

Literatura
Bibliotecas: la larga historia de los anaqueles del saber
Por Andrea Viveca Sanz
La palabra biblioteca hace referencia al lugar en el que se guardan los libros y así fue en los orígenes. En nuestros días este concepto se ha hecho más dinámico y hoy las bibliotecas se han convertido en organismos interactivos en los que habitan verdaderos tesoros que guardan la sabiduría de todos los tiempos.
Sin dudas cuando uno ingresa al mundo en el que habitan los libros siempre se respira cultura y se produce entonces el mágico encuentro entre los lectores, los autores y los editores. Es en las bibliotecas donde confluyen en silencio cada uno de los protagonistas del proceso de aprender.
Las primeras bibliotecas surgieron en la antigüedad y fueron evolucionando conforme cambió la escritura y la materialidad y forma del libro.
En principio se escribía sobre tabletas de arcilla que surgieron como necesidad para ordenar asuntos cotidianos como datos comerciales o acciones judiciales.
La biblioteca más antigua data del tercer milenio AC y fue encontrada en un templo de la ciudad de Nippur en Babilonia, en la cual se rescataron tabletas de barro y rollos de papiro.
En la Mesopotamia también se destacaron otras bibliotecas como la de Asurbanipal que contenía tabletas de arcilla rectangulares en las que aparecía un colofón, el nombre del propietario y el nombre del escriba. Estas tablillas eran guardadas lejos del suelo en cajas de madera o cestos de mimbre y se ordenaban según su importancia. En esta biblioteca existió una colección y preparación de una edición definitiva de escritura cuneiforme.
Otra biblioteca mesopotámica fue la de Ebla, en la que se encontraron fragmentos de tabletas colocadas en estanterías de madera clasificadas por forma y contenidos. En sus lomos tenían signaturas para identificarlas.
En Egipto se utilizaron los papiros en los que se escribía con tintas obtenidas de resinas y hollín. Esos papiros se pegaban unos a otros y se guardaban enrollados formando volúmenes. A su vez los volúmenes se depositaban en estuches de cuero y estos en cajas de madera o ánforas. Todo ese patrimonio cultural era guardado en bibliotecas a las que llamaban “casas de la vida”, ubicadas en templos y palacios reales. No han quedado evidencias de esos materiales por la escasa resistencia de sus componentes. Se destacaron las bibliotecas de Tebas, Karnak y Tell El- Amarna.
En Grecia era común el uso de papiros y las tablillas de madera enceradas para enseñar. Ya en la época helenística aparece el pergamino como soporte para escribir, siendo este material más resistente y práctico. Con la llegada de la escritura alfabética se difunde la enseñanza y aparecen entonces bibliotecas particulares como la de Ulano en la que se encontraron los textos de Epicuro. Otras bibliotecas destacadas de Grecia fueron la de Alejandría y la de Pérgamo.
La Biblioteca de Alejandría si bien estaba ubicada dentro de Egipto, pertenecía a la cultura helenística y fue una de las más destacadas de la época. En ella se calcula que hubo alrededor de 700.000 manuscritos y documentos de antiguas civilizaciones. Los manuscritos se ubicaban en nichos de madera o mimbre y los mejores eran untados con aceite de lino. Cada manuscrito se identificaba con una especie de etiqueta en la que figuraba el título que correspondía a las primeras palabras de la obra. Esas etiquetas se llamaban sillybos. Los rollos de papiro se guardaban en receptáculos de madera llamados bibliotheke que significaba colección de libros.
La biblioteca de Pérgamo estaba organizada alrededor del templo de la diosa Atenea y fue depositaria de cerca de 200.000 volúmenes. También se utilizaba el pergamino como material de escritura.
En Roma se utiliza también el papiro y tablillas de madera encerada para escribir, estas últimas se unían por uno de sus lados y constituían los codex, que fueron un primer paso hacia el libro de la actualidad.
En ese tiempo se comienza a comercializar el libro y aparecen las librerías editoriales, como así también las primeras bibliotecas públicas como las de Asinio Polión. Otras bibliotecas de la época fueron las de Ulpia y las del Pórtico de Octavio y la de Palatino.
