Literatura
Con libros al 50% por 10 días, comienza la Feria del Libro del Chaco
Con libros a mitad de precio para incentivar la lectura y el mercado editorial local, desde el jueves y hasta el 10 de septiembre se realizará la 15ta edición de la Feria Iberoamericana del Libro del Chaco (FIL) que contará con una apertura a cargo del escritor Mariano Quirós.
La inauguración será el jueves a las 19 en el Espacio Azul del predio del Domo del Centenario, donde Quirós compartirá el texto “Zumban las balas en la tarde última”, en un acto a las 19 y a las 20, en el Espacio Violeta, el gobernador Jorge Capitanich presentará el libro “La democracia en crisis”, la obra póstuma del periodista y corresponsal de la agencia de noticias Télam, Fabio Prette, fallecido el 9 de mayo pasado.
El distintivo de la feria chaqueña son los libros con 50% de descuento, una política provincial de fortalecimiento de las editoriales locales y acceso a la lectura que se viene repitiendo desde hace una década.
“Chaco es la única provincia del país que aplica la propuesta del libro a mitad de precio, buscamos que el beneficio se vuelque directamente a la familia chaqueña; el año pasado 200.000 personas pasaron por la feria, donde hubo una venta muy importante de libros sobre todo para las infancias y adolescencias que fueron las más beneficiadas”, explicó Francisco Romero, presidente del Instituto de Cultura del Chaco.
De esta manera, el público participante podrá elegir su libro entre los disponibles de las Librería y Editorial De La Paz, Librería y Papelería Casa García, Ediciones Paulinas, Librería Las Cañitas, Librería El Árbol Amarillo, Editorial Eudene – Universidad Nacional del Nordeste, Editorial Literatura Tropical, Editorial Uncaus, Editorial y Librería Contexto y Milka Libros.
La atención de las librerías será de 9 a 22 durante los 10 días que dure la feria y con entrada libre y gratuita.
La Feria Iberoamericana del Libro de Chaco es organizada por la Fundación del Libro y la Cultura junto al gobierno provincial, a través del Instituto de Cultura y el Ministerio de Educación.
Esta edición de la FIL Chaco contará con más de 100 actividades que incluyen presentaciones de libros, entrevistas, conversatorios, talleres, capacitaciones, rondas de lecturas, espectáculos culturales y una variada propuesta de emprendedores locales.
Entre los autores y autoras invitadas se cuentan Martín Kohan, Esther Cross, Betina González, María Rosa Lojo, Delfina Pignatiello, Martín Castagnett, Paula Puebla, Miguel Ángel Molfino, Michel Nieva, Humphrey Inzillo, Lucas Brito Sánchez, Ernesto Gallo, Leonardo Gentile, Literatura Tropical, Charco Poesía, entre muchos otros nombres locales y regionales.
Una de las actividades centrales es el 4º Festival de Poesía, curado por la poeta chaqueña Claudia Masin, y coordinado por la profesora Maia Bradford.
La cita es el sábado 9 a las 19 en el Espacio Magenta y el festival reunirá la obra poética de Robin Myers (Estados Unidos), Daniel Lipara (Buenos Aires); Mariana Vacs (Rosario), Flor López (Córdoba), Alicia Genovese (Buenos Aires), junto a las voces regionales de María Bakún, Daiana Vázquez, María Elena Romero, Mario Caparra, Ángelo Vara Dadone, Fabián Yausaz, Evelin Bochle, Estefanía Ceballos, Lara Schaefer y Franco Rivero.
La agenda artística incluye a figuras relevantes del ambiente musical como Feli Colina, Viento Norte, Bailunga.
Además, se abre el espacio Chacolaborativa, que reunirá las propuestas musicales de Pablo Poblado, Negroovs, Algo al Spiedo, Luli Maidana, La Fuegah, Naave (Formosa), Purahei Soul, Sol Gómez (Paraguay), Gastón Nakazato (Misiones) y Tajy (Corrientes); y el domingo 10 el cierre estará a cargo de La bomba de tiempo.
