Música
“Catálogo de vinilos de rock argentino”, una obra impostergable
Todos los vinilos editados entre 1958 y 1996 en los que haya al menos un rock o grabados por artistas de ese género, más allá del estilo que contenga esa placa, son agrupados por primera vez de manera exhaustiva en “Catálogo de vinilos de rock argentino”.
El libro, una publicación independiente de Fernando Brener y Claudio Zuccala, incluye las portadas de las primeras ediciones de alrededor de 1.600 vinilos, en donde consta además la data sobre su año de lanzamiento y la aclaración de si se trata de una publicación realizada en Argentina o en algún otro país sobre un artista local.
La labor fue encarada por dos coleccionistas que iniciaron esta tarea con el único fin de ordenar la gran cantidad de material con que contaban, aunque de a poco el trabajo fue tomando ribetes más serios que derivaron en este catálogo.
El trabajo encuentra su punto final en 1996, año en que se dejaron de lanzar discos en formato vinilo, tras la falta de ese material en el mercado y el boom del disco digital.
“Arrancamos en el ’58 con el primer vinilo en Argentina que contenía un rock, que era uno de Eddie Pequenino y su Orquesta. Ese fue nuestro punto de partida e inició un laburo de investigación de más de cinco años”, explicó Brener en diálogo con la agencia de noticias Télam.
En ese lapso, los autores encontraron que el rock en la Argentina tenía casi una década de existencia antes de la edición de “La Balsa”, de Los Gatos, considerado históricamente como el inicio del llamado rock nacional.
“La historia oficial decía que el rock había empezado con Los Gatos o con los Beatniks, pero escuchamos un montón de bandas que hacían rock desde antes y encontramos además muchas contradicciones entre los historiadores”, acotó Brener, al argumentar la inclusión de los trabajos de Palito Ortega o de Johnny Tedesco, entre otros, en este libro.
Mientras trabaja junto a Zuccala en una edición ampliada del catálogo con los vinilos lanzados en los últimos años, impulsados por el revival de este formato, Brener habló sobre el espíritu que atraviesa a este particular libro.
—¿Se autoimpusieron algún tipo de límite a la hora de decidir qué incluían y que no en este catálogo?
—Decidimos que iba a ser lo más abarcativo posible. Por ejemplo, si un artista que no hacía rock grababa alguna canción de ese género en un disco, lo incluíamos, por eso está la discografía de Palito Ortega. También se incluyen discos de artistas de rock que contienen otro género. Por ejemplo, el caso de Litto Nebbia que grabó algunos discos más folclóricos. También hay bandas internacionales formadas por músicos argentinos, como el caso de Los Rodríguez o Lions in Love, el grupo que formó Daniel Melingo en España.
—¿Hay algún juego con la nostalgia a partir de la desaparición durante muchos años de este tipo de formato?
—Nosotros sabíamos que íbamos hacia un público específico al que le gustan los vinilos y a los que les gusta el rock nacional. Lo bueno de esto es que están los artistas que de alguna manera estaban olvidados o se rescatan discos desconocidos de otros, que a veces ni ellos se acordaban que habían grabado.
—¿Es este libro una toma de postura ante la desaparición de este tipo de arte con las plataformas digitales?
—La verdad que no. En realidad, nuestra postura está dada en la idea de no discriminar, de incluir a todos aunque no sean gente ligada al rock. No quisimos dar nuestro punto de vista, a pesar de que lo hacemos con la imagen; pero no hay una bajada de línea. Tampoco se trata de una relectura de la historia del rock, como dijeron en algunos medios, en donde planteaban que estábamos cuestionando la fecha de los inicios del rock.
—¿Se plantearon la posibilidad de hacer una especie de estudio sobre las modas imperantes en las tapas en distintos momentos?
—No, lo que sí está bueno es ver la evolución de la estética de un artista a través de los años. Aunque el libro está planteado como un diccionario, es notable ver las diferencias en distintas épocas, desde los fabulosos dibujos de los 70 hasta los compilados de los 80 con tapas como si fueran un power point. Este libro es como un anexo a otros textos más completos que existen sobre la historia del rock argentino.
Música
Continúa el “Ciclo de Pianistas” en el Argentino
El Ciclo de Pianistas continuará el domingo 3 de noviembre, a las 18, con la presentación del polaco Jakub Kuszlik en la Sala Alberto Ginastera del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino, ubicado en la Av. 51 entre 9 y 10. Este espectáculo integra las actividades programadas por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
El programa estará íntegramente constituido por obras de Frédéric Chopin e incluirá Tres valses, Op. 34; Nocturno en Re bemol mayor, Op. 27 N° 2; Fantasía en fa menor, Op. 49; Tres mazurkas, Op. 50; Polonesa en fa sostenido menor, Op. 44 y Scherzo N° 3 en do sostenido menor, Op. 39.