Durante la Alta Edad Media hay que destacar la importancia de los monasterios como lugares en donde se difundía la cultura y por lo tanto donde se alojaban importantes volúmenes de libros. Las bibliotecas destacadas de esta época eran las episcopales y monacales.
Las bibliotecas estaban al lado de salas llamadas scriptorium en las que los religiosos se dedicaban a copiar libros que se intercambiaban con otros monasterios.
También podía haber bibliotecas en las catedrales o en las cortes.
En la Baja Edad Media los libros dejan de ser sólo religiosos para convertirse en instrumentos del saber, es por ello que en este período aparecen las bibliotecas universitarias que eran abastecidas por donaciones y compra de libros.
También había bibliotecas catedralicias en las que existían libros sagrados que por lo general estaban escritos en latín y obras clásicas. En estas bibliotecas había salas de lectura porque los libros no se prestaban.
Sobre el final de la edad media se destacan algunas bibliotecas privadas como las de algunos monarcas como los Medici o las de algunos papas como Nicolás V o Sixto IV.
Durante el siglo XV y con la aparición de la imprenta, se incrementa la edición y circulación de libros y las bibliotecas entran en un período de esplendor. En el siglo XVI aparecen las primeras bibliotecas nacionales. Se destacan bibliotecas como la del Escorial en España, la nacional francesa, la nacional de Austria y otras.
Ya en el siglo XVII tiene su nacimiento la primera biblioteca pública fundada por Federico Barromeo, conocida como la Ambrosiana de Milán, en la cual se destacaron gran cantidad de manuscritos y códices. A partir de entonces se expanden este tipo de bibliotecas, ya que el libro pasa a ser un instrumento de conocimiento y se legaliza el derecho de acceso a la lectura. Aparece en este período la figura del bibliotecario profesional.
En el siglo XVIII el concepto de biblioteca se hace más amplio, ya no se trata de un lugar en donde se almacenan libros solamente, sino de un espacio abierto en constante crecimiento que atiende las necesidades de los lectores. Es en este siglo de las luces cuando surgen los clubes de libros y bibliotecas itinerantes. Aparecen las bibliotecas de socios o suscriptores.
Es en el siglo XIX, la industria editorial se expande favoreciendo el abaratamiento de los libros y por ello también se diversifican las bibliotecas públicas que quedan comprendidas en leyes que las protegen y ordenan. Surgen en este marco las primeras asociaciones de bibliotecarios.
La aparición de los diversos soportes digitales en el siglo XX genera una explosión de la información que colabora con la expansión de las bibliotecas, que desde entonces han tenido que ir adaptándose a los avances tecnológicos para su funcionamiento.
Hoy en día existen numerosas asociaciones internacionales que favorecen la cooperación entre bibliotecas, y la automatización ha permitido la utilización de catálogos de acceso público. El modelo sería el de bibliotecas híbridas que guardan sus materiales en forma tradicional y ofrecen además servicios sustentados por las nuevas tecnologías.
En este tiempo, además de las bibliotecas nacionales y públicas existen bibliotecas escolares, bibliotecas especializadas y bibliotecas universitarias.
Como decía Jorge Luis Borges, de todos los instrumentos creados por el hombre “solo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.
El libro, por tanto, debe ser protegido como un verdadero tesoro, sin importar el soporte en el que anide su contenido. Las bibliotecas deberán seguir siendo aquellas “casas de vida”, en las cuales la imaginación y la memoria de todos los tiempos están resguadadas.

Literatura
Homenaje a Juan Carlos Onetti en la presencia de Uruguay en la 49ª Feria del Libro

Uruguay estará en la 49ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires con su stand N.º 1900, Pabellón Amarillo. Gestionado por la Dirección Nacional de Cultura, el Instituto Nacional de Letras, Uruguay XXI, la Cámara Uruguaya del Libro y la Embajada de Uruguay en Argentina.
