Conéctate con nosotros

Artes Plásticas

Leo Bolzicco, la ilustración y los avances tecnológicos: “Si tengo ganas de dibujar por placer, agarro lápiz y papel”

Publicado

el

Por Walter Omar Buffarini /

Leo Bolzicco es ilustrador, comenzó su carrera hace más de treinta años y en ese largo camino debió aggiornarse a la par de los cambios que fueron modificando sus hábitos de trabajo y sus formas de hacer arte.

Hoy no sólo se desempeña en el área editorial, también lo hace en publicidad e incursiona en el ámbito de la animación en sus distintas etapas de producción y realización.

En diálogo con ContArte Cultura, el artista platense contó cómo fue ese transitar al ritmo de los avances tecnológicos, sus logros profesionales y los sueños por concretar.

—¿Contanos cómo fue tu evolución desde el lápiz y el papel a la ilustración digital y las computadoras?

—No sé si existe una lógica de cómo se dio. En el papel empecé como casi todos los chicos, dibujando, jugando, y a diferencia de la gran mayoría, los que hoy nos dedicamos a esto seguimos dibujando. El común de la gente decidió algún día no dibujar más y nosotros lo seguimos haciendo. Por eso, el vínculo con el papel es de toda la vida. Después, nos alcanzó la tecnología.

-¿Y cómo fue ese paso?

—Ya me encontraba trabajando en el Diario Hoy de La Plata, disfrutando mucho de una realidad que siempre había soñado que es esto de trabajar en editorial, y un día cayó la novedad: “A partir de mañana los dibujos empiezan a salir en forma digital”. Como dije, yo estaba en pleno disfrute de lo que era esta historia del dibujo, y me enojé un poco con la noticia. A partir del día siguiente tenía que pintar en máquina, y cuando vos pintás en máquina te impersonalizás. Los primeros tiempos fueron difíciles, hasta que entendí cómo funciona. En un principio los dibujos quedaban bastante planos y poco agradables y me sentía un operario de Photoshop más que un ilustrador. Después, con el tiempo, eso fue cambiando. La tecnología básicamente te va llevando y comenzás a encontrarle sus ventajas, como la posibilidad de “undo” o el “Ctrol-Z”, ese golazo que es el poder volver para atrás. Hoy ya se puede recrear en forma digital de alguna manera lo que se hace con pinceles, en forma mucho más rápido, y te pagan lo mismo que cuando era con lápiz, pinceles y papel (risas).

—Seguramente esos cambios no fueron tan rápidos ni tan fáciles…

—Aparecieron primero las “tabletitas”, como las Wacom, lo que nos obligó a hacer un trabajo extra para acomodar el ojo a la mano. Antes tu ojo miraba cómo la mano dibujaba y ahora era mirar la pantalla mientras la mano dibujaba en otro sector. Luego aparecieron las tabletas más grandes, con otro tipo de atajos, y finalmente la Cintiq que amplía las posibilidades y en donde se dibuja directamente sobre la pantalla. Hoy dibujo con un lápiz digital, pero no en una tableta que me obliga a mirar la pantalla, sino sobre esa pantalla como si fuera un papel. Mi próxima meta es encontrar la posibilidad de agregarle algún tipo del film que simule la rugosidad del papel.

—¿Sentís que los resultados de tu trabajo son los mismos que lograbas antes?

—Anteriormente, cuando tenía que hacer posturas distintas de algún personaje, el lápiz le daba unas gracias al dibujo que yo no lograba con la tableta. Con el correr del tiempo y el ejercicio que da tener que entregar determinada cantidad de episodios, fui alcanzando un resultado similar a lo que se lograba antes, pero lo que sin dudas no se iguala es el disfrute. Dibujar en papel no tuvo nunca hasta ahora un paralelo tecnológico que lo pueda igualar. Y eso tiene que ver con las texturas, con los materiales que se tienen en la mano. Hoy, una misma punta es el pincel, el lápiz, el crayón… No tenés fibras, no tenés témperas, eso ya no existe. Y si bien los resultados pueden ser similares, son distintos desde el proceso. Los avances siempre son bienvenidos para lo que es trabajo, si tengo ganas de dibujar por placer, agarro lápiz y papel.