Las y los interesados pueden consultar la agenda de los 10 días en la web www.filchaco.com.ar.
																	
																															Literatura
Entregan a Pablo Maurette el Premio Herralde de Novela por “El contrabando ejemplar”
														El escritor argentino Pablo Maurette fue galardonado con el Premio Herralde de Novela por “El contrabando ejemplar”, seleccionada entre 892 manuscritos. La obra, que llegará a las librerías argentinas en diciembre, narra la historia de Pablo, un aspirante a escritor que viaja a Madrid para recuperar el manuscrito inacabado de Eduardo, su amigo y mentor.
Ese texto inconcluso intentaba desentrañar el enigma del destino argentino a partir del “contrabando ejemplar”, un sistema de comercio clandestino del siglo XVII. La apropiación del manuscrito se convierte en un ejercicio de reconstrucción personal y literaria: un viaje entre la biografía del narrador y la de su maestro, un personaje peronista, melancólico y excesivo.
En el relato aparecen figuras como la tía Chiquita, Teruca, Pietro Malaspina —primer italiano en pisar el Río de la Plata—, Zebulão Mendes, médico judío converso, y el monstruo querandí, criatura mítica que sobrevuela la historia nacional. Con humor, ternura y violencia, los personajes componen un mosaico donde se confunden historia, imaginación y memoria afectiva.
El jurado —integrado por Cecilia Fanti, Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos y la editora Silvia Sesé— distinguió la obra presentada bajo el seudónimo Carlos Bernárdez. En la fase final, compitió con “¡Adelante, Cronófobos!” de Diego Garrido, “El profesor de piano” de Emilia Lenz, “Gringo joven” de Yobaín VB y “Animal fiero” de Juan José Ferro Hoyos.
Marta Sanz definió la novela como “un viaje amenísimo por nuestras ficciones históricas y personales”, mientras que Villalobos destacó su “exégesis delirante y provocadora de la historia argentina”. Para Fanti, la obra responde desde la literatura a la pregunta “¿en qué momento se jodió la Argentina?”.
Nacido en Buenos Aires en 1979, Maurette es autor de las novelas “La migración” y “La niña de oro”, y de ensayos como “La carne viva” y “Por qué nos creemos los cuentos”. Reside en Florencia, colabora con La Repubblica y enseña literatura comparada en la Florida State University.
Literatura
Morir por la Patria
														por Luis Carranza Torres (*)
La fecha del 2 de noviembre proviene de la tradición católica del Día de los Fieles Difuntos, instituido en el siglo XI por el monje Odilón de Cluny y difundido por toda la cristiandad occidental. En el calendario litúrgico, este día sigue al Día de Todos los Santos (1 de noviembre), y se dedica a recordar y orar por las almas de los difuntos.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, con la consolidación del Estado nacional, a partir de dicha raíz cristiana y religiosa, el Estado argentino estableció su proyección cívica, disponiendo en idéntica fecha el “Día de los Muertos por la Patria” para honrar a los caídos en las guerras de independencia y en las campañas militares, como la de la Independencia, las guerras civiles, la Guerra del Paraguay o la Campaña del Desierto. O los conflictos que los siguieran en el futuro.
Se trataba de una mirada institucional, que buscaba realzar el sacrificio por la Nación dentro de un marco simbólico de profundo respeto.
En 1903, durante un acto en el Cementerio de la Recoleta, el ministro de Guerra general Pablo Riccheri expresó en su discurso que “la patria debe su existencia a quienes supieron morir por ella”. Se trata de una frase que sintetiza una verdad tan clara como dolorosa. Aspectos no menores de nuestra vida se deben a quienes ya no están.
Desde 1983, el 2 de noviembre comenzó a incluir homenajes a los caídos en el conflicto de Malvinas e Islas del Atlántico Sur, en actos oficiales, escolares y parroquiales.
