Música
Tres décadas sin Miguel Abuelo
Por Hernani Natale (*)
Miguel Abuelo, figura central en la historia del rock argentino a partir de sus trabajos como solista y al frente de distintas formaciones de Los Abuelos de la Nada, en donde desplegó su genio musical y su poética, moría en la ciudad de Buenos Aires el 26 de marzo de 1988, a causa de complicaciones derivadas de una operación de vesícula, fecha de la que se cumplen 30 años el lunes próximo.
En apenas 42 años de vida dejaba un legado que incluía aportes clave en los inicios del rock nacional, a fines de los ’60, y en la renovación ocurrida en los años ’80, con el advenimiento de la democracia.
Creador de monumentales obras como “Diana divaga”, “El marinero bengalí”, “No se desesperen”, “Lunes por la madrugada”, “Himno de mi corazón”, “Cosas mías” y “Buen día, día”, entre otras, Miguel Abuelo definió el rol del frontman sobre el escenario y vivió de manera consecuente con lo que pregonaba en sus canciones.
Hipercinético arriba y abajo del escenario, formó el grupo Los Abuelos de la Nada a fines de los ’60, con figuras como el baterista Héctor “Pomo” Lorenzo y los guitarristas Claudio Gabis y Pappo; se exilió en Europa a principios de los ’70 hasta 1981, en donde en Francia grabó el soberbio disco “Miguel Abuelo et nada”.
Luego rearmó el grupo en su regreso, con su formación más exitosa, que incluía al joven tecladista Andrés Calamaro, el bajista Cachorro López, el guitarrista Gustavo Bazterrica, el saxofonista Daniel Melingo y el baterista Polo Corbella.
Así como con la primera versión de la banda fue parte de los inicios del rock, en la segunda etapa encabezó junto a Los Twist y Virus la gran renovación del movimiento, tras la dictadura militar.
“No todos los músicos de rock son artistas. Pueden componer, pero tener la obsesión de tener un lenguaje propio, desarrollar un arte coherente que tenga un significado, que tenga una coherencia que sirva a la gente, no es para cualquiera. Miguel era un tipo que superaba lo que es un músico de rock. Su trabajo y su visión del mundo era mucho más amplia y rica, y era así desde que lo conocí, a los 17 años”, dijo a Télam el periodista Pipo Lernoud, su amigo más cercano y socio creativo en varios momentos de su vida.
Lector voraz, autodidacta, preocupado por desarrollar un refinado lenguaje propio, amante de la poesía francesa y gran conocedor de la música folclórica argentina, Miguel Abuelo forjó una personalidad compleja, rica y, fundamentalmente, comprometida con el arte.
Hijo de una mujer soltera y pobre, pasó parte de su infancia en un orfanato y creció en medio de una gran soledad, según consignan varias personas que lo conocieron, lo cual lo marcó para toda la vida, tanto a nivel personal como creativo.
“Era muy difícil como persona, muy creativo pero con muchos problemas personales. Muy solo de chico. Estaba en guerra con el mundo, se peleaba con todos porque era muy caótico para laburar”, recordó Lernoud, quien destacó que tanto él como más tarde lo haría el músico Cachorro López cumplieron el rol de “acompañarlo, hacerle de apoyo y ordenarlo, porque necesitaba alguien que lo estructurara”.
“A nivel humano me parecía un tipo fuerte, impulsivo y muy sensible. A nivel artístico, cuando lo conocí, detecté su talento y capacidad para transmitir sentimientos muy poco comunes, muy personales y, de alguna manera, revolucionarios”, contó a esta agencia el guitarrista Claudio Gabis, quien participó en la grabación de “Diana divaga”, la primera realizada por Miguel.
De manera similar lo recuerda el ingeniero de sonido Mario Breuer, quien trabajó con él en los años ’80, su etapa más exitosa a nivel comercial, y no duda en calificarlo como “uno de los cinco hechos más importantes en mi vida profesional”.
“Él y yo teníamos una relación muy buena. Se peleaba con casi todo el mundo. Era un tipo muy gallito que no tenía pelos en la lengua para decirle nada a nadie. Padecía honestidad brutal. A veces, generaba situaciones incómodas pero a mí, cada vez que me habló con la verdad, me dejó un aprendizaje”, afirmó Breuer.
Y añadió: “Mucha gente lo tomaba como un ridículo, pero era un tipo volado, que no tenía filtros, que caminaba por los alambres flojos sin red y si se caía, se comía el golpe, se levantaba y seguía caminando. Era un a persona increíblemente creativa, un gran poeta ante todo”.
El primer contacto de Miguel Peralta, tal su nombre de nacimiento, con los iniciadores del rock argentino, se produjo cuando compartió pensión con Los Beatniks, la mítica formación de Moris y Pajarito Zaguri, en donde se reencontró por casualidad con Pipo Lernoud, a quien había conocido meses atrás mientras hacía dedo por las rutas argentinas.
Su primera oportunidad se produjo luego de un hecho fortuito que lo pinta de cuerpo entero, cuando acompañó a Lernoud a las oficinas de Ben Molar para cobrar las regalías por el tema “Ayer nomás”, cara B de “La Balsa”, de Los Gatos.