“Pasar del lápiz de madera al lápiz digital fue para los dibujantes algo muy importante. Muy marcado. Con el mouse no se podía y no se puede dibujar. Las tabletas vinieron a solucionar un poco eso.”

—En ese camino de crecimiento profesional llegaste a la animación. ¿Cómo transitás esta etapa y que senderos te llevaron a lo que hoy hacés?

—Yo no soy estrictamente animador. Si bien he hecho cosas de animación, lo mío está más en el proceso creativo. Soy quien inventa personajes, el que le da las herramientas, la estética, en ese proceso anterior al animador. Y en ese camino tuve la posibilidad de realizar efectos especiales y personajes para distintas campañas. Últimamente, con un grupo de trabajo, participamos en la publicidad de Topline con la creación de personajes para animación 2D. También trabajé para Levité en la creación de personajes y la animación, en una publicidad de Mc’Donald, que tenía de particular que no había animación en mí tarea, sino que yo hacía planos o dibujos fijos para agregar a una animación, y también para Banco Nación cuando empezaron a promocionar el uso de la aplicación BNA+. Y el camino también me llevó a trabajar mucho para México, en publicidades que incluían efectos especiales y la creación de algunos personajes.

—Contás mucho sobre la creación de personajes, ¿cómo es que nacen para vos en estos casos?

—Para todos los casos, no sólo para las publicidades, cuando creás un personaje lo primero que tenés que saber es la psicología que va a tener, quién será. Esto es fundamental para saber qué es lo que tenés que representar, y después, lógicamente, saber a quién se va a dirigir. Así, si sé lo que quiero decir y a quién se lo voy a decir, voy a saber el cómo lo voy a decir. Eso es vital.

¿Y cuando debés dibujar un personaje que ya existe en un texto previo?

—En esos casos, más allá de que el personaje ya haya sido creado en un texto, yo puedo tener una visión distinta del mismo. El lenguaje escrito es muy distinto al visual. Yo puedo potenciar al personaje o darle una visión diferente.

—Por lo que contabas, hoy estás trabajando solo, por fuera de cualquier estudio.

—Mayormente sí. Ya tuve estudios, ya fui parte de otros estudios, pero ya no volverá a pasar. Hoy trabajo solo y formo equipos o me sumo a equipos si determinado trabajo lo requiere, como sucedió con Pakapaka.

—¿En qué consistió esa experiencia?

—Se trató de un concurso que se arma por fuera de Pakapaka y para el cual me convocaron para hacer las expresiones extremas dentro de Storyboard (que después se convirtió en Animatic), de los personajes principales y de los secundarios más importantes. Después, viendo el proceso en el que participaban muchos chicos nuevos e inexpertos, me pusieron como asesor de imagen de lo que sería la creación de los personajes. Para validarlos, darles consejos, para orientarlos sobre como formar el personaje y que pueda actuar.

—Y en este caso, ¿cuál es el secreto de un personaje para animación?

—Lo que tiene la animación del personaje es que no solamente tiene que demostrar su psicología, sino que también hay que tener en cuenta su volumen para convivir con otro personaje, lo que hace que cuando los ves de lejos sabés quién es quién, y fundamentalmente que sea “animable”, que se pueda hacer. Para esto hay que saber, entre otras cosas, con qué costos va a contar la animación. Si es con un equipo para Disney no vas a tener problemas, porque contarás con el mejor software y un montón de equipos disponibles, pero si te encontrás sólo con una persona que va a animar, con un software limitado o con una decisión de estética limitada que hace que la animación sea más barata, tenés que pensar en algo que sea realizable con esas limitaciones.

—¿Si hoy pudieras elegir, volvés al dibujo en papel?

—No dejaría nada de lo que hago, pero si puedo haría lo que todavía nunca hice, que es publicar un libro de humor. Me quedé con la idea de ese libro de cuarentena cuando publicaba en Instagram las experiencias de la gente. Tendría ganas de hacer eso, humor, me gusta hacer humor como me gustaba mucho hacer las tiras en el diario.

—Después de más de treinta años, ¿estás en el lugar que soñaste estar cuando iniciaste tu carrera?

—Lo que más me gusta en mi vida es dibujar, y por suerte me levanto todos los días a dibujar. Sin dudas estoy en el lugar que quiero.

