Textos para escuchar
Seminare – Serú Girán
David Lebón canta Seminare, el tema de Serú Girán
Quiero ver, quiero entrar,
nena, nadie te va a hacer mal,
excepto amarte.
Vas aquí, vas allá,
pero nunca te encontrarás
al escaparte.
No hay fuerza alrededor,
no hay posiones para el amor,
¿dónde estás?, ¿dónde voy?
Porque estamos en la calle
de la sensación,
muy lejos del sol
que quema de amor.
Te doy pan, quieres sal,
nena, nunca te voy a dar
lo que me pides.
te doy dios, quieres más,
¿es que nunca comprenderás
a un pobre pibe?
Esas motos que van a mil,
sólo el viento te hará sentir,
nada más, nada más.
Si pudieras olvidar tu mente
frente a mí,
sé que tu corazón
diría que sí.
No hay fuerza alrededor,
no hay posiones para el amor,
¿dónde estás?, ¿dónde voy?
Porque estamos en la calle
de la sensación,
muy lejos del sol
que quema de amor.
Textos para escuchar
Durazno sangrando – Luis Alberto Spinetta
Luis Alberto Spinetta canta Durazno sangrando, el tema de Invisible
Temprano el durazno,
Del árbol cayó
Su piel era rosa,
Dorado del sol
Y al verse en la suerte,
De todo frutal
A orillas de un río,
Su fe lo hizo llegarDicen que en este valle,
Los duraznos son de los duendesPasó cierto tiempo,
En el mismo lugar,
Hasta que un buen día,
Se puso a escuchar,
Una melodía muy triste del Sur
Que así le lloraba,
Desde su interiorQuien canta es tu carozo,
Pues tu cuerpo al fin,
Tiene un almaY si tu ser estalla,
Será un corazón,
El que sangreY la canción que escuchas,
Tu cuerpo abrirá,
Con el albaLa brisa de Enero,
A la orilla llegó,
La noche del tiempo,
Sus horas cumplió
Y al llegar el alba,
El carozo cantó,
Partiendo al durazno,
Que al río cayóY el durazno partido,
Ya sangrando está,
Bajo el agua
Textos para escuchar
Cantares – Antonio Machado
Joan Manuel Serrat canta los versos de Cantares, poema de Antonio Machado.
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse…Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.Caminante no hay camino
sino estelas en la mar…Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”Golpe a golpe, verso a verso…
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”Golpe a golpe, verso a verso…
Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
“Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…”Golpe a golpe, verso a verso.
Textos para escuchar
La Herida – Eloisa Tarruella
Eloisa Tarruella lee su relato La herida
Encuentro mi ciudad en una taza de café,
cálida y espumosa.
Una lágrima resbala por mi mejilla y cae adentro de la taza,
se fusiona con la espuma.
Ahora la taza está dulce y salada.
No sé si tomar el café y sentir su sabor imborrable o huir.
Abandonar la taza y sumergirme en lo conocido.
Hacerme otro café sin mi lágrima. Puro.
Mitad café, mitad leche, así tal como lo conozco.
Si tomo el café agridulce, quizás me transforme en alguien nuevo.
La metamorfosis es evidente.
La siento en la piel.
Pero ¿beberla? ¿Se puede tragar la propia metamorfosis?
Pienso en el proceso: la lágrima cayó justo adentro de la taza.
La revolví como un acto mecánico y ahora tengo miedo.
La transparencia de la lágrima la hace indetectable.
No sé en qué rincón de la taza se escondió.
Está presente en el vapor, puedo palpitarla.
La decisión es inminente.
Contemplar o actuar.
Correr o quedarme.
La taza era mi ciudad y ahora solo veo su herida.
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