Y en su vertiente castrense, en 1990, el Ejército emitió una orden interna que establecía la “ceremonia del Día de los Muertos por la Patria” como acto de carácter obligatorio, con ofrenda floral, toque de silencio y lectura de nombres. Desde el año 2000 y por disposición del Ministerio de Defensa se amplió el homenaje a caídos en misiones de paz, como en la Ex-Yugoeslavia, Haití o Chipre.
Generalmente se cae en el error de asociar tales muertes a las bajas militares en tiempos bélicos. Pero el sentido del recordatorio es mucho más extensivo. Día a día, hay innumerables servidores públicos que entregan su vida por la vida colectiva de los argentinos: desde policías y bomberos, a cualquier otra área de riesgo del Estado, muchas veces alejada de los denominados cuerpos armados del Estado: tal es el caso de quienes realizan investigaciones riesgo para nuevas medicinas en laboratorios, mantienen la seguridad de los procesos en centrales nucleares, se exponen a ambientes insalubres para la salud del prójimo. Arriesgan y pierden la vida para salvar la de otros.
Se trata de una entrega que alcanza no sólo al cumplimiento de un deber público en sí, sino a todos los peligros que se sortean a tales efectos: no pocos servidores públicos han muerto en accidentes yendo o viniendo de sus labores.
Tampoco debe olvidarse que, sin entregar la propia existencia, hay sacrificios que tienen similar consideración. Gentes que han dedicado su vida, renunciando a muchas cosas personales, en función de dedicarse a otros. Sobre todo, a aquellos compatriotas en situaciones de mayor vulnerabilidad. Estén dentro o fuera de las estructuras estatales.
No solo supone, con o sin uniforme, el sacrificio de entregar la propia existencia. Supone también, de cara a los que deben seguir, el grado más alto posible del espíritu de servicio. De una ética del compromiso en función del bien común.
No son tan recordados como se debería. Y mucho menos, se hallan presentes en la cultura colectiva, más que nos pese. Reducidos por lo general, a actos en escuelas o unidades militares.
Fue por eso que una de mis novelas, Vientos de Libertad, ambientada en el contexto del Cruce de los Andes, fue dedicada a ellos. Los seres más anónimos de los grandes acontecimientos que nos definen como conjunto, como sociedad, como Nación. Aquellos que han llevado a cabo un sacrificio que siempre me ha impactado. Por eso, cuando terminé de escribir la novela, supe que era a ellos que debía dedicarlo, para reconocerlos, tal como se hace en cualquier país que cuida sus valores cívicos.
Como dice la frase tan conocida. Prohibido olvidarlos. Civiles y militares, agentes estatales o no. A todos ellos.
(*) Abogado y escritor cordobés.
Literatura
Dua Lipa recomendó a Mariana Enriquez para leer en Halloween
														La cantante Dua Lipa recomendó el libro “Los peligros de fumar en la cama”, de la escritora argentina Mariana Enriquez, en el especial de Halloween, que se celebró el viernes, de su club de lectura.
Desde 2022, la artista decidió embarcarse en un proyecto personal por fuera de la música: la lectura. Es por eso que lanzó Service95, una plataforma en la que mensualmente recomienda un libro, comparte una reseña del mismo y hasta suele tener conversaciones íntimas con diferentes autores.
Para la edición de octubre, especial por ser el mes de Halloween, Dua Lipa encaminó su recomendación hacia el terror y eligió a una de sus autoras favoritas, Mariana Enriquez.
“Este libro presenta 12 relatos inquietantes ambientados en Buenos Aires y sus alrededores, que a menudo se centran en mujeres y niñas que experimentan sucesos sobrenaturales entrelazados con los traumas de la historia argentina”, escribió Dua Lipa en su reseña de Los peligros de fumar en la cama.
Esta no es la primera vez que Dua Lipa recomienda autores argentinos. A comienzos de 2024, compartió un entusiasmo especial por el libro “Fortuna”, escrito por Hernán Díaz, quien ganó el premio Pulitzer en el año 2023 por esta novela. También mencionó a “No es un río”, de Selva Almada.