La temática central del stand es el homenaje por los 75 años de la publicación de “La vida breve” de Juan Carlos Onetti, obra reconocida como precursora del Boom Latinoamericano. En el stand se podrá visualizar un mapa de Santa María dibujado por Onetti, junto a los mapas de las ciudades creadas por los autores uruguayos Eugenia Ladra y Diego Recoba en sus respectivas novelas: “Carnada” y “El cielo visible”.
El domingo 27 de abril, a las 19, se llevará a cabo el Día de Uruguay en la Sala Ernesto Sábato, del Pabellón Azul. Allí, se presentará una nueva edición conmemorativa de “La vida breve” (RAE – ASALE) coordinada por Wilfredo Penco, vicepresidente de la Academia Nacional de Letras de Uruguay, con textos de Emir Rodríguez Monegal, Josefina Ludmer, Mario Vargas Llosa, Antonio Muñoz Molina y José Emilio Pacheco.
Se realizarán dos mesas durante la jornada. Una de ellas que versa sobre la figura de Onetti, con Carlos María Domínguez, autor de “Construcción de la noche. La vida de Onetti”, y María de los Ángeles González, autora de “Onetti: las vidas breves del deseo”. La otra mesa, sobre la nueva narrativa uruguaya con Eugenia Ladra y Diego Recoba. Con la conductora e influencer Evitta Luna y el periodista Mauricio Rodríguez.
La participación musical estará a cargo del uruguayo Diego Presa y de la actriz y cantante argentina Julieta Díaz. Sobre el final se realizará un brindis en el stand de Uruguay.
Asimismo, otras actividades recorrerán temáticas como: narrativa queer uruguaya, la literatura juvenil, la narración oral, los 40 años de democracia y los cruces entre literatura y otras disciplinas. Las y los autores uruguayos participarán de las diversas actividades organizadas por la Fundación El Libro. En el XVII Festival Internacional de Poesía Uruguay estará presente con la autora Catalina Torres, directora de cine, fotógrafa y escritora, ganadora del Premio Ópera Prima 2024 con su libro de poesía “Lo más grande que yo jamás vi”.
En los Diálogo de Escritoras y Escritores de Latinoamérica estarán Selene Hékate, nacida en Buenos Aires pero criada en Uruguay y el autor Claudio Invernizzi, escritor, publicista y periodista, cuya producción literaria se nutre de experiencias propias en las cárceles de la dictadura cívico-militar e historias enclavadas en la década de 1950.
En Orgullo y Prejuicio participarán los escritores uruguayos José Arenas, Dani Umpi y Sebastián Miguez Conde quienes hablarán de narrativa queer uruguaya. Y del Encuentro de Narración Oral participará Niré Collazo, mientras que Camila Silva, Sofía Aguerre y Mica Álvarez serán parte del 9° Encuentro Internacional de Bookfluencers.


Cronograma de actividades:
- Narrativa queer uruguaya
Conversatorio con José Arenas, Dani Umpi y Sebastián Miguez Conde.
Sábado 26 de abril, de 14 a 15 horas.
Espacio Orgullo y Prejuicio de Diversidad Sexual e Inclusión. Pabellón Ocre
- Día de Uruguay. Una cartografía de la novela uruguaya
Presentación de la edición conmemorativa de La vida breve, de Juan Carlos Onetti (RAE – ASALE). Mesa sobre nueva narrativa uruguaya, con Eugenia Ladra y Diego Recoba. Participación musical de Diego Presa (Uruguay) y Julieta Díaz (Argentina). Brindis final en el stand de Uruguay.
Domingo 27 de abril de 19 a 21 horas.
Sala Ernesto Sábato. Pabellón Azul.
- Encuentro Internacional de Narración Oral
Participación de Niré Collazo (Uruguay).
Viernes 2 de mayo, de 11 a 13 horas (Para adultos, sala Carlos Gorostiza, Pabellón Amarillo); sábado 3 de mayo, de 9 a 11 horas, y domingo 4 de mayo, de 10 a 12 horas, y de 14 a 16 horas, cierre del Encuentro para todo público, sala José Hernández, Pabellón Rojo).
- XVII Festival Internacional de Poesía
Lectura de poesía con la participación de Catalina Torres (Uruguay), junto a poetas de Argentina: Florencia Fragasso, Nahuel Lardies y Santiago Venturini.
