. Los instantes, desparramados en una migración sin fronteras, destejieron la trama. El silencio avanzó como una sombra entre las letras. Tres lágrimas se alargaron en ese segundo oscuro. Volvió a llover esa lluvia sin gotas. Sus recuerdos embarrados se alargaron por encima de las paredes, cada fragmento era una mancha húmeda descomponiéndose en las nubes de su memoria.
¿Dónde era afuera? ¿En qué lugar del silencio era posible atravesar los ruidos de la mente?
¿Dónde era adentro en los límites de aquellas manchas?
La nada crecía sobre ese papel en el que se buscaba. Una coma en el camino, los recuerdos flotando debajo de los recuerdos, las voces del más allá inventando un renglón para aquietarse. Y al final, un punto, como una puerta que encerraba a los fantasmas, como otro silencio; aunque pronto se volviera letras y pudieran atravesar los límites de la locura para trascenderla.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia los siguientes textos: “Invisible”, de Juan Solá; “La pieza del fondo”, de Eugenia Almeida; “Pequeña flor”, de Iosi Havilio; y “Mal de muchas”, de Marcela Alluz.
Ágil. Estilizada. Su espalda es vasta, y de colores que en días brillantes se tornan más intensos. Algunas veces, en sus movimientos, planeando sobre los dulces néctares, deja ver el diseño maestro de su vestido: a rayas blanco, negro y marrón, con espejos índigos y amarillos; otras con manchas del color del mar en jornadas de tormentas, como fulgores de rayos que caen furibundos sobre el agua.
Así se presenta libre. Con ella viajan sus compañeras, aunque a prudente distancia. No necesita viajar en bandadas como los pájaros. Muestra oronda su bella anatomía de avión diminuto. En el vuelo primaveral busca apoyarse graciosa y dúctil sobre la flor de los deseos. Aspira a un banquete de rosas, margaritas y jazmines. Ella libará el agradable néctar. Este acentuará sus colores. Regodea su belleza con los varones que se acercan. Algunos creen que el colibrí es su amo. Ella confiesa no poseer dueño.
—Solo el viento detendrá mi vuelo mágico. —Reconoce.
En días de lluvias se refugiará entre bambalinas de hojas, entre follajes espesos. Así, un día, inmóvil, dormirá una prolongada siesta húmeda.
—Lepidóptero. —La llaman.
Ella no responde. Planea vivaz exhibiendo su belleza cromática.
Desprevenida en su gracioso e inocente andar, una mañana tormentosa, remontó los vientos que trajinaban hacia el desierto. Arenas finas y punzantes atropellaron su vuelo. En su deseo de resistir, quedó planeando suspendida, y sus fuerzas inútiles yacieron. La vencieron lanzas de arena.
Mariposa, con su libertad, deseó llegar al lugar indicado como el paraíso de los astros, y conocer allí un compañero con quien diseñar vuelos coloridos y dulces para degustar la flor de la vida y sumirse en un extracto de pasión. Ya fatigada de tanto exponer sus fuerzas, se dejó tomar por la brisa fresca que reemplazó a las tormentas arenosas. Sus alas se relajaron, ella emitió un bello canto. Con él encontró a Grillo, que expresaba en coplas sus tristezas. Ella lo invitó a desandar el camino transitado. Se tomaron de las alas y con los ojos bien abiertos disfrutaron de la majestuosidad del cielo en un atardecer somnoliento.
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