En un momento, Molar, que tras el boom de ventas de ese simple buscaba nuevos valores, le preguntó si él también tenía un grupo, a lo que mintiendo respondió de manera afirmativa, y cuando le preguntó el nombre, recordó la frase “padre de los piojos, abuelo de la nada”, del libro “El banquete del Severo Arcángelo”, de Leopoldo Marechal, por lo que bautizó a su banda antes de su existencia.
Así llegó la primera grabación, con un grupo armado con varios hippies que solían parar en Plaza Francia, entre los que se encontraban Pappo y Pomo.
Tras varios registros solo, como “Oye niño” y “¿Nunca te miró una vaca de frente?”, partió a Europa en donde formó pareja, tuvo a su único hijo Gato Azul y grabó el disco “Miguel Abuelo et nada”, uno de los mejores de su carrera, en donde colaboró Daniel Sbarra, quien años más tarde sería parte de Virus.
“A nosotros nos había partido la cabeza ‘Sargent Pepper’ porque no era sólo rock, sino que entraban muchas músicas e instrumentos. El disco que hace en Francia es una prueba de lo que tenía en la cabeza y no logró plasmar en los ’80, porque el grupo, con Calamaro, se volvió más pop”, explicó Lernoud, quien recordó que cuando lo vio en Europa “andaba muy loco, muy volado”.
A principios de los ’80, Miguel Abuelo conoce en Europa a Cachorro López y conforman una sociedad musical que derivó en la etapa más exitosa del grupo, con su regreso al país.
“Me escribió y me contó que iba a volver a la Argentina a devolverle la alegría, a ponerle fanfarria porque habían estado los milicos y estaban todos muy tristes. A levantar el cachete, decía él. Al principio me pareció que estaba delirado y no le creí, pero vino con Cachorro y armaron el grupo”, evocó Lernoud.
Tras la grabación de un demo, Mario Breuer lo mandó a ver a Daniel Grinbank, porque entendió que esa banda “tenía que ser un éxito sí o sí” desde la primera vez que la escuchó. Así se produjo la grabación del primer disco de esa etapa, que llevó el nombre de la banda, y contó con la producción de Charly García, con quien Miguel Abuelo tuvo innumerables roces producto de su “caótica” personalidad.
La banda se consolidó con “Vasos y besos” e “Himno de mi corazón”, sus dos discos siguientes, que también contenían éxitos radiales creados por Calamaro, como “Mil horas” y “Sin gamulán”.
Sin embargo, el grupo comenzó a desintegrarse con la partida de Melingo, y luego del propio Calamaro y Bazterrica; por lo que Miguel Abuelo apostó a una nueva formación que incluía sólo a Polo Corbella de la etapa anterior y a Kubero Díaz y el tecladista Juan del Barrio, entre otros, con quienes registró “Cosas mías”, su último trabajo antes de morir, que sucedió al solista “Buen día, día”.
“Me sentí muy halagado por la propuesta. A él lo recuerdo con su mirada intensa, destellando su torbellino interno, su bondad, su rebeldía, su inteligente habilidad para vivir sin renunciar a sus deseos. La enseñanza que me dejó es que a la libertad hay que ponerla en valor permanentemente. Para mí es como un Discépolo psicodélico encarnado en un saltimbanco”, dijo a Télam Del Barrio.
La sorpresiva muerte de Miguel Abuelo fue parte de una seguidilla trágica para el rock argentino de los ’80, con la partida de Luca Prodan y, meses más tarde, de Federico Moura, tres figuras que renovaron el género.
“Me perdí 30 años de seguir estando con él y seguir aprendiendo. Era un negro cabezón y tozudo, y para ese lado fue y vivió la vida que quiso vivir”, concluyó Breuer.
(*) Agencia de noticias Telam
Música
Joaquín Sabina se despidió de los escenarios
El cantante Joaquín Sabina se presentó ante 12.000 personas en Madrid en un show que marcó su despedida definitiva de los escenarios y dijo que será uno de los que recuerde “con mas emoción”.
“Este concierto en Madrid es el último de mi vida y por tanto el más importante. El que en unos años recordaré con más emoción”, dijo el intérprete.
Según la Agencia Noticias Argentinas, su despedida ocurrió a sus 76 años en el cierre de la gira “Hola y adiós”, en el Movistar Arena de Madrid. “Un adiós enormemente agradecido”, reconoció Sabina al hablar con sus fans.
Además de seguidores de varios años de Sabina, también estuvieron presentes miembros destacados de la política de España, como así también de la música local.
“Esta gira que se llamaba ‘Hola y adiós’ ya pasó por medio mundo (con un total de 71 conciertos) y esta noche ya se llama solo ‘adiós'”, manifestó el músico, muy conmovido.
El primer tema de su show fue “El último vals” y no paró de interpretar sus canciones durante más de dos horas. Al finalizar, se quitó el sombrero en gesto de agradecimiento y se quedó escuchando una larguísima ovación que seguramente guardará por siempre en su corazón.