Domingo 4 de mayo, de 16 a 17 horas.
Sala Adolfo Bioy Casares.
- Uruguay: 40 años de libertad y democracia
Conversatorio con Gerardo Caetano y Ana Ribeiro. Organiza: Cámara Uruguaya del Libro.
Domingo 4 de mayo de 20.30 a 21.30 horas.
Sala Rodolfo Walsh, Pabellón Amarillo.
- Diálogo de escritoras y escritores de Latinoamérica
Participan Edmundo Paz Soldán (Bolivia), Pablo Plotkin (Argentina) y Selene Hékate (Uruguay).
Lunes 5 de mayo, de 17.30 a 18.30 horas.
Sala Alfonsina Storni, Pabellón Blanco.
- Diálogo de escritoras y escritores de Latinoamérica
Participan Cynthia Rimsky (Chile), Adriana Riva (Argentina) y Claudio Invernizzi (Uruguay).
Lunes 5 de mayo de 19 a 20 horas.
Sala Alfonsina Storni, Pabellón Blanco.
- Encuentro de Bookfluencers: Literatura Juvenil Uruguaya
Conversatorio con Camila Silva, Mica Álvarez y Sofía Aguerre.
– Domingo 11 de mayo de 17 a 18 horas.
Espacio Joven.
Autoras y autores uruguayos
Eugenia Ladra (Montevideo, 1992).
Carnada es su primera novela (Criatura Editora, 2024). Es egresada del Máster en Creación Literaria por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Publicó el libro álbum Ramona y Ramiro (2017) y los plaquettes de cuentos La naturaleza de la muerte (2019) y El espacio podría sonar así (2020). Su cuento «Leche» forma parte de la antología Nuevas emergencias (2023).
Diego Recoba (Montevideo, 1981).
Cofundador de la editorial popular La Propia Cartonera. Publicó las novelas Locas pasiones, Sobredosis, El oso, Antártida y sus galaxias y El cielo visible, Premio Bartolomé Hidalgo 2024 y Premio Nacional de Literatura de Uruguay 2024, seleccionada en el programa Mapa de las Lenguas de Penguin Random House; el libro de poesía Instituciones personales, y el libro de crónicas Hasta Borinquen, entre otros.
Selene Hékate (Buenos Aires, 1988).
Descendiente de olimareños, transcurrió su infancia y adolescencia en el balneario Pajas Blancas, experiencia que inspiró su novela Desaparecer en el Otro Monte (Fin de Siglo), Mención en Narrativa Premios Nacionales 2024. Se formó como artista en la Escuela Nacional de Arte Lírico del Sodre y en otras instituciones donde hizo teatro y ballet. Fue parte de la Usina Literaria de Daniel Mella y es cantantautora de rock experimental en La Invención de Morel.
María de los Ángeles González (1966).
Doctora en Letras Españolas e Hispanoamericanas por la Universidad de Buenos Aires (UBA), investigadora de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y Prof. Adj. de Literatura Española en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), Universidad de la República (UDELAR Montevideo/ Uruguay).
Carlos María Domínguez (Buenos Aires, 1955).
Reside en Montevideo desde 1989. Se inició como periodista en la revista Crisis. Autor de obras de no ficción, como Construcción de la noche, una biografía de Juan Carlos Onetti; El bastardo. La vida de Roberto de las Carreras y su madre Clara, y Tola Invernizzi. La rebelión de la ternura. También escribió las novelas Tres muescas en mi carabina, La costa ciega, La breve muerte de Waldemar Hansen, La casa de papel (traducida a más de veinte lenguas), y del libro de cuentos Mares baldíos.
Diego Presa (Montevideo, 1975).
Músico y autor de canciones. Cuenta con quince obras editadas y cientos de conciertos en salas de Uruguay y Argentina. Sus creaciones se desarrollan tanto en formato solista como en colectivo. Es integrante de Buceo Invisible, conforma un dúo junto a Julieta Díaz (Argentina) y fue miembro del trío El Astillero.
Mauricio Rodríguez (Montevideo, 1971).