Jakub Kuszlik es un graduado de excepcional talento de la Academia de Música de Bydgoszcz (Polonia). Fue premiado en los concursos internacionales de piano Paderewski de Bydgoszcz (2016), Beethoven de Bonn (2017), de Hilton Head en EE.UU. (2019), Top of the World de Tromsø en Noruega (2019), Chopin de Varsovia (2021) y de Montreal en Canadá (2024). Solo o acompañado por importantes orquestas se presentó en su país natal y en EE.UU., Canadá, Brasil, Chile, Alemania, Italia, Francia, Suiza, Grecia, Noruega, Armenia, Islandia, Kosovo, Lituania, Japón y Vietnam. En 2018 ofreció un concierto muy exitoso en el Lincoln Center de Nueva York. En 2022 lanzó su primer álbum como solista, un registro en vivo de sus interpretaciones de obras de Brahms y Chopin para la Radio Polaca.
Las entradas gratuitas, con reserva online, se podrán obtener a partir del jueves 31 de octubre, a las 12, a través del link publicado en la Web y en las redes sociales del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el Teatro Argentino.
Las personas mayores de 65 años tendrán además la opción de reservar tickets de forma presencial, mediante un cupo de entradas destinadas a tal fin, el mismo jueves 31 de octubre, de 12 a 18, acercándose a la boletería del Teatro y presentando su DNI.
Música
Tras 16 años, The Cure lanza un nuevo álbum de estudio
La banda británica de rock The Cure puso fin a un extenso letargo de 16 años con su nuevo álbum de estudio, el decimocuarto de su carrera, “Songs of A Lost World”, un trabajo muy personal y desgarrador que sale a la venta este viernes 1° de noviembre.
Los de Crowley regresan a la primera línea de la música dando un golpe en la mesa con un álbum fiel a su esencia, con ocho canciones en las que su vocalista, Robert Smith, reflexiona sobre el paso de la vida, enfrenta su miedo a la muerte y rompe con las reglas del mercado musical actual.
“Tenemos que hacer un disco más. Tiene que ser el más intenso, triste, dramático y emocional de los que hemos hecho y después simplemente irnos”, dijo el teclista de la banda, Roger O’Donell, en una entrevista con la revista Classic Pop en 2020, donde afirmó que “todo el mundo estará feliz” con este álbum.
Cuatro años más tarde, el resultado es “Songs of A Lost World”. Y no es un disco apto para todos los públicos, no intenta sumarse a ninguna moda, pero sin duda no decepcionará a los seguidores más acérrimos de The Cure, sobre todo a aquellos que crecieron escuchando su música.
El álbum tiene un color muy oscuro, un sabor intenso y amargo y necesita de tiempo para saborearse correctamente, teniendo en cuenta que algunas canciones superan los 10 minutos de duración.
“Este es el final de cada canción que cantamos. El fuego se redujo a cenizas y las estrellas se apagaron con lágrimas”, dicen los de Crowley en “Alone”, el tema que inicia el disco y el elegido por Robert Smith, Simon Gallup, Jason Cooper, Roger O´Donnell y Reeves Gabrels como su primer sencillo en 16 años, que salió a la luz el pasado mes de septiembre.
“Songs of A Lost World” también se destaca por su calidad instrumental, con una atmósfera a base de pianos, guitarras, violines y sintetizadores que envuelve y mantiene en vilo hasta el momento en el que la voz de Smith hace su aparición en cada uno de los ocho temas.
“Prométeme que estarás conmigo en el final, di que estaremos juntos y sin remordimientos”, canta en “And Nothing Is Forever”, mientras que en “A Fragile Thing” asegura que “no hay nada que puedas hacer para cambiar el final” mientras pone banda sonora a la fragilidad del amor.
Este álbum suena a despedida y podría ser también el último de la carrera profesional de The Cure, como pronosticaba O´Donnell, pero sin duda es una retrospectiva vital, porque Smith mira atrás en “All I Ever Am” y confiesa que ha perdido toda su vida reflexionando sobre el tiempo y los recuerdos.
Como no podía ser de otra forma, “End Song” cierra el disco con unas estrofas que son a la vez viscerales y nostálgicas, donde Smith, a sus 65 años, se pregunta en qué momento ese niño con ganas de comerse el mundo ha envejecido tanto y qué le deparará la última etapa de su vida.
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Los Pericos, en diciembre en el Teatro Vorterfix
Tras su exitosa gira celebratoria de “Big Yuyo”, con shows sold out en Buenos Aires, Montevideo y varias ciudades de México, y luego de su última presentación en el Festival Vivimos Música, Los Pericos regresan a Capital Federal para despedir el año con una Gran Fiesta Perica.
Será el sábado 7 de diciembre en el Teatro Vorterix donde no faltarán los éxitos indiscutidos de su gran trayectoria: “El Ritual de la Banana”, “Parate y Mira”, “Eu Vi Chegar”, “Casi Nunca Lo Ves”, “Waitin’”, “Home Sweet Home”, “Sin Cadenas”, “Pupilas Lejanas” y muchísimos más.
Con 38 años de carrera y casi 4000 presentaciones en vivo, Los Pericos son una de las bandas más importantes e influyentes en la historia del reggae/rock latino. Sus canciones llegaron a los primeros puestos de los rankings de habla hispana y los han llevado a recorrer miles de kilómetros en giras por Latinoamérica, Estados Unidos, España, Rusia y otros países, llenando estadios, teatros y participando en los festivales más emblemáticos.
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