Sigue leyendo
Haga clic para comentar

Debes iniciar sesión para publicar un comentario. Acceso

Deja una respuesta

Artes Plásticas

Inauguración simultánea de muestras en el Centro Cultural Recoleta

Publicado

el

El Centro Cultural Recoleta inaugurará de forma simultánea seis nuevas propuestas artísticas, recuperando así el protagonismo de las artes visuales en ese espacio icónico de la Ciudad de Buenos Aires.

Durante esta apertura, que tendrá lugar el martes 19 de marzo en el espacio de calle Junín al 1930, podrá visitarse la nueva Sala 1, que llevará el nombre de Sala Histórica, destinada a narrar la historia de la institución y que a su vez albergará un homenaje a los artistas míticos en la vida de la Recoleta.

Obra de León Ferrari

El primero de ellos será León Ferrari, que regresa al Centro Cultural después de 20 años con la exposición de dos de sus obras originales: “Rosas” y una segunda pieza sin título (caja collage con mariposas), en colaboración con la Fundación Augusto y León Ferrari. . Arte y Acervo.

A continuación se desplegará en la sala 3, llamada Sala Abierta, la exhibición “Nueva edición Argentina. 1999-2024, 25 años de edición independiente”, curada por Damián Tabarovsky, con una mirada sobre la producción de libros, el papel de las editoriales independientes y la exhibición de primeras ediciones con más de 50 tapas de libros.

Luego se podrán encontrar cuatro muestras de arte contemporáneo argentino propuestas por el nuevo equipo de programación de Visuales del Recoleta, integrado por los curadores Carla Barbero y Javier Villa, con la producción de Verónica Otero.

El Pelele 2400

Con curaduría de Barbero llegan las exhibiciones “Centinelas”, de la artista Victoria Liguori (sala 4) y “La multitud agazapada”, de El Pelele (sala 10).

Liguori presenta una serie de dibujos que abordan la relación entre cuerpo y tecnología desde la ciencia ficción. El Pelele dará a conocer diez obras, entre pinturas e instalaciones, desde una narrativa que oscila entre lo monstruoso y lo romántico.

Cafe bajo la influencia, de Bruno Gruppalli

Con curaduría de Villa inauguran “Función privada”, de Bruno Gruppalli (sala 6), con pinturas de gran formato protagonizadas por personajes solitarios sentados a la mesa de algún café concert, donde experimenta con nuevos protocolos de uso y percepción del espacio pictórico, y “Odaraia”, de Jazmín Berakha (sala 5), ​​una de las artistas pioneras en la reelaboración contemporánea de disciplinas como el bordado, el tapiz o el pachtwork , técnicas que habían sido relegadas al ámbito doméstico.

Expresaron los curadores: “Iniciamos la programación 2024 con cuatro artistas que exploran en profundidad la representación del cuerpo en la contemporaneidad. La selección se basó en una búsqueda de empatía con los cuerpos que han estado presentes en el Centro Cultural en los últimos tiempos, a través de experiencias de danza urbana, espacios de trabajo compartidos y actividades recreativas. Al destinar varias salas para las artes visuales, estas primeras exposiciones buscan generar un diálogo y una apertura a la imaginación entre los cuerpos presentes y los representados”.

Los curadores Carla Barbero y Javier Villa

Finalmente, en las salas 7, 8 y 9 comenzará la exhibición “Grupo Joven, arte y desacato en los años 50”, que recorre el camino histórico de la agrupación artística con sus primeras experimentaciones geométricas en papel construidas lúdica y colectivamente. Con obras de José Arcuri, Diana Chalukian, Alfredo Carracedo, Augusto Cuberas, Domingo Di Stefano, Eduardo Mac Entyre, Víctor Magariños D., Pedro De Simone y Miguel Ángel Vidal. Y el diálogo de ellos con artistas contemporáneos como Francisca Amigo, Amadeo Azar, Tulio De Sagastizábal, Silvia Gurfein, Cristian Mac Entyre, Roger Mac Entyre, Marina De Caro, Andrés Sobrino y otros.

(Fuente: Cecilia Gamboa – Comunicación & Prensa)

Sigue leyendo

Artes Plásticas

Reeditan los primeros libros del aclamado ilustrador argentino Pablo Bernasconi

Publicado

el

Por Leila Torres (*)

En tapa dura y con imágenes actualizadas, ya llegaron a las librerías las nuevas versiones de las obras del artista argentino Pablo Bernasconi que habilitan una nueva oportunidad para conocer su producción en un contexto signado por el uso de plataformas y avances de la inteligencia artificial, para disfrutar con templanza las publicaciones de “Recíproco”, “Miedoso”, “La verdadera explicación” y “El brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos”.