Tras el show, Joaquín Sabina se expresó desde sus redes sociales: “Ha sido un adiós enormemente agradecido porque he ido viendo, al vivir y viajar, cómo han viajado y crecido mis canciones y yo con ellas. Y cómo han conseguido, de un modo misterioso, colarse en la memoria sentimental de varias generaciones. Todo eso tengo que agradecéroslo a vosotros, porque sin vosotros las canciones no existirían. Gracias eternas”.
Música
Concierto de egreso del Coro de Niños del Teatro Argentino
El Coro de Niños del Teatro Argentino ofrecerá su Concierto de Egreso 2025 el miércoles 3 de diciembre, a las 19, en la Sala Astor Piazzolla del Centro Provincial de las Artes, ubicado en la Avenida 51 entre 9 y 10.
Con la dirección de Mónica Dagorret y el acompañamiento al piano de Lautaro López, se interpretarán diversas obras de los repertorios clásico y popular.
La entrada será gratuita, con ubicación por orden de llegada, hasta colmar la capacidad de la Sala.
El programa completo estará constituido, en la primera parte, por “Caresse sur l’océan” (arreglo de P. Rigutto), “Compère Guilleri”, “Les avions”, “Vois sur ton chemin” y “Requiem” de Bruno Coulais y por “Hymne à la Nuit” de Jean-Philippe Rameau.
La segunda parte comprenderá “Aldapeko” (tradicional vasco), “Nobody knows” (negro spiritual), “Cuadrados y ángulos” (música de Carolina Del Bono y letra de Alfonsina Storni), “Bichitos dos mil colores” y Pedrito el caracol” (música de Magda García Robson, letra de Juan B. Grosso y versión coral de Mónica Dagorret), “La música” (música de Carlos Guastavino y letra de León Benarós), “Villancico” (música de Mónica Dagorret y letra de Lope de Vega), “El noi de la mare” (tradicional catalán con armonización de Nani Rodá) y “Flor de jarilla” (de “Obras para canto coral infantil”, Op. 25) y “La estrella” de Emilio Dublanc.
Durante el transcurso de la función se entregarán reconocimientos a quienes egresan este año de la agrupación, a quienes tuvieron mejor asistencia durante la temporada y a quienes fueron elegidos por sus pares como mejores compañeros.
El Coro de Niños
Los primeros registros acerca del llamado a audiciones para conformar un Coro de Niños que participara en las óperas programadas por el Teatro Argentino se remontan a 1958. Pero recién a fines de la década del ’80 comenzó a tener existencia permanente y renovar periódicamente sus componentes. Actualmente es dirigido por Mónica Dagorret y cuenta con casi 50 integrantes que van desde los 6 hasta los 14 años de edad.
Aborda un amplio repertorio que incluye obras de diferentes épocas y estilos, desde música sacra y popular hasta piezas contemporáneas especialmente compuestas para coro infantil.
Además de presentarse en las salas del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino, actuó también en distintos ámbitos de La Plata y de CABA y realizó giras internacionales por Brasil, Chile y Uruguay.
(Fuente: Prensa Teatro Argentino)
Música
“La Mona” Jiménez, visitante ilustre de la ciudad de La Plata
En la antesala del show que el músico popular brindará en la capital bonaerense, el intendente de La Plata, Julio Alak, reconoció a Juan Carlos “La Mona” Jiménez como Visitante Ilustre y le otorgó la Llave de la Ciudad durante un acto desarrollado en el Salón Dorado del Palacio Municipal.
“Hoy nuestra ciudad celebra y homenajea a una figura que trascendió fronteras, generaciones y épocas, un artista que con su música fue construyendo identidad, pertenencia y memoria colectiva”, resaltó Alak, quien además confirmó que en abril la ciudad recibirá al Festival del Cuarteto de la Argentina.
“Nombrarlo Visitante Ilustre no es un gesto simbólico más; es reconocer una vida entera dedicada al arte y a la pasión popular, y a una manera de conectar con la gente”, continuó Alak, y agregó: “‘La Mona’ es parte del patrimonio cultural argentino y honrarlo es seguir construyendo un puente más sólido con la querida provincia de Córdoba”.
Por su parte, el artista cordobés expresó: “Estoy realmente feliz, contento y completamente agradecido y emocionado. Quiero agradecerle al intendente Julio Alak y a todo el gabinete. Me tocará cantar en un lugar emblemático como el Estadio Único Diego Armando Maradona, un lugar en donde cantó un ícono como el Indio Solari”.
La distinción resaltó su trayectoria artística y su aporte a la cultura popular argentina, con una extensa carrera que incluye más de 10 mil shows realizados en todo el país, 12 Premios Gardel y la mayor cantidad de Premios Konex obtenidos por un artista nacional.
Nacido en Córdoba en 1951, el músico es uno de los máximos referentes del cuarteto y autor de clásicos como “Beso a beso”, “La Luna” y “El Federal”. El recital que dará en La Plata será este sábado en el Estadio Único Diego Armando Maradona.
(Fuente: Prensa Municipalidad de La Plata)
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