Periodista, técnico en Comunicación Social y docente de periodismo. Ha publicado en medios como El Observador y El País, revistas Freeway, Libroguía y Actitud y semanario Brecha, y ha colaborado con distintas radios. En el 2006 publicó el libro El caso Gelman. Periodismo y derechos humanos (ediciones Cruz del Sur). En el 2009 publicó, junto con el periodista Raúl Ronzoni, el libro de entrevistas Viejos son los trapos (Saga Ediciones) y en el 2012 —también con Ronzoni—, ¡Vidas bien vividas! (Editorial Fin de Siglo).
Evangelina Luna
Conocida artísticamente como EvittaLuna, es una actriz y creadora de contenido uruguaya. Saltó a la fama con sus videos de humor en TikTok e Instagram. Actualmente integra el staff de Soñe que Volaba, programa diario del canal de streaming argentino Olga.
Gerardo Caetano (Montevideo, 1958).
Historiador y politólogo. Doctor en Historia, Universidad Nacional de La Plata. Ha publicado numerosos libros y artículos, por los que ha obtenido varios premios académicos nacionales e internacionales. El último de ellos es el Premio Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales 2022, máxima distinción de Clacso. Fue director del Instituto de Ciencia Política entre 2000 y 2005. Actualmente preside la Academia Nacional de Letras del Uruguay. Primer presidente de la Asociación Uruguaya de Historiadores y de la Asociación Uruguaya de Estudios Internacionales.
Ana Ribeiro (Montevideo, 1955).
Licenciada en Historia por la UDELAR (Uruguay) y Doctora en Historia por la Universidad de Salamanca (España). Lleva publicados varios libros sobre historia nacional y regional: Montevideo, la malbienquerida (1996) Los tiempos de Artigas (1999), en seis tomos, edición del diario El País; 200 cartas y papeles de los tiempos de Artigas (2000), El Caudillo y el Dictador (2003), Historias sin importancia (2007), Los tiempos de Artigas I y II (2009) Aire libre y carne gorda (2011), Los muy fieles Tomo 1 (2013). En 2008 publicó su primera novela, Todo se pasa.
Dani Umpi (Tacuarembó, 1974).
Es uno de los artistas más diferentes y valientes de su generación, siempre a la vanguardia del arte en Latinoamérica. Fiel seguidor de la cultura norteamericana pero también modernizador de la cultura uruguaya, su arte se ha volcado entre novelas, canciones y obras visuales, que le han llevado a ser muy reconocido en el mundo hispanohablante, especialmente dentro de aquellos sectores donde el posmodernismo más canalla y kitsch es una referencia.
Sebastián Miguez Conde (Montevideo, 1979).
Recibió el Premio Onetti en 2022 y tercer premio Narrativa del MEC 2024. «Las mujeres del diablo» fue parte de la antología Entintalo (2012), del Centro Cultural de España. «Ángel del Claustro» fue reconocido en el III Concurso Literario Nacional de Poesía y Narrativa Espacio Mixtura de la Casa de los Escritores del Uruguay, 2012. «La raíz de la furia» fue mención en el Premio Onetti 2015. «Nadie está muerto mucho tiempo» fue premiado por el MEC en la categoría inéditos con el nombre «Los fantasmas de la cerrazón», en 2018.
Catalina Torres (Montevideo, 1993).
Premio Ópera Prima de los Premios a las Letras del MEC, 2024 con su libro de poesía Lo más grande que yo jamás vi (Pez en el Hielo). Directora de cine, fotógrafa y escritora. Sus poemas fueron publicados en la antología Devotas (2021), publicada por Fardo.
Claudio Invernizzi (Piriápolis, 1957).
Publicista, periodista y escritor. Colaboró en la creación del primer programa de la licenciatura de comunicación de la Universidad ORT Uruguay. Dictó conferencias en todos los centros de estudio y decenas de eventos de comunicación del país, también lo hizo para alumnos de comunicación de la Sorbona y en América Latina. Su actividad literaria es variada, incluye desde experiencias propias en las cárceles de la dictadura cívico-militar hasta historias enclavadas en la década de 1950.