Luego de una revisión muy grande de los diez títulos que Bernasconi, ilustrador argentino de más de 20 años de trayectoria, tiene publicados por Penguin Random House, en la que cambió textos, tipografías y actualizó algunas imágenes prestando suma atención al detalle, los libros ya están a la espera de los lectores de siempre pero también de aquellos por descubrir.

Bernasconi (1973) se dedicó al principio al diseño gráfico y desde hace muchos años se dedica al dibujo. Ha recibido numerosos premios: fue finalista del premio Hans Christian Andersen (considerado el Nobel de la literatura para chicos) y cuenta con diez galardones por su excelencia de la SND (Society of Newspaper Design). Sus propios libros presentan personajes inolvidables que cautivaron a las infancias y cruzaron fronteras hasta llegar a Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Brasil y también India, Corea y España.

Sin embargo, su público no es exclusivamente infantil. Hace un tiempo, en Bariloche, donde vive, expone obras para adultos y también participa de BADA, una feria con distintas propuestas artísticas que se realiza en el predio porteño de La Rural. Pero más allá de esta categorización, Bernasconi sabe que para cautivar a un niño primero hay que cautivar al adulto que le alcanza el libro. “Hablemos de un niño, por ejemplo, que todavía no sabe leer. Si está acompañado por un adulto, debe haber contagio placentero de alguien que está leyendo con placer a otro. Eso es impagable”, explica Bernasconi en una entrevista con la agencia de noticias Télam.

Desde este mes, las familias podrán disfrutar de la obra de Bernasconi en ediciones de tapa dura, una asignatura que el artista tenía pendiente. “Cuando viajo, o en las ferias en Bolonia me sorprende la presencia que tienen los libros álbum; más allá de que estén buenos o malos -porque hay de todo- la tapa dura les da una jerarquía y los ubica en una temporalidad que para mí es necesaria”, explica el escritor para quien es importante “sostener al libro como objeto de belleza”.

“La tapa dura se conserva más, se sostiene en el tiempo y otra vez es más adecuado como un objeto portador de belleza”, subraya Bernasconi quien, en esta primera parte del año ve materializado en este formato los títulos “Recíproco”, “Miedoso”, “La verdadera explicación”, “El brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos”. Las historias son diversas pero todas están acompañadas de sus collages creativos, la atención del detalle y de su modo particular de jugar con los colores.

Los pequeños cambios realizados tienen que ver, precisamente, con los detalles. “Por ejemplo en ‘El Brujo, el horrible y el libro rojo de los hechizos’ están cambiados los fondos, ciertas tipografías y facciones de los personajes”, precisa Bernasconi. También habrá cambios en “El infinito”, que se reeditará en el segundo semestre, incluirá códigos QR con explicaciones. “Son detalles, pero a nivel de edición son muy importantes. Con el correr del tiempo, los fuimos dejando de lado y este era el momento de atesorarlos”, agrega el ilustrador.

“Miedoso” cuenta la historia de Nina, una pequeña que debe enfrentar el miedo de tener un monstruo bajo la cama. La historia induce a reflexionar para qué sirven los miedos y si es posible ser valiente todo el tiempo. En diálogo con Télam desde Bariloche, Bernasconi asegura no haber sido un niño miedoso. “Crecí acá y tenía una relación con la naturaleza con ciertas cosas de bastante peligro. Y la verdad que no recuerdo haber tenido miedos que me opacaran la niñez” recuerda el ilustrador y confiesa: “Los miedos vinieron de adulto”.

“Miedoso tiene que ver con la salud de mi hija en ese momento, que me inculcó un miedo con el que tuve que lidiar junto con ella y a partir de eso salió el libro o escribí este texto”, cuenta Bernasconi, cuya hija Nina (nombre también de la protagonista de “Miedoso”) fue diagnosticada a los tres años con diabetes infantil.

“El miedo no tiene que ver con las arañas o con la oscuridad, tiene que ver con el miedo a que no logres algo. Un libro así, que incluya algo que tiene que ver con la transformación, yo lo hubiese agradecido. Como padre, hubiese agradecido si lo hubiese tenido”, reflexiona el autor.

