

Mundo
A 30 años de la muerte de Telly Savalas, el hombre que cambió el policial a nivel mundial
Por Agustín Argento (*)
Muchos son los actores que quedaron encasillados a un papel por toda su trayectoria, pero pocos son los que pueden decir que cambiaron la forma de interpretar un género como Telly Savalas, quien sin desearlo lo hizo con “Kojak”, el recio y parco policía que recorría las calles de Nueva York, y del que este lunes se cumplen 30 años de su muerte.
Nacido en 1922 bajo el nombre de Aristotelis Savalas, no fue hasta los 38 años que ingresó al mundo de la actuación. Casi a desgano y por insistencia de su amigo, el actor Burt Lancaster, Savalas aceptó hacer un casting para la serie de unitarios “Sunday Showcase” en 1959 para un solo episodio, algo que se repitió durante dos años en varias emisiones de la época.
En 1962 hizo su debut en cine en un papel muy secundario de la mano del director Burt Ballaban para el policial “Pasión de matar”, género en el que Savalas luego daría cátedra, aunque para ello faltarían varios años más.
En el medio, y ya bajo el apodo de Telly, supo estar bajos las órdenes de J. Lee Thompson en la primera versión de “Cabo de miedo”, filme en el que compartió pantalla con figuras de fuste como Gregory Peck, Robert Mitchum y Polly Bergen.
Lo particular es que Savalas continuaba sin ganas de dedicarse a la actuación, pero el dinero y la facilidad que tenía para pararse delante de cámara hacían que lo que podría haber sido un hobby se convirtiera en un trabajo a tiempo completo.
“Él pensaba que había actuado toda su vida, solo que a partir de ese momento lo haría por dinero. Algo que dijo muchas veces es que algún día descubrirían que no era un profesional y lo mandarían a su casa”, dijo alguna vez en una entrevista televisiva su segunda esposa Marilyn “Lynn” Gardner.
La declaración de “Lynn” quizá hacía referencia no solo al oficio de su marido, sino también a su vida privada. La fama de mujeriego se la ganó gracias a sus incontables affaires y relaciones extramatrimoniales, como la que tuvo con Sally Adams, fruto de la cual nació su hijo Nick.
En cuanto al legado, el de Telly Savalas fue prolífico: con Katherine Nicolaides tuvo a Christina; con Gardner a Candice y a Penelope y con Julie Hovland, una agente de viajes de Minnesota, a Christian y a Ariana, quien desenvuelve el oficio de cantante, rol que Telly también ocupó con la publicación de dos discos, aunque no tuvieron la misma difusión y éxito que su imagen de actor.
En cuanto a su trabajo, el primer éxito lo alcanzó con “Los intocables”, la inolvidable serie de mafias y detectives en la que participó en tres episodios, pero que le abrieron las puertas a trabajar en otras emisiones y a tener mayor continuidad en la pantalla grande.
Así, participó de grandes producciones de la época como “¡Combate!” y “El agente secreto de C.I.P.O.L.”, hasta que en 1967 el rol de duro le vino como anillo al dedo en la bélica “Doce en el patíbulo”, de Robert Aldrich, con otros emblemas de la fiereza de ficción como Lee Marvin, Ernest Borgnine y el mítico Charles Bronson.
La carrera de Savalas ahora estaba casi en exclusiva para los telefilmes, es decir, películas que estaban pensadas para ir directamente a la televisión y, casi algo que ya no existe: tomaban en cuenta las tandas publicitarias. La televisión estaba en su época dorada y producía a diestra y siniestra y en medio de este torbellino de creaciones es que surgió la idea de hacer “Kojak”.
Impulsada por el suceso que fue “Las calles de San Francisco”, con Michael Douglas y Karl Malden, es que se pensó en una serie en la que la ciudad y los policías fueran protagonistas por igual; pero esta vez, el agente de la ley dejaría de ser impoluto y comenzaría a tener sus lados oscuros, aunque no por hechos de corrupción, sino por lo implacable (14 años más tarde y con formato de comedia aparecería Sledge “Martillo” Hammer para, en forma de parodia, reunir las características que Savalas le imprimió a su personaje).
Cuentan que el piloto de la serie, que fue el telefilme “The Marcus-Nelson Murders”, estaba basado en un caso real del asesinato de dos adolescentes y que para el rol principal habían propuesto a Marlon Brando, pero que por su malas formas de trabajar en el set fue dado de baja por los productores. Así, Brando recaló en “El Padrino”, papel que le valió un Oscar en lo que es considerada la mejor película de la historia, y el camino para ser “Kojak” quedó allanado para Savalas.
Sin embargo, éste seguía siendo un personaje poco atractivo para el actor neoyorquino. Luego de tanto policial, tenía la intención de buscar por otros géneros y su representante lo convenció diciéndole que seguramente el piloto sería un fracaso. Pero lejos de estar en lo cierto, Savalas se vio obligado, por contrato, a asumir las cuatro temporadas a las que se había comprometido.
Primer policía calvo de la historia de la televisión, también fue el primero en comer chupetines delante de cámara, exigencia del propio Savalas que por esos días intentaba dejar de fumar.
Tras la finalización de la serie en 1979, Savalas intentó escapar de “Kojak”, pero no pudo. El personaje revivió en algunas películas.
El 22 de enero de 1994 y luego de 11 años enfermo de cáncer de próstata, Savalas falleció en su Nueva York natal, quedando en la historia como el actor que le dio una profundidad a los policías de televisión; algo que sólo se encontraba en la pantalla grande en cintas como de Alfred Hitchcock, Orson Welles o John Huston.
(*) Agencia de noticias Telam.