Niré Collazo (Montevideo, 1950).
Narradora. Escribe desde muy temprana edad, plasmando sus palabras en papelitos, libretas, cuadernos y cualquier superficie que encuentra a su alcance. Además de su pasión por la escritura, demuestra un profundo amor por la lectura. Es conocida por su curiosidad y sentido del humor.
Camila Silva (Melo, 2001).
Escribe historias desde niña. En 2021 convenció a sus padres para autopublicar su primera novela, Entre relojes. No solo vendió toda la edición, sino que largó una segunda tirada y el año pasado firmó su primer contrato con la editorial multinacional Urano, que le permitió republicarla y lanzar Entre silencios, un nuevo libro con distribución masiva y llegada internacional.
Sofía Aguerre (Montevideo, 1993).
Es correctora de estilo, editora y traductora de inglés. Publicó con Puck las novelas Las lunas de marzo, Las noches perdidas y Felicia y los bosques olvidados, obra que ganó el segundo premio en la categoría Literatura Infantil y Juvenil de los Premios Nacionales de Literatura en 2022. También es autora de Adagio (primer premio en el concurso literario Juan Carlos Onetti 2021, en la categoría Narrativa Infantil y Juvenil) y de El año de los girasoles, publicadas con Sujetos Editores. Ha participado en varias iniciativas literarias y clubes de lectura; actualmente coorganiza la Mega Maratón de Escritura.
Micaela Álvarez (Montevideo, 1991).
Nació en Montevideo pero creció en un pueblo del interior del país. Escritora y Licenciada en Pedagogía. A raíz de la pérdida de su papá, a los 17 años, comenzó a escribir su primer libro Now. Autopublicarlo no fue sencillo debido al contexto: mujer y del medio rural. En octubre de 2023 emprendió una librería virtual CAP LIBROS y creó el proyecto “Un viaje a través de la lectura”, una propuesta multicultural que promueve la lectura y las manifestaciones artísticas, en distintas localidades del interior del país.
María Alcorta (Maco) (Flores, 1987).
Es dibujante e historietista, estudió Arquitectura y Bellas Artes. En 2011 publicó su primer libro, Aloha, que al año siguiente se reeditó en España y obtuvo un premio de la Banda Dibujada (Buenos Aires), en 2022 publicó su segundo libro como autora integral, ¡Viva la evolución!, con la editorial argentina Maten al mensajero. Publicó la historieta Fedra en el blog colectivo Marche un cuadrito (que en 2012 obtuvo el premio Sheldon a mejor webcomic). Ha publicado varias historietas en libros colectivos y revistas de Latinoamérica y ha sido invitada a festivales de Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil, Euskadi y Perú.
Jorge Mota (ca_teter) (Montevideo, 1977).
Artista visual e ilustrador. Licenciado en Artes Plásticas y Visuales. Expone su obra regularmente desde 2009 y trabaja en proyectos de ilustración desde 2004. En 2017, junto a Maco Algorta, crea el sello editorial Ediciones de la uniceja con el que llevan más de quince títulos publicados. Su libro La gran carrera fue seleccionado para integrar el catálogo White Ravens 2021 y fue ganador del Premio Nacional de Literatura Intantil y Juvenil 2021, también fue parte del catálogo del Premio Bologna Ragazzi de la Feria del Libro de Bologna 2022.
(Fuente: Mariana Hunt – Prensa)
Textos para escuchar
Una larga noche negra – María Verónica Puyó por Mariano Rodríguez

Mariano Rodríguez lee el cuento Una larga noche negra de María Verónica Puyó
Era de día y, sin embargo, la noche se irguió de repente. No lo notamos al principio, pero el manto negro se extendió tan veloz como una gran mancha de aceite. Hasta entonces éramos felices.
Lo éramos. Pero un péndulo de acero glacial nos rozaba las cabezas y nos soplaba su aliento de verdugo. Y nosotros, inmutables, permanecíamos latiendo, viviendo a nuestro antojo sin medir ni calcular finales.