La relación con los hijos y con la infancia es una gran fuente de inspiración para estos libros de Bernasconi. “La verdadera explicación”, un libro en el que se narran interpretaciones disparatadas para distintos fenómenos, surge de un “experimento” que el ilustrador hizo con su hijo Franco cuando era muy chiquito. “Tendría cuatro años y yo le empecé a preguntar por qué surgió esto o aquello. Nos sentamos a la noche y le preguntaba por ejemplo, cómo funciona el sol. Me llamó mucho la atención el desparpajo con el que contestaba, sin titubear en ninguna respuesta. Justificando todo, hasta cosas que no sabía”, recuerda el creador.

Esa operación narrativa fue ampliándose en su libro. “Empecé a tomar nota de cómo Franco construía sus respuestas. Ahí descubrí un método que César Aira lo usa llamado ‘la fuga hacia adelante’. Lo usan los niños para hablar y justificar, no las mentiras, sino las verdades. Y dicen cualquier barbaridad pero no importa, a partir de ahí avanzan, justifican y no se puede decir ‘No, en realidad me equivoqué’. Hay que sostenerlo de manera verosímil”, explica Bernasconi.

Sus libros se caracterizan por el humor. Esto es algo que al autor le sale natural. “No es tan adrede. Hablo de esa forma y cuento las cosas exageradas. Mi forma de relacionarme con el lenguaje es el humor”, precisa el escritor y amplía: “Para mí el humor y la poesía son una combinación de elementos maravillosos que justamente la raza humana logró perfeccionar con el tiempo y generan una forma de conectar con temas actuales muy efectiva”.

La obra de Bernasconi será recibida en un contexto de digitalización y uso cotidiano de plataformas por estar dirigida a jóvenes que pasan mucho tiempo en las pantallas y tienen distintas formas de consumir productos culturales que generaciones anteriores. Pese al escenario desafiante, Bernasconi tiene confianza: “Hay obras que perduran. El tiempo pasa y, sin embargo, ahí están. Siguen siendo imbatibles. A mi hija le leía María Elena Walsh y sé que si ella tiene hijos el día de mañana, va a leerle sus cuentos. Entonces yo, como cualquier autor, aliento a eso, a una obra que pueda perpetuarse. 20 años después ya tengo una prueba”, señala.

A la hora de escribir, Bernasconi no se detiene en estas preguntas de trascendencia y perpetuación. Su compromiso es con el lector: “Respetarlo, hacerlo sentir un ser inteligente. No evaluarlo y no ser condescendiente”, explica el autor.

Además, cuenta: “No me hago preguntas tan existenciales antes de abarcar una obra porque les tengo miedo. Hago todo porque los libros sean lo más expansivos posibles. Si yo me hiciera esas preguntas previamente, quedaría congelado. Creo que uno quedaría como cristalizado en una expectativa, en una ambición desmedida y es muy difícil escribir así”, explica el escritor.

Sobre la inserción de su obra en un contexto de una ampliada digitalización, con la reciente popularización de herramientas de inteligencia artificial que producen imágenes en tiempos récord, Bernasconi apuesta a la potencia del libro. “El papel pareciera quedar cada vez más obsoleto. Lo vemos en los diarios o en revistas que se están digitalizando. Sin embargo, el libro ha sobrevivido hasta ahora”, explica y advierte que “la batalla no es con el libro digital sino con la inserción de lo superfluo y todas las plataformas que proponen algo que no es constructivo”.

En este escenario, la inmediatez que caracteriza a la tecnología podría ser una enemiga de la lectura. “La tecnología es todo rápido, rápido, rápido y que dure tres segundos. El desafío tiene que ver con la templanza de las personas de profundizar en algo y, si vos querés eso, vas a leer un libro. Si no logras profundizar, porque más que un video de diez segundos no te bancás… Y bueno, toda la humanidad va a tener que crujir sobre algo que no está bueno”, observa el ilustrador.

Con la reciente utilización de herramientas de inteligencia artificial por parte de miles de usuarios, el debate sobre los riesgos y alcances de la inteligencia artificial se expandieron hasta alcanzar el campo artístico. Y al poco tiempo, aparecieron producciones novedosas que utilizaron esta herramienta como la película “Titanic” con la estética de David Lynch o un Van Gogh hecho de inteligencia artificial con el cual se puede conversar.