Mundo
Sting ante una demanda millonaria de sus ex compañeros de The Police

Como resultado de años de disputas legales entre los miembros del grupo, Sting es acusado por sus antiguos compañeros de The Police por pérdidas en regalías. Ahora, el solista y compositor principal del trío londinense está siendo denunciado por daños “sustanciales” de acuerdo al guitarrista Andy Summers y el baterista Stewart Copeland.
El trío, formado en 1977, se separó a mediados de los 80 tras haber vendido 75 millones de discos por todo el mundo. “Every Breath You Take” fue el sencillo más vendido de 1983, y el quinto más vendido de esa década; cuenta ahora con casi 3.000 millones de reproducciones en plataformas digitales, de las cuales sus regalías anuales de 635.000 euros se dirigen únicamente a Sting. Cuatro de sus cinco álbumes se posicionan en la lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos de la revista Rolling Stone, además de uno de los 100 mejores artistas de todos los tiempos.
Según una fuente citada por el tabloide británico The Sun, se afirma que “esto se veía venir desde hace tiempo”. Y agrega: “Los abogados intentaron repetidamente llegar a un acuerdo extrajudicial, pero se encontraron con un punto muerto. Andy y Stewart decidieron que no había otra alternativa que acudir a los tribunales, así que dieron el paso. Afirman que se les deben millones en concepto de derechos de autor perdidos”, concluye. La demanda se registró en un tribunal de Londres bajo la sección “contratos y acuerdos comerciales generales”.
Los demandantes argumentan que, pese a que Sting figure como el compositor de muchos de los temas exitosos (y lucrativos), la contribución musical que ellos brindaron también debe ser reconocida. Sting, cuyo nombre real es Gordon Summer, negó a través de sus representantes que la demanda esté relacionada con la canción.
Entre 2007 y 2008, el trío londinense sorprendió a sus seguidores con una gira de reunión, en la que tocaron 151 fechas por todo el mundo. Pese a su éxito, la tensión interna permanecía, incluso Sting confesó arrepentirse de haberla realizado: “En su momento, había denominado la gira como un ejercicio nostálgico. Así era como me sentía simplemente y aún es cómo lo hago hoy en día. Considero que está bien ser honesto acerca de tus sentimientos y así fue cómo se sintió para mí”, publicó Reader’s Digest.
Artes Plásticas
La historia de cómo detectaron en Mar del Plata un cuadro robado por los nazis

