Por Andrea Viveca Sanz
En un mundo en el que muchas veces las circunstancias tiñen de oscuridad nuestras vidas, Liliana Bodoc juega con su magia e intenta poner colores a la realidad.
La autora de “Elisa, la rosa inesperada”, su último libro, ha recorrido un camino de pisadas firmes en el mundo de la literatura desde la aparición de su primera novela “Los días del venado” (2000), a la que siguieron “Los días de la sombra” (2002) y “Los días del fuego” (2004), que juntas constituyen la exitosa “Saga de los confines”.
La “madre” de los confines, ha escrito, además, varios libros infantiles como “Sucedió en colores” (2004) o “Reyes y Pájaros” (2007) y otros tantos libros que desde la poesía y los símbolos relatan historias encerradas en una realidad perfectamente descripta, como “Presagio de carnaval” (2009) o “Memorias impuras” (2013)
En diálogo con ContArte Cultura, Bodoc se introduce en los espacios que la habitan y desde allí nos regala el relato. Sus ojos observan esos otros mundos que sus palabras describen con sabiduría.
—Contanos quién es Liliana Bodoc
—Una mujer que a los sesenta años aún no aprendió a peinarse como Dios manda. A veces, abrumada por la injusticia y el desamor. Pero siempre agradecida por la posibilidad de construirse en la escritura literaria. ¡Una mujer a la que le sobran dos líneas!
—¿Sentís que sos una elegida?
—Hasta me cuesta entender la pregunta. ¿Elegida? De ninguna manera. O en todo caso, sólo como lo es cualquier criatura dotada de vida en esta tierra.
—En tus libros la magia suele ser un componente fundamental ¿Es porque crees en esa magia o porque te resulta un elemento que te facilita las cosas a la hora de crear?
—Sin ninguna duda… La magia me permite interpelar el realismo, generar otro espesor semántico. Pero nunca la magia como escape o evasión sino como revés de la realidad, como modo de conocer, como transgresión.
—¿Cómo llega un personaje a tu vida? ¿Lo buscás o sólo te detenés a que en algún momento se presente?
—Uy, los personajes son tipos raros. Si los buscás se hacen los difíciles. No se muestran o se muestran apenas. Es mejor rondarlos con cierto disimulo y atraparlos con guardia baja. Después llega el amor mutuo.
—Tus historias reúnen personajes que representan el bien y el mal y mayormente están representados por símbolos ¿Son elementos fortuitos o tienen que ver con experiencias con ellos?
—El Bien y el Mal son asuntos innegables. Ya sabemos acerca de los famosos grises; pero los grises pueden ser extremadamente convenientes para la depredación. En lo personal me gusta pensar en el límite que no deberíamos trasponer como individuos ni como sociedad. El bien, el mal… ¿Dónde está Santiago Maldonado?
—Los espacios en que se mueven tus personajes mayormente son muy ricos en sensaciones ¿Son espacios que ya conocés o sólo fruto de tu imaginación?
—Un poco y un poco. Muchas veces parto del conocimiento cierto de un lugar o de una situación. Pero luego viene la gran tarea del artista; el extrañamiento. No es posible quedarse con lo ovbio, lo explícito, lo “cierto”. La literatura se crea por transmutación, fantasmagoría y máscara.
—Si eligieras uno de tus personajes para definirte a vos misma ¿Cuál sería y por qué?
—Sería mi querida Vieja Kush. ¿Por qué? Porque añoro la vejez y la sueño como una larga y apacible temporada.
—También la muerte y la tragedia son elementos que utilizas con frecuencia en tus libros ¿Cuál es tu postura en la vida real ante ellas?
—Yo intento hacerle caso a los chamanes americanos, aquellos que aconsejan pensar cada día en la muerte con el propósito de vivir plenamente. No pensar en la muerte, lejos de ser una actitud optimista, es una actitud estúpida e indolente que nos hace degradar los días de vida.
—Tus personajes suelen cumplir sueños ¿Cuáles son los que todavía no cumplió Liliana Bodoc?
—Me quedo un rato pensando… ¿Qué sueño elegir? ¿Ver un aurora boreal? no. ¿Hallar el elixir de la larga vida? no. Mejor sueño con andar por un camino soleado, con mis nietos alrededor. Y yo, cantando bajito.
Bibliografía
- 2000 – La saga de los confines – Libro 1: Los días del venado
- 2002 – La saga de los confines – Libro 2: Los días de la sombra. Premio Calidoscopio de Venezuela (2003)
- 2003 – Diciembre Súper Álbum. Mención Destacados de Alija 2002-2003
- 2004 – Sucedió en colores
- 2004 – La saga de los confines – Libro 3: Los días del fuego
- 2007 – Memorias impuras. Los padres
- 2007 – Reyes y pájaros
- 2007 – La mejor luna
- 2008 – El espejo africano. Premio Barco de Vapor 2008.
- 2008 – Cuando San Pedro viajó en tren
- 2008 – El mapa imposible
- 2009 – Presagio de Carnaval
- 2010 – El rastro de la canela
- 2011 – Amigos por el viento
- 2012 – La entrevista
- 2012 – Relatos de los confines – Oficio de búhos
- 2013 – El perro del peregrino
- 2013 – Memorias impuras (versión completa: Los Padres y Los Huérfanos)
- 2015 – Tiempo de dragones
- 2015 – Elementales – Libro 1: Ondinas
- 2015 – Elementales – Libro 2: Salamandras
- 2016 – Elementales – Libro 3: Silfos
- 2016 – Elementales – Libro 4: Nomos
- 2017 – El arte de los confines – Venado (Junto al ilustrador Gonzalo Kenny)
- 2017 – Tiempo de dragones II
- 2017 – Elisa, la rosa inesperada
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