Aunque le parece una “gran herramienta”, señala que “conlleva cierto peligro de uniformar todo, que todo se vea igual”. “Es una herramienta muy incipiente pero de lo que estoy seguro es de que cambia todo el paradigma de acá en adelante de lo que estamos acostumbrados a consumir en cuanto a imágenes. No se cómo, pero seguramente va a modificar la ilustración, los libros, el mercado, los derechos y el trabajo”, analiza el diseñador gráfico.

“Si es una forma de acercarse a la belleza, bienvenida sea”, señala Bernasconi, quien todavía se aferra a su estilo, colores y pincel en mano.

(*) Agencia de noticias Telam.

Sigue leyendo

Artes Plásticas

Bob Dylan expone en Londres sus grabados sobre el paisaje estadounidense

Publicado

el

Desde las sinuosas carreteras de la ruta interestatal de Colorado, hasta el icónico puente Golden Gate de San Francisco, cada pincelada del cantautor y Premio Nobel de Literatura Bob Dylan, que integra la serie “El camino trillado” (The beaten path) y que se exhibe en la galería londinense Castle Fine Art, lleva a los espectadores a un viaje a través del paisaje estadounidenses.

La colección de seis grabados que se exhibe ahora es el último capítulo de la crónica visual de Dylan sobre paisajes que representan imágenes icónicas mientras recorre el corazón del país.

Con paisajes urbanos épicos junto a moteles de carretera, así como ferrocarriles, esta colección ofrece una visión de algunas de las imágenes más fundamentales y poderosas del paisaje estadounidense.

La serie de edición limitada Beaten Path se lanzó por primera vez en 2016 y fue el primer proyecto importante de Dylan como artista plástico.

“Las obras de The Beaten Path representan un tema diferente del imaginario cotidiano de la cultura de consumo. No hay nada que sugiera que estas pinturas se basaran en imágenes mentales que ocurren en los sueños, ni en mundos de fantasía, misticismo religioso o temas ambiguos. En cada imagen, el espectador no tiene que preguntarse si se trata de un objeto real o delirante”, describe Bob Dylan sobre la serie, citado por el blog de la galería.

“Para conmemorar este lanzamiento tan esperado, estamos encantados de ofrecerle una oferta de precio de lanzamiento en estos títulos firmados a mano”, anuncia la galería sobre las serigrafías firmadas, entre los 10 mil y los 20 dólares.

“Comprender el arte de Dylan ayuda a apreciar su singular impacto cultural. Su arte: pinturas, dibujos y esculturas de hierro reflejan su viaje creativo. Dylan, un observador del mundo, se hace eco de Warhol, Monet y los impresionistas, valorando la experiencia por encima de los detalles más finos de la imagen terminada”, asegura el texto curatorial de galería.

No es la primera vez que la obra en artes plásticas del Premio Nobel da que hablar. Se ocupó de las portadas de los discos “Music from big pink” en 1968 y “Self-Portrait” en 1970.

En 1994 la editorial Random House publicó “Drawn Blank”, una serie de dibujos del cantautor de principios de los noventa donde la expresividad fue reflejada en el papel y los colores de su arte.

Una década después, una galería alemana expuso estas mismas ilustraciones en la exhibición llamada “The Drawn Blank Series”.

Poco tiempo más tarde, la Galería Nacional de Dinamarca exhibiría cuarenta de sus pinturas acrílicas.

La Gagosian Madison Avenue Gallery expuso sus obras entre el 2011 y el 2012 centrándose en su trabajo de arte contemporáneo y la galería inglesa Halcyon ya había exhibido su trabajo con el hierro en noviembre del 2013.

Ese año inauguró Mood Swings, una presentación de siete puertas de metal creadas por Dylan quien sostuvo que es algo que siempre lo ha acompañado, pues creció en el Estado de Minnesota, donde la minería y el hierro son fundamentales.

En 2016 esta misma galería expuso parte de la serie “The beaten path” que ahora llega a la galería Castle Fine Art.

Sigue leyendo


Propietaria/Directora: Andrea Viveca Sanz
Domicilio Legal: 135 nº 1472 Dto 2, La Plata, Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA Nº 2022-106152549
Edición Nº