Un cuadro del siglo XVII, colgado en la sala de una casa de Mar del Plata, abrió un expediente judicial y revivió una historia enterrada por décadas. Se trata de “Retrato de una dama”, del pintor italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), parte de la prestigiosa colección del marchante judío neerlandés Jacques Goudstikker. La obra fue saqueada en 1940 por el régimen nazi y terminó en manos de Friedrich Gustav Kadgien, funcionario cercano a Hermann Göring, que vivió en Argentina hasta su muerte en 1978.
El hallazgo fue revelado por el diario neerlandés Algemeen Dagblad, que detectó la pintura en las fotos de un aviso inmobiliario publicado en un portal argentino. Una de las hijas de Kadgien había puesto a la venta su casa en el barrio Parque Luro de la ciudad balnearia. En las imágenes, sobre un sillón del living, se distinguía el retrato desaparecido desde hacía más de 80 años.
La alerta llegó a la Justicia federal a través de Interpol y la Aduana. El fiscal Carlos Martínez, a cargo del caso, ordenó un allanamiento en el domicilio identificado como residencia fiscal de Patricia Kadgien, empresaria textil de 59 años. La Policía Federal secuestró armas, celulares y láminas, entre ellas una serie vinculada a una exposición de Henri Matisse en los años 40, pero el cuadro de Ghislandi ya no estaba. La principal hipótesis es que fue retirado de la vivienda tras la publicación de las imágenes.
La investigación busca determinar si la actual poseedora puede ser imputada por encubrimiento de contrabando. Paralelamente, la Agencia de Patrimonio Cultural de los Países Bajos reclama la restitución de la pintura a los herederos de Goudstikker, que durante más de ocho décadas rastrearon la colección saqueada por los nazis.
Jacques Goudstikker fue uno de los principales galeristas de Ámsterdam. Tras la invasión alemana de 1940 intentó huir con su familia a Nueva York, pero murió durante el viaje en barco. En su galería quedaron más de 1.100 obras, documentadas en un inventario. Esa colección fue liquidada a precios irrisorios entre altos jerarcas del Tercer Reich. Uno de ellos fue Göring, comandante de la Luftwaffe, y otro habría sido Kadgien, conocido como “el mago de las finanzas” del nazismo.
Nacido en Elberfeld en 1907, Kadgien había ingresado al Partido Nazi en 1932 y a la SS en 1935. Como experto en divisas, ocupó un lugar clave en la Oficina del Plan Cuatrienal que dirigía Göring. Desde allí articuló redes de empresas pantalla en Suiza para mover oro, diamantes y obras de arte robadas a judíos y opositores. Cuando la guerra llegaba a su fin, huyó a Suiza y luego a Brasil, hasta instalarse definitivamente en Argentina. Se radicó en Buenos Aires, fundó empresas y vivió sin ser molestado hasta su muerte, en 1978, sepultado en el cementerio alemán de la ciudad.
El destino de la fortuna de Kadgien sigue siendo un misterio. Investigadores europeos sospechan que controlaba entre 1.000 y 3.000 millones de Reichsmark ocultos en cuentas suizas. Su paso por Sudamérica incluyó negocios en Brasil y vínculos con empresas alemanas en la región, además de contactos con la administración de Juan Domingo Perón.
La aparición del cuadro en Mar del Plata reavivó la sombra de ese pasado. Según el corresponsal del Algemeen Dagblad, Peter Schouten, el rastreo de las hijas de Kadgien llevó años. Ellas nunca respondieron a las consultas sobre el origen de las piezas. Solo un descuido –las fotos de la inmobiliaria Robles Casas & Campos– permitió localizar el “Retrato de una dama”. El aviso fue retirado inmediatamente después de la publicación de la investigación.
En paralelo, se detectó que otra pintura desaparecida, atribuida al artista holandés Abraham Mignon, podría estar también en manos de la familia. Una de las hijas de Kadgien la habría mostrado en sus redes sociales, según el mismo diario.
El fiscal Martínez espera definir si imputa a Patricia Kadgien, mientras Interpol mantiene alertas nacionales e internacionales para impedir que el cuadro salga del país. En Europa, los herederos de Goudstikker insisten en que la restitución es un paso necesario para reparar una parte del saqueo cultural más grande de la historia moderna.
El caso demuestra que, 80 años después, los ecos del expolio nazi siguen resonando en lugares tan lejanos como una tranquila residencia marplatense. El “Retrato de una dama” continúa desaparecido, pero su historia volvió a la luz, recordando que detrás de cada obra de arte saqueada permanece una deuda de memoria y justicia.
Mundo
Taylor Swift anunció su casamiento con Travis Kelce

La cantante estadounidense Taylor Swift anunció su compromiso con el jugador de la NFL, Travis Kelce, esta tarde, a través de redes sociales, con imágenes de ensueño que dejaron a la luz detalles como el impresionante anillo de diamantes y el exclusivo vestuario.
“Tu profesor de inglés y tu profesor de gimnasia se van a casar”, compartieron los protagonistas en un posteo conjunto de Instagram con fotografías que abordan la naturaleza desde un colorido plano de rosas, jazmines y otras flores que hicieron al fondo onírico, casi de fantasía.
Mientras el deportista optó por un look sencillo con un suéter de Polo Ralph Lauren, Taylor no dudó en ser fiel a su estilo minimalista, pero con un vestido de seda a rayas del mismo diseñador y sandalias Louis Vuitton en color coñac.
Sin embargo, el protagonista de toda la escena fue el anillo que se publicó en primer plano entre los cortes del carrusel de la red social: se trata de un diamante antiguo, diseñado por Kindred Lubeck, según señalaron medio estadounidenses.
El anillo se mostró en conjunto al reloj Cartier Santos Demoiselle adornado con diamantes y su pulsera de la amistad “TNT” de Wove, que la intérprete llevaba puestos al momento de tomarse de la mano con su ahora prometido.
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