Un buen día me dijiste algo del miedo. Ciertamente no presté mucha atención, te escuché sin oír lo que decías. Simplemente recuerdo que hablaste de algo así como de un monstruo voraz y sanguinario. Siempre tenías esos temas, no me pareció extraño, pero ahora que trato de visualizar tus ojos, me doy cuenta que tenían un fulgor distinto, más brillante. Después dijiste que no había que dejarse morder por el miedo, que nunca lo harías. Sinceramente, no sabía de qué hablabas.
Poco después de aquella tarde vinieron a buscarte. Estaba oscuro y el toque de queda había barrido las calles como una feroz tormenta de otoño. A esa hora tomábamos un té en la cocina, era como una ceremonia, y el mundo podía caérsenos encima mientras tanto sin que nosotros soltáramos las tazas. Entonces oímos patear la puerta, y unas sombras desnudas se arrinconaron tras el cristal. Me levanté asustada y fui a ver qué querían. Creo que te paraste y permaneciste como congelado al lado de la silla. Cuando abrí se lanzaron como buitres, te vieron, te ataron las manos en la espalda y, sin oír mis preguntas aterradas, te apoyaron un revólver en la sien. Enmudecí y los ojos se me nublaron. Me parece verte pálido todavía, diciéndome algo del miedo, y yo no te escuchaba.
Te sacaron sin decirme una palabra, me cerraron la puerta y alcancé a verte tras el vidrio empañado, subiendo a un auto verde con los ojos perdidos. Grité y no me escuchaste, y entonces, solo entonces, comprendí lo del miedo.
Esa noche no dormí y por la mañana corrí temprano a preguntar dónde estabas. Me atendió un hombre alto, de anteojos, que, pasando varias veces el dedo de arriba a abajo en el papel lánguido me dijo que no estabas en la lista de los detenidos, como otros cientos. No se cómo volví a casa, ni cómo esa noche, recostada en el sillón, te soñé caminando mientras un niño pequeño te arrastraba de la mano hasta un precipicio. En el borde, a punto de caer, me gritabas algo, y yo no te oía. Te alcancé una mano y la tuya se escurrió como agua entre mis dedos. Resbalaste al vacío y, desesperada, quería caerme contigo pero no podía.
He escuchado muchos toques de queda desde entonces y creo que, desde algún lugar, desde alguna celda fría o pozo oculto continúas llamándome. Muchas veces me pregunté qué habías hecho, y otras muchas me respondí que no habías temido, que no habías aportado tu cuota al régimen del temor soberano. Hoy, tras años de preguntas sin respuestas, de calabozos sin registros, de silencio y noche negra; hoy, recién, aclara el día. Y sin embargo para mí la noche no se ha ido.
Historias Reflejadas
“Memorias enraizadas”

Memorias enraizadas
Soltar la patria es avanzar caminando las raíces que nos atan a lo nuestro, es rescatar en el exilio aquello que nos pertenece y huele a propio.
Soltar la patria es dar pasos inciertos, encadenados a un pasado que se desdibuja en el recuerdo, cargando los miedos que habitan como fantasmas en las almas sin tierra.
Soltar la patria es buscar en los bolsillos de la memoria aquello que nos construye más allá de las distancias y de las diferencias. Es encontrar los sabores y los olores que anidan en nuestra esencia, es trascender los dolores y rescatar la savia que nos recorre por dentro. Es reinventarse en las palabras que mutan y se mezclan con lenguas lejanas, para crear un lenguaje nuevo, sin raíces, donde lo propio se esfuma en lo desconocido.
Soltar la patria es llevar como único documento una caricia, un poncho, o una foto, que hayan logrado sobrevivir a la guerra y trascender la sangre para mantener viva la identidad de los pueblos.
Soltar la patria es permitir que su savia siga viva, que recorra las generaciones futuras para que cada una de ellas sea capaz de enraizarse, de abrazar la historia y de mantenerla viva en la memoria.
Andrea Viveca Sanz
Se reflejan en esta historia: “Con el corazón al sur”, de Gabriela Exilart; “Malón de amor y muerte”, de Graciela Ramos; “Mulatos”, de Cristina Validaquis; y “Los paraísos perdidos”, de Fernanda Pérez.
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